ANTES DE ELLA © #3 [✔] Nueva...

By flormsalvador

15.5M 1.4M 2.2M

NUEVA VERSIÓN: Próximamente en físico 2023. «Mi mundo estaba pintado en sus ojos. Quizá en ellos estaba mi un... More

Sinopsis
Prólogo
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Epílogo. Siempre fue por ti.

Capítulo 5

655K 62.8K 73.2K
By flormsalvador

02 DE JULIO DE 2014
18 AÑOS DE EDAD


"Aguanta sólo un poco más."

Mis pasos eran perezosos, casi como si un pie le pidiera permiso al otro de poder cruzar, mis ojos pesaban y mi boca estaba seca. El dolor en mi cabeza era inmenso y las ganas de querer largarme del lugar no faltaban.

Di un bostezo y le hice señas a Jane cuando me vio llegar, ella me sonrió con los labios cerrados y yo le devolví el gesto. Me dirigí al baño para ponerme el uniforme y una vez que finalicé, caminé de nuevo hacia el mostrador para comenzar a trabajar.

Me preguntaba cuánto tiempo podía seguir con esta farsa, dándole sonrisas falsas y forzadas a personas que ni siquiera conocía, tratando de ser amable y aguantar las majaderías de algunos, pero claro, yo no me quedaba callado, a veces contestaba y otras veces solo rodaba los ojos, y en mi mente repetía de forma burlona lo que dijeron.

No sé cuántas horas llevaba así, pero estaba tan cansado, tan aburrido y jodidamente fastidiado de mi estúpida vida, claro, una gran monotonía, con un montón de culpa encima de mis hombros, pero vamos, ¿con quién demonios podía quejarme? ¿A quién carajos le importaba los problemas que un maldito adolescente drogadicto tuviera? A nadie, posiblemente, si yo fuera una persona normal con una vida normal, no me interesaría, y si fuera lo contrario, tampoco, por el simple hecho de que sí yo tenía problemas, no querría escuchar los de alguien más.

¿Qué podrían decirme? ¿Todo estará bien? ¿Todo va a mejorar? ¿Algún día todo terminará? Pues he pasado los últimos tres años como un infierno, aguantando al patán de mi padre y a mi pobre madre que vivía a base de mentiras, sólo para no afectar su salud.

Pero justamente hoy, este día estaba siendo el peor de toda mi miserable vida. Tres años de la muerte de Zach, se cumplían tres años desde que mi vida comenzó a ser un completo infierno, una balanza emocional y un mar de lamentos.

Hoy mis padres no estarían en casa, se irían al cementerio y posiblemente mi padre iría a misa por complacer a mi madre. Ella oraría por Zach, por mí y por el matrimonio de Pol, por salud y bienestar completo.

Mi cuerpo estaba todo adolorido, tenía un gran moretón en la parte derecha de mi abdomen, por un segundo había creído que una costilla estaba rota, por lo que llamé a André y él me llevó al doctor, pero no. Sólo era un golpe. Él médico me había preguntado el porqué del golpe, yo sólo respondí que fue una pelea con un idiota que me molestaba diario en el instituto.

Me tallé la cara y miré al suelo, quería irme de aquí, me sentía muy mal, mental y físicamente. Quizás le diría a Jane, ella entendería, siempre lo había hecho...

—Cuatro boletos boletos para Trascender.

La voz fue fría, firme y déspota. Sabía quien era. Tomé una gran bocana de aire y después la expulsé con lentitud para luego alzar la mirada. No respondí nada, sólo tecleé y les enseñé la pantalla para que seleccionara el lugar que querían.

—Lukeey, pregunta Oliver que dónde pusiste las cajas de servilletas— la voz de Jane sonó a mi izquierda, la miré con cuidado viendo como tecleaba algo en su celular para después guardarlo en el bolsillo del pantalón.

Ella me observó con una ceja enarcada y miró a los chicos en frente de mí, su rostro se suavizó y una sombra de sonrisa apareció.

—Hola, Zev— saludó, haciendo de la escena como si fuese amigable—, hola chicos.

—Que cinismo, ¿no?— Zev masculló, con un tono grueso y firme.

La historia es larga, pero hace menos de cinco meses, ellos eran novios. Jane Howland y Zev Nguyen. Se habían conocido por una fiesta, no fue gracias a mí, Jane me había invitado y yo fui, ellos tuvieron una conexión y comenzaron a frecuentar, tuvieron relaciones sexuales y a mi prima le agradó eso, una relación abierta... habían estado así durante cinco meses hasta que Jane buscó otro y dejó a Zev, yo lo sabía. Sabía que se acostaba con otro, pero no podía decir nada porque él había aceptado que la relación fuera así, pero claro, él se hizo ilusiones creyendo que en algún futuro serían novios, una relación seria, sin embargo, Zev nunca fue directo con mi prima respecto a lo que quería.

El drama empezó, él dijo que sí eran novios, que Jane era una zorra, me echó en cara todo eso, según Zev; creía que eramos amigos, pero no lo eramos, él solo me hablaba para saber dónde diablos estaba mi prima, nunca fue una persona de querer acercarse a mí, ni porque era primo de Jane, y para mí eso estaba más que perfecto. Yo tampoco quería ser su amigo, sin embargo, con el único que pude tener una conexión estable fue con Neisan, su mejor amigo. Era un gran chico.

Ahora, Zev vivía con ese resentimiento hacia los primos Howland por verle la cara de imbécil, según él, Neisan me había dicho que solo se sentía traicionado y decepcionado, pero ambos sabíamos que la relación de ellos era tan rara... y yo no tenía nada que ver, aunque a pesar de todo esto, no podía dejar a Jane, ella era mi prima y la quería demasiado aún fuera demasiado perra, por lo cual, la defendí. Era tan estúpido que me odiara por un asunto que fue y era de ellos dos. ¿Yo qué?

Jane rodó los ojos acompañado de una risa, yo busqué la mirada de mi prima para reprenderla.

—Dile que están por los estantes de las salsas— murmuré esperando a que ella se fuera, pero no lo hizo —. Vete, Jane.

—¿Por qué? No estoy haciendo nada, sólo estoy saludando. Se llama educación.

—Se llama no tener vergüenza después de actuar como...

—Hey, detente— alcé mi voz y lo miré con enojo—. No te metas con ella. 

—Zev, cálmate— Neisan lo regañó.            

—¿Sí?— el ruloso alzó una ceja y rió amargamente—. Ya entendí porqué estás a la defensiva. Hoy es 2 de julio.

—Mira imbécil, más vale que te calle, no tienes ni un derecho de decir nada al respecto— Jane elevó la voz, estaba enojada y sus ojos azules se oscurecieron, yo me quedé callado sin decir nada, no tenía ganas de hablar.

Cogí los boletos para arrastrarlos por el mostrador, murmuré el precio, pero no me pagó. Se quedó viendo los boletos y enarcó una ceja.

—No quería la función para esta hora— indicó.

—Zev...— otro de sus amigos dijo.

—No me dijiste, supuse que era para ahorita, total, faltan quince minutos para que empiece— agregué.

—Pero no quiero esta hora— insistió.

Y me enojé. Había cruzado la maldita línea y me temperamento estaba rebasado. Maldito idiota.

Me incliné sobre el mostrador y lo miré con detenimiento a los ojos, mis labios en una fina línea y mi mandíbula tensa, apretando mis maxilares con furia, sintiendo como todo mi cuerpo se tensaba y mis ganas de golpearlo aumentaban.

—Si tanto quieres quejarte, puedes hablar con el gerente para que le diga a dueño— sentencié —, pero eso en vano, porque sabemos que el gerente sólo es otro trabajador para el dueño, es decir, mi papá. Vamos, ve a quejarte como el hijo del dueño es un mal educado... y si no te gusta este maldito cine, puedes ir a otros, total, hay como diez. Ahora lárgate que necesito atender a gente que sí vale la pena.

—Luke...— Jane intentó hablar, pero no la dejé. 

Cerré con fuerza la caja registradora y la miré con furia.

—¡Wilson, ven para acá!— llamé. El chico se acercó y proseguí —. Que el rizado te pague los 4 boletos, quédate a cargo.

Él asintió y, sin más, tomé del brazo a Jane y me adentré al cuarto del personal hasta el fondo para que nadie pudiera escuchar, o al menos no los clientes. Ella me miraba neutra, no me tenía miedo. Jamás le había dado miedo.

—¿¡Cuántas malditas veces quieres que te diga que dejes tus estupideces cada que veas a ese idiota?! ¡Supéralo! ¡Deja de joderle la vida! ¿¡No fue suficiente jugar con él!? ¿¡Con ilusionarlo y después tirarlo como una bolsa de basura!? ¡Deja de ser tan perra!— grité entre dientes, furioso. Ejercer fuerza hizo que soltara un jadeo de dolor.

—No me iba a quedar con los brazos cruzados después de lo que dijo— se defendió, mirándome indignada.

—¡Como sea Jane!

Me quedé en silencio, intentando recuperar la respiración. Ella no dijo nada. Cerré los ojos durante unos segundos, para poder desvanecer el dolor, tragué saliva con dificultad y la observé unos segundos. Di un paso al frente y la abracé. Ella me devolvió el gesto y mi cuerpo se sintió más pesado.

—Sólo te protejo— murmuré—. Te quiero, eres como mi hermana y tengo miedo de que te lleguen a hacer algo si sigues así... sólo cuídate— oía como respiraba. Nos mantuvimos otro momento así, hasta que volví a hablar —. Me voy a retirar, me siento muy mal, sólo... quiero dormir, descansar.

—De acuerdo— asintió alejándose de mí —. Yo veo aquí, no te preocupes.

—Sí— caminé hasta mi mochila y la cogí. Antes de irme la miré una vez más—. Gracias por todo esto. Te quiero. Cuídate mucho.

Y salí.

[...]

Mi alma dolía, mi cuerpo se aferraba al dolor y mi mente a los recuerdos. Estaba tan cansado, tan devastado, destruido y en el suelo. Sólo era un hombre sin un propósito, quizás lo tenía, pero no podía sacarlo a reducir, llegar a la meta como debía. Estaba ahogándome.

Sólo escuchaba como mi celular sonaba una y otra vez, como todo se desvanecía en mi interior, mi subconsciente me decía que era fuerte, que podía seguir, que allá afuera habían personas que me querían, que se preocupaban, pero en este momento no veía a nadie a mi lado.

Las yemas de mis dedos estaban heladas, apreté el frasco de pastillas contra mi pecho y me encontraba en un debate mental, entre el sí y el no. Arrastré mis pies sobre el suelo con pesadez hasta el baño y cerré la puerta con seguro. Mi aliento era frío y mis manos sudaban.

Entonces, comencé a llorar. Le lloraba a la vida y a Zach, mi espalda chocó contra la pared y me dejé caer hasta el suelo, sollozando y lamentándome.

—Perdóname— jadeé—, no puedo seguir, no así... estoy mal, muy mal y esto está yendo peor, sólo quiero que acabe, que esto se detenga y tengo que hacerlo. Terminar con el problema... y el problema soy yo.

Tragué saliva y atisbé la marca en mi muñeca. El llanto aumentó y abrí la tapa del medicamento, respiré hondo y, sin más, comencé a tragar cada pastilla. Fueron seis, diez... quince. Muchas.

—¡Luke!— mi nombre fue un grito desesperado y lejano— ¿¡Luke, dónde estás!?

—¡Luke!— otra voz.

Y después, el golpeteo en la puerta del baño.   

Ahí estaba ese sentimiento al escuchar los gritos desesperados de mi novia y mi prima. El miedo de que algo acabe, para ellas es eso, pero para mí es un sentimiento que podría derivarse de la impotencia y cobardía misma.

Respira — Bella murmuró entre esnifos.

Uno, dos, tres.

Yo estaba rendido ante la muerte, dispuesto a querer irme. ¿Pero cómo te definiría el sentimiento? No sé, pero lo único que si sé es que no es ese sentimiento de miedo cuando regresas de una fiesta y crees que alguien te está siguiendo. Es aquel que está entre el "si" y el "no". Miedo a que algo acabe. Eso es lo que ellas estaban sintiendo en ese instante.

—Respira y tranquilízate, sólo inténtalo, por favor — Jane jadeó y golpeó más fuerte—. ¡Maldita sea! ¡¿Cómo abro la jodida puerta?!

¿Pero qué ocurre cuando los papeles se invierten? ¿Cuando alguien está del otro lado con el alma en los labios muriendo de miedo por lo que te pueda pasar?

—Por favor, sé que tienes miedo, pero no va a pasar nada. Te lo prometo. Sólo no te aferres a una idea errónea — oí como Bella suplicó.

La cobardía es uno. El miedo es uno. Sin embargo, todo puede reducirse a uno. ¿Es este el significado de la vida? Porque no es así, estoy seguro que este no es el significado de la vida, no es el que muchas personas definen o lo que sale en el diccionario.

Mi vista era borrosa, pero pude divisar como la puerta se abrió y Bella corrió hacia mí, tirándose de rodillas a un lado, posteriormente ella me abrazó tan fuerte que ocasionó un sollozo.

—Tranquilo, estoy aquí — murmuró con melancolía.

¿Como alguien puede hacerte sentir tanto y después dejarte vacío en un corto tiempo?

Se separó un poco y me obligó a mirarla, tenía los ojos llorosos y en ese instante me sentí culpable por haberle hecho todo esto. Por haberla asustado. Me sentía tan mal que no tenía la valentía suficiente para seguir sosteniéndole la mirada, aunque ella se aferraba a mí.

—Luke, no estás solo.

¿Y si las palabras son solo eso? Sin valor alguno, con falacias desbordando por doquier. En algún momento todo se olvida, todo se aleja, todo se pierde. Porque las personas no son eternas, Bella hablaba, pero no la estaba escuchando, por más que siguiera aquí, sabía que no sería para siempre.

—Hay que llevarlo al hospital— oía como Jane le decía a alguien más, mi vista era muy borrosa, las pastillas hacían efecto tan rápido que de pronto me sentía más confuso y liviano que cuando me drogaba —. ¡Ahora!

—Luke, tienes que ayudarme, tienes que dejarte ayudar— la voz de André hablaba apresurado y me levantó del suelo llevándome casi arrastras, no tenía mucha resistencia y mucho menos medía el tiempo, pero ya estaba dentro del auto—. Hey, óyeme, no puedes irte, no debes, así que mantente despierto y no te vayas. Te necesito, te necesitamos, ¿me oíste, cabrón? ¡No te duermas! ¡No lo hagas!

Y me lamenté, porque es el único amigo que había tenido, que me demostró su sincera amistad y que realmente estaba ahí para mí en cualquier momento, en ese instante; recordé a Bella y las veces que la había hecho sufrir, el amor que me daba y yo desechaba, pero aún no podía derribar estas paredes porque esa es la manera en que la vida se movía, el tiempo pasa y crearíamos una muralla de sentimientos, eso sería nuestra defensa.

Quiero disculparme, quiero decir tanto, sin embargo, siento como mi respiración se corta y mi resistencia se acaba. Lo último que veo es un vacío negro y profundo.

Continue Reading

You'll Also Like

1.3K 569 27
Hay distintas tipos de actitudes en las personas, pero ¿Podrán dos personas tan iguales emocionalmente, enamorarse de verdad? Acompáñame a leer esta...
5.9K 218 76
Estas son algunas de las frases que mas me gustaron de la trilogía boulevard.
272 54 6
Conozcamos el lado villano de los cuentos de hadas.
198K 7.5K 54
Thiago es un chico de 22 años que vive solo con su hermana pequeña. Sus padres lo abandonaron y él tuvo que cuidar de su hermana, se convirtió en un...