Buscando la felicidad

By mcsauf

98.8K 7.2K 1K

| SEGUNDO LUGAR EN LOS WONDER AWARDS 2018 EN NOVELA JUVENIL | | GANADORA DE LOS BOOKS AWARDS 2018 EN NOVELA J... More

Dedicatoria
Prólogo
1. La noticia
2. El vuelo
3. Encuentros
4. Conociendo a los demás
5. Problemas y llantos
6. Pijamada
7. Reto y película
8. Sangre de nariz
9. Nerviosismo
10. El Club del Diablo
11. Basketball
12. Metas cumplidas
13. Curiosidad
14. ¿Realmente eres feliz?
15. Sorpresa
16. Playa
17. La bahía
18. Mi historia
19. Su secreto
20. Sentimientos encontrados
21. Buen día
22. Hospital
23. Marcus
24. Cruzaste la línea, Savannah
25. Verdades ocultas
26. Cosas que aclarar
28. Juego
29. Felicidad
Epílogo
Agradecimientos

27. Vete al infierno

1.5K 137 20
By mcsauf

"Así que te corté, no necesito tu amor"

IDGAF/Dua Lipa

•••

Llegó el viernes, y pude ver a mi hermano desde otro ángulo, con una paz interna que se podía distinguir a distancia. Un aura de tranquilidad lo envolvió, y a la vez, me inundó a mí, llenando un agujero que se había formado en mi alma el día en que se marchó. Ya con las cosas aclaradas y sabidas, me dormí tan profundo que ni me dio tiempo para ir al baño en la noche. Sí, tengo la maldición de despertarme a las cinco de la mañana para hacer del número uno.

Al despertarme, un ardiente sol adornaba el cielo, que estaba completamente despejado, sin ni una nube en él. Me vestí de lo más normal, y al bajar, me sorprendí al ver el desayuno preparado y servido en la mesa del comedor. Dirigí mi mirada a la cocina, y ahí se encontraba Cole, cocinando quién sabe qué.

—¿Tengo que prepararme para el Apocalipsis? ¿Los zombis ya vienen? —pregunté burlesca, e impresionada, cabe decir.

Rio. —Solo siéntate y disfrútalo.

Le hice caso, y me acomodé frente a un gran plato de donas glaseadas. Las miré con la boca abierta.

—¿Cuándo fuiste al supermercado?

—Aunque no lo creas, me desperté muy temprano por la mañana y fui a comprar comida para llenar el refrigerador y la alacena —explicó mientras se sentaba frente a mí con un plato con galletas de mantequilla, también glaseadas.

—¿Qué hiciste con Cole? —me llevé una galletita a la boca y la saboreé. Deliciosa.

Sonrió. —Anoche me quedé pensando, y pues, necesito remediar el tiempo perdido.

—Oye, en serio, no es necesario que te levantes a las cinco de la madrugada para prepararme un desayuno —dije, y tomé su mano por encima de la mesa—. Con ya estar contigo me sobra y basta.

Asintió, y volvió a elevar las comisuras de sus labios en dirección al cielo. Y bastaron segundos para que Claude bajase corriendo las escaleras hasta deparar donde nos encontrábamos.

—¿Por qué nadie me despertó? —exigió saber. Tenía el cabello revuelto, clara señal de que ni se molestó en arreglarse.

—Se llama "Tiempo de calidad entre hermanos", Claude, y era algo que necesitábamos —señaló Cole.

—Entiendo... —Asintió— ¡A comer!

Se sentó a la velocidad de la luz, y se metió una dona entera a la boca.

—¡Come bien, hombre! —lo regañó mi mellizo— No vivimos en un zoológico.

—Soy una persona libre de hacer lo que quiera —habló con la boca llena. Ahora que lo veo, parece una ardilla cachetona.

—Se llama educación —mencioné—, y las personas libres deben de seguirla.

Terminamos de desayunar, y nos fuimos a la secundaria. Cerca de las taquillas nos estaban esperando los chicos. Al llegar, Sam, impresionantemente, me saludó con un corto beso en los labios. ¡Los labios! No pude evitar sonrojarme. Hablamos un rato de lo más normal, cuando de repente en mi campo de visión apareció Savannah. Y no era la Savannah que conocí hace unos meses. Su diminuta y ajustada ropa fue remplazada por un jean claro rasgado, un top blanco que le quedaba de maravilla, y unas sandalias de cuero con plataforma.

—Chicos... —nos saludó alargando la palabra con una gran y radiante sonrisa, nunca antes vista en ella— ¿Cómo está la mejor hermandad de Wilmoore?

—Díganme por favor dónde dejaron a Savannah Ford —dijo Jen mirándola de arriba a abajo—, porque no quiero que vuelva nunca más.

—¿Les gustas el cambio de imagen? —preguntó girando sobre su eje.

—Estás fabulosa —confesó Sam.

La morena le sonrió con timidez. ¿Qué si me puse celosa? Claro que no. Ellos están reconstruido una linda amistad que nunca pudieron llegar a formar, y me alegro de eso.

—Bueno, a lo que venía —juntó ambas manos en un aplauso—. Quería invitarlos a una fiesta que haré hoy en mi casa. Toda la secundaria está invitada.

—Nos verás ahí —confirmé con una sonrisa.

—Los esperó esta noche —nos guiñó un ojo amistosa. Iba a retirarse, pero volvió a nosotros—. Casi lo olvido —se acercó a mí, y me dio un fuerte abrazo—. Gracias, Summer.

Nos separamos y la vimos alejarse. Sonreí.

—Justo iba a preguntar qué haríamos hoy, pero ya respondieron mi pregunta —dijo Jen.

—¿En mi casa a las ocho? —preguntó Cole a los chicos.

—Dalo por hecho —habló Ale guiñando un ojo.

Tocaron el timbre, y nos dirigimos a nuestra primera clase. Me quedé pensando en la fiesta de esta noche, y presiento que será inolvidable.

•••

—Me encanta y aterra a la vez —confesé mirando la prenda.

—Ay vamos, no te morderá —Ale rodó los ojos.

No respondí y me metí en el baño a ponerme el top dorado que tan solo me cubría el busto. Es como un sostén strapless, pero un poquito más ancho. De igual forma me sentí desnuda.

Salí de tocador y sonreí no muy conforme.

—¡Te ves muy bien! —exclamó Jen abriendo los ojos demasiado.

—No estoy segura...

—Estás hermosa, y no te lo quitarás —añadió Ale amenazante.

—¿Y si me da frío?

—Pues Sam tendrá que pasarte su chaqueta y él pasar frío —dijo la rubia obvia. Reí.

—Ustedes ganan —Rodé los ojos.

Jen vistió un jean estilo boyfriend junto a una camiseta negra ajustada. Y Ale se colocó una blusa holgada y corta color blanco, con una minifalda negra con botones de arriba a abajo.

Bajamos, y para variar, los chicos ya se encontraban listos, y podría decir que "arreglados" para la fiesta.

—Summer, desde cuándo que usas tops —mencionó mi hermano con el ceño fruncido.

—Yo les dije que era demasiado pero...

—No arruines su autoestima, Lewis —me interrumpe Jen, y pude percatarme de cómo Cole se le quedó mirando durante unos segundos.

Carraspeó. —¿Vamos?

Todos iban saliendo, y cuando mi hermano estaba a punto de abandonar la casa, lo detuve.

—Es solo mi idea, o cupido te dio un flechazo directo en el trasero —comenté sonriendo divertida.

Rodó los ojos y no me respondió, sino que se limitó a salir en dirección al jeep.

Le gusta...

Al arribar la casa de Savannah me impresioné lo grande que era: dos planas, patio frontero extenso, y no me imagino cómo debe ser el trasero. La música se escuchaba hace varias cuadras, y al adentrarnos, más fuerte se oía. Todo el mundo se encontraba dentro de la sala, y fuera en el jardín. Savannah nos recibió con una gran sonrisa.

—¡Chicos! —Nos abrazó uno a uno— Qué bueno que llegaron. Pasen, pasen.

Entramos, y llegamos al living comedor, que estaba repleto de gente y con luces de colores que se reflejan en todos lados. Algunos bebiendo, otros bailando... Pero sin duda, todos se estaban divirtiendo.

Savannah nos ofreció cosas para beber, y rápidamente, nos arrastró a las chicas y a mí a la improvisada pista de baile. Ah, casi lo olvido, Hope se nos unió cuando llegamos, y Phoenix se quedó bebiendo y hablando con los chicos, que aún no se animaban a bailar.

Danzamos y bailoteamos mientras reíamos. La estábamos pasando de maravilla. La música retumbaba ven mis oídos, y sentía cómo me incitaba a bailar. Además de que con estas chicas es imposible no hacerlo. Al rato después se nos unieron los chicos, y es entonces cuando Savannah me pregunta en voz lo suficientemente alta para que pudiese escucharla:

—¿Me lo prestas un rato? —me pidió, refiriéndose a Sam, quien estaba bailando junto a mí.

—Todo tuyo —Sonreí.

No se alejaron mucho, y yo solo me limité a observarlos danzar y reír como buenos amigos. Desprendían una energía que te anima a sonreír cuando posas tu vista en ellos.

Pero, como diría Sam, lo bueno dura poco, y es que en nuestro campo de visión apareció Axel, con una expresión de pocos amigos, para variar. Me acerqué para ver qué estaba pasando.

—¿Qué hace con él? ¿Con ellos? —cuestionó tomando a la morena por la muñeca.

—¿Qué pasa? ¿Es algo malo? —respondió Savannah enarcando una ceja.

—¿Qué te ocurre? —siguió.

—¿A mí? Absolutamente nada.

—No te hagas la idiota —espetó entre dientes—. Ya vámonos —Tiró de ella, pero ni se movió—. Savannah, muévete.

—No —Se soltó de su agarre con brusquedad—, no volveré a hacerte caso, Axel. Consíguete a otra.

—No me digas que ahora eres la niña buena —Bufó.

—Sí, y si no te agrado, pues vete al infierno —Le golpeó en la entrepierna—. Creo que ya sabes cómo llegar.

Johnson se fue a duras penas, chocando a la gente en el camino, y no pude evitar soltar una carcajada.

—Idiota —escupí.

—Y no te equivocas —Suspiró con cansancio—. No sé cómo lo he soportado durante estos años.

—Ni yo —dijo Sam—. Vamos con los chicos, solo divirtámonos.

Le hicimos caso, y nos unimos nuevamente a nuestro grupo, que ni se habían percatado de lo que había ocurrido. Bailamos como si no hubiera mañana. En medio de todo, Sam me besó, y vaya que se sintió bien.El sudor me corría por el cuello, y sentía su calor emanando de su cuerpo. Sus manos alrededor de mi cintura, las mías sobre su cuello... Era perfecto, y se sintió malditamente bien.

Continue Reading

You'll Also Like

174K 24.5K 56
Olivia ama las películas. Olivia disfruta ir al cine cada fin de semana. Olivia adora las palomitas de mantequilla. Y si alguien le hubiera dicho que...
266K 10.3K 41
Se llama Marcos. Se apellida Cooper. Y toca la guitarra. Jude Brown es una estudiante de periodismo, tras un largo camino en su vida, tiene que busc...
739K 45.4K 39
Paris Smith siempre ha sido una chica soñadora, talentosa, amante de todo lo que tuviera que ver con la astronomía: las estrellas, los planetas, las...
153K 11.9K 29
Emily ha estado en una relación por muchos años, más de lo que puede recordar; y ha modificado tantas cosas en su vida para mantener esa relación, qu...