Y después...

By micheldonmyparents

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The Next Step ha ganado los Internacionales, y Michelle ha llegado a un punto en el que no puede más. Los últ... More

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By micheldonmyparents

HOLA AMOREEEEEES
VOLVEMOS CON UN NUEVO CAPÍTULO DE Y DESPUÉS! YAY!!!
RECORDAD QUE TENGO AHORA BLOG! ECHADLE UN VISTAZO! POR CIERTO, ESTOY DE VACACIONES EN UN LUGAR DONDE APENAS HAY INTERNET. SI EL MARTES NO PUBLICO VCM SABÉIS POR QUÉ. SI NO PUBLICO EL MARTES EL MIÉRCOLES VUELVO A CASA, ASÍ QUE DONT WORRY.
BUENO, ESTE CAP (COMO PROMETÍ) ES LARGO.
DISFRUTAD... DENTRO CAP!!

En casa de los Lupien estaban teniendo una tarde relajada y agradable. Los dos gemelos estaban viendo la televisión con su padre mientras Dawn leía una revista en la cocina, acompañada de un chocolate caliente.

Se acercaban las Navidades, y la mujer no podía evitar pensar en cómo habían cambiado las cosas de un año a otro. Como mayor diferencia era que su bebé más mayor ya no estaba con ella; se había mudado fuera del hogar familiar. Dawn siempre estaría orgullosa de él pero, de nuevo: le apenaba saber que sus niños crecían. Aún así, estaba feliz por Eldon, porque precisamente él estaba en una relación sana y feliz. Dawn planeaba darles la lata para que se casasen y tuviesen niños, pero para eso quedaba un tiempo. Empezaría a dar sutiles pistas cuando hicieran un año, y cada vez lo haría más intenso. Sin prisa, pero sin pausa. Eso no se admitía.

De repente, las luces se fueron.

-¡Mamá!- exclamaron los gemelos- ¡No hay luz!
Dawn se mordió la lengua para no decir: "¿en serio? Ni me había dado cuenta" y pasó al salón con cuidado.

-Eso parece. Allain, querido, ¿por qué no vas a ver qué ha sucedido?

Allain suspiró, asintiendo, y fue a verlo. Volvió apenas un par de minutos después.

-Creo que tendremos que llamar a un profesional. Eso no acaba de tener buena pinta.

Dawn suspiró y accedió a ello. Quería tener una tarde tranquila, pero eso siempre había sido difícil en casa Lupien. Llamó a un electricista, y el hombre estuvo en su casa en apenas unos minutos. El matrimonio mandó a los gemelos al salón (ahora iluminado por velas) y luego se fueron a ver cómo iban las cosas.

-¿Y bien, pasa algo grave?-preguntó Dawn. El hombre se rascó la cabeza con la carpeta que llevaba.

-Más o menos... esto es más grave de lo que pensaba. Necesitaré repararlo...

-Eso es obvio, ¿pero cuánto tardará?

-Uf, dudo que esté hasta mañana por la tarde.

-¿Qué?-preguntó Dawn, sorprendida. Pensaba que en un par de horas estaría todo solucionado: cenarían mucho más tarde, pero no pasaría nada.

-Ajá. Si quieren comienzo ya...

-Por favor- sonrió Allain. Luego llevó a Dawn al salón.

-Papá, mamá- dijo Nicholas-, ¿pasa algo malo?

-Tardarán en arreglarnos la electricidad- suspiró Dawn-, hasta mañana por la tarde nada.

-Pero...- murmuró Oliver-, eso es malo.

-Lo sé, hijo. Allain, no podemos dormir hoy aquí. Tenemos que buscar alguna solución.

-¿Y las casas de los abuelos?-sugirió Oliver.

-Esa es buena idea- opinó Nicholas.

-No, chicos- dijo Allain-. Recordad que han ido a casa de vuestros tíos, cada uno a la de sus respectivos hijos. Volverán para Navidad.

-Cierto...- murmuraron los gemelos.

-¿Tu amigo Matthew?-preguntó Dawn.

-Está de viaje de negocios. ¿Y tu amiga Cassandra? Vive sola, ¿no?

-Vive sola- asintió Dawn-, pero está en un crucero de solteras con otras mujeres por las islas griegas.

-Vale, así que ella no... nuestros hermanos, obviamente, quedan descartados. Viven demasiado lejos.

-Nos hemos quedado sin posibilidades, entonces- murmuró Dawn. Allain suspiró.

-Eso parece. Tendremos que irnos a un hotel...

-Espera- dijo Nicholas- podemos ir a la casa de Eldon.

El matrimonio se miró entre sí.

-Esa idea es genial- opinó Dawn-, ¿por qué no pensamos en ella?

-Porque aún no nos hemos acostumbrado a su marcha, querida. Por eso.

-Pues no se hable más. Chicos, coged ropa y metedla en alguna mochila libre que tengáis. Y ni se os olvide los libros del colegio y todo eso. No os libráis de ir mañana.

-Vale- dijo Oliver, rodando sus ojos y levantándose de camino a las escaleras para poder ir a su habitación-, pero que te enteres: es ya el instituto.

Dawn rodó sus ojos, dandole una suave colleja a su hijo, y luego ella misma fue a empaquetar un poco de ropa y a coger el portátil y su bolsa de trabajo. Esperó a que su marido e hijos hicieran lo mismo y luego se despidieron del trabajador y se fueron al coche. Cargaron las bolsas y entonces pusieron marcha a la casa de Eldon.

-Dawn- dijo Allain, ya cuando llevaban un par de minutos en la carretera.

-¿Sí, querido?

-Estaba pensando... ¿no le molestará a Eldon que vayamos?

-¿Molestarle? Somos sus padres, Allain.

-Lo sé, pero: no hemos avisado. Y él no vive solo, querida.

-Oh, pero vive con James y Riley, a quienes conocemos desde niños, y con su novia. Todos son como segunda familia.

Allain dejó escapar un suspiro.

-Si tú lo dices...

-Lo digo, lo digo.

Condujeron hasta la casa de su hijo mayor. Una vez allí, aprovecharon que un repartidor de comida entraba para entrar ellos, y luego fueron hasta el piso y la puerta de Eldon.
Llamaron y esperaron unos momentos a que alguien abriera.

********

-Nadie abre- observó Oliver al rato. Dawn tocó el brazo de su marido.

-Llama otra vez.

Allain obedeció, volviendo a llamar. Esa vez les hicieron caso, porque a los pocos momentos Eldon abrió la puerta.

-¿Sí?-preguntó, aunque se quedó sorprendido al verles- Chicos, hey. ¿Pasa algo?

-La luz en casa se ha fastidiado- explicó Nicholas-, así que tuve la idea genial de venir a tu casa.

-No molestamos, ¿verdad?-preguntó Allain. Eldon negó con la cabeza y se hizo a un lado para que pasaran.

-Para nada, papá. Me he sorprendido, eso es todo.

-Genial- sonrió Dawn, dandole un beso en la mejilla a su primogénito-. ¿Están tus compañeros de piso o tu novia?

-Pues... James y Riley pasan la noche fuera, en realidad. Dejé a Mich en el salón...

-Oh, voy a ir a saludarla.

Eldon asintió y dejó que su madre fuera directa.

-Hijo- dijo su padre- sentimos si hemos molestado, aunque no quieras admitir que lo hayamos hecho.

-Sois mi familia, papá. Jamás molestáis.

Su padre sonrió, asintiendo, y luego fueron con las chicas, que ya hablaban sentadas en el sofá. Eldon estaba un poco frustrado, porque le habían fastidiado un rato que tenía pinta de ser interesante, pero sabiamente calló. Se alegró, eso sí, de que les hubieran pillado en ese momento, y no más tarde.

-Eldon- sonrió Michelle al verle-, le decía a tu madre que podrían dormir en lo que fue mi habitación. Tendremos algunos colchones por ahí, ¿cierto? - Eldon asintió- Pues eso ya está solucionado. Si no os da mal rollo dormir en una habitación un poco llena de espejos, claro.

-Oh, eso mola- aplaudió Oliver, ganando que Nicholas, a su lado, asintiera. Michelle rió, asintiendo.

-Gracias por la hospitalidad, hija- dijo Allain.

-Nada de hospitalidad, papá- sonrió Michelle-. Somos familia. Ahora, ¿os parece si miramos todo el asunto de las camas y vuestras cosas?- los Lupien asintieron y Michelle fue hasta Eldon- Las camas están en el trastero, me parece. ¿Puedes ir tú?

El rubio asintió, sonriendo.

-Iré a ayudarte, hijo- se ofreció Allain. Luego, les hizo un gesto a los gemelos-. Chicos, venid a ayudar, por favor.

Ambos chicos asintieron y se fueron de allí. Michelle le indicó a Dawn que fueran a su habitación. Cogieron las cosas y luego se fueron a la antigua habitación de Michelle. Ahora tenía espejos por toda una pared y una barra de ballet.

-De nuevo, si no os importan los espejos creo que estaréis bien...- murmuró la rubia. Dawn le miró, sonriendo agradecida.

-Es mucho más de lo que pedíamos, hija. Gracias. Aunque, por curiosidad más que nada... ¿ha cambiado mucho la habitación de mi hijo?

-Oh, pues... un poco- rió-. Ya sabes, el toque de una mujer. ¿La quieres ver?

-Si puedo...

-Claro, mamá. Pasa.

Dawn obedeció a su nuera, y la acompañó a la habitación de su hijo. La pareja tenía un gusto parecido, así que el cambio no había sido enorme, pero se notaba que ahora vivía una chica ahí. Los muebles seguían casi igual; había un sillón individual que antes había estado en la habitación de la rubia, y un tocador. La cama estaba hecha con más cuidado y las sábanas y cubre eran más delicados. Habían cojines que antes estaban en la habitación de Michelle, y ahora la habitación tenía fotos de ambos en algunos lugares. Además de eso, Dawn notó, olía considerablemente mejor con la rubia viviendo allí.

-Me encanta, celo. Le has dado un toque encantador.

-Gracias- rió Michelle. Volvieron entonces a la otra habitación, coincidiendo con los chicos entrando con los colchones. Los pusieron en la habitación y aprovecharon para ir a buscar sábanas y hacer las camas. Como tuvieron eso cubierto en poco tiempo, quedaron en que se cambiarían en algo más cómodo y que entonces podrían cenar, con la idea de Eldon de encargar comida a un restaurante japonés que tenían cercano. Los demás estuvieron de acuerdo, y también se pudieron dar algunos una ducha.

Una vez que tenían la cena, todos disfrutaron de un rato agradable. Michelle y Eldon les contaron lo de Chloe, y la rubia sus planes para Navidad. Hablaron de las próximas fiestas y de la competición de baile que cada vez estaba más y más cerca, y, una vez acabada la cena, recogieron todo y estuvieron un rato viendo la tele, con Michelle y Eldon abrazados en el sofá y el resto de los Lupien esparcidos por él. Cuando se fue haciendo tarde, los huéspedes se despidieron de Micheldon y se fueron a su habitación. La pareja apagó las luces y también se fueron a la suya.

-Pues- dijo Michelle, sonriente-, parece que más o menos algo de lo que te sugerí el otro día ha pasado.

Eldon levantó una ceja, a la vez que veía como su novia se sentaba en su cama.

-¿El qué?

-Lo de dormir en la casa de alguno de nuestros padres. Vale, sí, esta sigue siendo nuestra casa, pero están durmiendo aquí. Y ha ido bien.

-Sí- sonrió Eldon-, como primer paso no ha estado mal.

Michelle negó con la cabeza, riendo. Luego, se recostó en la cama y levantó una ceja al ver a Eldon gatear hasta ella. Se recostó encima de su cuerpo, y besó su cuello lentamente. Michelle evitó un escalofrío, mordiéndose el labio.

-¿Qué haces?-preguntó, fingiendo curiosidad.

-Como si no lo supieras, nena.

-Vamos, tu familia está aquí.

Eldon sonrió sobre su cuello antes de volver a besarlo.

-Pues entonces seré lo más silencioso posible.

Michelle notó como su rostro se calentaba y, sin espejo, sabía que su cara estaría de todos los tonos de rojo posibles.

-¿Vas en serio?

Eldon solo gimió de manera suave, llevando sus manos debajo de la camiseta de Michelle. La rubia sintió como toda ella respondía al tacto de su novio, y decidió ir con él.

Sonriendo, tomó la cara de su novio y besó sus labios.

-¿Así que te he convencido, eh?

-Más bien... he tomado una decisión por los dos en avance...

Eldon resopló, pero, en vez de replicarle, siguió besándola. "Chico listo" pensó Michelle, y se dejó llevar, una noche más.

********

Dawn se había levantado a una hora temprana. Tenía que darse una ducha, y en apenas un par de horas estar en su trabajo. Antes de meterse en el baño, eso sí, pensó que sería una buena idea ir a despertar a Eldon y Michelle. Paró delante de su habitación y llamó a la puerta, esperando paciente.

Dentro, Michelle había sido despertada por la llamada de su suegra. Se despegó de su novio, apartándose el pelo de su cara y mirando alrededor, un poco confundida. Luego, se dio cuenta de que habían llamado a la puerta, y se levantó, poniéndose la camiseta de su novio por encima de su cuerpo (porque no pensaba ir a abrir la puerta desnuda), alegrándose de que le viniera grande (le llegaba a un palmo por encima de las rodillas).

Dawn sonrió al oír como se abría la puerta. Luego, delante de ella, estaba Michelle, con una cara de sueño que no le quitaba nadie. Dawn abrió la boca sorprendida, aunque intentó disimular. Es decir: su nuera estaba vestida con una camiseta de su hijo que le venía grande, y no tenía pantalones. Detrás de ella, podía ver a Eldon tumbado en la cama con un brazo extendido, como si Michelle lo hubiera apartado al levantarse. Tenía la sábana casi por la cintura y su torso estaba desnudo. La matriarca Lupien intentó que los colores no se le fueran al rostro.

-Michelle, buenos días- dijo. Michelle pareció darse cuenta de que era la madre de su novio la que le hablaba, y se sonrojó terriblemente al darse cuenta de cómo le había pillado.

-Buenos días- tartamudeó-. Esto, em... ¿pasa algo?

-Nada, querida. Pero pensé que sois de madrugar.

-Sí, claro, em... gracias por avisar, Dawn.

-Para eso estamos.

Se fue de allí, apenas aguantando la risa. Cuando Allain le vio así, le miró, cuestionando con la mirada a su esposa.

-¿Qué te pasa?

-Creo que tu hijo y Michelle hicieron más que dormir anoche.

Allain dejó escapar una risa.

-¿Qué te hace pensar eso?

-Pues... Michelle me ha abierto la puerta vestida sólo con la camiseta que llevaba ayer Eldon. Y él estaba aún dormido, pero no parecía llevar, de momento, camiseta. A saber si llevaba algo puesto o no...

Allain dejó escapar otra risa.

-Buah- oyeron como murmuraba Nicholas, medio grogui-. Eldon se ha acostado con su novia y nosotros a menos de veinte metros.

-Tío, le podemos hacer tantas bromas...- dijo Oliver, en el mismo estado que su hermano. Su madre les reprimió con la mirada.

-Ni una broma, ¿entendido? Estamos en la casa de tu hermano, su novia, y sus amigos. Encima que nos dejan quedarnos, no podemos ir fastidiando a Eldon.

-Pero, mamá... - se quejaron los dos.

-Ni mamá, ni papá, ni el mismísimo Santa Claus. Chitón.

Los gemelos, aún en la cama, gruñeron, pero no dijeron nada más. Dawn se fue a duchar y luego les metió prisa a sus hijos para que se arreglaran y fueran a la cocina. Donde, de nuevo, se mordió los labios para frenar una risa.

********

Michelle había estado más allá de avergonzada. En su top ten de situaciones ideales no estaba que la madre de su novio la descubriera vestida sólo con la camiseta de Eldon y con el rubio desnudo en la cama tras la primera noche con la familia del rubio bajo su techo. Claro, podría haber sido peor. Podría haber ido en ropa interior sólo, o Eldon podría haberse destapado o movido (al menos tenía la sábana más o menos puesta). Aún así, dudaba que pudiera mirar a Dawn a la cara por un tiempo. Mortificada, fue hacia la cama, sacudiendo a Eldon. El rubio sólo gimió y con su brazo le abrazó a él, causando que se estampara contra su pecho.

-Eldon, suelta.

-Nena, cinco minutos más... tengo sueño.

-Uno, eso es tu culpa, por querer jugar ayer noche.

-Pero menudo juego...

Michelle se alegró de que estuviera dormido. No podría haber disimulado su sonrojo con nada más.

-Idiota. Dos, tu familia está aquí.

-Lo sé...

-Vale, entonces tres: tu madre ha llamado a la puerta y yo le he abierto sólo en camiseta. Además, estoy casi segura de que te ha visto a ti medio desnudo.

-Mmmh... ¿y?

-Eldon, ¿quieres despertarte?-preguntó, ya molesta. Sacudió a su novio con más fuerza- Estoy segura de que tu madre habrá sumado dos más dos y habrá deducido que ayer hicimos muchísimo más que dormir.

Eldon abrió los ojos de golpe, incorporándose. En un intento de no caerse de bruces al suelo, Michelle acabó sentada en su regazo.

-Ay, Dios, no. Eso no.

-¡Por fin despiertas! Ya creía que tendría a un zombie por novio.

Eldon rodó los ojos de broma.

-¿Qué te dijo mi madre?

-Nada, poca cosa. Sólo vino a despertarnos... menos mal que llamó a la puerta antes.

-Menos mal, sí. ¿Pero ahora qué hacemos?

-No lo sé, cielo. Lo más lógico sería salir ahí y actuar con normalidad.

-Sí- asintió su novio-. Esa es buena idea. Mi madre creo que hará eso.

-Pues hagamos eso- dijo, levantándose.

-Cielo, una buena idea sería ponerte ropa antes de salir- sugirió Eldon. Michelle paró de repente y miró a su cuerpo, aún sólo cubierto por la camiseta de Eldon. Luego, se sonrojó y tras murmurar "buena idea", se fue a cambiar.
Como aún era pronto, los rubios tenían la costumbre de ir a correr. Se pusieron ropa deportiva y salieron al salón, y luego a la cocina.

-Vale, aquí no están...- murmuró Eldon. Michelle suspiró y se sentó en la encimera.

-Aunque no estén ahora, eso no significa que debamos ignorar que ha habido un momento incomodo esta mañana. Alguna vez nos deberemos enfrentar a tu madre...

-Uf, no me lo recuerdes- gimió Eldon. Cogió una botella de agua y fue con su novia, colocándose entre sus piernas-. Sinceramente, esto sólo podría haber sido peor si hubiera pasado en la casa de mis padres.

-Sí- accedió Michelle, envolviendo sus brazos alrededor de su nuca-. Ahí tienes razón tú.

-Ahora que recuerdo- murmuró Eldon-, con el lío ni me has dado el beso de buenos días.

-Vamos, cariño, tu madre acaba de medio pillarnos.

Eldon rodó los ojos.

-No somos críos, M. Y si no me das mi beso de buenos días te perseguiré por todo el apartamento para hacerte cosquillas... es más, esta es buena posición, así que si no hay beso empiezan las cosquillas en tres, dos...

Los labios de su novia le callaron. Eldon sonrió, contento de que su táctica hubiera funcionado, y dejó la botella de agua al lado de la pierna de su novia, deslizando él sus manos por los muslos de Michelle y hasta su cintura, haciendo suaves círculos. Como solía pasar, se olvidaron del mundo ajeno a ellos y lo que comenzó como un beso de buenos días acabó por una sesión de ellos.

Y eso causó que Dawn tuviera que esconder una risa. Carraspeó suavemente, porque tanto ella como su marido e hijos habían entrado para encontrarse a los dos rubios en una sesión de besos en medio de la cocina. Dawn se alegraba de verles tan unidos y enamorados, pero... bueno, una madre era una madre, ¿cierto?

-Chicos, buenos días- dijo, riendo casi. Los jóvenes se separaron y automáticamente se sonrojaron más allá del rojo de un tomate.

-¡Mamá!- exclamó Eldon- Esto... iba a preguntar qué hacíais aquí, pero eso es una tontería... de todas formas, nosotros salíamos a correr. ¿A que sí?-preguntó, mirando con urgencia a su novia. Ella afirmó con la cabeza varias veces.

-Sí, sí. Teníamos que ir a correr antes de ir al estudio, así que... tenéis café en ese armario, leche hay en la nevera, y si queréis desayunar más a fondo servíos de lo que queráis...

-Sí, eso suena bien- aprobó Eldon. Luego, bajó a su novia de la encima y le cogió la mano, yéndose de ahí rápido-. ¡Chao!

Dawn sacudió la cabeza, por fin dejando escapar una risa al oír cómo se cerraba la puerta, y Allain le copió, yendo él a por el café. De repente, la ligera tos de uno de los gemelos la distrajo.

-Esto, mamá... ¿podemos burlarnos ahora?-dijo Oliver.

********

Las semanas habían pasado con calma. En el estudio habían empezado a prepararse para los Regionales (esta vez de verdad y con muchas ganas) y la relación de Micheldon avanzaba completamente bien. Sin embargo, era hora de que se separaran por un par de semanas.
Eldon había llevado a su novia al aeropuerto, donde tendría que coger el avión para irse a Nueva York con su hermano y Chase. La rubia tenía ganas, pero también sabía que iba a echar terriblemente de menos a su chico. Su padre había ido a la ciudad unos días antes ya, y ahora era su turno de ir a la reunión familiar.

-Bueno- dijo Eldon, una vez que la rubia ya había facturado el equipaje-. Lo tienes todo, ¿cierto? Porque ahora debes pasar por el control de seguridad, y ya no hay vuelta atrás.

Michelle rodó los ojos cariñosamente.

-Lo tengo todo, cariño.

-Genial- asintió Eldon. Luego, se mordió el labio-. Recuerdas...¿recuerdas la última vez que te fuiste de viaje, nena?

Michelle suspiró, asintiendo.

-Las cosas eran tan diferentes... pero me alegra haber hecho ese viaje. Me cambió a mejor, me hizo crecer y superar todo lo malo...

-Me alegra que te liberara- admitió Eldon-. Pese a lo mal que lo pasé sin ti.

-Bueno, pero- le interrumpió la rubia, llevando las manos a sus costados y abrazándola a ella-, ahora todo es mejor. Ahora tú y yo estamos juntos y más fuertes que nunca.

Eldon asintió, sonriendo.

-Eso es. Aunque... creo que te debes ir ya. Si no perderás el vuelo, y no quiero enfrentarme a un Alec cabreado...

-Chico listo- rió Michelle. Luego, se puso de puntillas y le besó brevemente-. Estaré contando los minutos para verte de nuevo.

-Y yo los segundos, nena- sonrió Eldon-. No te preocupes, son dos semanas. Estaremos bien.

Michelle asintió, sonriendo y cerrando los ojos cuando Eldon bajó la cabeza para besarla. Envolvieron sus brazos alrededor del otro y compartieron un último beso (por unas semanas). La gente de alrededor arrullaba secretamente al verles y sonreía, e incluso una chica hizo una foto (porque había reconocido a los dos rubios del canal de Michelle. Pensaba subirla y etiquetarles a ambos, porque sabia que la chica amaría la imagen).

Se separaron y Michelle sonrió sobre sus labios.

-Bueno, pues me voy ya. Pórtate bien, cielo.
Eldon rió, asintiendo.

-Vale. Y tú pásatelo genial, mi amor-. La besó de nuevo. Cuando se separó, le dio un abrazo aplasta huesos-. Te quiero.

-Te quiero, también- sonrió la rubia. Luego se separaron y ella se fue ya hacia el control de seguridad. Apenas un par de minutos más tarde, pasó el control y se despidió con la mano de su chico, quien aún estaba por allí. Luego, cogió sus cosas y se fue a una cafetería, para poder tomar algo antes de subirse al avión. El vuelo era corto, y no llegaba a la hora y veinte, pero aún así quería tomarse un café. Al pedirlo, una señora en la cola le sonrió.

-Ese con el que estabas ahí fuera era tu novio, ¿no?-preguntó, sonriendo. Michelle le copió la sonrisa y asintió- Hacéis una pareja preciosa.

-Gracias.

-¿Cómo es que no pasáis las fiestas juntos?

-Oh, mi hermano vive en Nueva York. Iba a venir él, pero le surgió algo y decidí ir yo... mi padre estará allí, también.

-Oh, eso es tierno. Aunque echarás de menos a tu amor.

Michelle sonrió, ya melancólica.

-Ni se lo imagina.

********

El vuelo había ido todo lo bien posible. Ya aterrizado el avión en Nueva York, Michelle encendió el móvil. Ignorando las notificaciones de Instagram y demás por el momento, mandó un mensaje al grupo que tenía con su hermano y padre y les avisó de que había aterrizado bien. Luego, de camino a donde recogía las maletas, llamó a su novio. Le tranquilizó y le dijo que había tenido un buen vuelo, y de paso mandó saludos a su familia, porque Eldon estaba con ellos en su casa (a la que habían vuelto, con la luz ya arreglada). Su novio mandó saludos para su padre, Alec y Chase, y Michelle se lo agradeció antes de despedirse.
Esperando las maletas, aburrida, comenzó a cotillear Instagram. Para su sorpresa, una chica (fan) le había etiquetado en una foto muy tierna.

"Antes de meterme en el avión a República Dominicana tenía que publicar esto" leyó la rubia". Micheldon en el aeropuerto en la postura más tierna de la historia. Michelle, ¡pensé que te gustaría tener la foto! ¡Te amo, soy fan!".

Michelle sonrió con ternura y luego le dio like y comentó un par de corazones. A continuación, guardó la imagen y la subió a su propio Instagram, porque el caso es que la fan había sido muy buena fotógrafa, y la foto era excelente. La puso en blanco y negro y escribió:
"En Nueva York por un par de semanas... definitivamente voy a echarle de menos, aunque gracias por acompañarme al aeropuerto. Te quiero". Luego dio créditos a la chica que le hizo la foto y añadió un hashtag que decía "fans que saben hacer fotos excelentes" y etiquetó a Eldon. La subió y, ni un minuto después, el rubio le contestó.

"Te habría acompañado hasta el fin del mundo. Pásatelo bien, mi amor. Te quiero" y unos corazones. Michelle intentó no derretirse en el sitio donde estaba sentada y se pasó el resto de rato de espera leyendo comentarios de sus seguidores, quienes se morían de amor con Eldon y ella, y riéndose de los comentarios de sus amigos, respondiendo unos cuantos.

Cuando por fin le dieron sus maletas, la rubia las cogió y se fue fuera, donde ya estaban su padre y hermano. Ella sonrió ampliamente al verles y se fue hacia ellos, echándose a los brazos de su hermano nada más se lo permitió la distancia.

-¡Panda, te extrañé!- exclamó. Michelle rió, abrazándole más fuerte.

-Y yo a ti, hermanito. Papá- dijo, abrazándole a él también.

-¿Tuviste un buen vuelo, princesa?

-Ajá. Sin problema.

Su padre sonrió en su dirección y luego fueron a buscar un taxi, porque Alec no tenía coche en Nueva York. Una vez ya encontrando uno, se fueron al hotel donde se alojarían padre e hija. Michelle recibió la llave de su habitación y quedó en reunirse con los dos en un rato, para poder lavarse la cara y cambiarse de ropa. Era aún pronto, así que el plan era pasear un rato y luego ir a comer por el centro. Por la tarde se reencontraría con Chase y ya harían más planes. Las Navidades estaban a unos días, y el año Nuevo a más de una semana. Incluso después de él, Michelle se quedaría tres días, para exprimir a tope las vacaciones. El estudio re abría sus puertas el día diez, pero los días que tenía entre Nueva York y estudio pensaba pasárselos de manera tranquila con Eldon (ya que no lo vería en un tiempo largo).

La rubia se duchó de manera rápida y se puso ropa de abrigo, saliendo a reunirse con su hermano y padre en tiempo récord. Como la última vez que fue a la ciudad sólo había sido un día, y para reunirse con su hermano y Chase a la hora de coger el avión, prestó más atención a las cosas. Alec les llevó a sus lugares favoritos y a su restaurante favorito para comer. Michelle pasó una mañana genial con él y su padre, riendo todo el rato y escuchando las historias de su hermano de la ciudad. Desde luego, le había echado de menos, y, aunque sí que sabia que echaría de menos Toronto, no se arrepentía de haber ido a pasar las Navidades allí.

Por la tarde fueron al piso de su hermano. Allí casi aplasta de un abrazo a Chase, quien también estaba feliz de verla a ella, y se quedaron en plan tranquilos por allí, hablando de las fiestas, del estudio de la rubia, y de las historias de Chase, quien estaba feliz por poder ir (él sí) a Madison, para celebrar las fiestas. Se iría al día siguiente, así que Michelle quiso darle una cena de despedida. Se pasó con ellos hasta bien entrada la madrugada (aunque su padre no aguantó hasta tan tarde y se fue antes que ella) y luego se despidió de Chase cuando ellos la dejaron en el hotel, porque al día siguiente el bailarín se iría temprano. Volvería el día dos, así que Michelle podría verle antes de irse, lo cual no era malo.

********

Los días habían pasado con una calma y una rutina geniales. Michelle se levantaba, se arreglaba y luego se iba con su padre. Algunas veces desayunaban en el hotel, otras lo hacían con Alec por Nueva York. El joven había decorado su piso con la ayuda de su familia y allí habían celebrado la nochebuena y Navidad.

Pese a que la situación fuera nueva y completamente diferente a la de un año antes, Michelle se sintió acogida y en casa, feliz de tener a su hermano y padre con ella.
Llamó a Eldon para felicitarle las fiestas y habló con su familia también, aunque fue más duro de lo que en un principio pensó. Al oír la voz de su novio y su risa, se dio cuenta de cuanto de menos le echaba.

Es decir: amaba estar pasando un tiempo con su familia. Pero echaba de menos ir de la mano de su novio y de reírse de sus chistes malos. Era una tontería en su cabeza, sí, pero el caso es que la última vez que se habían separado había sido bajo una situación muy incomoda y mala, y la rubia no quería tener esa misma situación. Sabía que no era así para nada, pero una voz en su cabeza no le dejaba en paz. Echaba de menos a Eldon, y punto.

El día de Nochevieja llegó, por fin. La rubia había tenido unos días fantásticos, explorando la ciudad, yendo con su hermano a entrenar para baile, probando ballet en pointe por primera vez desde hacía un tiempo (de paso guardándose algunas ideas que podrían servirles en Regionales) y aprendiendo y absorbiendo tanta información como pudiera.
Michelle tenía un plan divertido con su padre y hermano ese día. Querían ir a ver cómo caía la bola en Times Square, así que irían allí por la tarde, cenarían y luego pasarían allí el fin de año. Así que, la rubia se duchó, secó el pelo y arregló, colocándose unos vaqueros y una camisa. Encima de él, un jersey y por fin el abrigo negro de tela. Sabía que en Nueva York hacía frío, pero con toda la gente que habría en la plaza, entonces a lo mejor tenía calor. Por si acaso, en ambos casos, llevaba varias capas. Se puso sus converse y dejó su pelo suelto. Cogió sus cosas y se reunió con su hermano y padre, quienes estaban ya allí esperándola, sonrientes. Su hermano colgaba el teléfono al verla, y la rubia se preguntó por un instante con quien hablaría.

-Bueno, princesa- dijo su padre-, ¿lista?

-Claro. ¿Vamos a ir a Times Square?

-Pensamos en comer antes algo- dijo su hermano-. ¿Suena bien?

-¡Claro! Me muero de hambre, vamos- dijo, lanzándose a la espalda de su hermano. Él dejó escapar una risa y la llevó en su espalda, y su padre les siguió. Fueron en taxi hasta que estuvieron más céntricos, y nada más bajarse, Michelle recibió una llamada.

-¿Sí?

-¿Nena?

-Eldon- sonrió Michelle, a la vez que miraba a su padre y hermano para que esperaran unos momentos-. Hola, cariño. ¿Pasa algo?

-Nada grave. Pero... ya sabes, hoy es Nochevieja.

-Ajá.

-Y los teléfonos muchas veces se colapsan. Ya sabes, por toda la gente llamando. Además, ¿no me comentaste que estarás en Times Square?

-Sí, ese es el plan.

-Pues eso... quiero desearte Feliz Año Nuevo ya, por si no puedo contactar contigo luego...

-Oh, gracias amor. Pero que sepas que, aún así, te voy a llamar en cuanto pueda.

-Eso por supuesto. Pero... Feliz Año Nuevo.

-Feliz Año Nuevo- sonrió la rubia.

-Te lo pasas bien, ¿no?

-Claro. Pero...- decidió confesar Michelle- te echo de menos.

-Aw, mi amor, y yo a ti. Más que nada.

Michelle sonrió.

-Lo sé.

-Tengo una idea- dijo Eldon-. Sólo cierra los ojos, e imagina que estoy allí, abrazándote... besando tu pelo y diciéndote lo mucho que te quiero-. Michelle obedeció, cerrando los ojos. De repente, alguien le abrazó por detrás. Apenas un segundo más tarde, notó como alguien besaba su pelo y murmuraba:- Te quiero muchísimo, mi vida.

Michelle abrió los ojos, girándose. Una hermosa sonrisa se formó en su cara y, casi llorando de alegría, se tiró en los brazos de su novio.

-¡Eldon!- exclamó. El rubio rió y dio varias vueltas con ella. Luego, al bajarla, le dio un dulce beso. Nada más separarse Michelle acunó su cara, sin creerse del todo que él estuviera allí- Mi vida, ¿qué haces aquí?

-Sorpresa- dijo, sonriente. La rubia miró entonces a su padre y hermano, quienes sonreían en su dirección. Su hermano sostenía el móvil, grabando vídeo y haciendo fotos.

-¿Lo sabíais?-preguntó, sorprendida. Su padre asintió y señaló con la cabeza a Eldon.

-Cuando me dijiste lo de Nueva York, pensé en que podría sorprenderte. Sé que hablamos de pasar las fiestas con nuestras familias, y así lo hicimos: nochebuena y navidad. Pero... te echaba demasiado de menos, así que pensé que podría sorprenderte en nochevieja y pasarla contigo y tu familia en Nueva York.

-Oh, cómo te quiero- murmuró la rubia, volviendo a besarlo. Luego, preguntó una duda-. Espera, ¿llevas planeando esto desde que te dije lo de irme con mi padre y hermano?

Eldon asintió.

-Llamé a tu padre para ver si le parecía bien mi idea. Sorpresa... si lo hacía.

Michelle sonrió, sacudiendo la cabeza.

-Gracias, Eldon. Esto es fantastico.

-Oh, pero ahí no acaba la sorpresa- dijo Alec.
La rubia miró a su novio de nuevo.

-¿Qué más?

-Bueno, pensé que lo de los Regionales va a ser duro. Y tú ya te has estado sometiendo a muchísima presión... así que, un pequeño descanso no estaría mal.

-El, ¿qué hiciste?

-Nada grave, tesoro, no te preocupes. Sólo cambié tu billete de avión a unos días más tarde, con la ayuda de tu padre y hermano... además, reservé la habitación de hotel unos días más, también.

-¿En serio?- Eldon asintió- Entonces, ¿qué día nos vamos?

-Nos iremos el nueve por la tarde noche. Para estar el diez a tope en el estudio.

-Gracias, gracias, gracias, gracias- dijo Michelle, abrazándole. Eldon rió, besando su pelo.

-De todo por ti, amor. Pero ahora que has estado tú aquí unos días, deberás enseñarme todo bien, ¿vale? Ahora eres tú la experta.

Michelle rió, asintiendo. Luego, ambos se fueron con el padre y hermano de la rubia, y comieron por un restaurante de allí. Alec le pasó una foto a Michelle que había hecho de cuando Eldon le había sorprendido y ella la subió a su red social:

"Sorpresas de Nochevieja..." con un corazón. Cabe decir que todos sus seguidores y amigos volvieron a morir de amor con ellos dos. Además de eso,Eldon subió esa foto, también, así que el amor se duplicó.

Pasaron una buena tarde todos juntos, y a buena hora se fueron a la plaza de Times Square, donde estuvieron a tope hasta medianoche. Cuando se acercaron las doce, Michelle pudo notar a su novio abrazándola por detrás y susurrando en su oído:

-Acuérdate de tu deseo de medianoche.

-Te tengo a mi lado. No hay mejor deseo que ese.

Eldon rió, pero le insistió. La rubia acabó por ceder. Juntos, vieron la bola caer... gritaron los números según iban retrocediendo y, a las doce, Eldon atrajo a su novia hacia él para poder darle el beso de año nuevo. De nuevo, Alec fue tan alucinante de hacerles una foto para que pudieran recordar ese momento... y para que Michelle la colgara, de camino al hotel. Puso, de nuevo, algo adorable: "El mejor beso de medianoche me lo llevé yo. ¿A quien besasteis vosotros?".

Nada más volver al hotel, pese a ser las tantas de la madrugada (se habían quedado de fiesta por ahí), Eldon llevó a su novia a la cama entre sus brazos. Michelle sólo rió, y le besó de nuevo... ¿qué? Le había echado de menos.

********

Habían pasado unos días maravillosos en la gran manzana. Su padre se fue el tres, y los rubios, a partir de ese día, se centraron en ellos. Fueron al zoo, a Central Park, a la estatua de la libertad, montaron en coches de caballo... vivieron al máximo esos días y, una vez cumplidos, se fueron de Nueva York tras despedirse de Alec y Chase, felices y con las pilas cargadas para TNS.

-Eldon- dijo Michelle, ambos sentados en el avión-, gracias por esta semana.

-De todo por ti, mi amor.

Michelle sonrió, abrazándose a él.

-Han sido nuestras primeras vacaciones juntos. Te das cuenta, ¿no?

-Me doy cuenta. Y han sido unas muy buenas, ¿a que sí?

Michelle rió, asintiendo. Eldon sonrió también y tomó su mentó, dándole un beso.

-Sabes- murmuró la rubia-... has ganado mucha confianza en los últimos meses... antes no eras así de seguro con las chicas, ni con nadie.

Eldon se encogió de hombros.

-Estar contigo me hace sentirme seguro. Me hace sentirme como si pudiera hacer cualquier cosa.

Michelle sonrió de nuevo, abrazada de nuevo a él. Eldon besó su cabeza.

-Podemos hacer cualquier cosa. Y ganaremos esos Regionales.

BAAAAAM CAP HECHO.
BUENO, POCO MÁS... ECHADLE UN VISTAZO AL BLOG.
FRASES:
-1a FRASE:... nadie haha porque fue Dawn.
-2a FRASE:... Laurahang, Mar y Meni.
-3a FRASE:... Laurahang, Mar y Meni.

Y AHORAAAAAA SPOILERS...:

-...¿cómo quieren que ensayemos?...

-...y nos quejábamos de los Internacionales...

-...Pero, ¿y lo demás?...

BUENO, HECHO TODO HEHE. LEED LA NOTA DE AUTORA AL PRINCIPIO, ES REALMENTE IMPORTANTE PORFA. BUENO, YA.... CHAOOOOO

OS QUIEROOOO

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