Celia's POV.
Ya era de día, y me desperté, bendito sábado pensaba. Me levanté y decidí ir al bar en el que trabajaba para pedir mi dimisión. Me la concedieron.
Fui a casa, a estudiar para la recuperación de mates, que era la única asignatura que se me daba algo mal. Cogí el libro, y me puse a estudiar.
- Que divertido - dije irónicamente.
No me podía concentrar mi mente se iba a la pesadilla de esta noche, la de mi hermano. Cogí mi móvil y me puse a mirar twitter e instagram, con la intención de llevar mi mente lejos de la pesadilla, y poder estudiar. No funcionaba, no paraba de preguntarme en mi mente si Jaime estaría bien o mal. Llegó un mensaje de Gonzalo a mi móvil.
Gonzalo: tenemos que hablar.
Celia: Ha pasado algo malo?
Gonzalo: ahora te digo, donde y cuando nos vemos?
Celia: Todavía no he dicho que pueda.
Gonzalo: Celia por favor...
Celia: esta bien, nos podemos ver en el parque en 30 minutos.
Gonzalo: 30?
Celia: sí, entre que me pintó y cuando voy hasta allí..
Gonzalo: No te pintes, es importante, tardas 10 minutos.
Celia: Vale..en 10 minutos allí, ya salgo.
Gonzalo: perfecto.
¿Qué querrá? ¿A lo mejor quiere volver? No creo, ¿qué será tan importante?
Cogí mis llaves y salí casi corriendo de casa, tenía intriga por saber que me quería decir.
Jaime's POV.
Resaca de mierda. No se sí seguía borracho. Todo me daba vueltas. Fui hasta la cocina y me comí una magdalena, y me tomé una aspirina para el dolor de cabeza. Me puse a ver la tele tirado en el sofá, era sábado y no trabajaba en el taller.
Cuando se me pasó el dolor de cabeza, me levanté, cogí el coche, y decidí ir al barrio donde viven mis padres (si les puedo llamar padres), mi hermano, y mi hermanita. A veces creo que estoy loco, paso por mi antigua casa sólo para ver como esta mi hermana de alta, y como le va todo. Hace ya unos meses rompió con su novio y se la notaba bastante mal, y verla trabajar... verla trabajar me mataba, pero ya no trabaja, o eso creo, a mi supuesto padre, le han ascendido, sí, a ese mismo que me echo de casa, poniéndome de patitas en la calle, y obligándome a buscarme la vida, el mismo.
Creo que si que estoy loco. Me gustaría plantarme en esa casa y coger a mi hermana, abrazarla, y no soltarla.
Ya estaba cerca de la casa, y vi salir a una niña medio rubia y medio pelirroja. Mi hermana y sus tintes. Era ella, está guapísima, se parece a mi, decidí seguirla cual loco.
Llegamos hasta el parque, se paró y se sentó en un banco. Empecé a recordar, ese banco era como el infierno, ahí empezó todo, en ese banco probé mi primer porro, hasta ahora. Desearía no haberlo probado nunca sólo por poder estar en esa casa y vivir con mi hermanita.
Me fijé bien, se acerco un chico a ella, y saco un cigarro, era su ex, sí, mi hermana fuma. Me gustaría decirla que es malo, y que se fije en como acabé yo. Salí del coche dispuesto a decir algo, no se acordará de mí, me haré pasar por un chico cualquiera, es la primera vez que voy a hablarla desde que me fui.
Celia's POV.
-Bueno...¿piensas contarme que hacemos aquí o piensas seguir callado?
-Me da vergüenza.
-Oh, vamos Gon, dilo puedes confiar en mi.
-Nunca lo he dudado tonto -dio una calada al cigarro, se notaba que estaba nervioso.
-¿Entonces que pasa? ¿Es de chicas? Vamos, me puedes decir lo que sea, hay confianza.
-Sí, es de chicas.
El corazón me dio un vuelco, no quería que fuese de chicas, lo digo pero no lo pienso.
-¿Y...bien?¿Qué chica? Cuéntame.
-¿Qué chica?-dijo alarmado- la chica, la chica de mis sueños, ella es perfecta, lo se, es la chica, la quiero.
Quería a otra, no era yo, después de lo del otro día...
-El otro día cuando estuvimos en mi casa..-siguió.
Apareció un chico de unos veinte años.
-Chavales no deberías fumar a esta edad, - era un chico bastante guapo de ojos verdes, pelo castaño claro y medio alto. - Es malo para la salud.
-Lo dice el que lleva un caja de tabaco en el bolsillo-dije riéndome.
-Sí, pero yo ya tengo edad para hacer lo que quiera.
Sonó un móvil era el de Gonzalo.
-¿Mamá?...¿Por?...Vale, dame 10 minutos y estoy ahí.
-Celia, me tengo que ir -dijo ya dándome dos besos- seguimos la conversación otro día.
Se fue y me quedé sola con ese chico.
-Bueno...¿y como te llamas?
-Jaime ¿y tú?- me quede paralizada al pensar que se llamaba como mi hermano.-¿Estas bien?
- Sí sí, es sólo que mi hermano se llamaba igual.
Su rostro representó una mueca de dolor, al decir la palabra llamaba, se compadecería de mi, crearía que mi hermano estaba muerto, que por un parte era como si lo estuviese.
-¿Qué le pasó? - dijo con un gesto raro en la cara, como si supiera de lo que hablo.
-Le echaron de casa y no le volví a ver.
-Debió de ser duro.
-Sí, y lo sigue siendo- no entendía porque le contaba todo esto, sentía que ya le conocía, aún que le acababa de conocer.
-Entiendo, bueno me voy a tener que ir...- dijo como si le doliera separarse de mi, que locura. Pero lo raro es que a mi también me dolía.
Me levanté y fui con él, hasta que se paró en un coche amarillo, el de mi hermano era igual, un escalofrío me recorrió el cuerpo.
-¿Este coche es tuyo?
-Sí, es mío.
-Es muy bonito - dije intentando disimular - ¿te volveré a ver?
-Probablemente - dijo metiéndose en el coche.
No me pidió el número y no sabía sí pedirselo o no, era muy mono, y con él, me sentía segura.
Asomó la cabeza por la ventanilla.
-¿Te llevó a algún sitio?
-Sí, por favor.
-¿A donde?
- Tira recto y te voy indicando.
Parecía que ya sabía a donde íbamos. Las dos primeras curvas las hizo correctamente sin que yo dijera nada, y llegamos por fin a mi casa.
-Gracias.
-De nada.
-¿Como puedo contactar contigo?
-Ve, a este sitio -me dió una tarjeta. - Me paso el día ahí metido de 3 a 8 de la tarde.
- Perfecto - le dije sonriendo.
-Adiós - dijo muy serio, arrancado el coche.
-Adiós, Jaime - me helaba pensar que se llamaba Jaime, y que tenía un coche amarillo, como el de mi hermano, no recuerdo si mi hermano tenía los ojos verdes como este chico, no me acuerdo mucho de su cara, la verdad.
Cuando ya salió seguí saludado con la mano hasta perder de vista al coche en un curva.
Jaime's POV.
Cuando llegué a casa, me arrepentía de haberla hablando, puede que empiece a buscar parecidos o simplemente su cabeza le diga que soy yo. ¿Por qué le habré dado la tarjeta del taller? Soy tonto. Seguí pensando y pensando, hasta que llegó un punto que pensé que me iba a volver loco. Preparé mi cena, y me la comí en el sofá viendo "Dos hombres y medio", tampoco había mucho que ver el la tele. Por mucho que intentaba enfocar mi mente en la serie, no podía, el recuerdo de está tarde me invadía la mente.
Que alta está, y que mayor... Ojalá hubiese podido decírselo.