Los dedos de Seokjin terminaron de escribir el mensaje, para luego mandarlo a su hermano. Suspiró, regresando su vista al frente mientras su novio manejaba --Le dije que llegamos en tres minutos.
El menor rió, atento al camino --¿No es ya el quinto mensaje que le mandas?
--Él me dijo que eso hiciera, no quiere que toquemos el timbre-- explicó, leyendo la conversación de vuelta --. Al parecer no quiere que los niños sepan que llegamos.
El peli rosa asintió, extrañado con el comportamiento de su cuñado.
--¿Nos habrán extrañado?-- preguntó en voz alta el moreno, volteando a ver de reojo a su pareja.
Jin sonrió de forma inconsciente --Espero que sí, yo les extrañe muchísimo.
--Eso no decías anoche.-- el susurro de Namjoon no se escuchó tan bajo como pensó, por lo que se ganó un golpe en el costado, haciéndole reír.
En menos de lo que tenían pensado ya se encontraban estacionándose fuera de la casa. Bajaron, y con unas sonrisas en el rostro casi imperceptibles, avanzaron hasta la puerta donde Namjoon levantó su mano para activar el timbre y notificar su llegada, pero Seokjin le dio un manotazo que le hizo retirarla como si fuese fuego --¿Au?-- preguntó haciendo una expresión de dolor, extrañado por el golpe.
--¿No me escuchaste? Unyong no quiere que toquemos.-- y sin mirarle, sacó su celular para mandar un mensaje mientras su novio le observaba el perfil.
Namjoon algunas veces se preguntaba de dónde sacaba Jungkook eso de soltar manotazos y de gritar, después se acordaba de que pasaba muchísimo tiempo con Seokjin. Realmente esperaba que el pequeño castaño no tomara eso como costumbre. Suspiró masajeando su mano, esperando a que el mayor hablase 》Listo, ya viene a abrir.
Y guardó su celular no sin antes mirarse en el reflejo de la pantalla bloqueada, acomodando su flequillo con sus dedos. Le fue imposible al peli rosa sonreír, negando suavemente con su cabeza. Pronto se escuchó como era retirado el seguro y la puerta se abría mostrando a un hombre con una gran sonrisa --¡Hola!-- se veía aliviado de verles. Se hizo al lado --. Pasen, pasen, vamos.
--Hola, ¿Cómo estuvo cuidar a los cinco niños?-- preguntó Seokjin apenas se cerró la puerta, buscando con la mirada a los pequeños.
--Cuidarlos fue...-- suspiró, mirando al sillón donde Yoongi había sido mojado --, complicado, muy divertido, pero complicado ¿Cómo pueden con los cinco?
La pareja rió, pues ya sospechaban esa sería la respuesta --¿Qué hicieron? ¿Se durmieron a tiempo? ¿Pelearon?-- Namjoon preguntó con autentica curiosidad, pues con esos niños uno no sabía que podía pasar.
Unyong hizo recuento de todo lo que sucedió anoche, y ese día, así que solo mencionó lo más importante --Jimin mojó a Yoongi, y este se vengó. Hoseok lloró, quería que le llevara con ustedes, Taehyung rompió un vaso al desayunar. Uhmmm, Jimin no se quería levantar en la mañana y lloró, Tae no encontraba a V y pasamos media hora buscándolo, Jungkook lo había escondido, no sé por qué, y, creo ya.
La pareja miraba al hombre con la boca ligeramente abierta, lo peor de todo era que sí creían que aquello pasase. Se sintieron apenados --Ay Unyong, lo siento yo-- Seokjin fue interrumpido con un movimiento de mano.
--Calma, calma, que son niños y son mis sobrinos, sé como son-- les sonrió, tratando de relajarles --. No pasa nada, me divertí mucho con ellos.
》Lo único "malo"-- hizo comillas con sus dedos, para luego decir --, fue que Jungkook no durmiese hasta las tres y media de la mañana.
》Mi culpa-- se apresuró al decir que la pareja estaba a nada de preguntar qué había pasado, con sus expresiones preocupadas --. Les dí dulces y se los acabo todos. Le dolía la pancita, así que se la paso llorando un rato. Le estuve cuidando hasta que se durmió. Tranquilos, despertó perfectamente.
--Uf Unyong, debiste llamarnos ¿Sabes? Hubiésemos venido enseguida.-- Seokjin dice, angustiado por su niño más pequeño.
--Bah-- el hombre hizo un gesto con su mano a la vez que bufaba --, ya les dije que está bien. Ustedes dos tenían que descansar, o bueno, que les conozco e imagino que lo hicieron dos veces por cada niño que tienen. Par de sucios.
Unyong pasó toda su vida pensando que su hermano era el inocente entre ellos dos, pero eso cambió cuando conoció a Namjoon. No por nada decían ser la pareja perfecta. Eso sí, no había nadie que le ganase al peli rosa, ese hombre era el más pervertido que había conocido en su vida. Una vez le pidió el móvil para hacer una llamada de emergencia, y se sorprendió tanto al ver que no solo el fondo de pantalla era de Jin dormido, desnudo y solamente cubierto en la cadera por una sabana, también la imagen del contacto era de castaño posando de una manera sexy. Eso había pasado hacia algunos años, pero fue lo suficiente traumante como para recordarlo toda su vida. Uno no acostumbra a conocer ese lado de sus hermanos.
A Seokjin se le colorearon las mejillas, al tiempo que fruncía su ceño y le daba un golpe en el brazo a su hermano, quien en seguida comenzó a reírse. Namjoon también rió, y colocó su mano en alto para que Seokjin le chocara con la suya como una broma, pero solo recibió un codazo en su estómago, aumentando sus risas.
》No tienen remedio.-- les dijo Unyong, negando con su cabeza.
--Solo cállate, ¿Dónde están mis niños?-- finalmente preguntó, y Nam asintió, para expresar que deseaba saber lo mismo.
--En el jardín, con mi perrito-- dijo sonriendo, apuntando hacia la zona. La pareja ya había visitado la casa de Unyong en una sola ocasión, para ayudarle con la mudanza, así que conocían el lugar --. Es un poodle cachorro, lo escogió Jimin.
--¿Jiminnie?-- los tres comenzaron a caminar hacia la parte trasera de la casa, escuchando risas y un ladrido confirme se acercaban.
--Sí, lo abrazó y decía que no se iba a ir sino no lo llevábamos-- se rió, recordando el pequeño berrinche del de grandes mejillas --, yo pensaba llevarme un labrador, y terminé trayendo una bola blanca de pelos.
Namjoon se rió, pues podía imaginarse la extraña combinación que sería aquello. Unyong, un hombre con tatuajes y una perforación en la ceja, paseando a un peludo perrito pequeño. Debería ver eso, y fotografiarlo.
Llegaron a al jardín. Hoseok, Jimin y Taehyung huían del cachorro entre risas, Yoongi estaba sentado tratando de llamar la atención del perrito con ramitas que arrancó del árbol de la casa, y Jungkook le estaba persiguiendo, con la mano estirada para tomarle de la esponjosa colita que se movía de un lado a otro.
--¡Yah!-- gritó Yoongi poniéndose de pie con velocidad, arrojando las varitas al aire frustrado de no conseguir la atención del perro. Vio a sus padres al pie de la puerta del jardín, y su linda sonrisa apareció mientras iba corriendo hacia ellos --¡Appas!
--¡Hola!-- al escuchar la voz de Namjoon, los niños dejaron de lado al perro para ir hacia ellos, y saludarles.
Hoseok comenzó a brincar tirando de la camisa del peli rosa, pidiendo ser cargado. Les había extrañado muchísimo. Nam cumplió con lo que le pedía, sosteniéndolo entre sus brazos --¿Nos extrañaron? Porque appa Jin y yo sí lo hicimos, y mucho.
Unyong se rió, y Seokjin alzó la mano para pegarle en la cabeza, pero el hombre salió disparado al jardín.
--¡Sí, mucho, mucho, mucho!-- Hoseok dijo muy rápido, para luego estirar sus brazos a los lados --. Así de mucho appa.
--¡Miren appas!-- Jimin les dijo, y luego fue hasta el perrito que salió corriendo al verle venir. No tardó en alcanzarle, y abrazarlo por debajo de sus patas delanteras, para luego llevarlo hacia sus padres con el resto del cuerpo colgando y yendo de derecha a izquierda. A pesar de ser solo un cachorro, daba la impresión de que pesaba para el niño de cinco años --¡Se llama Miri!
Seokjin se hincó rápido, y le ayudó a cargar de una mejor manera al perrito que parecía pedir ayuda al mayor --Lo puedes lastimar si le cargas así, Jiminnie, ten cuidado.
El pequeño asintió, y se hincó al igual que su appa para dejar al perro en el suelo. Este se dio la vuelta, invitándoles a rascar su estómago. Seokjin tomó la manita de su niño, y le enseñó a como darle suaves caricias sobre la cabecita, mientras el mayor movía sus dedos por sobre la panza del poodle, quien ya entrecerraba sus ojos y sacaba la lengua por la atención.
--Appa, yo quiero uno así.-- dijo el pequeño riendo. Seokjin suspiró, no quería pasar por todo eso de nuevo. Jimin se inclinó, y dejó un besito sobre la cabeza del can, para luego pararse riendo e irse corriendo, el perrito le siguió y se levantó para jugar.
Yoongi se acercó a Seokjin, quejándose --Appa, ese perro no me hace caso-- le apuntó. Ahora Unyong acompañaba a Jimin y Taehyung, los tres jugando con el perro y una pelotita que habían comprado --, no es obediente.
--Para eso tiene que ser educado Yoongi, y es muy pronto-- Jin le respondió, acariciando sus cabellos negros --, tu tío lo hará, él debe educarle.
--No me hace caso-- habló Unyong al escucharles --, mira. ¡Miri, siéntate!
El perrito ladró, y luego dio una vuelta 》¡Sentado!-- volvió a ladrar, retrocediendo. Se acercó, y puso presión en su parte trasera para que se sentara. Lo hizo, pero apenas retiró la mano volvió a pararse.
--Esas cosas toman tiempo.-- Jin dijo riendo, divertido con la desesperación de su hermano. Solía ser muy impaciente.
El can se volvió a ir corriendo cuando Unyong intentó volver a enseñarle. Llegó hasta Jungkook, quien se había quedado al lado de Namjoon mirando mal a Hoseok. Había hecho que Nam solo le prestase atención a él mientras le contaba lo que habían hecho, por lo tanto estaban ignorando al pequeño. Necesitaba atención.
El perrito se acercó y olió la mano de Jungkook, sacando su lengua rosada al detectar unas migajas de galleta. El niño gritó, retirando su mano y mirándole mal --¡Malo!-- el cachorro se encogió en su lugar, sorprendido por esa acción. E hizo lo que su tío y Yoongi habían intentado hacer toda la tarde --¡Sentado!
Y el Miri, sorprendentemente, obedeció, intimidado. Unyong abrió los ojos asombrado, al mismo tiempo que lo hacía Jin. Yoongi abrió su boca, sintiéndose ofendido --¿¡Sí le hace caso al ratón?! Digo, Jungkook.
--Vuelves a decirle así, Yoongi, y lavarás el baño por una semana.-- el niño se cruzó de brazos al oír a Seokjin, ya no dijo nada.
--Te obedeció Jungkookie, ¡Bien hecho!-- felicitó su tió, y el perrito al escuchar los aplausos se levantó para acercarse al adulto, pensando que le daría algo. El nombrado sonrió emocionado por eso, y dio unos saltos antes de ir tras el perro, y tirar de su cola para volver a llamar su atención.
Sorprendido, tiró una mordida que no alcanzó a dar, pero sí asustó al niño. Jungkook se fue corriendo hasta Jin, quién le abrazó mientras le decía que no debía hacer eso, que le dolía al perrito.
--Bien, creo que son demasiados juegos por hoy para Miri-- Unyong opinó, y señaló adentró de su casa --. Vamos adentro niños.
--¡Pero yo quiero seguir jugando!-- gritó Tae, negándose a dejar al poodle.
--Vamos Tae, también tenemos que irnos. Se tienen que bañar y preparar para la escuela. Sé que no terminaste la tarea.-- le recordó Namjoon.
--¡No me quiero ir!-- Jimin suplicó poniendo sus manos juntas, como si orara --¡Por favor!
--¿Te quieres quedar a dormir otra noche?-- bromeó Jin, aun abrazando al asustado Kookie.
El niño se la pensó por un momento, y negó, quería estar con sus appas esa noche --¿Y si antes de dormir vienen por mí?
Los tres adultos rieron, divertidos con su actuar --No Jimin, vamos adentro para que rejunten sus juguetes y nos vamos a ir en un rato.-- Namjoon habló dejando en el suelo a Hoseok, quién enseguida obedeció.
De él siguió Yoongi, y luego Jimin casi arrastrando los pies. Jin se dio la vuelta, dejando que los ojos de Jungkook se fijaran en el cachorro, e infantilmente le mostró su lengua con el ceño fruncido. Tae se rió, y les siguió despidiéndose con su manita del animal --¡Adiós Miri!
Empezó a ladrar cuando Unyong le dejó con la correa atada al árbol, dejando el suficiente espacio para que alcanzara su plato con croquetas y su recipiente con agua. Luego le compraría una casita. Les ayudó a recoger sus juguetes que en menos de dos días habían sido esparcidos en distintas áreas de su hogar. A pesar de que con esos niños no había tranquilidad ni silencio, cosa que le gustaba mucho al hombre, supo que extrañaría sus juegos. Como les amaba a esos pequeños torbellinos.