Rose Eileen Snape y su tercer...

By Samira85106

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Esta es la tercera y última parte de la historia llamada ¡Lily estás viva! En resumen, Lily se casa con Sever... More

De compras en el callejón Diagon
El viaje a Hogwarts
El sombrero seleccionador
Un nuevo alumno, un viejo nombre
La selección en el equipo
La conversación con Dumbledore
En el pensadero de Dumbledore
Los padres de vuelta al castillo
Remembranza
La anhelada primera prueba
Una importante conversación
La preocupación del señor Ryddle
Un doloroso descubrimiento
Un corazón lastimado
Un buen amigo
Una sorpresa en la segunda prueba del torneo
Confrontación
El partido
¿De dónde salió esto?
¿Celos?
El baile de navidad
La Tercera Prueba del Torneo
Recuerdos y pesadillas
Un extraño hechizo
Sentimiento de culpa
Sentimientos encontrados
Un vistazo al pasado
Desconfianza
Castigo
Una contienda en Las Tres Escobas
Un lugar necesario
El secuestro
La carta
La reunión
El origen
Solo es cuestión de amar
¿Culpa?
Golosina Milagrosa
Renacer
Redención
Confesion
¡Bienvenido!
Lo que Severus descubrió
Un nuevo comienzo

El plan de Ryddle

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By Samira85106


Rose trataba de defenderse con uñas y dientes, lanzaba golpes y patadas a diestra y siniestra pero Ryddle la tenía muy bien sujeta, ella estaba realmente aterrada ante la expectativa de si el chico se había vuelto loco y terminaría matándola, él parecía muy decidido, no pronunciaba palabra alguna pero caminaba con pasos firmes aunque la tarea de arrastrar a su presa se lo impedía un poco, la ayuda de pasadizos secretos y tapices ocultos fue invaluable para él y en menos de lo que imaginó ya ambos se encontraban en La sala de los menesteres.

- ¡Por Merlín! ¿Dónde rayos está Albus Severus? - Había preguntado Scorpius comenzando a preocuparse a la hora del almuerzo.

- No lo sé, acabo de revisar de nuevo en la sala común y también en la habitación y nada - Respondió Peter Dursley negando con la cabeza.

- ¿Qué han dicho? - Inquirió Regulus inmiscuyéndose en la conversación y sin sospechar pese a su ausencia que Rose también se encontraba desaparecida ya que no hacía mucho que no la veía - ¿No han visto a Albus? ¿Desde cuándo?

- Desde ayer - Respondió Lotti también preocupada - Después de la discusión no volvimos a verlo creo que será mejor decírselo ya a Severus, es el jefe de nuestra casa y de seguro sabrá qué hacer.

- No se presentó a Pociones, ni a transformaciones y tampoco a Historia de la Magia - Añadió Peter.

- Pero pensábamos que tal vez por seguir triste habría decidido regresar a la habitación cuando no estuviéramos y quedarse allí - Dijo Scorpius.

- Lo excusamos con los profesores diciéndoles que estaba un poco indispuesto pero creo que ya es tiempo de decírselo a Severus o a Lily, al abuelo Dumbledore o... no lo sé, estoy comenzando a asustarme en verdad - Gimoteó Lotti.

- Esperen un momento - Solicitó el chico de cabellos negros y parpados caídos como los de su madre y se dirigió directamente a la mesa de Gryffindor - Oye, ¡James! ¿Has visto a Albus?

- No, no he visto al enano ese, no está en Gryffindor ¿Sabes? está en tu casa y por lo tanto tú deberías haberlo visto - Respondió con dureza dando a entender que aún estaba molesto y que no perdonaba a su hermano por haber perdido el mapa.

- No seas tarado James - Espetó Regulus molesto - Peter, Scorpius y Lotti no han visto a Albus desde anoche y al parecer ni siquiera se ha presentado a las clases de hoy.

- ¿Qué dices? - Inquirió James con los ojos muy abiertos - ¡Chicos! ¡Hey Ted! ¿Has visto a Albus?

Ted negó con la cabeza.

- ¿Y tú Molly?

La chica también negó con la cabeza.

- ¿Arthur?

- Lo siento, no lo he visto, pensé que estaría con los demás, es decir con Scorpius, Lotti y Peter.

- Nosotras lo vimos anoche - Respondió Rosie Weasley un poco preocupada señalando también a Osiris - En la zona de las escaleras, parecía estar esperado la que conducía al séptimo piso.

- Si, pero no lo hemos visto en todo el día, no fue a Pociones - Añadió Osiris.

- Tampoco al resto de las clases - Respondió Regulus.

- ¿Cómo dices? - Inquirió Ted -

- ¿Dónde demonios está mi hermano?

- Creo que está desaparecido, es decir... los chicos dicen que ni siquiera parece haber dormido en la sala común - Respondió Regulus.

- ¿Y dónde está Rose? - Inquirió de nuevo Ted echando un vistazo a la mesa de Slytherin.

- Estaba en el castigo con Highwall - Respondió Regulus - Supongo que aún sigue en el invernadero.

- No lo creo, papá está allí, ya está almorzando y no creo que fuese capaz de dejar solas a esas dos - Dijo Osiris señalando a su padre en la mesa de los profesores.

- Quizá esté en la sala común cambiándose la túnica, estará llena de tierra y no querrá presentarse al almuerzo así - Aventuró Molly.

- ¿Qué sucede? - Inquirió Madeline Wilson atreviéndose a inmiscuirse en la conversación al ver los rostros preocupados.

Regulus y Ted le explicaron lo sucedido.

- Entonces creo que tienen que buscarlo en la zona del séptimo piso que fue donde ustedes lo vieron chicas - Dijo la rubia muchacha - Y desde luego informar de esto a los profesores Snape que son sus abuelos ¿No lo creen?

- Yo no quería alarmar a nadie pero... - dijo Regulus.

-Yo mismo se los diré - Espetó James levantándose de su asiento como impulsado por un resorte.

- Pero al menos espera a que termine el almuerzo - Le sugirió Madeline presionándole el hombro para obligarlo a sentarse de nuevo.

- Si, así darás tiempo a que Rose regrese de la sala común - Dijo Regulus - Quizá ella sabe algo

Cuando los restos de la comida habían desaparecido al fin de los platos de oro,James no lo pensó dos veces y se encaminó hasta la mesa de los profesores entretanto Scorpius, Lotti y Peter se unían a los Gryffindors, Lily y Severus lo miraron un poco extrañados ya que él jamás solía visitar esa zona del gran comedor y además jamás lo habían visto tan preocupado y mucho menos con una expresión de culpabilidad en su rostro tan parecido a James Potter, su abuelo.

- ¡Santo Dios! ¿Por qué Rose no baja? - Expresó Molly.

- ¿Acaso ella también se encuentra perdida? No, no lo creo - Soltó Ted negando con la cabeza - La vimos está mañana antes de su castigo con Highwall.

Al decir esto todos giraron el rostro hacía la izquierda, y allí en la misma mesa Brenda se secaba los labios con una servilleta luego de dar un último sorbo a su jugo de calabaza, pero casi instintivamente Madeline Wilson volvió a girar su rostro esta vez hacia la mesa de Slytherin y no pudo evitar buscar con la mirada a Tom Ryddle Junior, comprobando con un extraño escalofrió que Rose y Albus Severus no eran los únicos ausentes ese día.

- ¿Qué sucede mi cielo? - Preguntó Lily a su adorado nieto al verlo acercarse.

- Abuela, es Albus, no sé dónde está.

- Peter, Lotti y Scorpius dijeron que no se sentía muy bien, debe estar en su sala común, de hecho le estaba comentando a tu abuela que iba a ir ahora mismo para allá para ver si se encontraba bien - Dijo Severus.

- No, no abuelo, los chicos te dijeron eso para no alarmarte pero la verdad es que no han visto a Albus desde anoche.

- ¿Qué? - Inquirió Lily bastante alarmada levantándose de su asiento como minutos antes lo había hecho su nieto.

En la sala de los menesteres Rose lloraba con desespero y desasosiego mientras intentaba en vano liberarse de las ataduras que la mantenían sujeta a aquella silla similar a la de los acusados del Wisengamont. A unos pasos de ella se encontraba Albus Severus sentado en el piso pero con sus muñecas encadenadas a la pared, su rostro también estaba surcado de lágrimas aunque la expresión de su rostro era de odio, en su nariz habían restos de sangre seca señal de que el chico había dado la pelea y su cabello tan alborotado como el de su padre y su abuelo estaba más revuelto que nunca.

- Déjalo ir Tom, al menos déjalo ir a él ¿Estás loco? Nos encontrarán ¿Qué lugar es este? - Gimoteaba Rose.

- No supliques Rose - Le ordenaba su sobrino que pese a ser más pequeño parecía tener más temple o al menos haberse acostumbrado a su cautiverio.

Tom Ryddle junior con su varita en la mano sonreía satisfecho, las varitas de sus cautivos también estaban en su poder y a buen resguardo dentro de los bolsillos de su túnica. Se acercó a Rose y le acarició la mejilla aunque ella intentó rechazar el contacto.

- Te equivocas - Dijo con voz sedosa y sin saber porque pero un extraño y casi ajeno jubilo lo invadía - Nunca nos encontrarán aquí, Jamás ¿No sabes dónde estamos? ¡Vaya, Vaya! Has vivido aquí la mayor parte de tu vida y ¿No sabías de la existencia de este lugar? Debo confesar que me sorprendes Rose.

- Este lugar no aparece en el mapa Rose - Intentó explicar Albus esbozando una mueca de dolor pues sus muñecas se habían lacerado un poco producto de la lucha inútil por liberarse.

- El mapa... ¡Maldición! - Exclamó Ryddle tanteando en sus bolsillos y comprobando así que lo había perdido tal vez en la lucha por trasladar a sus rehenes - Bueno... no importa, lo importante es que he encontrado un buen lugar para mis invitados.

- Tú tenías el mapa - Expresó Rose con un toque de culpa en su voz, luego miró a Albus y se le quebró la voz nuevamente - Lo... lamento Albus ¡Perdóname! Fui una tonta.

- Descuida Rose, eso ya no tiene importancia.

- ¡Que conmovedor! - Se burló su captor - Si, yo tomé el mapa ¡Que tarado eres mocoso! Pensé que tal vez serías más listo que tu padre, un asqueroso Gryffindor, por ser tú un Slytherin pensé que serías más... astuto, pero bastó con un simple encantamiento convocador casi en tus narices - Al decir esto no pudo reprimir una carcajada.

- ¿Por qué? - Preguntó Rose intentando reprimir su llanto - ¿Por qué Tom? Yo confiaba en ti, confié en ti desde el primer momento.

- MENTIRA - Gritó el muchacho - Tú también tenías tus reservas igual al resto, yo tuve que abrirme camino hasta ti.

- ¿Pero por qué? ¿Qué querías?

Ryddle volvió a reír con ironía.

- ¿Y aún lo preguntas? Tu hermano tiene una deuda con mi sangre, una deuda que me aseguraré de cobrar muy bien - Hizo una pausa para suspirar mientras se paseaba por todo el lugar con parsimonia y sus rehenes lo seguían con la mirada - En un principio me planteé tu persona como objetivo por una simple razón... tu mugroso padre, él también tiene una deuda con el señor tenebroso pues es un asqueroso traidor, merece sufrir y mucho, también está tu asquerosa madre sangre sucia, ella arruinó los planes del señor tenebroso en el preciso momento en que se interpuso entre tu hermano y el encantamiento asesino.

- Ella solo hizo lo que debía hacer - Respondió Rose sintiendo una punzada de dolor al darse cuenta de que ella y su sobrino estaban perdidos y que tal vez jamás volverían a ver a sus familiares - Y lávate la boca con legía para hablar de ella.

- Si claro, el poder del amor que todo lo vence y Bla, bla, bla... ya me sé toda esa cursilería de memoria.

- Pues cursi o no eso fue lo que venció a tu maldito abuelo - Espetó Albus Severus con rabia.

- ¡Cállate maldito mocoso! y más bien tú lávate la boca cuando vayas a hablar de él - Espetó Ryddle furioso mientras le propinaba una bofetada haciendo gritar a Rose.

- NOOOO, NO LO GOLPEES RYDDLE, DÉJALO EN PAZ.

- Después - Continuó Ryddle con la explicación que estaba dando haciendo caso omiso de los insultos y pataleos de la joven de los ojos negros y cabellos rojos - Todo comenzó a salirme mal, esos perros de tus amigos, Lupin y Lestrange comenzaron a inmiscuirse en mis asuntos, demasiado diría yo, lograron hacer que tú me retiraras la confianza que antes me tenías.

- Tú solito perdiste... esa confianza - Espetó la muchacha tras un nuevo acceso de llanto - Te volviste violento e... impulsivo, comencé a desconocerte y ahora esto ¡Mírate! Eres otra persona.

Ryddle volvió a reír mientras negaba con la cabeza y se acercaba a ella.

- Te equivocas, siempre fui así, este siempre fui yo, solo que tú siempre fuiste lo suficientemente estúpida como para no verme tal cual.

- Yo... yo... te amaba.

- Jamás me amaste, te obnubilaste, supe hacer bien mi trabajo - Respondió él apartando un mechón castaño de su seráfico rostro - Traté de manipularte y lo logré hasta donde pude.

Ella sintió un enorme desprecio por si misma al darse cuenta de que aquello era verdad, él siempre había sido así, ella había desoído los consejos de sus padres y amigos tan solo por la absurda fascinación que le provocaba el heredero de Voldemort.

- Tuve que cambiar mis planes, cuando me encontré casi descubierto, si, el libro que encontraste aquella vez cerca de mí lo estaba leyendo yo, allí encontré lo que necesitaba, solo me hacía falta encontrar un buen lugar, un lugar como este - Dijo mirando a su alrededor - Y fue allí donde me acordé del mapa que este cretino tenía en su poder, por eso lo tomé - En ese momento volvió a reír con maldad -Posteriormente, cuando me encontré al mocoso anoche se me ocurrió una excelente idea ¿Qué pasaría si en vez de uno fuesen dos mis rehenes?

- ¡Suéltanos desgraciado! - Demandó Albus haciendo un nuevo intento por liberarse sin obtener resultado salvo lastimarse aún más sus muñecas.

- El dolor de los Potter, los Snape y todos esos malditos se incrementaría - Continuaba Ryddle con un brillo maléfico en sus bellos ojos verdes - Dos, eso representaría el doble de dolor, el doble de venganza y... el doble de poder.

- ¿De qué rayos está hablando este lunático? - Inquirió Rose mirándolo con absoluto terror.

- No lo sé - Respondió Albus mirando con atención mientras el chico extraía un relicario de oro de uno de los bolsillos de su túnica, unas cuantas hojas de pergamino y posteriormente comenzaba a buscar con la mirada por todo el lugar.

- Solo necesito otro objeto - Decía más para sí mismo que para los demás - Pero no debe ser cualquier cosa, debe ser algo significativo.

- ¿Qué estás buscando Ryddle? ¿De qué hablas?- Inquirió Rose está vez dirigiéndose a él directamente.

- Ya lo verás... me encargaré de hacerme más fuerte a través de tu vida y la de tu pobre sobrino - Masculló enarbolando las hojas de pergamino y el relicario - El libro que tomé le sirvió de mucha ayuda a él... las anotaciones que hice también me servirán a mí, solo que yo prometo ser más cuidadoso.

Tanto Albus Severus como Rose Eileen conocían muy bien la historia de Voldemort y sus famosos Horocruxes, lo habían leído en los libros de historias de post guerra y también lo habían escuchado de la boca de sus propios padres por lo tanto lo comprendieron todo y entonces sintieron que fue en ese mismo momento en que su sangre comenzó a congelarse en sus venas de verdadero terror.

- ¿A... que te refieres? - Inquirió el menor de los hijos varones de Harry.

- ¿Tú qué crees? - Respondió Ryddle con otra pregunta, posteriormente tomó una de las hojas de pergamino y se la puso bajo la nariz al chiquillo y posteriormente a Rose con lo que ellos acabaron de confirmar su terrible sospecha:

Al igual que con la creación de trasladores, es indispensable poseer un objeto para la realización de este complicado conjuro, cualquier objeto servirá, desde una simple aguja hasta una valiosa joya.

Como bien es sabido para lograr resguardar el alma en uno o varios objetos es necesario fragmentarla y para ello el único medio infalible es el homicidio ya que el ejecutarlo provoca una fractura inmediata.

- Sólo me pregunto... ¿Cuál será la mejor manera de hacerlo? - Preguntó el muchacho entornando los ojos y para provocar más terror luego de sus palabras tomó a Rose por los cabellos mientras le hacía daño - Me las pagarás - ¡Crucio!

- ¡Ahhhhhhhhhh!

El grito de dolor de la muchacha rasgó el aire pero para la desgracia de ella y Albus los que estaban en el exterior no podían oír absolutamente nada.

- ¡Dios mío! ¿Dónde está? - Preguntaba Lily mirando en dirección a las escaleras - ¿Dónde está mi niño?

- Tranquila mi amor, vamos a encontrarlo, de eso estoy seguro - Trató de tranquilizarla Severus.

- Rose tampoco está en la sala común - Dijo Lotti jadeando por el esfuerzo tras la carrera mientras emergía de las escaleras que conducían a las mazmorras.

- ¿Estarán juntos? - Preguntó Ted - Todo esto es muy raro.

Todos le habían contado a Lily y a Severus lo que había sucedido con el mapa y como James y Rose se habían enojado muchísimo con Albus Severus por perderlo, también le contaron que Osiris y Rosie habían visto al chiquillo por última vez en dirección al séptimo piso.

- Debemos buscarlo allí entonces - Había dicho Victoire que se unió al grupo luego de verlos reunidos en el vestíbulo y preguntar qué pasaba - Lo extraño es que Rose también se encuentre desaparecida, yo la vi esta mañana.

- ¡Dios mío Severus! ¿Qué rayos está pasando? ¿Dónde están mi hija y mi nieto? ¿Adónde fueron?

- No lo sé - Respondió Severus visiblemente preocupado - Pero no te preocupes, debe haber una explicación.

Luego al ver pasar a Neville no pudo evitar llamarlo.

- ¡Hey Neville! ¿Has visto a Rose o a Albus?

- No, la verdad es que no he visto a Albus desde anoche y a Rose... bueno cumplió el castigo conmigo pero no he vuelto a verla - Respondió el hombre de cara redonda - ¿Por qué? ¿Sucede algo? - Inquirió luego al ver su expresión preocupada y la de Lily que parecía querer comerse las uñas, también miró a los demás y comprendió que algo no andaba bien.

- Están desaparecidos papá - Explicó Osiris - Nadie los ha visto, no sabemos dónde están.

Luego de informar al director sobre lo que estaba sucediendo, los chicos tuvieron hora libre de Pociones y Encantamientos pues ni Lily ni Severus estaban dispuestos a trabajar, sólo tenían cabeza para meditar acerca de la extrañísima desaparición de su hija y su nieto. Siguiendo el consejo de Madeline, el grupo se encaminó hacia el séptimo piso pero no lograron encontrar nada hasta que al llegar al final de un pasillo, justo en frente de una pared de piedra común y corriente, al menos en apariencia Ted Lupin halló el famoso pergamino en blanco que habían estado buscando afanosamente la noche anterior.

- Es el mapa - Musitó mirando a Regulus y a Madeline con extrañeza y preocupación, Lily, Severus, Dumbledore y Sirius que evidentemente al igual que los demás se había enterado de la desaparición también estaba allí.

- ¿Estás seguro? - Inquirió Severus tomándolo entre sus manos.

- Déjame ver - Solicitó Sirius quitándoselo de las manos a Severus mientras Ted asentía - ¡Juro solemnemente que mis intenciones no son buenas! - Musitó dando un golpecito con la varita sobre el pergamino conforme unas letras y motas de tinta se iban visualizando - Si, este es.

- ¿Dónde están entonces? - Inquirió Lily con el corazón palpitándole con violencia - Búscalos Sirius.

El hombre comenzó a buscar afanosamente ayudado por Severus, Ted, y Regulus, Dumbledore habían rodeado a Lily con un brazo para calmarla pues temblaba, pero Madeline Wilson no pudo evitar hacer volar su imaginación y la intuición le indicaba con fuerza que alguien a quien conocían estaba implicado en aquella extrañísima desaparición, de modo que sin pensarlo dos veces tomó a Severus del brazo y lo apartó de los demás que insistían en buscar y leer cada nombre sobre cada mota de tinta.

- ¡Profesor Snape! - Lo llamó -No quiero alarmarlo y mucho menos emitir una hipótesis falsa pero.... Creo que es necesario que le diga que... tampoco he visto a Ryddle, bueno, al menos no lo vi durante el almuerzo en el gran comedor.

Al escuchar aquello Severus se sintió invadido por el terror, aquello no podía ser posible, Hogwarts era un lugar enorme, tal vez su hija y su nieto estarían en algún lugar mientras que Ryddle posiblemente estuviese en otro, no necesariamente debían estar juntos pero entonces Regulus habló echando por tierra su absurda teoría.

- No aparecen, ninguno de los tres aparecen en el mapa - Dijo.

- ¿Ninguno de los tres? ¿A quién más buscabas? - Preguntó Ted.

- A Ryddle, al desgraciado de Ryddle - Respondió el muchacho con rabia mientras sentía el terror invadirlo - No sé porque pero algo me hizo sospechar de él, tampoco aparece en el mapa.

Madeline miró a Severus y él a ella.

- Gracias señorita Wilson - Espetó con la voz un poco quebrada por el miedo.

- ¿Y eso que significa Sirius? - Inquirió Lily aterrada - ¿Por qué no aparecen en el mapa? ¿Quiere decir eso que están?...

- No... no Lily ¡Ni lo mande Dios! - Respondió el hombre negando con la cabeza, incomodo ante lo que su amiga se había imaginado y él no le permitió expresar en voz alta - Eso solo significa que no deben encontrarse en Hogwarts.

- ¡Por Dios! - Expresó el profesor Dumbledore - Me temo que tendré que escribir a Harry y también al señor Ryddle, debo dar la alerta, no deben haber ido muy lejos, vamos a encontrarlo, escribiré a madame Rosmerta y a Aberfort para ver si por casualidad los han visto por Hogmeade.  

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