Narra Harry.
Con Amber nos habíamos levantado para ponernos un poco de ropa para luego volver a la cama. Ella estaba sentada con su espalda apoyada en el respaldo de la cama mientras que yo me acosté apoyando mi cabeza en su regazo mientras ella acariciaba mi cabello. De esto ya había pasado como media hora y todo lo que se podía escuchar de nuestra parte era nuestra respiración, nada más.
-Si no quieres hablar no importa harry- susurró y yo suspire.
-Es solo que no me gusta recordarlo, para otros pudo a ver sido algo sin importancia, pero yo no soy una mala persona amber. No me gusta hacer daño a personas inocentes- también susurré.
-Lo sé Harry, pero es cosa del pasado. No debes atormentarte con eso, solo tienes que...
-Maté a personas inocentes-la interrumpí- maté a personas que no merecían morir aún.
-Harry...
-Era un monstruo Amber.
-Basta Harry.
-No Amber, te lo iba a decir y eso voy a hacer ahora-me senté en la cama de tal modo que podía mirar a Amber de frente.- quiero decirlo.
-Está bien. Solo quiero que sepas que no importa lo que cuentes, no por eso vas a cambiar para mi, seguirás siendo la persona buena que aprendí a conocer con el tiempo.-Sonreí con tristeza al escucharla decir aquello.
-Está bien-suspire y empecé a recordar aquellos tiempos.
<<Yo era de una familia humilde, no teníamos mucho dinero, pero nuestros padres siempre nos enseñaron a ser gentiles y buenas personas. Mi padre trabajaba en una pequeña panadería del pueblo y mi madre nos cuidaba a Gemma y a mi- empecé a contar y Amber escuchaba atentamente- Ya cuando crecimos había que estudiar, cosa que preferí que Gemma isiera, no teníamos mucho dinero como para estudiar los dos, así que les dije a mis padres que gemma estudiara y yo ayudaría a papá en él trabajo, al principio Gemma no quiso, pero yo le insistí y ella aceptó. Así pasó un poco mas él tiempo y todo iba bien. Mis padres me enseñaron lo básico, ya sabes, leer, escribir, sumar, restar, dividir y multiplicar- dije y ella asintió- gemma también me ensañaba lo que aprendía y en el trabajo nos iba bien. Mi madre empezó a trabajar en casa, cociendo ropa para vender o arreglando la que le llevaban. Pero un día todo empeoró, mi padre se había enfermado, nadie sabia lo que tenía, pero estaba muy grabe, mi madre lo cuidaba día y noche. Yo tenia que ir a trabajar y cuando llegaba a casa la ayudaba a cuidarlo... Recuerdo que ese tiempo no dormimos nada, Gemma también ayudaba pero era todo muy difícil, yo no descansaba y apenas comía. Con él tiempo mi padre empeoró hasta que...murió-Murmuré al recordar ese doloroso suceso.- Todos Quedamos devastados, pero mi madre....mi madre con el tiempo fue callendo en depresión, no comía, ni salia, no hacia nada y pues... luego también enfermó y murió al poco tiempo, por suerte con gemma ya eramos mayores y pues como pudimos salimos adelante. Yo tenia 18 y ella 22.
<<El día que me convertí siempre lo recordaré aunque pasen miles de años.
Recuerdo que Gemma fue a comprar algunas cosas y yo me quedé en casa y decidí ir al bosque a cortar un poco de leña, grabe error. Cuando estaba cortando un poco escuché un ruido detrás mio, no le tome mucha importancia, pero hubo un momento en que sentí a alguien respirar en mi nuca. Me asusté mucho y me di la vuelta pero no había nada, sé que algo malo estaba junto a mí, así que tome lo que había cortado y caminé para salir del bosque. Cuando empecé a caminar alguien me tomó y me tiró lo que provocó que chocara con un árbol, me dolió demasiado, pero ese dolor no era nada comparado a como seria luego. Recuerdo que era un hombre, siempre recordaré su cara. Cuando me mordió fue el peor dolor del mundo, es horrible Amber y es peor cuando empiezas a transformarte. Sientes como el veneno corre por tus venas y es malditamente doloroso...
-¿Y el hombre?-interrumpió.
-No lo vi cuando desperté, es tanto el dolor que te desmayas, y cuando desperté ya no estaba. Eso si, desperté con mucha sed, pensé que era de agua o algo así, pero no, en cuanto vi sangre me descontrolé, solo quería beberla, sea de quien sea, y ahí empezó mi tortura, maté mucha gente inocente. Padres, madres, abuelos...-trague saliva-niños-dije y vi a Amber para ver su reacción la cual estaba con cara de asombro-si, mate niños y aveces aún escucho sus gritos de dolor. Eso es de lo que mas me arrepiento, solo eran niños, el mayor de los niños que mate solo tenia 10 años...
-Harry...
-Era un monstruo Amber y Gemma no lo sabia, yo me desconocía cuando tenia sed, no era yo. Hasta que un día se lo dije a Gemma y ella, si, se asustó, pero me apoyó en todo momento, hasta que conocimos a mis padres adoptivos, se podría decir. Ellos me ayudaron a calmar mi sed por sangre humana reemplazandola por sangre de animal. Mis hermanos siempre estuvieron conmigo, pero yo siempre los apartaba, no me gustaba hablar con nadie y fui siempre frio con ellos.
<<No sabes cuanto me arrepiento de aver matado a esas personas- solloce sin poder evitarlo.
Pasó un tiempo y Amber no decía nada, hasta que vi como se paraba de la cama y cuando pensé que se iba a ir solo se tiró a abrazarme y no pude evitar llorar. De verdad me arrepentía.
-Shh, no llores Harry, no fue tu culpa.
-Si lo fue Amber, no supe controlarme. Perdón, perdón.
-Tu no tuviste la culpa-me tomó de las mejillas para que la mirara-el único culpable fue aquel hombre que te mordió, nadie mas. No te culpes cariño.
-¿No me tienes miedo?-susurré.
-Nunca te tendría miedo mi amor, te amo como eres y no cambiaría nada de ti, lo juro, ho quizás si. Tu pasado, para que no hubieras sufrido tanto. No sabia lo de tus padres y lo siento mucho.
-Gracias Amber, por estar conmigo siempre.
-Lo hago por que te amo.
-También te amo-dije y nos besamos tiernamente-prometeme que no me dejaras nunca.
-Te lo prometo Harry, pase lo que pase siempre estaré contigo.