(se recomienda escuchar el himno soviético antes de comenzar el primer capítulo)
No necesito que nadie crea en mí,
Mientras yo crea en mí mismo
CAPITULO 1
EL CONCURSO
Una fría mañana de Diciembre a unos kilómetros de San Petersburgo fuera del Orfanato bratskiy un llanto venía desde la entrada. Inmediatamente la señorita Anastasia (Coordinadora del lugar) corrió para averiguar de qué se trataba junto con sus trabajadores, la reja metálica fue abierta rápidamente de un lado de una mediana montaña de nieve venía aquel llanto que se escuchaba hasta el vestíbulo del lugar, dentro de una sencilla caja de cartón se encontraba un cachorro de lobo recién nacido. Su pelaje brillaba como el oro sus patas eran blancas como la nieve junto con el pelaje que rodeaba sus ojos azules.
-No podemos dejarlo aquí a su suerte en pleno invierno ruso.- dijo uno de los oficiales apreciando al lindo lobito.
-Por supuesto que no andando llévenlo adentro a mi oficina para registrarlo...Me temo que tendrá que quedarse con nosotros un tiempo.- Comentaba la señorita Anastasia mientras cargaba al pequeño lobo.
Al entrar en el orfanato se dirigieron directo a la oficina del Director quien ordenó que se registrara inmediatamente al cachorro de lobo en la numerosa lista de la institución.
Un día después se dio aviso a las autoridades rusas del comité del registro civil quienes acudieron al orfanato para redactar el acta de nacimiento que marca la ley. El cachorro fue llevado por la señorita Anastasia ante las autoridades que ya conocían el caso.
En Rusia se toman muy enserio la seguridad de los menores y en absoluto la educación por lo que las autoridades presentes concedieron los permisos necesarios para que el cachorro pudiera quedarse en aquel lugar destinado a los huérfanos. El acta fue redactada e impresa en el momento, los testigos firmaron pero hacía falta una cosa.
-Y ¿Cómo se llamará?- cuestionó un oficial con mirada curiosa.
-Es difícil decidirlo señores... me parece que conforme a su aspecto el nombre indicado es...
-¡SEÑORITA ANASTASIA ESPERE UN MOMENTO!- Gritó uno de los guardias sosteniendo un papel arrugado.
La caja en que el cachorro de lobo había sido encontrado tenía una pequeña nota que inmediatamente captó la atención de todos en cuento el guardia se la entregó a la señorita Anastasia.
Su nombre es Zabivaka les ruego lo cuiden bien.
-Zabivaka significa ¨Pequeño goleador¨ es un curioso, patriótico y lindo nombre en especial para un cachorro como él.-Mencionó sorprendida la señorita Anastasia mientras indicaba a los oficiales que anotaran el nombre oficial del cachorro.
El acta quedó firmada, le fue otorgada a la Coordinadora del orfanato quien posterior a la despedida de los oficiales la archivó en el registro de Zabivaka el nuevo miembro de aquel orfanato en San Petersburgo. La coordinadora ordenó que se alimentara a Zabivaka como se debía. A los cuatro años el pequeño lobito aprendió hablar y fue trasladado a un cuarto nuevo donde conoció a un pequeño zorro también huérfano su nombre era Leonard, como era de esperarse se hicieron amigos inseparables.
Desde pequeño Zabivaka despertó una pasión por el futbol, en la hora de receso o en sus tiempos libres miraba en el viejo televisor de la sala de recreo de la institución los partidos de la selección Rusa en diferentes partes del mundo y los partidos nacionales de la Liga Premier Rusa. Su equipo favorito era Spartak Moscú quienes eran los mejores del país, Zabivaka imitaba las difíciles jugadas e imaginaba que se encontraba en un gran estadio rodeado por cientos que gritaban asombrados por un emocionante partido.
Por el contrario Zabivaka era un lobito cien por ciento patriótico, amaba a su País más que nada en la vida era muy pequeño para cantar el himno pero al escucharlo sus ojos se llenaban de lágrimas demostrando gran fidelidad y respeto, no tenía a nadie que amar con toda el alma quien le diera cariño, pero si tenía algo que adorar con todas sus fuerzas, a su amada Rusia que le brindaba nacionalidad y un lugar donde vivir.
Seis largos años pasaron, Zabivaka estaba a punto de cumplir once años sin embargo seguía siendo un lobito tímido pero amable con los demás.
La señorita Anastasia no era del todo amable con él ni con ninguno de sus compañeros. Cuando Zabivaka cumplió ocho años el orfanato fue remodelado para brindar educación a los cachorros que se encontraban en él, desde preescolar a Secundaria se construyó un edificio adicional ya que el gobierno Ruso se toma muy en serio el futuro de los pequeños.
Zabivaka por otra parte era quien llevaba más tiempo en bratskiy diez largos años.
Dos días antes del decimoprimer aniversario de Zabivaka llegó Cosmic un Husky siberiano con tono azul en sus patas y en su fleco, era de aspecto arrogante y para suerte de Leonard y Zabivaka fue asignado a ser su compañero de cuarto. Todo el tiempo estaba peinándose y presumiendo sus experiencias a través del país desde que era cachorro, sin embargo solo se limitaban a decirle que era sumamente aburrido e irritante.
Una semana después de la llegada de Cosmic la señorita Anastasia anunció que la institución participaría en un concurso del himno nacional ruso, seleccionó a veinte de los pequeños huérfanos incluidos Cosmic, Leonard y Zabivaka.
Ensayaron durante tres días, Zabivaka tenía un ánimo increíble ya que Rusia en Futbol internacional había vencido Alemania en un marcador de tres a uno.
Noviembre se hacía presente en el calendario marcando tres días para el concurso y el próximo partido contra Francia.
Los ensayos según la señorita Anastasia no iban tan bien como ella lo esperaba, lo que más irritaba a todos era la confusión de Zabivaka al terminar la primera y la penúltima estrofa del himno.
Una mañana antes del concurso se convocaron a los pequeños que participarían, entraron en el aula de canto mientras la señorita Anastasia conectaba un equipo de sonido, posterior a ello acomodó a los pequeños en cinco filas de cuatro cada una por estatura los pequeños se colocaron arriba de tarimas para simular las que tendrían en el escenario del teatro para dar una vista de coro profesional. El ensayo comenzó.
-Atención lo hemos practicado toda la semana, esto debe salir de lujo.-Alzaba una varita de orquesta para dirigirlos en el canto.- Tres...Dos...Uno.
Era 1991 La música del himno soviético sonó, todos comenzaron a Cantar
- Tenaz unión de repúblicas libres que ha unido por siempre a la Gran Unión Sovi...-Interrumpió la señorita Anastasia.
Zabivaka se había equivocado con una frase al terminar la primera estrofa del himno.
-¡ZABIVAKA! Cuantas veces tenemos que decirte que es LA GRAN RUSIA. No LA GRAN UNIÓN SOVIÉTICA.
Todos abuchearon a Zabivaka y al mismo tiempo reían por el acto.
-Lo siento señorita Anastasia... Es algo confuso para mí pero le prometo que la próxima vez lo entonaré como debe ser.
-Ven acá ahora mismo.-Zabivaka se acercó. – Toma esto.- le entregó una hoja con la letra del himno.
-Gracias señorita le prometo que con esto será mejor para mí, ¿podríamos probar de nuevo?- preguntó Zabivaka mirando a la señorita.
-Me temo que tendrás que aprenderlo tú solo Zabivaka, no vuelvas hasta que estés seguro de que lo sabes al cien por ciento, es una deshonra para tu país que no aprendas algo tan sencillo y tan importante...
Zabivaka triste bajando sus orejas salió del aula de canto, tras él se escuchaban sus compañeros entonar el himno con perfección mientras caminaba por el corredor que llevaba hasta las habitaciones cuando topó con su profesor de literatura inglesa.
-Oh lo siento Zabivaka ¿estás bien?
-Profesor Dimitri... Si solamente que algo deprimido verá no puedo aprender la última parte de la primera y penúltima estrofa. Confundo accidentalmente Gran Rusia con Gran unión soviética. Sabe lo mío no es el canto memorizado, a mí me encanta por otra parte el deporte en especial el futbol.- Zabivaka comenzó a sonreír cuando mencionó aquella palabra y movía la cola animado.- Es mi pasatiempo favorito, siempre he querido un balón para aprender a jugarlo... Mi mejor momento en la vida fue cuando ganamos contra Alemania en aquel partido tres a uno, la jugada del delantero ruso Vladimir en la primera mitad de tiempo fue sensacional contra el alemán Herman y eh tratado de repetirla con un balón imaginario vera quiero estar en la selección de Rus...
-¡ZABIVAKA! Tranquilízate y piensa en lo que es prioridad ahora para ti...Yo te ayudaré.
-¡¿EN SERIO?! Me enseñará a jugar Futbol.- dijo Zabivaka casi gritando.
-NO, será mejor que lo olvides por un tiempo ya que debes concentrarte en aprender el himno, vamos a mi oficina.
Zabivaka volvió a bajar las orejas debido a que era toda una ilusión aprender aquella rama del deporte que seguramente muchos de su edad ya habían experimentado en carne propia, al cabo de un rato llegaron a la oficina del profesor Dimitri donde se encontraba un piano vertical que el profesor inmediatamente descubrió para hacer ver las teclas. El profesor se sentó frente al piano y comenzaron a ensayar el himno.
-A mi señal pequeño... Ya
- Tenaz unión de repúblicas libres que ha unido por siempre a la Gran... Rusia Larga vida al anhelo del pueblo...-Zabivaka entonó el himno unas diez veces.
Una hora pasó volando y era evidente que el pequeño lobo aprendió a colocar las palabras del himno en la estrofa correcta.
-Nada mal ¡tienes una voz excelente! Bueno ahora ve con la señorita Anastasia y cuéntale que aprendiste el himno a la perfección.
-Por supuesto.- Sonrió Zabivaka.- Se lo agradezco profesor.- y salió de la oficina.
Zabivaka corría alegre con la hoja en la pata, las voces que entonaban la melodía se acercaban a sus largas orejas, corría tan rápido y feliz en sus dos patas imaginando la cara de sorpresa que pondría la señorita Anastasia al enterarse que lo aprendió tan rápido... Apenas entró al salón Zabivaka corriendo tropezó con el equipo de sonido y...
¡PAF!
Zabivaka al tropezar tiró el equipo que casi explota y por ende las tarimas de sus compañeros se desprendieron el suelo cayendo todos unos arriba de otros adoloridos. El rostro de la señorita Anastasia estaba tan rojo como un tomate, los demás chicos se quejaban de dolor mientras se levantaban
-¡OH ZABIVAKAAA!- ¡Ya no te soporto!- gritó la señorita aproximándose al pequeño lobo.
-Lo siento señorita... solo quería decir que he aprendido el himno comple... -Lo interrumpió feroz mente la voz de la señorita Anastasia.
-No me importa, estás fuera del concurso ¡FUERA! Y también estás castigado.
-¿Acaso no sabes hacer algo más que estropear las cosas?- dijo Cosmic su compañero de cuarto mientras se sobaba la oreja derecha.
Zabivaka salió corriendo y llorando en dirección a su habitación, los pequeños se recuperaron de la caída y volvieron acomodarse.
-¿Todos están bien?- preguntó la señorita Anastasia.
-Yo no lo estoy señorita...- levantaba la pata el zorrito Leonard.- El problema es que COSMIC está al lado mío.- dijo mirándolo con desprecio.
-Y ¿Por qué te molesta Leonard?-Cuestionó Cosmic acomodándose su fleco azul y sobándose su nariz.
-¡ERES IRRITANTE!- Leonard pegó su nariz a la del Husky Negro-azul.
-¡YA BASTA! A menos que quieran estar castigados igual que su compañero de cuarto... Me temo que cancelaremos el ensayo... vuelvan a sus cuartos y prepárense para la hora de cenar.- La señorita Anastasia se marchó.
En su cuarto Zabivaka lloraba un poco hasta que por su cabeza pasó una voz narradora de un partido, en cuanto se levantó se secó las lágrimas mientras comenzaba a moverse a través del cuarto como si fuese un gran estadio mientras narraba el mismo lo que hacía.
-Aquí viene Vladimir... O no Herman le roba el balón pero Zabivaka cierra el terreno, no hay alemanes alrededor, increíble Zabivaka del equipo Ruso le roba el balón por entre las patas... y lo lleva en dirección a la portería Alemana sin dificultad pero Mats Hummels defensa Alemán se acerca con paso decidido, ¡magnífico! movimiento para esquivar con el balón por el aire. El terreno está libre y la copa mundial está en patas de Zabivaka... se acerca portero en posición... Tira con fuerza y... ¡Goooool! RUSIA ES CAMPEÓN DE LA COPA MUNDIAL SIIII.- En ese momento llegó Leonard a la habitación uniéndose a la celebración.
-SI ZABIVAKA RECIBE EL BALÓN DE ORO. ¡BIEN HECHO AMIGO!- chocan las patas amistosamente. –Zabivaka...amigo lamento que te sacaran del concurso del himno, pero al menos si ganamos el premio podremos ir a Moscú.
Zabivaka sonrió
-¿Sabes Leonard? Independientemente de todo lo que pasó y esté a punto de pasar, quiero darte las gracias por todo tu apoyo y compañerismo desde que nos conocimos... eres como un hermano para mí el único en este orfanato y mundo en quien confiaría hasta mi vida. Te soy sincero no soy feliz aquí... Quiero una familia que me quiera, tener un padre que me enseñe futbol o simplemente que platique conmigo... Pero desafortunadamente todas las parejas que pasan para adoptar nunca me eligen. Todos optan por Huskies lindos y no se fijan en mí... el único lobo porque quizá les doy miedo, creo que la única manera de salir de aquí es escapar... No conozco San Petersburgo, solo los alrededores de esta apestosa institución que admito me ha dado demasiado pero ya no la soporto...Quiero irme de aquí y ser libre.
-Tranquilo Zabivaka... te comprendo amigo, sé que estas desesperado por conocer el mundo pero te aseguro que lo harás y no falta mucho tiempo para eso... Sabes cuando era más pequeño antes de llegar aquí en Kazán mi ciudad natal estuve en un orfanato igual pero escapé en un camión de provisiones cuando dejaban vegetales en la cocina, al llegar al centro subí a un tren sin destino... Al final de la vía estaba esta gran ciudad donde las autoridades me encontraron y me trajeron aquí...Yo te puedo ayudar a escapar cuando quieras pero ten en cuenta que el mundo de allá afuera no es nada fácil. Ahora olvídate de eso y mejor ensayemos el himno... Tal vez si la señorita Anastasia te escucha cantar bien cambiará de opinión.
-¡Me parece una buena idea!... merezco una segunda oportunidad.- Zabivaka se levantó contento casi de un salto.
-En esta radio pondré la copia instrumental del himno y cantarás como representaras a Rusia en otro país muy lejano. – Leonard tomó la radio.
Zabivaka comenzó a cantar, Leonard abrió su hocico sorprendido por las altas notas de Zabivaka en las estrofas y su excelente pronunciación de la letra, era un canto patriótico que transmitía el sentimiento de inmediato a quien lo estuviera escuchando, el pequeño lobo termino.
-¡WOW ZABIVAKA! Eso fue sensacional, incluso podrías competir tu solo por la institución seguramente Zabivaka.-
En ese instante la puerta se abrió casi de golpe, era el profesor Dimitri.
-Chicos solo estoy aquí para avisar que el concurso se ha cancelado... olviden por favor el viaje a Moscú.- El profesor se retiró.
En los rostros del zorro y el lobo desapareció la sonrisa por una cara absoluta de tristeza.
-No es posible... Yo quería ir a Moscú a conocer el estadio de Spartak (equipo de futbol de aquella región rusa) y ahora mi única oportunidad en la vida de hacer eso se ha esfumado para siempre.- Zabivaka cubrió su rostro con las patas y comenzó a llorar de nuevo.
La puerta volvió abrirse de nuevo, esta vez Cosmic entró con las patas cruzadas tirándose en su cama sin saludar a ninguno de los dos presentes.
-Felicidades Zabivaka ahora no tendremos oportunidad de viajar a Moscú por tu culpa.-Cosmic se sentó enojado mirándolo.
-DÉJAME EN PAZ COSMIC ya no te soporto.-gritó el pequeño lobo furioso.
-Será mejor que lo dejes de molestar o te las verás conmigo Cosmic, admítelo nadie te quiere y tú eres el responsable de eso.- le apuntó con un dedo de la pata Leonard.
-Si resulto irritante para ustedes... lo son el doble para mí.
Leonard se volvió hacia Zabivaka sentándose a su lado pasando una pata por su espalda y de repente saltó de un brinco asustando a Zabivaka y a Cosmic.
-¡YA SE! ¡YA SE QUE HAREMOS! cantas muy bien el himno Zabivaka, así que pasado mañana te ayudaré a escapar por la cocina cuando llegue el camión de provisiones... irás a San Petersburgo a concursar en nombre del orfanato y ganaremos el primer lugar con tu ayuda.
-Nada mal, imaginaré que estoy en un estadio entonando el himno antes de un gran partido... Bien pensado amigo.- Cosmic interrumpió.
-No tengas esas ideas Zabivaka... los acusaré con la señorita Anastasia...-Zabivaka lo interrumpió furioso levantándose de su cama.
-¡NO SE TE OCURRA O LE DIRÉ A LA SEÑORITA ANASTASIA QUE FUISTE TÚ QUIEN ROBÓ SU PUDING DE CHOCOLATE FRANCÉS Y NO LO NIEGUES!-Esta vez apuntó Zabivaka en la nariz de Cosmic.
-¡Eso Zabivaka!- le apoyó Leonard acercándose.
-Está bien... no lo haré.- Cosmic se cubrió con las mantas su peludo rostro y dejó sus grandes orejas negro-azules fuera.
Zabivaka dejó accidentalmente la puerta abierta, comenzó a cantar el himno en forma de ensayo personal con ayuda de Leonard. Los compañeros de las habitaciones vecinas comenzaron acercarse sorprendidos.
- Gloria a nuestra patria, por tu libertad
Refugio seguro de amistad entre los pueblos. ¡El partido de Lenin, la fuerza del pueblo, nos lleva al triunfo del comunismo!- Zabivaka cantaba con todas sus fuerzas.
En un instante el corredor se llenó de espectadores e incluso la señorita Anastasia con el profesor Dimitri estuvieron frente al pequeño lobo que cantaba patrióticamente sentado en su cama, al terminar de entonar el canto todos aplaudieron incluido Cosmic ya que lo había hecho excelente pero la señorita Anastasia se acercó furiosa a Zabivaka como hacía unas horas.
-No creas que por tener una voz de ángel me harás cambiar de decisión, además es una falta de respeto para tu país entonar el himno... ¡SENTADO! ¿En qué pensabas Zabivaka? Más te vale estar arrepentido por eso.- en cuanto se marchó todos lo hicieron.
-No le des importancia, solo ve el lado bueno de las cosas Zabivaka, vamos Cosmic es hora de cenar.- Dijo Leonard.
Los tres se dirigieron al comedor de la institución.
Cosmic no dirigió ni una palabra a Leonard y Zabivaka, el día siguiente transcurrió normal en cuestión de clases. Leonard y Cosmic tenían la misma edad que Zabivaka y por ende cursaban el mismo grado escolar, el profesor Dimitri dio una lección enfocada a Shakespeare mientras que la señorita Anastasia impartía una aburrida clase de Fracciones equivalentes, las matemáticas se le daban muy bien a Zabivaka quien aquella tarde ayudó a Cosmic con un problema razonado realmente confuso que resolvió en un minuto.
Esa noche fue algo dura ya que Leonard tenía que hacer un plan sumamente especial para ayudar a su mejor amigo a escabullirse por la puerta trasera del colegio que afortunadamente no estaba vigilada. La mañana siguiente llegó. Era sábado de Futbol y de concierto afortunadamente la señorita Anastasia salió de compras aquella mañana el cual fue un gran punto a favor de Leonard y Zabivaka, bajaron a desayunar.
-Es hora sígueme.- indicó Leonard.
Fueron a la entrada de la cocina mientras se escondían debajo de una mesa Leonard dio últimas instrucciones a Zabivaka mientras el vendedor de frutas se acercaba con la cocinera para informarle alguna cosa en especial con respecto al pedido.
-Okay Zabivaka cuando veas que grito ¨ Una rata¨ te arrastrarás por debajo del mantel hasta llegar a la puerta, la reja está abierta y no hay vigilancia. Cuando salgas corre hacia el lado derecho y llegarás a San Petersburgo... El concurso comenzará en media hora Zabivaka tu puedes.
Zabivaka asintió con su cabeza, chocaron las patas y comenzó el plan, Leonard salió disparado gritando ¨Señora Minrev una rata, está por allá sígame¨ inmediatamente se desató un escándalo, Zabivaka se acercó a la puerta y salió disparado cruzando la reja dirigiéndose hacia la carretera a San Petersburgo. Corría tan rápido que la brisa congelada le llevaba hacia atrás sus orejas. Al cabo de diez minutos frente a él estaba una de las ciudades más importantes de Rusia... San Petersburgo era enorme, sin duda era espléndido para Zabivaka presenciar la ciudad que lo vio nacer ante sus ojos.
Corrió cruzando un lago congelado, se internó en una de las avenidas principales y frente a él apareció algo que lo maravilló y lo dejó con su hocico abierto completamente sorprendido... Una tienda oficial de Nike dedicada cien por ciento a todo tipo de artículos de deporte. Zabivaka no dudó en entrar, era un paraíso total chaquetas oficiales de todos los equipos rusos e internacionales, balones de Basquetbol y de repente alguien apareció detrás de él.
-¡Buenos días! ¿Puedo ayudarte?- preguntó un amable empleado de la tienda.
-¡AAAAAH!- me asustó.
-Lo siento, no quise...
-No se preocupe señor... ¿Sabe dónde está la sección de Futbol Soccer? Y ¿podría decirme que hora es?
-Oh por supuesto la sección que buscas está en el segundo piso... son las nueve menos diez.
-Oh no tengo que irme... otra pregunta señor ¿Dónde está el teatro Mariinski?- Zabivaka no conocía la ubicación del teatro donde sería el concurso del himno nacional Ruso.
-Por supuesto, al salir de esta tienda sube dos avenidas hacia la derecha. De ahí darás vuelta a la izquierda. Subirás tres calles y en la avenida 15 estará el teatro.
-Muchas gracias.- Zabivaka salió como un rayo.
Corrió lo más rápido que pudo sin cansarse, giró a la izquierda llegó a la avenida 15 y ahí estaba frente a él el gran teatro Mariinski. Entró corriendo buscando donde registrarse, una larga fila de alumnos con uniformes elegantes estaba aguardando pasar a los camerinos.
-¿Algún colegio o institución falta?- preguntó un alto zorro con una libreta en la pata con el número indicado para los colegios.
En ese instante Zabivaka se acercó corriendo, su aspecto no era el mejor alrededor se reían de él los elegantes alumnos de los más distinguidos colegios de San Petersburgo.
-Yo señor.- El zorro volteó.- Vengo del instituto bratskiy.-Dio su nombre y el de la institución que representaba.
-Estuviste a tiempo lobito, en un minuto se cierra la convocatoria.
Pasó alrededor de media hora, Zabivaka estaba sentado al lado del Colegio Stalin, todos los alumnos eran Huskies Siberianos, a su lado estaba un Husky idéntico a Cosmic con el mismo fleco azul y con un chaleco amarillo que se fijó en Zabivaka.
-¡Hey Hola! Así que ¿Vienes solo?- preguntó alegre.
Zabivaka levantó la mirada.
-Si... Hubo un malentendido en mi institución el orfanato bratskiy y al final decidieron no asistir... Sin embargo escapé y me dirigí a toda velocidad, ha sido todo una historia pero bueno estoy aquí para dar lo mejor.
-Vaya amigo nada mal, que seguridad tienes yo no me atrevería... Felicidades.- guiñó uno de sus ojos.
Zabivaka notó que aquel Husky llevaba en el pecho una insignia del equipo Spartak Moscú no pudo evitar preguntar por ella.
-¿Apoyas a Spartak Moscú? ¿Te gusta el futbol?
-Oh por supuesto amigo, mi padre tiene una pequeña liga en la que estoy inscrito, entrenamos todas las tardes después de la escuela y si apoyo a Spartak. Yo soy de Siberia pero conozco el estadio de Moscú, he ido varias veces es sensacional amigo y ¿Cómo te llamas? Yo soy Rudy un place.- le extendió la pata y Zabivaka correspondió.
-Yo me llamo Zabivaka soy un lobo y me encanta el futbol, por mi situación nunca he tenido un balón pero ver los partidos de Spartak Moscú y de la selección Rusa son mis pasatiempos favoritos. Siempre he querido visitar el estadio de Moscú, es por eso que estoy aquí concursando para que ganemos el premio y tenga la oportunidad de verlo en realidad.
-¿Nunca has tenido un balón?- en ese momento anunciaron el turno para el colegio de Rudy.- Me voy Zabivaka Buena suerte.
La multitud avanzó, el himno ruso sonó hasta que terminó. Al salir por la misma parte anunciaron al último número que correspondía a Zabivaka.
Seguro de sí mismo con la frente y las orejas en alto se dirigió al gran escenario, en la parte del público había tres estrictos jueces y la escenografía era una bandera enorme de la Unión Soviética con el símbolo Soviético La hoz y el martillo (☭) que representaba la unión de los trabajadores y el comunismo de la antigua Rusia.
Zabivaka estaba listo para darlo todo con coraje y valentía, era su oportunidad para demostrar su gran amor por Rusia al igual que ganar un viaje a la capital para conocer el estadio de Moscú, tomó el micrófono que estaba frente a él. La música comenzó y se llevó la pata derecha al corazón para entonar con todas sus fuerzas el himno. Todos se pusieron de pié y comenzó a cantar con el corazón
-¡Tenaz unión de repúblicas libres que ha unido por siempre a la Gran ! ¡Larga vida al anhelo del pueblo, la única y poderosa, Unión Soviética!- El resto de los coros en la parte del público comenzaron a cantar con Zabivaka.
Era un momento épico la voz de Zabivaka tocaba el corazón de cualquier Ruso que lo escuchara, los tonos de Zabivaka eran inexplicablemente altos y sorprendentes.
- En la victoria del inmortal ideal comunista, vemos el futuro de nuestro país.-Los ojos de Zabivaka estaban llenos de lágrimas, la alegría recorría todo su cuerpo. Estaba feliz de ser orgullosamente ruso.- ¡Y permaneceremos siempre fieles a la bandera roja de la gloriosa Patria!- Los jueces lloraban y aplaudían de pié junto con el resto de los coros.
Zabivaka hizo una inclinación al símbolo del trabajo y al público en símbolo de agradecimiento
-Quédate en el escenario Zabivaka.- Ordenó un jurado.
Inmediatamente los jueces levantaron un papel llamando al maestro de ceremonias para que lo recogiese. Al regresar al escenario el maestro de ceremonias tomó el micrófono Zabivaka estaba a su lado secándose las lágrimas.
-Excelente presentación Zabivaka... Los jueces han tomado su decisión con respecto a los tres primeros lugares. El tercer lugar se lo lleva el Instituto de mecanografía de San Petersburgo, el segundo lugar el colegio Stalin... Y el ganador de trescientos mil Rublos (moneda rusa), un viaje todo pagado para su institución a Moscú es...- El silencio reinó en el enorme teatro.- Para ZABIVAKA del instituto bratskiy.
Todos aplaudieron al unísono, Zabivaka había hecho un gran trabajo y seguramente muchos se enterarían quien era debido a que el concurso se transmitió en televisión nacional. Zabivaka recogió su premio en la sala de registro y se encontró con su nuevo amigo Rudy fuera del teatro.
-Eso fue sensacional Zabivaka, cantaste con el corazón y no por conveniencia como la mayoría, te felicito tengo tanto que aprender de ti. Tienes una gran seguridad amigo llegarás muy lejos, cuentas conmigo para todo.
-Tú también Rudy cuentas conmigo fue un gusto conocerte, tengo que irme y buscar una explicación para cuando llegue al instituto.- dijo Zabivaka rascándose la oreja derecha.
-Suerte amigo, te visitaré pronto.- Rudy subió a un lujoso auto y se marchó.
Zabivaka regresó pero en su camino se encontró con la tienda de deportes en la que había estado hacía unas horas.