Ya es sábado por la noche y yo me encuentro haciendo lo mismo de cada fin de semana, navegando por Netflix en búsqueda de una buena serie que pueda quitarme el sueño.
De repente se abre la puerta de mi habitación, dejándome ver la figura de mi madre.
Mamá- ¿Qué haces?- Se acerca a mi cama, donde estoy tapada con una manta mirando fijamennte la pantalla de mi ordenador portátil.- ¿Otra vez con "Neflis"?- Pronuncia mal la palara causando mi risa.- ¡Déja de reírte!
- Perdón.- Digo entre carcajadas.
Mamá- Bueno, ya está bien.- Me tapa la boca con su mano izquierda hasta que paro de reírme.
- ¿Qué pasa?- Pregunto.
Mamá- Levántate.- Me ordena.- Vamos a salir a cenar.
- ¿En serio?- Pregunto ilusionada.- ¿A dónde vamos? A mi me gustó mucho el italiano del final de la calle. A demás allí trabaja un amigo mío y...
Mamá- No, no.- Me interrumpe.- Nada de eso. Vamos a cenar en la casa de los Mendes.
Al oír ese apellido toda la ilusión que habitaba en mi interior, muere y mi expresión facial cambia enseguida.
- No creo que yo vaya a poder ir.- Digo cambiando mi tono de voz y tapandome aún más con la manta.
Mamá- ¿Cómo?- Pregunta sorprendida.- Si hace dos segundos te encantaba la idea de cenar fuera.
- Me duele la barriga.- Miento.- ¡Y la cabeza!
Mamá- No me mientas.- Me señala con su dedo índice.- A demás, verás a tu buen amigo Shawn.
¿Buen amigo? Yo no lo llamaría eso.
- ¡No me encuentro bien!- Le repito.- ¡No quiero ir!
Mamá- ¡Ya está bien!- Se levanta de la cama.- Me han llamado esta tarde y ya les he dicho que iríamos, ahora no puedo suspenderlo. A demás, te conozco perfectamente y se que estás fingiendo.
- ¿Yo, fingiendo?- Me hago la ofendida.- ¡Por quién me tomas!
Mamá- ¡Se acabó!- Camina hacia mi armario.- Vamos a ir.- Coge algo.- Y no hay más que hablar.- Me lanza un vestido y sale del cuarto.
¡Lo que me faltaba! Cuando menos quiero verle, tengo que cenar en su casa.
Ya puedo imaginármelo. "Cualquier chica querría estar en tu lugar", retumba su célebre frase en mi cabeza.
De todas formas, yo no me siento afortunada por cenar en su casa, ni por que él haya cenado en la mía, ni por pasar tiempo a solas con él en una playa y ni mucho menos, por haberle besado. No me siento afortunada, me siento mal, muy mal por que se que para él todo esto es un estúpido juego al que juega cada vez que conoce a una chica nueva.
Me pongo el vestido, bajo las escaleras y me meto en el coche. Al fin y al cabo, no me queda otra opción.
Mi madre va conduciendo, y mi hermano y yo estamos sentados en la parte trasera del coche. Os preguntaréis por que no han venido Oliv y la abuela. Bueno, mi hermana se ha librado por tener que estudiar para su primer examen de psicología, y mi abuela ha decidido quedarse a hacerle compañía.
Tras unos quince minutos y con la ayuda del GPS, llegamos a nuestro destino, la casa de los Mendes.
Bajo del coche y camino hasta la puerta. Mi madre toca al timbre y después de unos eternos segundos alguien abre la puerta.
Karen- ¡Bienvenidos!- Exclama con una gran sonrisa.
Mamá- ¡Karen!- La saluda con dos besos. Por lo que veo, ya se han hecho amigas del alma.
Karen- A delante.- Se hace a un lado de la puerta y nos deja pasar.
Manuel- ¿Qué tal?- Aparece.
Mamá- Muy bien.-Responde.- ¿Y vosotros?
Shawn- Buenas noches, señora.- Entra al recibidor y saluda a mi madre con dos besos.
Mamá- ¿¡Señora!?- Exclama y todos ríen.- Ya te dije que mejor Rachel.
Shawn- Está bien.- Ríe.
Manuel- ¿Cenamos?- Pregunta.
- ¡Sí!- Respondo rápidamente. Cuanto antes cenemos, antes me iré de aquí.
Nos dirigimos a su amplio comedor y nos sentamos en la mesa. Yo me siento entre Luke y mi madre y enfrente tengo a Shawn.
Karen- ¡Menudo susto nos disteis el otro día!- Recuerda.- ¿Qué tal en las animadoras, Eva?
- Em...- Pienso unos segundos.- Bien.- Miento.
Manuel- No ha sonado muy convincente.- Ríe.
- Lo se...- Digo icómoda. No quiero hablarles mal de la novia de su hijo.
Shawn- Es por Alice.- Dice y casi escupo el agua de mi boca.- ¿A que sí?
- Yo...
Karen- ¿Alice Hill?- Pregunta.
Shawn- Sí.- Responde.- Eva y ella se llevan fatal.- Dice.
- A ver, fatal es una palabra muy fuerte...
Shawn- ¡No se pueden ver ni en pintura!- Exclama y yo le doy una patada por debajo de la mesa.- ¡Au!- Grita de dolor.
- Exageras, Shawn.- Miento.
Karen- No te preocupes, Eva.- Me mira.- Esa niña es una consentida.
¡Gracias!
Manuel- No la conoces tanto como para juzgarla.- Dice.
Karen- Vino una vez y se quejó de mi pastel de manzana.- Dice indignada.- Me dijo que a su chef privado le salía mejor.
Mamá- No me habías dicho que una niña te molestaba en el instituto.- Me mira.- El lunes hablaré con el director.
- ¡No!- Exclamo.- Será mejor que no.
Mi madre se conforma con mi respuesta para no empezar una discusión en público. Ella siempre ha sido así. Dice que los trapos sucios se lavan en casa.
Pero bueno, ese no es el tema. Seguimos cenando hasta que al fin terminamos y... ¿Cómo no? Me tengo que quedar más tiempo en esta casa mientras "los adultos hablan", como diría mi madre.
Para no aburrirme acepto ir a la habitación de Shawn, mientras mi hermano se queda con los adultos.
Shawn- Bienvenida a mi cueva.- Abre la puerta dejándome ver su cuarto.
Es bastante acogedor. Cama grande, armario, ventana, estantería y mil decoraciones más.
Shawn- ¿Qué te parece?- Pregunta.
- Me la esperaba más desordenada.- Respondo y entro.
Shawn- ¿Por qué?- Ríe mientras cierra la puerta.
- Tu vida en si es desordenada, esperaba que tu dormitorio no fuera una excepción.- Miro unas figuritas de Harry Potter en su estantería.
Shawn- ¿Te gusta?- Pregunta.- Es Ron Weasley, mi personaje favorito de Harry Potter.
- ¿Crees que vivo bajo una piedra?- Ruedo los ojos.- ¡Me he leído todos los libros!
Shawn- No te creo.- Dice.- Mientes para impresionarme.
- Idiota.- Respondo mirando atentamente la figurita en mis manos.
Shawn- ¿La quieres?- Pregunta.
- ¿En serio?- Pregunto yo sorprendida.
Shawn- Te la regalo.
- No.- La dejo en su sitio.- No puedo aceptarla.
Shawn- ¿Por qué no?-Pregunta cogiéndola y ofreciéndomela de nuevo.
- No.- Me niego.- Es tu favorita.
Shawn- Está bien.- Cede.- ¡Qué terca eres!
Sigo caminando por su habitación, y justo al lado del escritorio veo una guitarra.
- ¿¡Tocas la gruitarra!?
Shawn- Sí.- Responde.
- No te creo.- Repito su anterior actitud.- Seguro que es decorativa.
Sahwn- ¡Claro qué no!- Exclama ofendido.- Espera, no me digas que no te gustan los músicos.- Finge que se desmaya.
- Los que se llaman Shawn, no.- Le saco la lengua.- Tócame algo.- Digo sentándome en su cama.
Shawn- No.- Niega con la cabeza.
- ¿Por qué?- Pregunto desilusionada.
Shawn- Porqué no.- Responde.
- ¡Venga ya!- Me quejo.- No puedes tener eso a la vista si luego no piensas tocarme nada.
Shawn- ¿Nunca te rindes?- Rueda los ojos mientras agarra su guitarra.
- ¡No!- Respondo orgullosa.
Shawn- Esta canción la he compuesto hace muy poco.- Me dice sentándose a mi lado.
¿También canta? Me pregunto a mi misma. Espero unos minutos mientras afina las cuerdas de su instrumento y cuando ya está listo, aclara su garganta y empieza a cantar.
"Damn, you look so good with your clothes on
And I'm not trying to come off too strong."
Empieza y algo dentro de mi se estremece al escuchar su hermosa voz. No me esperaba para nada qué alguien como él, tan arrogante y engreído fuera tan sensible.
"I wanna love you with the lights on
Keep you up all night long
Darling, I wanna see every inch of you
I get lost in the way you move
I wanna love you with the lights on
Hold you 'til the night's gone
Darling, I wanna see every inch of you
I get lost in the way you move
I wanna love you with the lights on"
Al decir esas últimas palabras para de cantar.
Shawn- Aún tengo que terminarla.- Dice algo tímido.- ¿Por qué no hablas?- Pasa su mano por su nuca.- Ya se, no te ha gustado. Sabía que era una estupidez.
- ¿Estupidez?- Repito.- Estarás bromeando. ¿Verdad?- Hago una pausa.- ¡Cantas como los ángeles!- Exclamo y una sonrisa se esboza en su rostro.- Y tocas muy bien la guitarra. No me lo esperaba.
Shawn- ¿Qué tocara y cantara?- Pregunta.
- A parte de eso.- Río.- Que lo hicieras tan bien y con tanto sentimiento.
Shawn- No es para tanto.- Dice.
- Sí lo es.- Digo yo.- No pareces tú cuando cantas.
Shawn- ¿Por?
- Tienes sensibilidad, algo de lo que sueles carecer en tu día a día.- Digo.- ¿A quién se la has dedicado?
Shawn- A nadie.- Responde rápidamente.
- ¿Qué?- Cuestiono.- ¿Tantos sentimientos destinados a nadie?
Shawn- Es una tontería de canción.- Dice.
- A mi me ha encantado.- Confieso.
Shawn- A mi me encantas tú.- Dice y yo me quedo atónita al oír esas palabras.
Él deja su guitarra a un lado y se me acerca, se inclina hacia mi y pasa su mano detrás de mi cuello. Antes de que él pueda hacer algo, un sentimiento extraño se adueña de mi cuerpo y con valor, un valor que creía inexistente, rompo el espacio juntando mis labios con los suyos. Nos besamos con suavidad. Sus carnosos labios acarician los míos y con ternura, él baja sus manos hasta mi cintura. Yo me acerco más a él y paso mis manos por su suave cabello. Él acaricia mi mejilla y el beso se vuelve más apasionado.
De un momento a otro alguien toca a la puerta, causando que nos separemos.
Karen- ¡Shawn!- Grita desde detrás de la puerta.- Eva tiene que irse.
Yo me levanto nerviosa y voy hacia la puerta, pero cuando estoy a punto de abrirla, me giro y lo veo de pie. Me acerco a él y le doy un corto beso en los labios.
- Adiós.- Me despido y salgo de su habitación con el corazón a mil por hora.