Una Inesperada Casualidad - L...

By Sophia_Mc

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Mackenzie Wells lo tiene todo y a la vez nada en su muy acomodada vida. Erick Miller tal vez no posea mucho... More

Mackenzie
Erick
Capítulo 1.
Capítulo 2.
Capítulo 3
Capítulo 4
Capitulo 5
Capítulo 7.
Capítulo 8.
Capítulo 9
Capítulo 10.
Capítulo 11.
Capítulo 12.
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15.
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19.
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24.
Capítulo 25
Capítulo 26.
Capítulo 27
Capítulo 28.
Capítulo 29.
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32.
Capítulo 33.
Capítulo 34.
Capítulo 35
Capítulo 36.
Capítulo 37.
Capítulo 38.
Capítulo 39.
Capítulo 40.
Capítulo 41.
Capítulo 42.
Capítulo 43.
Capítulo 44
Capítulo 45.
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50.
Capítulo 51
Capítulo 52
Capítulo 53
Capítulo 54
Capítulo 55
Capítulo 56
Capítulo 57
Capítulo 58
Capítulo 59
Capítulo 60
Capítulo 61
Capítulo 62
Capítulo 63
Capítulo 64
Capítulo 65
Capítulo 66
Capítulo 67
Capítulo 68
Capítulo 69
Epílogo
3 meses
Un vistazo al pasado
Una inesperada sorpresa

Capítulo 6.

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By Sophia_Mc

Erick

El gran letrero es lo primero que veo antes de pasar "Pizzería Carlota, donde tenemos la pizza más deliciosa que conocerás".

Dejo amarrada con una cadena y candado mi bicicleta me la han robado cinco veces, sin embargo, de una forma muy loca siempre vuelve mí, luego de un par de amenazas y pago.

Entro por la puerta de "Solo personal autorizado".

—Amigo pensé que no llegabas — revisa su reloj de pulsera.

—Llegue 10 minutos antes — dice burlándose un poco de mí.

— Todo un acontecimiento, hay que celebrarlo.

—Eres un imbécil — ríe — aunque no entiendo porque debo trabajar en la noche, estudio en la mañana y me está costando mucho levantarme.

—Desde que tito se fue nadie ha querido reemplazarlo — Tito me has arruinado la vida amigo, si lees mis pensamientos espero no puedas dormir bien todas las noches de tu vida.

— Tito es un idiota sin ofender a tu hermano Clark, todas las entregas de la noche debo hacerlas yo — me pasa la camisa de la pizzería que es azul y blanca con un broche que tiene mi nombre — solo quiero trabajar en la tarde, no me queda tiempo para hacer nada.

—Te quejas porque no puedes pasar la noche con tu hermosa novia — Clark es el tipo de chico que deseas de amigo pero que no deseas de enemigo, un cliente se enojó con él por un pedido que no estaba erróneo y Clark como es muy normal fue a sacarle el aire a los neumáticos del auto.

—Bueno en parte es por eso y no le digas hermosa — sonríe inocente — no puedo llegar después de mi turno, conoces a mi suegro es guardaespaldas y créeme que no dudaría ni un segundo en matarme si se entera que copulo con su hija.

— Y ahí es donde sale en el periódico "Chico de 22 años es asesinado por su suegro, los hechos hablan de que lo encontró teniendo sexo con su hija inocente" — ambos nos reímos, pero muy dentro de mí sé que esa posibilidad existe.

— La noche apenas comienza — miro el reloj de la cocina 19:55.

— ¿Cómo tienes tanta energía? — ni tomándome 10 energizantes puedo obtener la energía que Tito siempre carga todas las noches.

— Tengo 27 años, soy chef tiempo completo amigo, uno tiene que tener energía quiera o no porque si no la tengo el restaurante en donde trabajo sería un desastre.

— ¿Qué demonios haces perdiendo tu tiempo en la pizzería?

— Estoy aquí por un favor que lo estoy haciendo al hijo de Carlotta, pero tal vez pronto me vaya.

— ¡No!, si te vas llévame contigo. No soporto a Paul ese chico no conoce los límites.

— No es tan malo, solo te acosa un poco porque le gustas mucho — alza ambas cejas de manera sugerente — Kat tiene competencia — ríe pero yo no le veo la gracia a esto.

— Cállate por favor, ese chico no conoce lo que es el espacio personal.

— No me iré todavía, estoy tratando de tener mi propio restaurante, cuando alcance esa meta me voy.

— Llévame contigo, por favor — intento que suene jugando pero es en serio, suelto un gran suspiro — ojala con este dinero extra me alcanzara para lo que necesito.

— Vamos, veras que será una gran noche y ten darán algo de propina — observo como lanza la masa de la pizza varias veces y le da vueltas.

Llevo 1 año trabajando en esta pizzería como repartidor, no es que denigre el trabajo, pero me toma más tiempo que el necesito y la paga no es muy buena.

— El dios de la comida te oiga, ¿Qué tal te va con Mariana? — pregunto por su novia número 10 en este mes.

— Terminamos — suelta una risa sarcástica — esta vez el culpable no fui yo.

— Siempre dices eso — robo alguno de los ingredientes y me los como antes de que me golpee.

— La encontré en la cama con mi prima — empiezo a reírme a carcajadas ya que me parece muy gracioso, pero me detengo al ver su mirada seria.

— ¿No juegas conmigo? — niega

— ¿Tu prima? — asiente

— ¿juntas? — vuelve a decir que sí.

— ¿Desnudas? — Asiente — demonios tu vida esta para una película.

— No quiero una película donde este mi prima desnuda, gracias — tiene algo de razón — Antes de venir al trabajo termine con ella, en realidad no me importaba mucho esa relación solo intentaba olvidar a... Emma— hago una mueca, aquí vamos de nuevo con la misma historia.

— Clark creo que debes entender que mi hermana no le interesas ni un poco, lo que ustedes tuvieron fue un amor de verano y como todos sabemos esos amores se olvidan — suelta un largo suspiro, creo que fui muy sincero — acaba terminar con su novio y en serio esta despechada, y aunque este sola no tienes oportunidad te ve como un amigo — su mirada es de dolor. Creo que no soy bueno para dar concejos amorosos — sabes que todo lo que digo es para que te duela menos.

— Sí y a veces desearía que te quedaras callado un momento — lo miro mal — ¡oh!, fui muy directo lo siento — siento el sarcasmo detrás de esas palabras.

— Oye no es mi culpa amigo, aunque no entiendo que le ven a mi hermana ella es un grano en el trasero y créeme que un grano duele y es fastidioso.

— Tu hermana es única, maravillosa, espectacular y no quiero saber si te salen granos ahí.

— ¿Por qué parece que un unicornio siempre le vomita el cabello?, entones si es única — rio de solo imaginarme a Emma con el cabello multicolor.

— Eso es solo una parte de porque la amo — trato de no voltear los ojos, me parece un poco estúpido que siga enamorado de mi hermana, después de tanto rechazo que ha recibido de su parte.

Emma Miller la rompecorazones de Toronto así deberían de llamarla.

— Clark sé un...— no termino de hablar cuando veo a mi jefa con varias cajas de pizzas y una sonrisa que conozco muy bien.

— Tienes una entrega grande para el centro de la cuidad.

— Pero si se están haciendo las pizzas... ¿cómo van hacer las 10 tan pronto? — pregunto sin entender.

— Paul está en la otra cocina haciendo las pizzas que han pedido a domicilio — Clark me da una mirada cómica que se lo que significa y lo menos que deseo es ir a la otra cocina con Paul. Sin perder tiempo agarro con cuidado las 10 cajas, al parecer alguien tiene dinero — por favor trata de llegar temprano.

— Haré mi mayor esfuerzo— sonrío encantadoramente y su gesto de seriedad se suaviza.

— No entiendo porque utilizas esa bicicleta, te ofrecí la moto.

— ¡Hay que cuidar el planeta! — grito mientras salgo.

~*~

Antes de volver a entrar en la cocina, respiro un par de veces hasta que mi corazón y pulmones no duelen. La última entrega me dejo cansado, tengo buen cuerpo gracias al ejercicio que a veces hago, pero no contaba con que un bendito perro me persiguiera todo el camino incluso trate de empujarlo, pero solo logre caerme de la bicicleta. Lo bueno fue que las pizzas las había entregado, lo malo es que no me dieron propina solo la paga justa.

Gente tacaña habita en este mundo, no trabajen. Roben un banco, cásense con alguien que tenga una herencia y luego viven una vida alejada del público.

— Vaya, alguien beso el piso — Clark se ríe y se porque, mi camisa está sucia y mis pantalones tienen un hoyo en la parte alta del muslo. Su risa se detiene cuando le lanzo uno de mis zapatos — ¡oye! Hijo de la gran parchita— empieza a perseguirme por toda la cocina, pero soy rápido, no me atrapa hasta que me resbalo y caigo directo al piso de nuevo.

— El mundo está en contra de mi hoy — digo mientras Clark me ayuda a levantarme.

— En serio amigo usa la moto, gastas más energía con esa bicicleta de la que deberías.

— Tú solo encárgate de cocinar las pizzas, que yo me encargo de mi medio de transporte — digo malhumorado, levanta las manos como si lo estuviera robando y no me dirige más la palabra lo cual agradezco.

Cierro los ojos y trato de pensar en mi lugar feliz hoy ha sido una noche muy ajetreada, he entregado más de 20 pizzas y mi cuerpo solo quiere estar en la cama. Abro los ojos al ver como Clark limpia la cocina muy tranquila, solo faltan 10 minutos para salir, solo 10 minutos para ser libre, 10 minutos de fel...

— Erick — me observa con cierta pena — tienes una última entrega que hacer— ¡No!, Dios mátame ahora antes que me desmaye.

— ¿En dónde es ahora? — trato de no pagar mi molestia con mi jefa.

— En villa Isabelle — abro los ojos tan grandes que estoy casi seguro que unos melones se quedan pequeños del tamaño — Por favor dime que es mentira — su mirada me dedica "Lo siento" — bueno iré no me queda de otra.

— Y vete directo a casa Erick, te quedas con la paga completa de esta pizza — me despido de todos y salgo maldiciendo mentalmente.

~*~

Voy manejando lo más rápido que puedo, verifico la hora 1:00 am, ¡Quien pide una pizza a esta hora!, la bicicleta se tambalea un poco y decido que es hora de calmarme antes que tenga otro accidente y termine peor de lo que ya estoy.

Villa Isabelle es donde viven las personas con más clase de toda la cuidad, millonarios que piensan son lo mejor de la galaxia y no soporto ir hasta allá, aparte que queda casi a las afuera de la cuidad. Es un viaje un poco tedioso, sin embargo, es trabajo, por lo menos se el número de la casa y que debo ir a la entrada de los empleados (como es de esperarse), esas personas no se ensuciarían las manos comiendo una simple pizza, lo más probable es que coman Pato al horno rebosado con unas especies que tienen nombres muy difíciles de pronunciar.

No juzgo sin conocer, pero he tenido muchos problemas con esa clase de personas.

Toco otra vez la puerta y nada, ya estoy pensando en comerme la pizza y culpar al perro, no entiendo para que piden una pizza si nadie está para recogerla. Empiezo a tocar de manera insistente, tal vez si fastidio me abran.

Tengo una excelente suerte, mi jefa me dice que puedo agarrarme la paga completa de una pizza nadie aparece, luego de unos minutos interminables me decido a irme, solo que la puerta se abre deteniendo mi huida.

— Les traje su pizza — hablo sin mucho animo a la señora rubia de ojos verdes que me mira como si fuera una bolsa llena de basura, esas que botan la agüita asquerosa — Señora traje la pizza que me pidieron — insisto hasta que reacciona.

— No tenemos tan mal gusto en comida.

— Se nota— la miro fijamente, no va lograr intimidarme —pero llamaron desde su hermoso castillo y traje la pizza, espero mi paga ansioso.

— No te enseñaron modales.

— Sí, pero solo los utilizo con personas que son amables conmigo y sin ofender usted es todo menos amable.

— Que chico tan impertinente.

— Señora no deseo discutir con usted por favor agarre la pizza — desaparece unos minutos y cuando vuelve me da mi paga que es el doble de lo que esperaba.

— Espero no verte más cerca de mi "Castillo" — cierra la puerta sin esperar un agradecimiento de mi parte, vaya que mujer tan linda.

Camino al lado de mi bici muy tranquilo antes de emprender el viaje hasta casa, me detengo solo un momento al ver el gran letrero — "Residencia Wells" — definitivamente esta no ha sido una buena noche y un buen comienzo del siguiente día, ya quiero que acabe. 

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