Cuándo subí de vuelta al departamento, sentí náuseas.
Todo a mi alrededor comenzaba a dar vueltas, y algo no estaba bien. Me dejé caer sobre el sofá, y miré a mi alrededor buscando a Tyler o a Cara, pero no había nadie.
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Cuándo desperté, la cabeza me dolía tanto que empecé a cuestionarme si moriría en ese instante.
Tyler entró a la sala, y me dirigió la mirada.
— ¿Qué mierda? — dijo, dejando su taza sobre la mesa frente a mí, y mirándome a los ojos.
— ¿Qué? — pregunté, y el simplemente se puso en cuclillas para poder verme mejor.
— ¿Lloraste, Thomas?
Aparté la mirada, intentando recordar que había pasado. Jack había venido a buscarme. Era todo lo que recordaba.
— No. — respondí, poniéndome la mano sobre la frente. — Creo que estoy enfermo.
Tyler desapareció por el pasillo, dejándome solo y confundido en el sofá.
Quería fumar dos cajetillas enteras de cigarros, dormir por horas, y ver a Jack.
Tenía tantas preguntas.
En ese momento, mi cabeza comenzó a doler más y más, pero yo sólo quería hablar con él, y decirle que por favor me perdonara.
Tyler reapareció frente a mí, poniéndome una pastilla sobre la mano, y pasándome un vaso de agua fría.
La tomé sin pensarlo dos veces, sacándole una sonrisa. Volvió a ponerse en cuclillas, para poder mirarme a los ojos.
— En serio debe de dolerte. — dijo.
— Sí.
— Pero con eso se te pasará rápido, lo prometo. — dijo, para después guardar silencio. — Así que... ¿Estamos bien?
Comencé a reír, empujándolo con la mano, haciendo que también riera.
— Idiota. — dije, mirándole. — Nunca hemos estado mejor.
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— ¿Has visto a Mikey estos últimos días? — preguntó Tyler mientras recorríamos el los pasillos. — Parece como si hubiese desaparecido.
Le di un trago a la Coca-Cola que tenía en la mano, y después se la ofrecí.
— ¿La quieres? Odio esta mierda. — Tyler la aceptó sonriente, dándole un par de tragos antes de terminársela.
Cara parecía acercarse a nosotros, con su amigo raro pisándole los talones.
Rodé los ojos y miré hacia la izquierda. Jack me saludaba con la mano, le devolví el saludo rápidamente y me volví hacia Cara.
Sonreía más de lo normal, pero no decía ni una palabra. Tyler le dirigió una mirada fugaz al amigo de Cara, y desapareció por el pasillo.
Mierda, idiota, llévame contigo.
— ¿Eres amigo de Jack? — soltó el amigo de Cara de repente, para después aclararse la garganta.
— Supongo que es algo así. — Asentí con la cabeza. — Sí, es mi amigo.
Cara y él cruzaron una mirada rápida, y él le tomó la mano, dejándome atónito.
— Jack es un idiota. — dijo su adorable amigo antes de comenzar a toser. En este momento aprecio mucho no saber su nombre. — Creí que eras más listo, Thomas.
Cuando apreté los puños y aparté la mirada, no estaba seguro de si Cara lo había notado, pero estaba a punto de enloquecer.
Cerré los ojos, y solté un par de suspiros, pero todavía sentía que estaba perdiendo el control.
No lo golpees, Thomas. No lo golpees.
No hagas un escándalo.
— ¿Me repites tu nombre, por favor? — dije, mirándolo a los ojos.
— Frank.
— ¿Te gustaría que en tu lápida estuviera escrito tu nombre completo, o sólo Frank?