¿Quieres ser mía? (JASN Libro...

By ReynaCary

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¿Jugamos a ser novios? Libro #3 ¿Quieres ser mía? ¿El último juego? Con los planes de la boda de su hermana m... More

¿Quieres ser mía? #3 (Sinopsis)
¿No quería conocerte?
¿15 minutos?
¿El modelo?
¿Lentes de contacto?
¿Advertencia?
¿Olor a lluvia?
¿Ardilla?
¿Azul?
¿La fotografía?
¿Gemelas?
¿Eres perfecto?
¿Nena?
¿Hablar de travesuras?
¿Personalidad especial?
¿Pequeña mentirosa?
¿Nuestro personaje?
¿Soltarás mi mano?
¿Piel contra piel?
¿Uno más?
¿Arrepentidos?
¿No estoy enamorada?
¿Lazarillo?
¿Juzgar por apariencias?
¿Gemelos fraternos?
¿Igualar el marcador?
¿Demasiado tarde?
¿Quieres ser mi...?
¿No es la novia de Julián?
¿Quieres ser mía?
¿Final?
¿El mito del ramo? (Final)
¿Epílogo?
¿Juegas conmigo? Información + Sinopsis
¿Juegas conmigo? Fecha de publicación.

¿Padrino de traje?

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By ReynaCary


Capítulo 29

¿Padrino de traje?

—¡Aún no has ido a buscar el traje para tu boda! —exclamó derramando un poco de su bebida en la mesa.

Matt volteó a todos lados con pánico antes de regresar la mirada con molestia hacia ella.

—Te dije que no fueses a exagerar —le reclamó su cuñado llevándose a la boca su nada nutritiva y dietética comida. Pero desde que había dejado de modelar no se preocupaba por llevar una dieta tan rigurosa. Tampoco es que se alimentase mal o dejase de hacer ejercicio pues Jeanne a veces se quejaba, con una sonrisa, cuando él la abrazaba todo lleno de sudor después del ejercicio.

—¿Cómo va a guardar la compostura cuando confiesas que ni te has interesado por buscar el traje a solo tres semanas para tu boda? —dijo Laini defendiéndola de su exagerada reacción al mismo tiempo que negaba con la cabeza—. Si yo fuera Jeanne ya te hubiese dejado.

Matt frunció el ceño y tragó antes de hablar.

—Si lo dices así suena como si no me importara. Pero la razón es porque no tengo a nadie que me acompañe y aconseje sobre eso —se defendió—. Vamos que Jeanne las secuestró a todas ustedes para que la ayudaran con el vestido.

Ni que lo diga, se sentía completamente rara entre tantas mujeres, es más era probable que ni en su salón de clases hubiese habido jamás tantas mujeres y es que con Ely, Mónica, Micah, Lissa, Laini, ella y todas las empleadas y modistas que las rodeaban cada vez que reconocían a Jeanne.

—¿Por qué no le pides ayuda a Julián? —sugirió Laini y ella asintió a favor—. Ambos fueron modelos, no creo que se les dificulte encontrar algo adecuado. Digo, sé que los vestían otras personas pero debieron haber aprendido lo mínimo de moda ¿no?

Matt asintió no muy convencido. Viéndolo bien su cuñado se vestía entre casual y con flojera/apresurado estudiante universitario del turno matutino, ese podría ser un nuevo estilo. Por su parte pensaba que Julián se vestía increíblemente bien, esa combinación entre formal y casual lo hacía verse tan sexy que...

—Laini la-mejor-pelirroja-del-mundo llamando a Brenda —interrumpió su amiga sacudiendo las manos frente a su cara, después le pasó una servilleta haciendo una mueca de asco—. Se te estaba cayendo la baba.

—Qué graciosa —renegó pero terminó limpiándose la boca. Probablemente su amiga sí tenía razón pero ella no tenía la culpa de tener al mejor novio del mundo, guapo, multi-talentoso e increíblemente sexy con camisa o sin ella... pues era digno de babear.

—Supongo que al final terminaré pidiendo un traje por internet —murmuró Matt decaído.

—Bien, bien, iremos hoy —comentó su amiga sacando su celular.

—¿Cómo que iremos? —preguntó Matt con miedo—. ¿Hoy? Bueno... podría ser, Jeanne sale hasta tarde del trabajo.

—Por mí no hay problema aunque mi experiencia vistiendo hombres no es mucha, soy mejor quitándoles la ropa —sonrió alegre y su cuñado la vio mal—. Llamaré a Julián... Por cierto ¿a quién llamas? —le preguntó a su amiga quien se limitó a guiñar el ojo con un asentimiento mientras mantenía el celular en su oído.

En cuanto terminaron de comer salieron de la cafetería de la universidad y siguieron a Laini hasta el estacionamiento. Por suerte, ese día Matt dejó su auto en casa puesto que solo fueron a dos clases y entraron tarde por lo que se fueron en transporte público y también entendió por qué Laini le pidió que le dijera a Julián que no llevase su auto al encontrarse con ellos; pues al llegar al estacionamiento la vio acercarse a un enorme auto que reconocería en cualquier lugar.

Laini corrió del lado del conductor y vio a un hombre bajar del auto, uno que ella conocía muy bien. Sonrió al verlo entregarle un termo a Laini para después acercarse a ellos.

—¿Qué clase de emergencia es? —preguntó Martín saludándolos con la mano.

—Se va a casar —habló Laini con el borde del termo entre sus labios mientras señalaba a Matt con la mirada.

—Eso lo sé, fue noticia internacional, pero ¿por qué me ocupan?

—Cierto, eres el indicado ¿cómo no pensé en ti? —dijo Matt con alegría.

Ella asintió secundándolo, Martín aunque fuese un adulto se vestía realmente bien, conseguía que sus trajes se viesen increíbles en cualquier situación. Seguro sabría cuáles eran los mejores lugares para conseguir lo adecuado para el novio.

—No lo tomes como si fuera agua —reclamó Martín al ver como Laini se empinaba el termo con ambas manos. Su amiga le lanzó una mirada furiosa y siguió bebiendo el café como ella quiso.

—Ocupamos tú ayuda para elegir el traje que usará Matt para su boda ya que él es un forever alone y no sabe cómo elegirlo —habló señalando a su cuñado.

Matt volteó a verla ofendido.

—No soy un forever alone, me voy a casar con tú hermana —se defendió de una forma un poco penosa.

—Eres un forever alone de amigos —contradijo encogiéndose de hombros.

—Qué rico —dijo Laini dejando salir un suspiro de satisfacción antes de entregarle el termo color coral a Martín y este le dedicase una mirada molesta—. Lo quiero lleno para mañana.

—Mañana no hay clases —respondió pero tomó el termo y al sentirse observado volteó hacia ellos asintiendo con velocidad—. No hay problema. Les ayudaré. Entonces ¿nos vamos? —preguntó Martín jugueteando con las llaves de su auto.

Ella reaccionó y agitó la cabeza.

—Falta mi novio, ya casi llega, pidió un taxi.

Como si lo estuviese invocando le llegó un mensaje de Julián preguntándole en qué parte estaban y un par de minutos después de responderle consiguió verlo, le silbó y él se acercó a ella con una sonrisa. Iba vestido con su ropa formal/casual y unos lentes oscuros pues en la universidad corría el grave peligro de ser acosado por locas fans.

—Perdón por la tardanza —la saludó inclinándose para darle un rápido beso—. Este lugar es enorme y unas chicas me reconocieron por lo que tuve que rodear el estacionamiento.

—No importa, ellos esperan —dijo señalando a su cuñado, Martín y Laini.

Julián los observó y nuevamente se inclinó a su lado.

—¿Quién es el otro sujeto? —preguntó en un susurro.

Ella sonrió y lo tomó de la mano para poder acercarse al pequeño grupo.

—Martín, te presento a mi novio, Julián —se hizo a un lado para que ambos pudiesen estrecharse las manos—. Julián, él es Martín.

—¿Novio? —preguntó Martín y luego volteó a Laini para verla con una sonrisa—. Laini, tú esposa te engaña.

Su esposa le golpeó el estómago con el codo que casualmente estaba a la altura exacta para ser torturado por Laini.

—¿Y exactamente por qué se conocen? —preguntó Julián levantando ambas cejas.

—Es nuestro Ex —interrumpió Laini con una sonrisa tierna y malvada. Sí, solo ella podía ser capaz de hacer una expresión así.

—¿Nuestro? —murmuró su novio tan confundido que le daba ganas de soltarse a reír como si no hubiera mañana—. ¿Ex de las dos?

Laini y ella asintieron al mismo tiempo.

—Soy su ex profesor —aclaró Martín ganándose malas miradas por parte de ambas—. Y será mejor que nos demos prisa si queremos encontrar algunas tiendas abiertas.

—Exagerado, son las 2 de la tarde —se quejó Laini caminando hacia la puerta del copiloto en donde se quedó de pie hasta que Martín la ayudó a subir.

Por su parte ella jaló a Julián consigo y subieron a la parte de atrás con Matt siguiéndolos. A pesar que no le gustaba ir sentada en medio tuvo que hacerlo pues ambos chicos eran muy altos y Martín mencionó que le estorbaban al ver por el retrovisor.

En pocas palabras la llamó enana.

Estaban frente a una plaza comercial en donde todo parecía tan costoso que Brenda sintió la necesidad de contener el aire con tal de no romper algo y quedar endeudada de por vida. Ella al pertenecer a una clase media no podía entender como había personas que podían darse lujos como comprarse un café de 20 dólares ¡20 dólares! Con eso podía comprarse más de 5 tamaño jumbo en la cafetería de la universidad y le sobraba dinero.

—Laini, Brenda —las llamó Martín con tono serio—. Prohibido hacer sus travesuras aquí a menos que quieran ir a la cárcel.

—Yo soy pelirroja y encantadora, jamás me llevarían a la cárcel —respondió Laini dando una vuelta en su propio sitio luciendo su ropa y larga cabellera. Su mejor amiga jamás perdía la oportunidad de presumirse pues según ella el mundo debía poder admirar su belleza. Laini volteó con Matt y Julián para lanzarles una mirada dura—. Ustedes no dejarían que me lleven a la cárcel ¿verdad?

—¡Jamás! —respondieron ambos muchachos con miedo.

Ella rodó los ojos ante las ideas de su amiga. La adoraba tanto que no le importaba que intimidara un poco a Julián.

—Solo compórtense y ya —volvió a pedir Martín.

—No estamos en la preparatoria ¿sabes? Ambas somos mayores de edad —dijo cruzándose de brazos fingiendo estar ofendida.

—Ser mayores de edad no es sinónimo de madurez —se burló Matt.

—¿Qué tipo de traje estás buscando para tu boda? —preguntó Martín a Matt cortándoles su plática sin sentido.

Su cuñado permaneció en silencio viendo fijamente al piso como si este le fuese a dar las respuestas, después de unos segundos levantó la mirada y puso una expresión de vergüenza.

—La verdad no tengo algo en mente.

Julián lo tomó por el hombro y lo vio alarmado, incluso Martín se acercó a él con los ojos muy abiertos.

—¡Es tú boda! ¿Cómo que no tienes nada en mente? —exclamó Julián como si fuese un pecado, probablemente si estaba mal que Matt se tomase un poco a la ligera eso pues estaban a tres semanas de la boda pero elegir un traje para hombre era mil veces más rápido que escoger el vestido de novia para una mujer.

—Mínimo el color del traje —lo animó Martín.

—Corte y color de la camisa —siguió Julián.

—¿Con moño o corbata?

—¿Chaleco o solo saco?

—¿Zapatos?

—¿Peinado?

—¿Todo eso ocupa un hombre? —preguntó Laini que ya estaba junto a ella.

—Al parecer... Creo que me siento extraña al saber que Julián se preocupa más por su vestimenta que yo —se llevó ambas manos al pecho—. Yo solo me levanto y elijo lo que hay en mi armario. Toda mi ropa me gusta así que tomo lo que hay y ya, pero en este momento mi novio está hablando sobre peinados.

—Se ven guapos —soltó Laini viendo a los tres hombres frente a ellas.

—¿Qué? —preguntó confundida.

—Que los tres se ven apuestos en este momento, parecen emocionados. Por lo regular siempre tenemos la imagen de que la mujer es la que se emociona con su gigantesco grupo de amigas pero incluso los hombres pueden ponerse así —los señaló—, al hablar sobre ropa y preparativos para boda.

Prestando atención a lo que dijo Laini pudo darse cuenta de la verdad. Matt estaba sonriendo mientras escuchaba con atención a Julián y Martín sugiriendo un montón de colores, telas, cortes, etc. que ella jamás imaginó que un hombre conocería.

Era impresionante la forma en que algo como una boda pudo conectarlos. Apenas se conocían entre sí pero los tres estaban hablando como si tuvieran amistad de años, las edades no parecían ser un impedimento tampoco y todo le parecía increíble.

Vio a Laini acercarse a ellos para empezar a empujarlos por la espalda en dirección a las tiendas de ropa.

—Démonos prisa o cerrarán antes de poner un pie dentro —los apresuró y era muy gracioso como una pequeña de metro y medio podía mover a tres hombres que la superaban por más de 30 centímetros.


Estaba recargada sobre el hombro de Julián frente a la lujosa área de probadores masculinos. Era una especie de sala que tenía sillones alargados con respaldos pequeños de color blanco, en frente había 3 escalones que conducían a una tipo plataforma rodeada de 3 pares de espejos y a un costado estaban dos cubículos para vestirse. Todo era demasiado lujoso que prefirió permanecer sentada a caminar y romper algo por accidente o simplemente evitar moverse pues sus pies dolían tanto que ganas le sobraban para lanzar sus botines lejos.

Pero no podía, esa era una de las 6 tiendas de ropa masculina que habían visitado. ¡6 tiendas! ¿Cómo era posible que les estuviese llevando tanto tiempo?

Bueno sí lo sabía, Matt decidió encapricharse en usar un traje de novio beige para que combinase con el vestido color perla de Jeanne pero los que había en las tiendas le quedaban demasiado ajustados o simplemente no le entraban. Su cuñado no era para nada gordo pero aparentemente los trajes de esa ciudad eran hechos para hombres sin músculos.

—Encontramos estos —apareció Laini junto a Martín quien cargaba dos trajes con sumo cuidado—. Ambos están bien pero me gusta más el que tiene chaleco, al menos el modelo se veía bien bueno.

Ella y Julián rieron y Matt se apresuró a quitarse la camisa para tomar el traje que Laini sugirió. Su cuñado también se veía cansado, supuso que se debía a las miradas acosadoras de las empleadas y empleados de las tiendas. No hubo ninguna en donde pudiesen pasar desapercibidos. Es decir tres hombres muy apuestos midiendo más de metro ochenta preguntando sobre trajes para bodas... bueno, llamaban la atención de todo el mundo.

—Deberías aprovechar para buscar un traje para ti —le dijo a Julián que volteó a verla con una sonrisa—. Porque no volveré a pisar una tienda de estas en mucho tiempo.

—Si a Matt no le quedan los trajes que es un enano menos a mí que mido casi 2 metros —explicó relajado—. Tendré que mandar a hacer uno a mi medida.

Ella se encogió de hombros.

—Mientras te lo entreguen en 3 semanas...

—Bien... —Julián se puso de pie—. Creo que buscaré algo.

—¿Por qué dejan todo para ultimo? —murmuró Martín entregándole a la empleada, que lo observaba como tonta, uno de los tantos trajes que Matt se había medido—. Siendo ustedes modelos pudieron conseguir algo mejor ¿no?

—Ya no somos modelos —habló Matt dentro del probador—. Pero me alegra no haber mandado a hacer mi traje porque no tenía idea de lo que era correcto usar y seguro los diseñadores me hubieran vestido para una sesión de fotos y no para mí boda. Por eso gracias por estar aquí.

Su cuñado salió del vestidor abrochándose en pantalón y con la camisa sin abotonar cuando escucharon un "click" de fotografía. Todos, menos ella, voltearon hacia las empleadas que los rodeaban pero Brenda sabía que sus manos estaban libres, fue entonces cuando vio a Martín quitándole el celular a Laini y ésta empezando a saltar para tratar de quitárselo.

—Es solo una foto, no le hace daño a nadie —exclamó Laini dando un último salto—. Te arrepentirás —amenazó a Martín señalándolo con el dedo pero en lugar de intimidarse como Julián, Martín le sonrió por lo que su amiga lució más enojada.

—Me da miedo que quieras una foto mía —dijo Matt abotonándose con velocidad la camisa.

—Aunque no seas modelo tus fotos siguen vendiéndose bastante bien —comentó Laini con desinterés caminando hacia donde ella estaba sentada—. Lo siento, te fallé amiga.

Ella se puso de pie para abrazarla.

—Sé que lo intentaste —dijo tratando de reconfortarla.

—¿Aún sigues vendiendo fotografías? —exclamó Matt frunciendo el ceño.

—Ocupo unos cuantos dólares para poder pagar mi departamento nuevo —se excusó—. Las fotografías son mi último recurso para conseguirlos.

—¿No te mudarás con Julián? —preguntó su cuñado quien estaba siendo ayudado por Martín para terminar de vestirse.

—No quiere —apareció su novio con tres opciones de trajes en sus brazos—. Le ofrecí vivir conmigo y se negó, le ofrecí una de mis casas y tampoco quiso, ni siquiera el departamento que tiene Jona desocupado desde hace meses. Estoy dudando seriamente que me quiera.

—Uy —habló Matt con cizaña en la voz—. Así empiezan, primero no quieren pasar tiempo contigo y después te dejan.

—¿Lo dices por experiencia? —contraatacó Julián sonriendo.

—¡Sí! —exclamó ella acercándose a él para abrazarlo—. Así se hace. Estoy muy orgullosa de ti, has aprendido bien.

—Eres tan malvada —exclamó su cuñado entrecerrando los ojos.

Martín soltó una leve carcajada que intentó cubrir con una tos falsa. Le puso el saco a Matt y le dio unas palmadas en el hombro para que se viese al espejo.

—¿Por qué tan tímido, Martín? —preguntó Julián—. También puedes hacerle Bullying a Matt.

—No es eso, me causó gracia que le llame malvada a Brenda —confesó con una sonrisa ladeada pero Julián levantó ambas cejas por lo que Martín se vio obligado a aclararlo señalando a Laini—. ¿Malvada? ¿Brenda? Pero ella es un ángel comparándola con Laini.

Julián y su cuñado asintieron al mismo tiempo en total acuerdo, incluso ella lo hizo. Aunque conforme se conocía a Laini era fácil ver que la maldad solo era superficial, en realidad su imagen tierna sí llegaba a acoplarse con su personalidad, pero en serio, se debía pasar mucho tiempo con ella.

Matt se giró al espejo y observó su vestimenta.

—Es este —dijo asintiendo satisfecho. Dio un par de vueltas, movió los hombros, jaló el cuello de la camisa y acomodó la corbata. Cada vez se le veía más feliz con ese traje. Era un pantalón beige, al igual que todo el conjunto, camisa blanca, corbata y chaleco para finalizar el saco con unos botones un poco más oscuros que el traje.

La verdad se veía muy bien, y feliz, que era lo que importaba, en otros conjuntos inmediatamente había mostrado su inconformidad, muy negro, muy blanco, muy aburrido, demasiados detalles, ajustado, mala calidad en la tela, el moño lo ahorcaba y demás cosas, incluso llegó a mencionar que jamás usaría un traje gris a lo que Martín dejó ver su descontento.

—Sí, definitivamente es este —le sonrió a su imagen al espejo.

—Te ves increíble aunque era de suponerse porque yo lo elegí —habló Laini con orgullo—. Soy muy buena en esto de vestir hombres. Por ejemplo —señaló a Julián—. De esos tres el mejor es el azul marino y combinará muy bien con el vestido que usará Brenda. De nada.

Julián observó los tres trajes detenidamente y al final caminó hasta el probador para empujar a Matt y entrar solo con el azul marino. Unos minutos después salió acomodándose el saco y se vio en el espejo.

—¡A la primera! Me ha quedado un traje a la primera sin mandar a ajustar algo —exclamó su novio contento—. Me veo increíble. Creo que te opacaré, Matt.

Su cuñado lo golpeó en el hombro y empezaron a empujarse jugueteando.

—Ya dejen de coquetear que tú tienes novia y tú te vas a casar en unas semanas —dijo Laini señalándolos respectivamente.

Ambos rieron y jugaron una carrera para ganar el probador más grande. Matt terminó ganando y le arrojó su ropa por la parte de arriba. Julián le golpeó la puerta dando dos patadas antes de entrar al siguiente y empezar a cambiarse.


Matt seguía avergonzado cuando salieron de la tienda.

—En serio no tenías que hacerlo —volvió a decir como por centésima vez.

—Ha sido un gusto para mí, no tienes por qué sentirte apenado —respondió Martín amablemente.

Al final cuando estaban por pagar Martín decidió mostrar su amabilidad como siempre y él fue quien terminó pagando el traje de su cuñado. Inmediatamente Matt se opuso e insistió en que cancelaran el pago pero Martín se negó y empezaron una graciosa discusión de "sí/no" en donde los empleados de la tienda no sabían a quién hacerle caso. Al final Martín terminó ganando y Matt con el rostro rojo.

Era muy gracioso ver a un hombre sonrojado.

—Ni que fuera tan raro —habló Laini—. Es como un padrino de traje.

—¿Padrino de traje? —preguntaron ella y Julián al mismo tiempo pero ella sola continuó—. No sabía que eso existía.

—Ni yo pero se puede dar la ocasión —dijo Laini sonriendo—. Además no tenías de otra, no se le puede ganar a Martín.

El aludido asintió complacido de escuchar eso por parte de Laini.

—¡Ni si quiera tú! —exclamó Julián abriendo mucho los ojos.

—Yo sí —guardó silencio al sentir la mirada de Martín pero no volteó a verlo—. La mayoría de las veces.

—Tengo una duda —habló su novio—. Espero no ser muy entrometido pero exactamente ¿qué son ustedes dos?

Laini sonrió y Martín desvió la vista negando con la cabeza, seguro de la respuesta que habría a continuación.

—Es mi chico de los cafés —respondió Laini con una sonrisa—. Y mi profesor de cálculo avanzado los martes, miércoles y viernes.

—Bien... —murmuró Julián no satisfecho por la respuesta. Desde luego él volteó a verla pero ella solo se encogió de hombros, no había nada más que decir.


Unos minutos después terminaron en una cafetería en donde pidieron cafés y chocolates, excepto Julián que pidió un té y un sándwich vegetariano. Pasó una tarde tan divertida que deseaba no se acabara pero cada quien tenía cosas qué hacer y a las 7 de la noche caminaron al estacionamiento pues Martín insistió en llevarlos a sus casas.

Ella iba de la mano con Julián detrás de Martín, Laini y Matt que hablaban sobre algo que perdió la pista.

—Hace tanto que no salía así —comentó Julián sonriente. Le hacía feliz verlo tan animado—. Es agradable tener compañía tan diferente. Pero mañana deberíamos salir solo nosotros.

Ella levantó la mirada dándole una sonrisa abierta.

—En la mañana iré a la agencia pero...

—Pasaré por ti en cuanto te desocupes, no me importa esperar todo el día para estar contigo.

—Pero pongo una condición —advirtió—. En la noche no vuelvo a mi casa.

Julián solo dio un asentimiento fuerte y se inclinó para besarla. En todo el día no se habían besado y la boca de su novio se le hizo exquisita. Podía pasarse todo el día haciendo eso y jamás se cansaría.

—¡Ya van a empezar! —gritó Laini.

Ellos se besaron una vez más antes de separarse y caminar a la celosa pelirroja que los observaba con los brazos cruzados. 

* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * *

Que deberían felicitarme por publicar en menos de un mes :D

Al fin les dejo el capítulo 29 que me emocionó mucho escribir porque MARTÍN.

Probablemente muchos no lo conozcan pero él es el protagonista de 30 días para enamorarme y es muy querido por mí :D

Si les gustó el capítulo no sean tacaños y déjenme un comentario y una estrellita o una maldición caerá sobre la novela muajajaja xD

Muchas gracias por leer. Sé que el capítulo fue muy sencillo pero igual espero que les haya gustado :D

Nos leemos en el próximo capítulo de esta novela o probablemente con 30DPE ;)

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