Capitulo 2.
Mi hermano Max...Wolf, se ha ido, convirtiendose en alguien odiado, ahora todos saben que el llego al nivel 99 en la beta, así que por lo tanto se ha vuelto buscado por los Deleters los cuales se encargan de buscar información de los Tasters, quienes ahora luchaban solos o se ocultaban en grupos. Max, en cambio se ha convertido en un villano y no solo en eso, en un lobo solitario, ahora viaja solo y no se siquiera si esta vivo, pero estaba segura de que el seguía aun con vida.
Han pasado seis meses en tiempo real, y después del incidente con mi hermano, he viajado con diferentes grupos, al salir de la ciudad de luz, entramos al mundo de sombras de piedra, donde todo era de píedra e inclusive los alimentos lo eran, las personas estabam hechas con arcilla y todo a su al rededor no era mas que arcilla y piedras pintadas, e inclusive el dueño del mundo, era un Golem que medía al menos unos 10 metros de alto. Ahora solo hemos cruzado 22 mundos de sombras, Wolf debe de estar en este mundo ya que ama mas que nada los lugares frios como el.
Ahora me encontraba en el mundo de sombras de nieve, esta rodeado de montañas con nieve, y las calles de la ciudad estaba repletas de nieve, la ciudad parecía colonial, sin embargo no lo era del todo ya que habían centros de computo en algunos centros comerciales, y los centros comerciales poseían ropa de diferente tipo, aunque la mayoría eran prendas abrigadas, en el centro de la ciudad se hallaba una plaza con una fuente de agua cristalina. Llevamos una semana en este mundo, parece no ser mucho, pero cuando te pones a pensar sobre todo esto, es bastante, ya que apenas llevamos 22 mundos de sombras.
Camino por las calles con mi tunica de color grisáceo, con una espada colgando de la cintura, y con unos pantalones grices pegados, una camisa gris, y un sueter oscuro. Me gustaba vestirme con prendas que me recordasen al mundo real, no como los demas jugadores, que se vestian con prendas ostentosas, trajes de combate, trajes militares, armaduras.
Seguí caminando por un buen rato hasta conseguir un sandwich, si era impresionante, pero los sandwiches existían en este mundo y en todos, ya que todos los mundos contenian comida tipica, e inclusive comida de todos los países, solo debías saber donde buscar. Compre un par de sandwiches para poder guardar uno y guardarlo después, así que me sente en una banca ubicada en un parque cubierto de nieve; entonces un muchacho con una tunica azul marino con la capucha puesta se sento a mi lado, le mire pero no sabía si debía confiar en un extraño hasta que se fue acercando ligeramente, así que tome el mango de la espada, pero el muchacho hablo con una voz ronca.
-Creo que pelear contra tu hermano, sera la peor equivocación del mundo- dice el muchacho.
-No eres mi hermano, el tiene la voz suave- dije y agarre el mango de la espada con mas fuerza.
-Entonces reconoce a tu hermano- dijo y se quito la capucha y dejo al descubierto un rostro demacrado, identico a Max, pero mas enfermo, entonces se coloco rapidamente la capucha nuevamente-. ¿Decías algo?.
-Max, estas vivo- dije casí sin poder creer tal cosa-¿Pero qué te ha pasado?.
-Bueno, amo el frio pero eso no quiere decír que no me enferme- dijo mientras se daba la vuelta-, no deben saber que estoy contigo.
-Max, las enfermedades en los videojuegos no existen- dije casí burlandome de el.
-Nunca dije algo sobre gripa o eso- dijo y solto una ligera risa-. Me hirierón y bueno, era veneno, llevo dos días así.
-¡Caray!- exclame al momento que me levantaba de la silla-. Vamos, te curaré.
-Espera- dijo y me tomo del brazo-, siéntate nuevamente.
-Pero...-comencé pero me jalo a la banca.
-Debemos quedarnos aquí, hay un par de Deleters, y no estoy de humor para lidiar con ellos ahorita- dijo y me volteó a ver-. ¿Dónde vives Sara?.
-Vivo en el mundo de sombras de campo- dije y me voltee para verlo-, ¿Y tú?.
-Yo vivo en el primer mundo de sombras, es mas tranquilo- dijo y bajo la cabeza-, nadie espera que este ahí.
-No debiste haber hecho tal cosa como convertirte en un ser odiado- dije mientras le fulminaba con la mirada.
-No tenía elección- dijo casi con rabia.
-Todos tenemos elección. Todos, Max- dije mientras le apretaba la mano, la cual estaba completamente huesuda-. Ven, es hora de irnos.
No dijo nada, así que caminamos hasta el portal el cual conectaba los mundos de sombras, los portales que habían en los mundos de sombras eran dos; uno que se abría al llegar al nuevo mundo, y otro que descubrías para salir. Así que cruzamos el mar de hielo, ese era el portal, y cuando cruzamos el portal, pense en la ciudad de luz, y entonces aparecimos en la plaza Hexagonal, donde había algunos programas caminando, al llegar, mire a Max quien apenas podía sostenerse en pie. No pude evitar sentir lastima por el...
-¿Dónde vives ahora Max?- pregunte mirandole.
-Sígueme, y no digas nada- dijo sin siquiera mirarme, creo que ya lo supo.
Max o Wolf, caminaba tambaleandose, no quería que le ayudara, caminaba sin siquiera mirarme, ni siquiera me decía palabra alguna, algo había cambiado en el, pero ¿qué?. Caminamos un buen rato por las calles iluminadas de diferentes colores, las baldosas de marmol negro en el suelo, los edificios de cristal y de marmol negro con luces en los bordes e inclusive en las paredes, eran lineas de luz que recorrían todo el edificio; hacía mucho que no estaba ahí, casí había olvidado la primera vez que llegue a este lugar y fuimos encerrados en el juego, desde ese momento todo cambió, pero no podía lamentarme ahora tenía una misión. Finalmente habíamos llegado a un edificio de al menos 20 plantas, el edificio de marmol negro y con lineas de luz azules se alzaba en una calle solitaria. Entramos en el edificio donde solo había un elevador y escaleras, así que subimos al elevador y Max presiono el botón del piso 13, y el elvador subió rápidamente. Al llegar al piso 13, Max salió del elevador y camino hasta la puerta que estaba a la derecha del elevador, postro su mano sobre una puerta de marmol oscuro y la puerta se ilumino con una lineas tenues azules, y después esmeralda. La puerta se abrió y dejo al descubierto un apartamento simple, una cocina del lado derecho, una pequeña sala, y al fondo una recamara, evidentemente era una habitación para un solo inquilino, así que caminamos hasta su habitación donde solo había una cama con un juego de sabanas de camuflaje militar azul, un armario un cofre de mármol, fue entonces cuando me miro.
-¿Podrías ayudarme?- me preguntó.
-Claro- respondí inmediatamente.
Al abrir el pesado cofre rectangular de mármol dejo al descubierto varias cosas; entre ellas algunos frascos con liquidos diferentes, y en una parte del cofre había una foto.
-¿Qué vas a necesitar?- pregunte al mirar que buscaba entre sus cosas.
-Esto- dijo mientras saba un frasco con un liquido color esmeralda-. Es el antidoto.
-¿Lo vas a beber?- le pregunté arqueando una ceja.
-Claro que no, tengo que inyectarlo. Pero necesito que lo inyectes tu, ahoríta mismo no tengo el pulso ni la fuerza para hacerlo yo mismo- dijo mientras apretaba un boton en el frasco y salía una aguja y un pequeño embudo.
-Pe...pero- comencé pero me paro con la mano.
-Es en el cuello, justamente aquí- dijo señalando el lado derecho de su cuello-, ahora hazló.
-Lo haré- comencé-, pero quiero ver la foto.
-Claro- respondió sin vacilar mientras me ofrecía el frasco-, pero inyectame ahora.
Tome el frasco y coloque la aguja en su cuello, posteriormente la introduje en su cuello e hizó una mueca de dolor, entonces aprete el embudo y el liquido comenzó a introducirce en el cuerpo de Max, el comenzabá a recuperar su color de piel, aunque sus ojeras no había desaparecido, su cuerpo ahora parecía saludable; termine de inyectar el antidoto, saque la aguja e introduje el frasco nuevamente en el cofre de mármol.
-¿Puedo ver la foto?- pregunté mientras el se recostaba en su cama.
-Adelante- dijo y cerro los ojos.
Metí la mano en el cofre y saque la unica foto que estaba guardada en un marco dijital. Eramos Max y yo en unas vacaciones en queretaro, Max estaba completamente mojado por mi culpa y aun así sonreía abiertamente mientras yo estaba a su lado sonriendo, el llevaba sus prendas oscuras: playera negra y sus vaqueros negros, y yo como siempre: una blusa azul, y unos vaqueros azules desteñidos.
-Que pena- susurre con los ojos llorosos.
-Lo se- dijo Max quien ahora me apuntaba con una pistola-, que pena.
-Max...-susurre.
-No, Sara- dijo sin apartar el cañón de mi cabeza-. ¿Quién te envió?.
-Nadie...- respondí.
-¡No mientas!- grito Max enfurecido-. ¿Quién fue?- preguntó nuevamente empujando mi cabeza con el cañón.
-Fue Mordred- dije casí temblando-, el me pidio buscarte y cuando te acercaste era el momento perfecto para capturarte.
-Esa sanguijuela, creo que le queda el nombre- dijo Max para si mismo-. ¿Tuviste elección cierto?.
Emboce una sonrisa y me levante lentamente del suelo, después me voltee de manera que el cañón del arma quedara en mi frente.
-Claro que la tuve, pero elegí ir en tu caza- dije con una sonrisa torcida.
-¿Por qué?- comenzo Max confundido- ¿¡Por qué mierda lo has hecho!?.
-Porque me abandonaste- dije con resentimiento en mis palabras.
-Lo hice por tu bien- se justificó-, lo hice por ti, para que no te mataran y al parecer esta en el gremio de Nec-Camelot.
-Si, ahora estoy con ellos- dije y solte una risa-. Fuiste un idiota convirtiendote en un villano para todos. Pudimos haber luchado juntos, como lo que somos: hermanos.
-Tu y yo dejamos de ser hermanos desde el momento en el que aceptaste traicionarme- dijo con el ceño fruncido-. De hecho ya les has dicho a los miembros de tu gremio donde estoy. Vaya hermana.
-¡Tú me traicionaste primero!- dije escupiendo las palabras-, me dejaste sola, no contaba con nadie, tenía que aliarme con alguién. Y tu fuiste el cobarde que huyó.
-Salve la vida de muchos Tasters- comenzó-, el fin justifica los medios.
-¡Eres un imbecíl!- dije con rabía-, Matáme de una vez.
-No, Sara- dijo mientras acariciaba mi cabello con su mano-, nos encontraremos de nuevo y no en las mismas circunstancias.
Bajó el cañón del arma y se dio medía vuelta, comenzó a caminar y antes de salir por la puerta volteó por encima del hombro.
-Siempre te ame sara- dijo y se volteó-. Y siempre lo haré.
Max...Wolf, desapareció tras la puerta de entrada y todo comenzo a difuminarse, sus cosas se desvanecían poco a poco, y en el suelo de mármol negro, solo quedo aquellá foto de aquél viaje a Queretaro. Me coloqué en cunclillas y tome la foto del suelo, entoncés unas lagrimas se recorrian por mis mejillas, pero realmente no estaba llorando, si no, solo era la sensación de que lo estaba haciendo.
-Max...-susurre, y abracé la foto.
Me levanté de aquellá habitación, la cual ahora estaba completamente vacía, seguía en pie con mis pensamientos con respecto a Max, era un traidor, me abandono, no podía perdonarle aquella cosa, así que le daría caza, lo encontraría y lo mataría así fuese lo ultimo que hiciera en este lugar. Guarde la foto en mi pantalón, quería al menos recordar al Max de antes, comencé a caminar, quería salir de ese lugar. Al salir del edificio me di cuenta de que varios del gremio habían llegado, se acerco un chico llamado Millar.
-¿Dónde esta?- preguntó con emoción.
-Ha escapado- respondí friamente.
-No, pero tu dijis...- comenzó pero le silencie con la mano.
-Pero ha escapado, y nadie le comentara nada a Mordred- dije acercandome a el-, o yo misma te matare y al que sea que le haya dicho.
-Si- respondió el jugador con miedo y recelo.
-Muy bien, ahora me ire- dije con un tono despreocupado.
Ahora me encaminaba al portal, estaba decidida a encontrarle. Max, había cambiado para mal, y yo soy la unica que puede salvarle, aunque pensandolo bien, creo que la traidora soy yo, pero no me importa, haré todo para recuperar a mi hermano, o matar al que antaño fue mi hermano. Me coloque la capucha de mi tunica y avance por la ciudad de luz, ahora el juego había comenzado.