De querer a no querer hay un camino muy largo, que todo el mundo recorre sin saber cómo ni cuándo.
Manuel Machado
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Tú eres yo, yo soy tú
Tú eres yo, yo soy tú
Si nuestros corazones son los mismos
Ambos nos volveremos uno
Tú eres yo, yo soy tú
Hagamos una bonita imagen
¿A quién se le ocurrió la palabra "temblar"?
Me abofeteas de nuevo
En los últimos días
algo que me pasaba a mí
He borrado los números de mis ex's
Antes sólo escuchaba hip-hop
Ahora también escucho acústico
Dime, ¿qué quieres de mí?
Estamos en la edad ser bellos
Así que necesitamos amarnos al máximo
La basura de tu pasado
Seré mejor que él
Voy a ser bueno contigo
Tú eres yo, yo soy tú
Tú eres yo, yo soy tú
Si nuestros corazones son los mismos
Ambos nos volveremos uno
Tú eres yo, yo soy tú
Hagamos una bonita imagen
¿A quién se le ocurrió la palabra "temblar"?
Nuestros amigos dicen que estamos en la fase de "luna de miel"
No tengo ninguna preocupación
El problema es que me gustas
Mira, no juro tanto como antes
Llevo las riendas en mi vida
No le enseño la sonrisa a cualquiera
Para de mirarte en el espejo, no hay nada que perfeccionar
Eres más bonita sin maquillaje
Si mi madre nos viera,
Se desmayaría
Ahorrare palabras
lo único que debo hacer
Es escribir tu nombre
Creo en el destino
Horóscopos o cartas de tarot
No tengo relaciones basadas en las estrellas
Tu obsesionado ex novio
No dejaré que se acerqué a tu casa
Voy a ser bueno contigo
Porque
Tú eres yo, yo soy tú
Tú eres yo, yo soy tú
Si nuestros corazones son los mismos
Ambos nos volveremos uno
Tú eres yo, yo soy tú
Hagamos una bonita imagen
¿A quién se le ocurrió la palabra "temblar"?
Nos pasamos toda la noche besándonos
Y probablemente nos despertemos juntos por la mañana
Buenos días
De repente estas increíblemente hermoso
Acércame tus labios, ¡muah!
Tú eres yo, yo soy tú
Tú eres yo, yo soy tú
Si nuestros corazones son los mismos
Ambos nos volveremos uno
Tú eres yo, yo soy tú
Hagamos una bonita imagen
¿A quién se le ocurrió la palabra "temblar"?
Déjame hablar contigo
yo soy tú, tú eres yo
yo soy tú, tú eres yo
ZICO -I Am You, You Are Me
Mi pequeña Taerin miraba caricaturas en la televisión, con un platito de sopa entre las piernas. Cubierta con un par de mantas acolchadas y con suaves estampados de nubes.
Su nariz estaba roja, irritada y no dejaba de moquear, me senté a su lado y cogí una cobija, para taparme del frío.
—Nito, ¿no vad a querer dopa también? —me ofreció de su plato.
—No, toda tuya. Gracias. —dejé una suave palmada sobre su cabecita.
Estornudé.
—¡dalud! — dijo dulcemente y reí.
Mi pequeña hermana era adorable.
Después de darle un baño caliente, embadurnar ungüentos medicinales sobre su piel, le cubrí con ropa acogedora y le obligué a dormir.
Me acosté a su lado y ante la calidez de su pequeña figura, caí profundamente dormido.
¿Cuánto dormí? Pudieron ser horas enteras.
Me levanté de la cama adormilado, tallando mis ojos con los dedos y bajé hasta la cocina, para colocar un poco de agua en la cafetera.
Estornudé una vez más.
O iba a enfermar o probablemente alguien estaba acordándose de mí.
Toc, toc.
Fui a la puerta y miré por el pequeño orificio de la superficie y vi a Chanyeol.
Abrí.
—Hey —dijo un poco desanimado.
Incliné la cabeza un poco de lado, estaba confundido.
—Hola, ¿qué hay?
—Me preguntaba si Tae estaba mejor...—dijo un tanto tímido.
Le permití la entrada y seguí preparando mi café.
—¿qué tal hoy?
—Jungsuk dijo que te has saltado su cita.
—Cierto, lo había olvidado por completo —cerré los ojos y golpeé mi cabeza.
—Dijo que estaba bien, te has graduado. —sonrió —Me alegro por ti Kyungsoo-ssi.
Lo notaba realmente extraño, no estaba juguetón, ni molesto, se sentía... triste.
—¿Estás bien Park? —dejé que la duda escapara de mis labios.
Enarcó ambas cejas y me miró con duda —Sí, sólo hoy fue cansado.
—Es eso... te entiendo, además el clima es un asco. Creo que enfermaré. —dije dando vueltas a la cuchara, para homogeneizar el azúcar y el café en el agua caliente.
—Hoy fue raro estar sin ti. —dijo de la nada.
Me quedé con la taza a punto de llegar a mis labios y abrí los ojos con sorpresa.
—Kyungsoo-ah, tengo algo que preguntarte. —siguió sin percibir mi silencio.
—¿qué es?
—¿te has enamorado antes? ¿Hubo alguien antes de Baekhyun?
A mi mente saltó el nombre de Giebenrath, iluminado con luces de colores y flechas señalándole, porque Hbn era Baekhyun y no contaba.
Pero era tonto, no podía hablarle a Chanyeol sobre eso, seguro se molestaría y le llenaría de inseguridad, por lo que me limité a negar con la cabeza.
—No.
Le vi relamer sus labios y bebí de mi café para desviar la mirada de sus ojos.
—Oh.
—¿por? ¿Por qué preguntas?
—Por nada, es una duda tonta. —sonrió y sacó su celular —¿no lo crees?
...
Estaba sentado a mi lado, manteniendo su distancia, abrazando sus piernas flexionadas y con la mirada fija en la televisión.
Resultaba extraño, estaba actuando demasiado sospechoso.
Como si hubiera descubierto algo recién, algo que no quería y a su vez, deseaba contarme.
—Yeol-ssi...
—¿sí?
—¿te peleaste con los chicos o algo?
—¡no! ¿por?
—estás actuando raro.
—Estoy conteniéndome de ser coqueto porque tu hermana puede llegar en cualquier momento. —dijo acercando ligeramente su nariz a mi cara.
Como un gran cachorro.
Oh, es eso. —dije entrecerrando los ojos.
Subió mis gafas con ambas manos y sonrió.
—¿por qué sonríes?
—Porque eres bonito. —resoplé en respuesta—Te lo he dicho desde el primer día y sigo pensando lo mismo.
Fruncí el ceño.
¿lo había dicho?
Cierto, había bromeado con ello la primera vez, pero nunca creí que lo dijera... en serio.
—No me digas que no recuerdas. —puso mala cara.
—Sí lo recuerdo...
—Pero nunca te agradé.
—Pasé por un mal tiempo Chanyeol... aunque eso ya lo sabes —le reproché de forma no tan sutil.
—Nunca hemos hablado sobre eso... —se notó arrepentido —nunca supe cómo te sentías, si lo recordabas y...
—Baekhyun es tu amigo, no podías hacer nada. No estoy enojado. —dije con calma —Ya lo superé, digo, si no lo hubiera hecho no estaría contigo.
Asintió y dejó caer su cabeza en mi hombro.
—Tengo mucha suerte. —dijo en voz baja, tan baja que fingí no escuchar y sólo me relajé.
...
Chanyeol se fue sin que le corriera como en otras ocasiones, no quiso comer conmigo, se fue con una frase reflejada en sus ojos "quiero decirte algo, pero no tengo el valor".
Comprendí, con él se debe ir condenadamente lento, no debo presionarlo, no debo apresurar las cosas, porque sabía que tarde que temprano la verdad caería por su propio peso y deseaba que él tuviera la confianza de abrirse ante mí.
—Hey... mañana vendré —dijo sosteniendo mi cintura con su mano, reí y me besó —te quiero, tonto. —concluyó robando un beso de mi boca, para salir a toda prisa sin voltear a mirarme o escuchar una respuesta.
Chanyeol era un buen sujeto.
Y era mío, o eso me gustaba decirme a mí mismo.
Sentí el bolsillo de mi pantalón vibrar y miré la pantalla del celular.
Yoongi: Kyungsoo-yah
Creo que tenemos problemas
Me: ¿Por??
Yoongi: Hoy Chanyeol me preguntó muchas cosas, fue raaaaaro, deja te llamo.
Fui corriendo a la habitación y encendí la computadora.
—Me ha preguntado sobre qué parte de ti es la que más resalta.
—¿qué de raro tiene eso? Además de que es incómodo.
—Dijo, específicamente, de tu cuerpo.
—¿qué dijiste?
—En lo primero que pensé fue en tus ojos, son redondos y grandes, ya sabes...
—¿Y?
—Escuchó a Jongin llamarte "labios", mi labios.
—Actuó raro luego de eso. No celoso.
—No entiendo lo raro.
—Kyungsoo, por piedad piensa un poco. ¡no se enojó!
...
Cuando mi tía llegó a la casa le pedí permiso de salir y gustosa me corrió, con una chamarra y una bufanda rodeando mi cuello.
—Ni vuelvas. —dijo burlona.
Y eso estuve pensando, caminando de camino a casa de Park.
¿debía avisar que iba para allá?
¿y si eso le molestaba?
Estaba actuando demasiado estúpido, debía volver a estar cuerdo, Chanyeol me había hecho tonto.
Labios.
Los únicos que me reconocían por ello, eran los chicos del blog, ¿por qué debía ponerse raro?
Si no se molestó entonces ¿qué debía hacer?
—¡DEBES IR Y PRESIONAR A QUE TE DIGA LO QUE TRAE EN LA CABEZA!
—No quiero arruinarlo por ir tan...
—¡Kyungsoo! ¡sólo haz lo que te digo!
Me limpié el sudor de las palmas de la mano al estar a unos pasos de su puerta y entonces toqué el timbre.
No tardó demasiado en abrir, se miraba confundido.
—¿Kyung... qué haces aquí?
—En realidad... no tengo idea —confesé con vergüenza.
Me hizo pasar y me senté con nerviosismo en el sillón de su sala.
—No es que no esté feliz de que vengas... pero... es raro.
—Chanyeol siento que has querido decirme algo desde hace rato y no lo has hecho. —solté ansioso.
Se quedó de pie frente a mí, en silencio y del estante de libros tomó uno y me lo lanzó.
Colección de Hermann Hesse.
Bajo la rueda.
Premio Nobel de literatura, poeta, periodista, Hermann Hesse traza en Bajo la Rueda un cuadro intenso y apasionante del proceso que vive el protagonista, Hans Giebenrath, en su frustrada búsqueda de la pureza...
—¿Qué con esto? —traté de actuar normal.
Ante lo obvio, ante sus ojos suaves y su sonrisa temblorosa.
Se colocó en cuclillas frente a mí.
—Eres él, ¿cierto? —preguntó acariciando mi mandíbula, sin apartar la mirada de mis... —labios.
—¡Eres el pervertido! —le aparté cuando me sentí abrumado y traté de bromear.
—No puedo creer que tenga tan mal gusto —dijo cruzando los brazos sobre su pecho.
—Y yo ahora me siento... ¡sucio! —dije entre risas al recordar sus confesiones raras sobre Eva.
—Y usado, usadísimo —dijo echándose sobre mí —pero has dicho que nunca antes te habías enamorado de otro... ¿Hbn?
—Es Baek.
—Oh... ¿Y yo? ¿qué era?
—Un amigo.
—Aigoo, tantas cosas que te mandé...
—Nunca te pedí cosas sucias, las enviabas solito.
—Porque me gustabas, iugh.
—Tan gay.
Me calló con un beso suave y cálido, supuse que no estaba molesto.
Y era una suerte, que fueran la misma persona. Que lo fuéramos.
—¡Aigooo no puedo creer que le hayas dicho que me amas! —dije entre risas.
—Dijiste que me amabas también, diablos, en persona es difícil que digas te quiero.
—Mira quien lo dice. Idiota. —estornudé en su cara.
Se apartó entre quejas, limpiando mi saliva de su cara y reventé en risas.
—¡me quieres mataaaaaaaaar! —expresó y me hice un ovillo sin dejar de reír.
Volvió a mí y me besó, me besó con descaro y todas las risas se convirtieron en respiraciones entrecortadas.
Se detuvo luego de un minuto y me miró —eres muy cursi Park —dije tragando saliva, al sentirme pequeño ante sus ojos.
—Mira lo que me has hecho. —dijo besando mi frente —siempre quise hacer eso.
Mi piel se erizó ante su tacto y la calidez de sus palabras honestas y por un segundo desee que todo se detuviera, que el tiempo no avanzara y nadie se interpusiera.
Nadie, incluso nosotros mismos.
Pero el timbre sonó y se levantó presuroso.
Sacudí mis ropas y me senté como si instantes antes no hubiéramos estado haciendo nada.
Abrió la puerta y escuché el cambio en su voz —Papá... ¿qué haces aquí? —me quedé helado.
Chanyeol no quería que nos conociéramos.
Ni yo lo deseaba.
Miré al hombre pasar tranquilo, con otro más joven tras él.
—Olvidé unos papeles en mi última visita, oh... ¿un amigo? —dijo con sorpresa al verme.
Me levanté y le saludé formalmente.
—Do Kyungsoo.
—Mucho gusto, Park Jin Young. —saludó con cortesía y sabía que detrás de tanta calidez, era un hombre del cual temerse.
No se parecía en absoluto a Chanyeol, ni un poquito.
Me hice tan pequeño, me sentí tan diminuto, la mirada de Yeol me evitaba y yo trataba de ser educado, contestaba a las preguntas de su padre y él asentía con la cabeza, como si estuviera aprobando cada palabra que le decía.
—Eres un excelente chico, me alegro que Yeol finalmente tenga amigos que influencien positivamente en su vida —quise reír, si usted supiera... —cuida de nuestro Chanyeol, por favor.
—Oh, claro, lo vigilaré desde cerca —dije con doble intención que sólo Chanyeol captó, pero que, aun así, siguió sin desear mirarme a mí o a su padre.
Papá Park rió. Me encontró simpático.
Al irse prometió invitarnos a cenar en algún restaurante favorito de la familia y sonreí en respuesta.
Cuando la puerta se cerró lo vi mantener la misma pose, parado en silencio.
—Ya se fue Yeol, relájate. —dije con exasperación.
—No Kyungsoo, no juegues con él.
—No estaba jugando. Deja de temerle tanto, ya casi eres un adulto. —dije con cansancio.
—Vete.
—¿qué? ¿ahora me corres?
—¡no quiero discutir contigo! ¡no ahora!
—¡Entonces relájate y arregla las cosas como debe hacerse! ¡deja de huir!
Comenzamos a elevar la voz el uno al otro, me levanté del sofá.
—Si quieres que me vaya, bien. Lo haré, pero no esperes que vuelva contigo, te dije que, si volvías a actuar como un idiota, te dejaría. —exploté, cogí mi chamarra y me abrigué antes de llegar a la puerta.
Sus ojos se posaron sobre mí, rogando en silencio que me quedara, pero si él no era capaz de decirme aquello, entonces yo no volvería a ceder.
Estaba cansado de solucionar todo por ambos.
Conté mentalmente hasta cinco y abrí la puerta, sin pasos, sin alguna reacción.
Hundí mis dedos en lo más profundo de los bolsillos y caminé por el pasillo, bajé hasta el exterior y suspiré, mirando al cielo nublado, una gota impactó sobre mi frente.
Seguí caminando con pasos lentos, con la vaga esperanza de que él viniera detrás de mí, pero no había nada, él no venía y mi pecho se hacía más y más pesado con cada paso que daba.
Jungsuk bebía un café frente a mí, sus ojos se abrieron grandes y me miraron.
Me leyeron por completo.
—Do... ¿qué hay de malo?
—Chanyeol.
—¿qué hizo esta vez?
—Nada, ese es el problema.
—Su padre de nuevo... —asentí con la cabeza y sonreí con tristeza.
—Era difícil cargar con mis problemas, pero es aún peor cargar con los de ambos.
—No se supone que las cosas deban ser así, pero Chanyeol es demasiado obstinado cuando se trata de su padre. No se deja ayudar.
—¿tan malo es él?
—¿su padre? Siéndote honesto, siempre le odié, demasiado conservador, demasiado falso e inflexible. Perfeccionista y un asqueroso narcisista, es una suerte que sus hijos no se parecieran a él en absoluto. Byun, Park y yo éramos compañeros, en la universidad, yo estudiando psicología le parecía patético, un vago, pero así descubrí todos los problemas que tiene y con los mismos que crio a Chanyeol.
—¿Su padre era igual?
—El de Jinyoung era aún peor, pero Chanyeol es distinto, incluso cuando cree que obedece en todo a su papá, no lo hace, es más fuerte de lo que cree.
—Me sentí mal por dejarlo ahora.
—Tal vez perdiendo algo que de verdad le importa, se dará cuenta de lo que debe hacer.
Supongo que conociste a su padre, supongo que notaste como de inmediato actúa como un perro fiel y sumiso, con la mirada baja, diciendo cosas hirientes, pero con el rostro lleno de arrepentimiento, desde niño ha sido así.
Si vas a mantenerte a su lado debes ser paciente en algunos momentos, pero no en todos. Debe hacerse fuerte.
Fue difícil quitarle las pastillas y que no cayera en depresión absoluta, probablemente no debería contarte esto, porque es antiético, pero es un amigo, como un hijo y no va a estar bien si sigue así, en algún momento intentará hacerlo de nuevo.
—¿hacer qué?
Inclinó su cabeza un poco, ante la respuesta obvia que no quería afirmar —Chanyeol trató de matarse más de una vez el año pasado. Tenía mucho encima y sólo me lo dijo a mí, le regañé tanto que... lloró. Era difícil verlo abrirse, no suele llorar ni decir sus verdaderos sentimientos, Baekhyun lo vio un par de veces, pero todo el tiempo vive con esa mascara de falsa felicidad, sonriéndole a todo el mundo, siendo social y conviviendo con todos.
Comencé a sentirme molesto, luego de conversar unos minutos con él, concluí que no debía volver, no ahora y me encontré a mí mismo yendo con Baekhyun.
Tenía que desahogarme y él siempre era gentil conmigo.
Pero no contaba con ver a Chanyeol frente a mí, empapado por la lluvia y caminando hacia mí.
—Tienes razón —su voz temblaba por el frio.
Me tenía entre sus brazos y susurraba en mi hombro.
—No voy a perderte Kyungsoo-ah, voy a mantenerte conmigo lo más que pueda, no voy a rendirme, no contigo.