Eric.
No fue fácil mirar hacia adelante y ver un futuro sin la culpabilidad acechándome... no fue fácil vivir todos estos meses en terror, aun cuando todo a mí alrededor estaba bien, yo sentía que me estaba ahogando, que había algo sucio y malo conmigo pero no podía deshacerme de ello o descifrar que era siquiera. Empecé a ver la luz en marzo del siguiente año, cuando ver a Tae abrazando a Ryu por haber entrado al equipo de beisbol despertó en mi una necesidad increíble de salir a flote. Supongo que puedo decir que fueron los celos... pero más allá de eso fue darme cuenta de que no lo abrazaría de nuevo de esa manera y que nunca me animaría por ningún logro que obtuviera en el futuro si no dejaba de huir de él.
Ese fue el primer paso... me alejé de Tae un poco más, dándome a mí mismo tiempo para arreglar todo dentro de mí. Y ahí descubrí que no era solo mi atracción hacia él lo que tenía que afrontar, sino también otro montón de cosas. Como mi complejo de inferioridad y mis inseguridades. Tae tenía razón, él solo no podía hacer nada por mí, no con eso.
Tomó muchas charlas con mis padres y con Xavier, pero acercarme a ellos me hizo comprender que nunca de verdad han querido que nos parezcamos y que ahora están orgullosos de mí por una razón totalmente diferente.
Luego, mi siguiente misión fue acercarme a Benjamin y traté de enmendar las cosas lo más que pude. Por supuesto, nuestra relación ha cambiado porque no seguimos siendo niños, pero lo importante es que somos amigos. Benjamin fue la persona aparte de mis padres que siempre estuvo allí para mí a pesar de que insistía en alejarlo también.
Tae simplemente respetó mi decisión de alejarme y no lo culpo.
Pero hoy, día del cumpleaños número dieciocho de Benjamin, creo que estoy listo para otro acercamiento.
Enterarme de que Weston irá a juicio, aunque no sea por las razones que debería, me alegró completamente el día. Probablemente por posesión y distribución de drogas le darán menos si no se le agregan otros cargos pero... si pasa un buen tiempo en la cárcel, está bien para mí. Antes quería que muriera pero mientras más se fue aclarando mi mente me dije que no valía la pena desearle la muerte a alguien tan detestable... con que sufra aquí en la tierra y le vaya mal, me basta.
Ahora tengo la fortaleza para decir que si Weston viene por mí, voy a jodidamente patear su trasero. Él no solo arruinó mi mente por un buen tiempo, sino también me convirtió en un desastre, un problema y un corazón roto para la persona a la que amo. Y ahora él y yo somos casi extraños.
Le dije el día después de navidad que seguía intentándolo... ahora eso parece tan lejano. No le dije las condiciones, pero le di esperanza y al final actué como si nada hubiese pasado. Él actuó igual; sigue siendo el mismo. Incluso después de un año de haberlo conocido no ha cambiado mucho en estatura pero de alguna manera sus caderas y su trasero se han vuelto un poco más grandes. Es notorio que ha madurado, ahora luce como todo un chico caliente y listo para experimentar y yo estoy aquí, parado en una fiesta, mirándolo a través de la habitación hablar con sus amigos sin poder hacer nada.
Lo miro mucho, tal vez demasiado, todo el maldito tiempo.
En la escuela, en las fiestas, en los lugares que frecuenta.
No hemos hablado en al menos dos meses, no en persona.
A veces le envío un mensaje o comento sus post y él me contesta, apenas si lo saludo.
Me duele ser un extraño para él pero no quería lastimarlo ¿Qué podía hacer si solo pienso en hablar con él como le hablarías a una pareja o a alguien a quien quieres conquistar y luego mi estúpido cuerpo reacciona por sí solo, alejándolo, creando una barrera entre nosotros? No quería que se sintiera rechazado... aunque sé que él hubiese luchado, yo no quería que él me viese rechazarlo, no quería hacerlo pasar por eso de nuevo.
Decidí empezar de cero y por un tiempo creí que todo estaba perdido cuando empezó a ser cercano con el tonto de Chase Keaton; su Instagram estaba lleno de fotos con él —y debo decir que no es que él sea exactamente fotogénico. Mamá empezó a molestarme diciendo que se veían lindos juntos así que tuve que detenerla.
—Mira estas fotos —le había dicho, enseñándole nuestras viejas fotos juntos—. ¿No son perfectas? ¿Por qué estás vanagloriando a ese tipo simple y pálido? ¡Yo soy tu hijo, yo me veo mejor junto a Tae que él!
Ella me miró con una sonrisa sabedora y la mejilla apoyada sobre su puño.
—Parece que gané —volteó a ver a papá, que lucía aterrado—. Cobraré mi premio hoy en la noche.
—¿¡Tenías que decirlo!? —me reclamó papá.
Fue un divertido verlos pelear al respecto; o por lo menos ver a papá rogar y a ella no darse por vencida. No quería saber de que trataba la apuesta así que esa noche me fui a dormir a casa de Benjamin. Eso terminó siendo una pijamada con Xavier y el zoológico que tienen estos dos.
Días después de eso fue mi cumpleaños número dieciocho y recibí de regalo sorpresa una taza personalizada con mi frase favorita de la saga Cicerón. Tae me la había enviado. Quería correr a sus brazos y besarlo, pero en vez de eso lo llamé y hablamos un buen rato donde me confirmó que no salía con Chase. Terminé excitado luego de escuchar su voz y volví a usar las fotos que alguna vez me mandó de él con poca ropa para quitarme eso de encima.
Pero parece que la atracción por él nunca se va... siempre está en mi cabeza. Incluso si puedo pensar en otras cosas, en algún momento del día todo vuelve a él y a lo mucho que lo extraño.
No sé cómo puedo pararme aquí en medio de todas estas personas y no gritarle que lo quiero.
Luce genial; su cabello ha crecido lo suficiente como para llegarle sobre los hombros, por lo que lo usa ondulado en las puntas con un leve color rosa platinado en ellas, lleva una de sus faldas cortas a cuadros y una camisa de botones, un cardigán azul, medias hasta la rodilla con una delgada franja del mismo azul de su suéter alrededor del borde de esta, su maquillaje es perfecto, resaltando sus labios de color degradado con rosado más fuerte en el centro. Quiero arrancarme el cabello cada vez que lo veo.
—Okay, lo haces tú o lo hago yo —dice alguien a mi lado, haciéndome saltar del susto.
Es Mahony, cruzada de brazos, mirándome desaprobatoriamente.
—¿Disculpa? —frunzo el ceño.
—¿Hablas tú con él o lo envío hacia acá?
—¿De qué hablas?
—De Ty.
—Yo... —frunzo el ceño y desvío la mirada—. No necesito tu ayuda, estoy bien.
—Eric, has sido el mayor acosador de Ty en la vida estos últimos meses... —ella se me acerca, susurrando—. No soporto esta tensión, no soporto que ninguno de los dos haga nada ¡Alguien tiene que obviamente darles un empujón! Esa seré yo.
—Sí que te gusta meterte en la vida de los demás ¿No?
—Tienes mucha razón —ella asiente—. Ve, habla con él o lo enviaré a buscarte.
—Suficiente ¿De acuerdo? —aprieto mis labios cuando la tomo por el brazo e intento alejarla de la sala para evitar que salga corriendo hacia Tae—. Sí estaba planeando hablarle hoy así que cálmate... en algún momento le hablaré ¡Y para tu información, no lo acoso!
—Dios, claro que sí —ella rueda los ojos—. No importa donde estuvieran, tu mirada iba directamente hacia Tae tus ojos no podían despagarse cada que te le cruzabas... y hoy estás aquí, haciendo lo mismo. Sé que Ty esperaba que te acerques, así que hazlo, los harás ambos muy felices.
—¿Él lo espera en serio? —pregunto esperanzado.
—Voy a golpearte.
—Bien.
Sacudo la cabeza y volteo en dirección a Tae que está hablando con dos chicos que no conozco; me muevo hacia donde está con lentitud, vacilante. Cuando estoy a punto de llegar algo pasa con las luces, se apagan y el sonido de alguien probado el micrófono llama mi atención. Volteo hacia el centro de la sala y me encuentro con Xavier, con un micrófono en la mano, deteniendo la música y llamando la atención de todos en la fiesta. Benjamin está del otro lado y lo mira tan extrañado como yo.
—¡De acuerdo! Amigos, familia... Elton —dice, dirigiendo su mirada hacia el padre de Benjamin que se encuentra al lado de su hijo—. Estaba esperando verlos a todos reunidos aquí hoy porque tengo un gran anuncio que hacer, pero primero... quiero dedicar esta hermosa canción al chico del cumpleaños, amor de mi vida... mi novio, Benjamin.
Una ronda de aplausos, gritos y silbidos se extiende por la sala. Yo me uno a los aplausos pero muevo mi cabeza en busca de Tae solo para descubrir que ahora está a mi lado, aplaudiendo. Mi corazón da un vuelco y empieza a correr como loco.
I can't help falling in love with you empieza a sonar, Xavier está cantando la letra.
—Que romántico ¿No lo crees? —me pregunta Tae de repente.
—Sí... —contesto—. Hola —agrego, estúpidamente.
Él me mira y me da una sonrisa antes de decir—: Hola, hyung.
—Sí, hola... —repito con nerviosismo, luego sacudo la cabeza, ambos nos reímos.
Desvío mi mirada hacia los tortolos en el centro de la sala; Benjamin está llorando mientras Xavier le canta. Todo el mundo suspira y murmura lo romántico que esto es. Elton es la única persona que no parece estar demasiado convencida.
—Voy a grabar esto —dice Tae, sacando su celular.
—¿Me lo pasas? —interrogo.
—Claro —él asiente.
Un rato luego de que Tae empieza a grabar, Xavier se arrodilla frente a Benjamin, deja el micrófono en el suelo y saca del bolsillo de su chaqueta una pequeña cajita azul. Todos compartimos un jadeo de sorpresa. Xavier abre la cajita y dice—: Bombón ¿Te casarías conmigo? Por favor... sé mi esposo.
—Se volvió loco —murmuro.
—Siempre lo ha estado —Tae suelta una risa mientras sigue grabando.
Benjamin no lo duda ni un segundo antes de gritar—: ¡Sí, acepto!
Xavier le coloca el anillo, se pone de pie y lo abraza, antes de besarlo.
Esto sería totalmente lindo de no ser porque Elton está en el fondo con una cara de sorpresa y horror, parece que lo han estafado con algo. Wanda aparece y empieza a arrastrarlo hacia la cocina mientras Benjamin y Xavier se rodean de aplausos en tanto comparten un beso.
—Por Dios, mi hermano y mi mejor amigo se casarán... —me digo a mi mismo—. Me siento como en una mala comedia.
—¿Ya lo superaste? —Tae guarda su celular y se voltea a mirarme—. Llamaste a Benjamin tu mejor amigo.
Lo miro a los ojos y respondo—: He estado intentando... he logrado muchas cosas, aunque de otras no estoy precisamente orgulloso, creo que puedo vivir con ello.
Él suspira y me da una sonrisa y empieza a alejarse de mi luego, pero alcanzo su mano.
—Espera —digo—. ¿Podríamos charlar un rato?
Me mira fijamente durante cinco segundos y luego asiente.
—Claro... ¿Quieres ir afuera?
—Eso estaría bien.
Pasamos a través de todas las personas y nos dirigimos hacia la parte trasera de la casa donde se encuentra la piscina. Como todos están adentro, no hay nadie aquí. Benjamin quería mantener las cosas entre amigos y familiares cercanos, pero aun así hay mucha gente en la casa, aunque no tanto como usualmente. Me hace sentir un poco más ligero, puesto que luego de lo que ocurrió no podía estar rodeado de muchas personas y aun me incomoda un poco.
Tae recoge su cabello con una pinza que guardaba en su bolsillo y camina hacia el borde de la piscina. Sin decir nada, se sienta y empieza a quitarse los zapatos y las medias. Deja caer sus pies dentro del agua un segundo luego y echa un suspiro al aire. Hago lo mismo que él y aparte me quito la chaqueta y lo ayudo a salir de su suéter.
—¿Estás bien? —interrogo.
—Ayudé a Benjamin a organizar todo, llevo alrededor de dos días durmiendo en su casa... pero esa es otra historia —murmura él pasando sus manos por sus muslos.
—¿Por qué estabas durmiendo aquí?
—Quería darle privacidad a mis padres.
—Oh ¿Ya están juntos?
—No sé si exactamente juntos pero se la pasa coqueteando y teniendo sexo... no me preguntes como lo sé, son como jodidos adolescentes —él sacude la cabeza y yo suelto una risa—. El otro día llegué y los escuché en su asunto, así que escapé.
—Se ven felices juntos... digo, en tus fotos de Instagram —me miro las manos—. Vi el otro día que estaban en un restaurante juntos y sus fotos de navidad... de verdad parecen una familia feliz.
Él sonríe y empieza a jugar con el agua.
—Soy feliz... aunque nunca deseé que estuviesen juntos, sé que a veces las personas se desean y eso significa que se tengan que amar, admiraba su relación porque a pesar de haber tenido un hijo juntos de una manera muy peculiar e inesperada, nunca habían guardado rencor por el otro —él me mira—. Pero verlos juntos me hace muy feliz.
—A veces pienso que eres demasiado maduro para tener dieciséis años.
—Tendré diecisiete pronto.
—Es cierto —susurro de pronto pensando en que hace un año lo conocí, me sorprende realmente cuanto ha pasado el tiempo—. Y solo te has vuelto más sabio... y hermoso.
Él parpadea varias veces y luce confundido por un momento antes de desviar la mirada y morderse el labio.
—Gracias —murmura—. No siempre fui sabio ¿Sabes?
—¿Ah no?
—No, hubo un tiempo en el que solo quería matar a todo el mundo, estaba convencido de que desaparecer era lo mejor —él juego con su labio, pasando sus dedos a través de él e hipnotizándome—. Algunos chicos de mi escuela me acosaban y decían que era como una niña, me llamaban niña todo el tiempo... niña, niña, niña ¡Todo el maldito tiempo! Y mis amigos decían "pues no puedes culparlos, sí luces como una niña".
—¿Te lastimaba?
—Me gustan las niñas ¿Sabes? Quiero decir, las admiro, sobre todo las que son fuertes y geniales, las femme fatale, las que no tienen miedo de enfrentarse a los hombres o cualquier otra persona que se cruce en su camino... mujeres como mi madre —él sonríe amargamente—. No lo consideraba un insulto, ser llamado niña no era ofensivo... era... confuso... porque aunque admiraba a las niñas, no quería ser una, no quería cambiar mis genitales ¡Y yo ya sabía de gente que lo había hecho! Se sentían mucho mejor con ellos mismos y por supuesto los admiraba pero... yo no me sentía fuera de lugar como ellos, amaba mi cuerpo, el hecho de que soy un chico ¿Era tan difícil lidiar con un chico que se ponía falda? ¿Era tan difícil aceptarlo?
—¿Y qué hiciste?
—Traté de pensar en querer ser una niña y luego pensé en tratar de encontrar un nombre para lo que era, pero ningún término creado se ajustaba a mí... pero luego conocí personas como yo en internet —él me mira entonces—. No les gustaba llamarse a sí mismos nada, eran llamados travestis, transgénero, gender fluid por otras personas pero decían "aun no encuentro algo que se ajuste a mí, pero he decido rendirme con eso". Y está bien para algunas personas no definirse ¿Verdad? Soy gay, eso debería bastar.
—Así que... solo eres gay.
—Solo soy gay, solo soy un chico gay.
—Bien —me inclino y beso su sien—. Yo no soy gay, pero tú me gustas, chico gay... supongo que yo tampoco tengo muy claro lo que soy pero me gustas tú ¿Eso basta?
Él voltea hacia mí, con sus ojos llorosos y me sonríe, alza su delicada mano hacia mi barbilla y pasea sus dedos a través de ella antes de que me incline y él me encuentre a medio camino de un beso. Nuestros labios chocan por un instante, luego nos separamos y miramos hacia los ojos del otro. Un segundo después nos volvemos a besar con más profundidad.
No puedo describir lo bien que se siente probar sus labios después de tanto tiempo, extrañé el sabor del lápiz labial que estoy arrancando de sus labios con los míos, la textura suave y lo pequeños que sus labios, como se mueve y como abre la boca para permitirme meter mi lengua. Mi brazo va alrededor de su cintura e intenta acercarlo más hacia mí, levantarlo y ponerlo sobre mi regazo pero él empuja mi pecho con sus manos.
Separa sus labios y grita—: ¡No, Eric, espera, mis...! —se desliza hacia abajo y termina sumergido en la piscina.
—¡Oh, por Dios, Tae! —me lanzo a intentar ayudarlo.
Cuando ambos sacamos la cabeza del agua él chilla y yo no puedo contener la risa.
—¡Mi atuendo está arruinado! —se queja él.
—Menos mal mi celular estaba en mi chaqueta —suspiro—. No tienes el tuyo aquí ¿O sí?
—No, está en mi suéter, no soy tan tonto.
Él y yo nos miramos aun flotando en la piscina. Él luce como un desastre pero aun así se ve sexy. Aparto su cabello de su frente con mis manos y lo atraigo hacia mi para otro beso con mi brazo alrededor de sus hombros.
—No pensé que me fueras a besar hoy —murmura él contra mis labios—. El plan era empezar desde cero.
—Lo siento, pero no quería seguir esperando —le digo.
—Realmente pensé que te habías olvidado de mi.
—Me negué a que fueras una de esas cosas en las que no me esforcé lo suficiente, Tae —tomo sus mejillas entre mis manos—. Todo el mundo recibe comentarios de desalientos cuando empieza algo, no es que yo fuera tonto... es que no seguí intentando... si hubiese tenido la fuerza suficiente para seguir adelante sería muchas cosas hoy... beisbolista, genio de matemáticas y finanzas, buen nadador, carpintero, guitarrista, campeón de deletreo, actor, cantante... y otro montón de cosas que empecé y nunca terminé.
—¿Tienes experiencia en todo eso?
—Me gustan muchas cosas.
—Pero sabes de todo un poco.
—Podría decirse... excepto tocar guitarra, eso realmente nunca funcionó... pero puedo surfear bien y aun soy bueno en las matemáticas, solo necesito poner más atención... y el señor Reeves ha estado dándome clases de carpintería... lo de actor ya no me atrae, pero sí puedo cantar y mamá era hija de un electricista, ella sabía cosas y eventualmente me las enseñó así que sé sobre electricidad, instalar repisas, cuadros, armar cosas, también un poco de mecánica e informática... este es mi currículo de esposo, por si no lo has notado.
Él echa sus brazos alrededor de mi cuello y junta nuestras frentes mientras suelta una risa.
—Está bien, hyung... solo contigo me basta.