Madre's POV.
Ayer vi a Celia llegar a casa en un coche amarillo. Cada vez que pienso o veo un coche así me acuerdo de Jaime, dicen que sigue por aquí, que nunca se fue. ¿Es posible qué Celia haya encontrado a su hermano o qué el la haya encontrado a ella? ¿Se estarán viendo a escondidas? Cuando bajé hablaré con ella.
Oí pasos en la escalera y me giré.
-Buenos días - dijo Celia - dile a papá que lleve él a Raúl, es que es muy lento.
-Vale - estaba apunto de salir - Celia, espera...
-Dime mamá.
-Ayer te vi llegar con un chico en un coche.
-Ah, lo siento por no avisarte de que iba a montarme en un coche, se me olvidó.
-No pasa nada, no es por eso, ¿como se llama?
-Jaime.
-Como...
-Sí, como mi hermano.
-Y...
-¿Y qué mamá? tengo prisa - se levantó con el pie izquierdo - me voy, adiós.
Y se fue. Al cerrar la puerta se le cayó una tarjeta y la cogí.
Taller Esquender.
Ponía en grande y debajo la calle, número, y debajo...
Encargado Jaime Parker.
Me quedé helada, mi hijo, ese es mi hijo, tengo que hablar con él, tengo que verle, explicarle que todo fue un error y que vuelva a casa. No se como hacerlo.
Cuando Celia y Raúl llegaron a casa, decidí ir. Cogí mi coche y me dirigí allí.
Llegué.
Le vi, y no pude hacer nada, sentía vergüenza e impotencia. Se dirigía hacia mi, hacia la puerta. Apresuré el paso hasta llegar al coche, lo cogí y arranqué. Mientras qué me iba vi como mi hijo me miraba, no sabía sí me había reconocido pero esperaba que no.
Jaime's POV.
¿Mamá? Sí, era ella, ¿como me había encontrado? No se, quizás fue Celia o simplemente me encontró en la guía o le iba mal el coche y vino a este taller, o...mucho pensar, no se. Mientras que su coche se alejaba la seguí mirando con intención de que parase pero no lo hizo.
Me metí en mi taller y seguí con el Ferrari que desgraciadamente no era mio, yo solo lo arreglaba. ¿Sabéis lo qué es tener la tentación a centímetros de ti? Es horrible. Vivo enamorado de los coches. Acabé cambiando las ruedas, y lo lavé para que brillara. Que belleza. Pasé la mano por el capó del coche como si lo acariciarse, ese rojo brillante no lo tienen todos los coches.
-Algún día seras mio.
Me dirigí hacia la puerta y subí a mi coche. Me fui a casa.
***
Me estaba haciendo la cena, si eso se podía llamar cena, cuando sonó mi móvil. Un mensaje, de Celia.
Celia: te puedo ver este viernes a las 5 en el parque?
Jaime: claro, en el que nos conocimos?
Celia: en el parque central.
Jaime: pues eso, donde nos conocimos.
Celia: ah sí, que despistada soy...
Jaime: a las 5 allí.
Celia: guay.
¿Guay?¿En serio?¿Guay? Raro, era raro. Dejé de contestarla aunque me hubiera gustado hablar con ella toda la noche.
Me senté en el sofá con la cena sobre mis piernas, encendí la tele, pero no había nada que ver entonces la apagué. Terminé de cenar y no sabia que hacer. Mi casa se inundaba por silencio, solo silencio. Empecé a darme cuenta de que mi vida no valía nada, de que se me acababan las pocas oportunidades de cumplir mis sueños, de que no tenía prácticamente familia, y todo esto era culpa mía, solo mía y de nadie más. Los sentimientos de culpa me invadían como la mayoría de las noches, y recapacitaba sobre que estaría haciendo si no hubiese dado mi primera calada a un estúpido porro. Quizás estaría terminando la universidad, o aun que sea, viviendo con mi familia y pidiéndoles hablar, o por lo menos poder presentarme en su casa sin que mi corazón me obligue a retroceder.
No lo se. La confusión últimamente me invade más de la cuenta.
Me tumbé en la cama, cerré los ojos, y me atraparon mis sueños.
Celia's POV.
Me levanté. Era la recuperación, y luego iba a ir a casa de Paula. La semana se me había pasado muy rápido.
Hacía mucho que no hablaba con Gonzalo, y recientemente había sido el cumpleaños de su hermano. Oh, su hermano, lo mejor que podáis ver en el mundo, lo tenía todo, pero eso de los estudios no era lo suyo. El caso es que su hermano y yo nos llevabas genial, hasta el punto en el que Gonzalo se ponía celoso.
Fui a coger el móvil con la intención de ver si tenía algún mensaje de Jaime o Gonzalo. Toqué la mesilla de noche pero no lo encontraba, encendí la luz y mi móvil no estaba. Me levanté de la cama, me vestí y salí. Y vi mi móvil en la mesa de la cocina. Justo iba a cogerlo cuando apareció mi madre.
-Celia, este fin de semana no tendrás el móvil.
-¿Qué? ¿Por qué?
-Porque nos ha llegado un factura de tus llamadas, y no son normales.
-Eso es imposible, si yo no llamo, yo mando mensajes.
Se quedó callada como si no supiese que decir.
-Bueno, ¿me das mi móvil?
-He dicho que no, y es que no.
Suspire, la miré con una mirada de odio, y abrí la puerta.
-Adiós - dije, y antes de que hubiese respuesta di un portazo.
Fui por el camino repasando mates, me lo sabía bien, bastante bien, estaba sorprendida de mi misma. Si aprobaba este examen, no me iba a quedar ninguna en verano, y haría lo que quisiese. Tenía que aprobarlo.
***
Salí de clase con Paula y Ana e íbamos hacia casa de Paula a comer. Comimos mientras que nos reimos y casi muero en ese mismo momento. Sonó un mensaje de alguno de los móviles de mis amigas. Paula me miró, y miramos a Ana, estaba sonriendo mirando el móvil.
-¿Hay algo que no nos has contado? - la dije.
-Buenas noticias - dijo Ana, mientras que Paula y yo nos mirábamos con una expresión interrogante en la cara - hay bote en el parque de la fuente.
No hubo ni que pensarlo, fuimos a la habitación de Paula, su casa estaba vacía, nos cambiamos con la ropa de Paula y nos fuimos.
-Prohibido hacer tonterías cuando estéis pedo - dijo Paula mirándonos.
-Si si - dijimos Ana y yo.
-Es en serio, hoy las tonterías las hago yo.
-¿Dorminos en alguna casa? - dijo Ana.
-Vale, ¿pero en cual? - dije yo, y miramos a Paula, que tenia su casa vacía hasta el domingo.
-Bueno vale pero no rompais nada.
-Perfecto.
Ana llamó a su madre para avisarla, y yo hice lo mismo desde el móvil de Paula, ya que no tenía móvil. Nuestras madres aceptaron.
Llegamos y en cuanto empezamos a beber vi a Steve, el hermano de Gonzalo, y me quede hablando con él, mientras que me reía del pedo que llevaba y se iban pasando las horas...
Jaime's POV.
Llegué al parque central y no veía a Celia por ninguna parte pero aun asi decidí quedarme en el parque. Pasaron las horas y por fín, recibí un mensaje de Celia.
Celia: Ya llego, lo siento me he retrasado.
Jaime: Vale te espero.
A lo lejos vi a mi madre, mirando el móvil, bajando hacia donde yo estaba, y al poco tiempo de que lo dejara de mirar, me llegó otro mensaje.
Celia: En que parte estas?
Aun que estaba abajo le dije que estaba arriba y mi madre se dio la vuelta y se fue hacia arriba.
Jaime: Mamá me voy a casa, lo siento.
Y me fui ignorando por completo sus siguientes mensajes, cogí mi coche y me dirigí hacia mi casa.