Y...llegaste

By nowsmile123

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Me gustaba contemplar ese hermoso cabello color café de las mañanas, despeinado pero perfecto. Dos hermosas e... More

Importante
Introducción
1. Socializando
2. Tarde memorable.
Flashback《chat》
4. Mucha confianza
5. Pequeña traviesa
6. Un día con él
7. Celos y comida china
8. Donas
8. Donas (parte II)
9. Frankenstein
10. Ladrón de besos
11. Estrella fugaz
12. Lugar favorito
13. Decisión y vestidos
14. Niñata
15. Iremos al baño juntas
16. Fiesta (parte I)
16. Fiesta (parte II)
16. Fiesta (parte III)
17. Egoísmo
18. Balde de agua fría
19. Arreglar las cosas
20. Ardiendo en celos
21. Ilusiones perdidas

3. Día intenso

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By nowsmile123


Hoy es un día muy frío, así que decido ducharme con agua caliente; dejo mi cabello suelto y me coloco unos jeans negros, blusa blanca y mis vans. Para abrigarme me coloco un saco y una boina. Suelto un suspiro frente al espejo, tal vez debería comer algo de pizza para agarrar cuerpo, parezco un esqueleto.

En el trayecto al instituto paso por un Starbucks y compro un frapuccino. Río para mí misma: tomando algo helado en un día frío. La cajera me mira extrañada cuando me da el cambio y yo sólo sonrío antes de salir.

-¡Hey! Sabelotodo ¿cómo estás?- me pregunta Leo con entusiasmo apenas llego a mi casillero, se despega de las puertas metálicas para que saque mis libros.

-Yo bien, gracias. ¿Oye, y Caroline?- interrogo. No la veo por ningún lado, y ella no es de las que llegan tarde.

-Pues no sé. Pero es sospechoso que ni ella ni Pat hayan venido; ya sabes lo que dicen, mejor es prevenir a lamentar- dice fingiendo temor. Ruedo los ojos sin contener la risita.

Dos chicos ingresan riendo por una de las puertas corredizas, algo me dice que hicieron alguna travesura; lo confirmo cuando la cocinera los persigue por un buen trecho, hasta que se rinde y los deja comerse los muffins que se robaron, la mujer se va echando humo por las orejas.

Río porque mi crush no es ningún santo, y curiosamente eso me parece adorable.

Pat está con unos vaqueros negros y una camisa celeste, mientras que Jack asistió con unos pantalones de mezclilla y la camisa de ayer. Señor Dios, se ve tan sexy con glaseado rojo en sus labios.

-¿Qué pasa Hely?- interroga Leo- Oh, ya veo quien llegó. Bien, tal vez deba irme.- suelta fastidiado.

Hay veces que no lo entiendo.

Mi pequeña amiga se acerca y se cruza de brazos.

-Hely pareces Aquiles cuando ve sus croquetas- Aquiles es el perro de Caroline, es gigantesco, pero es un amor así que no le tengo miedo.

-No es cierto. Además, no hay nada por qué babear.

-Ajá- dice Caro con notable sarcasmo.- Bueno te dejo, tengo que ir a clases -agrega la rubia y se despide con un beso en la mejilla.

Veo a Pat alejarse tomando de la cintura a Caroline, el listillo la estaba esperando recargado en una pared, como un tipo en onda. Me pregunto cómo será caer por un chico malo, ¿será pasional como en los libros o dolerá la frialdad de sus actitudes? Tal vez prefiera quedarme con la duda.

Jack está caminando con sus típicos audífonos puestos, observo cada detalle del ojiceleste, sus labios delgados, su pálida piel, su nariz respingada, sus rulos despeinados. Tal vez deba bañarlo en cemento y tenerlo de estatua en mi jardín... no sé.

Mis alarmas se encienden cuando de un momento a otro, voltea a mirarme y contacto con sus iris celestes. Siento mis mejillas arder, así que bajo mi cabeza y abro el libro que hay en mi mano, fingiendo interés en Los perros hambrientos.

Siento como se acerca a mí y empiezo a temblar, su perfume se cuela en mis fosas nasales sin permiso, lo disfruto en silencio.

Lo tengo en frente, pero no alzo la cabeza aún, por lo que toma mi barbilla con su dedo índice y me obliga a enfocarlo. Poco a poco se dibuja una sonrisa en su rostro y me guiña un ojo, mas luego se retira serio.

No sé qué ha sido eso, ¿acaba de coquetearme? ¡Me sonrió! ¡Me guiñó el maldito ojo! No debería hacer eso, puedo derretirme y él va a tener que limpiar el suelo.

Muerdo mi labio para no suspirar y me alejo hacia el laboratorio de química trotando, no sé si para llegar puntual, defogar la emoción o para escapar de las miradas curiosas del alumnado.

*******

Salgo cansada y buscando oxígeno para respirar después de haber aspirado el humo de...lo que sea que hizo Kezia, a esa chica suelen resultarle mal el balance de sustancias.

Esta fue la peor clase de mi vida. Olvidé hacer la maqueta de los enlaces carbonados y no respiro bien, ¡en química! Se supone que es una de mis mejores materias.

Me dirijo hacia la cafetería, ya que el profesor Medrano ha faltado y no habrá clase de historia.

Saco una barra de chocolate de la máquina expendedora y doy el primer mordisco.

Me pongo los audífonos, selecciono Rude de Magic y tarareo la melodía mientras camino por el campus mordiendo mi dulce de cacao.

De pronto, escucho gritos distorsionados que provienen de la parte trasera de la cafetería, frunzo el ceño y me acerco intentando ser sigilosa.

Cuando ya estoy llegando reconozco la primera voz: Jack.

Me preocupa que le estén haciendo daño así que acelero el paso, pero mi mente se paraliza al ver la figura de mi mejor amigo con el puño en alto.

Jack logra verlo justo a tiempo y lo esquiva, pero su respiración es pesada. Leo le grita algo que no logro distinguir y se va corriendo hacia la puerta trasera del instituto.

En cuanto lo pierdo de vista, me dirijo hacia Jack y observo que hay un líquido rojo saliendo de una de sus fosas nasales. Es evidente que ya lo golpeó, no vi la escena completa.

Saco un pañuelo de mi bolso y trato de detener la hemorragia mientras lo miro con preocupación.

Él se tensa y alza la barbilla furioso, tal vez dispuesto a protestar, pero al ver mi rostro relaja sus facciones y me toma de la muñeca tembloroso. Por primera vez lo veo nervioso.

-Deja que te limpie- pido. Él pasea su mano por mi mejilla y asiente no muy convencido- Tranquilo- digo cuando lo veo hacer un gesto de dolor. Suelto un gritito cuando toma mi cintura y me atrae hacia él, mis palmas se posan en su pecho, a pesar de que quiero cerrar los espacios entre los dos. Su mano vuela a quitarme el pañuelo y lo lanza al césped, deja que acaricie su pómulo, hay una tonalidad verdosa que empieza a notarse.

-Voy a morderte los cachetes si sigues mirándome así- dice. Tengo que tragar saliva para no atragantarme cuando su nariz choca con la mía, estamos muy cerca y parece disfrutar de los temblores que provoca en mí.- Necesito que tengas cuidado con tu círculo social, Helen.

Sus gestos se tornan serios, ¿debería preocuparme?

-No entiendo a q-que t-te refieres- hablo como puedo. Alza una de sus comisuras, tengo sus labios tan cerca tentándome...debo pensar en los caracoles de mi jardín para no besarlo. Jack acaricia su nariz con la mía y deposita un beso en mi frente, siento que estoy en un sueño.

-Estaré cuidándote la espalda- tamborilea sus dedos en la curvatura de mi cintura, propiciándome un escalofrío. Posteriormente me suelta y se va trotando al instituto, dejándome confundida.

¿Qué acaba de suceder?

*******

Estoy confundida por lo que ha pasado hace unas horas, no puedo prestar atención a la clase de álgebra, ya que mis pensamientos vuelan hacia la escena de Leo golpeando a Jack.

Leo no ataca a las personas sin ningún motivo, no obstante, es impulsivo. Ya ha tenido problemas anteriores por pelearse con otras personas, pero no es su culpa.

Sus padres lo educaron con violencia, enseñándole que los golpes eran la mejor opción para corregir a las personas y ser respetado.

-¿Puede repetir lo que dije, señorita Wecker?- la voz ronca del profesor Ed me saca de mis pensamientos y me hace temblar. Mi mente se nubla, no entiendo lo que está en el pizarrón. El señor este se saca los lentes y suspira.- creo que le pregunté algo- agrega al verme enmudecida.

-Yo...emm...- solo logro tartamudear porque no tengo la más mínima idea del lenguaje egipcio que hay en la pizarra, ah no espera creo que esos garabatos de kinder se llaman ''matemáticas''.

-Por favor vaya a detención, es la cuarta vez que la saco de mi clase y espero que sea la última, parece que no le interesa aprender álgebra- sentencia entregándome una hoja en la que escribió mi falta.

Y sí, tiene razón. No me interesa el álgebra, soy pésima en esto. Es la materia que me saca canas verdes, rojas, azules, y todos los colores del arcoiris.

Camino por el largo pasillo del instituto que se encuentra vacío, ya que todos los estudiantes se encuentran en sus respectivas aulas.

No paro de pensar en Jack y Leo.

¿¡Qué rayos pudo haber ocasionado tal pelea!? ¡¿Y POR QUÉ JACK ME PIDIÓ QUE ME ALEJE DE LEO?!

Escucho gritos de furia y golpes de puertas, corro lo más rápido que puedo hacia el epicentro del bullerío y me paralizo al ver tal escena.

Leo está golpeando su casillero furioso, sus nudillos están sangrando por los raspones del metal, el cual está medio hundido. Empiezo a temblar, jamás lo había visto de esta manera, está rojo y algunas venas se empiezan a marcar en su cuello.

Me acerco y trato de sostenerlo de brazo, pero me aparta sin siquiera verme el rostro, el empujón que me da me provoca una caída.

Él se voltea asustado al escuchar mi grito, al parecer reconoce mi voz.

Me mira con los ojos bien abiertos y recuperando su coloración normal, intenta acercarse, mas pongo mi brazo para que no me toque, estoy realmente asustada.

Un dolor agudo se instala en mi nuca y al pasar mi mano compruebo que estoy sangrando.

Mi vista se va nublando poco a poco.

-¡¡¿¿PERO QUE ES LO QUE HAS HECHO??!!- es lo último que logro escuchar antes de caer inconsciente.

*******

-¡Ya está reaccionando!- dice una voz varonil que reconocería en cualquier lado- tranquila pequeña estarás bien- agrega Jack impartiendo masajes en mi cuero cabelludo.

Cuando se logra completar mi campo de visión logro distinguir a la señorita Miller, la enfermera que me está atendiendo. A mi lado está Jack mirándome con preocupación, pero cuando trato de sonreír, se pone nervioso y voltea serio, como si hubiera hecho algo malo.

No entiendo qué le pasa y no quiero entender.

-¿Qué me pasó?- le pregunto a la mujer de uniforme blanco mientras me ayuda a levantarme.

-Querida te golpeaste contra una de las columnas de cemento que divide el pasillo, tu nuca cayó justo en la esquina de esta, lo que provocó una hemorragia instantánea. Afortunadamente tu...amigo llegó y te trajo hasta aquí. Pero no te preocupes no es nada grave ya te puedes retirar.

Ella escribe algo en su libreta y arranca la hoja para luego entregármela.

-Que te mejores- dice con una sonrisa y abre la puerta indicando que ya puedo salir.

Salgo y me dispongo a ir a la cafetería, pero una mano me toma ligeramente del hombro y me obliga voltear.

-¿A dónde vas?- me pregunta mirándome a los ojos serio.

-Yo...iré a tomar algo- respondo bajando la mirada y soltádome para acelerar el paso.

Una vez más me alcanza y repite el mismo movimiento de hace un rato.

-Te acompaño- agrega sonriendo de lado.

-Si quieres- digo encogiéndome de hombros y me suelto de su agarre para caminar.

Acabo de hablar con Jack sin tartamudear.

El Apocalipsis se acerca, el sol saldrá de noche.

Oh.mi.Dios.

Llegamos a la cafetería y pido un té de menta, él por su parte no pide nada.

-¿Por qué pelearon?- pregunto. Quien quiera que esté leyendo esto denme aguja e hilo, voy a coser mi boca.

-No creo que tenga que decírtelo justo ahora, no te preocupes en otro momento lo sabrás, pero no estés pensando en eso- responde relajado.

El chico de delantal beige y gorrita blanca me trae mi pedido y se retira con una cálida sonrisa.

Trato de jugar con la cuchara, sin prestar atención a la respuesta que acabo de recibir.

Tomo un sorbo, dos, tres...¿¿¡¡¡PERO QUÉ SE SUPONE QUE QUIERE CONSEGUIR ESTE SUJETO SI SIGUE MIRÁNDOME!!!??

-¿Apesto o por qué rayos me observas?- interrogo entre suaves risas. En realidad son de nervios. No puedo creer que él me esté observando...a mí.

-Es curioso y divertido ver cómo tomas agua verde- dice quedito- no lo sé...se ve...¿tierno? Creo.

Haber, haber, haber. Le causo ternura a mi crush. A Jack Thomson. Esto es muy real para ser un sueño, así que moriré de un paro cardiaco.

-¿Yo tierna? Sí claro y el sol sale de noche- digo divertida.

Él lanza una suave risa mientras niega con la cabeza.

-¿Cómo no te conocía antes? Eres divertida, pequeña.- suspira y se recuesta sobre su brazo derecho mirándome.- No debiste permitir que te golpeara.

-Él no lo hizo a propósito, sólo...estaba teniendo un momento de ira- me excuso. Su mirada me empieza a poner nerviosa, no parece muy feliz, sin embargo, continúo viéndolo.

-Escucha, Helen, por más furioso que haya estado, por más problemas que haya tenido, no tenía derecho a reaccionar así. No importa si fuiste tú u otra persona, tiene que controlar sus impulsos; ¿y si te pasaba algo peor? Ten cuidado, debes tener precaución, y no dejar que nadie te toque- trago saliva y agacho la cabeza, siento algo de vergüenza. No es hasta que acaricia mis nudillos, que levanto el rostro y lo miro; me regala una sonrisita ladeada- No estoy reprendiéndote, pequeña, te estoy diciendo que debes saber hacerte respetar. Tu cuerpo es valioso, tú eres valiosa, y nadie tiene derecho a ponerte un dedo encima. Recuerdalo, bombillita, no eres un juguete al que pueden zarandear cuando quieran.

-¿Bombillita?

-Eso pareces cuando te sonrojas-. Su guiño me hace temblar. ¿Debería estar teniendo esta conversación con él.

Quiero reprocharle, porque se dejó golpear horas atrás, quiero decirle que ambos somos valiosos y que tampoco se debería haber dejado golpear. Juro que voy a protestar, pero lo siguiente que hace esfuma mis palabras.

Se me queda mirando por unos segundos, entrelaza nuestros dedos, haciendo que mi piel hormiguee. Es cierto lo que dijo, y no pienso ignorarlo, me gusta que me haya dicho eso, me fascina pensar que se preocupa por mí. Se pone de pie y se acerca a mí, estar sentada en una silla alta me hace estar unos centímetros más alta que él; aún así alcanza mi nariz y planta un beso, mis mejillas se tiñen de rojo y tengo ganas de saltar como un canguro. Vuelve a sentarse y se queda mirando la taza que tengo en mis manos; mi vista cae en sus labios, recordar lo que pasó hace unos segundos...estoy delirando.

Esbozo una sonrisa y termino lo que queda de mi bebida en silencio, pero es un silencio cómodo.

Nos retiramos de la cafetería y caminamos hacia el instituto.

El algodón que me pusieron en la herida casi ni se siente, así que me siento cómoda por ahora.

-Iré a clase, pequeña, tal vez luego te acompañe a casa...si quieres- me da una sonrisa e ingresa al aula nº5.

Muerdo mi labio inferior, para no suspirar y camino buscando el aula de lenguaje, la clase que me toca.

Me paro seca al notar a Leo llorando en la sala de detención, con las manos vendadas, y...solo.

Se da cuenta de mi mirada y voltea.

Sus ojos tormenta me miran arrepentidos y suplicantes. Abre sus labios para hablar pero los vuelve a cerrar inmediatamente como si se hubiera arrepentido. Una traviesa lágrima se escapa y pasea por su mejilla.

Anota algo en la hoja que está a su lado y me la muestra a través del cristal de la luna.

"Perdón"

Es lo que logro distinguir.

Lo miro triste.

Recuerdo que cuando éramos niños nos las ingeniábamos para salir de detención. Obviamente la detención del kinder no es fría, seca y con libros de páginas amarillentas, sino con colores, juguetes, cuadernos y pelotas.

Aún así era aburrido estar por horas ahí, uno se aburría de ver lo mismo y se tiraba en el piso, nosotros, en cambio, siempre encontrábamos la forma de salir de ahí. Éramos cómplices.

De pronto una mujer entra por la puerta del gran salón y lo invita a retirarse.

Ni bien sale, me enfunde en un abrazo mientras repite la palabra escrita hace un rato con lágrimas saliendo de sus ojos.

Se separa y sin parar de llorar besa mi mano constantemente.

-Hely, mi Hely, perdóname por favor, soy un asco de persona. No quise herirte, lo juro, estaba furioso por otras cosas y acabé dañándote, perdóname Hely, perdóname- acaricia mi mejilla y una lágrima sale de mi ojo izquierdo.

-Pudiste haberme hecho algo peor ¿en qué pensabas? Casi te destrozas las manos golpeando tu casillero. Te miré pelear con Jack, lo heriste ¿qué demonios pasa contigo Leonardo?- suelto sollozando.

-Yo...estaba molesto con él, pero no quiero recordar eso ahora, Hely perdóname, por favor- me mira con cara de perrito hambriento y yo quiero lanzarme a por las cataratas de Niágara.

-No se trata de que te perdone, se trata de que te des cuenta de lo que puedes llegar a hacer por tu impulsividad.

Trato de no hacerlo enfadar más hablando del tema y esbozo un intento de sonrisa.

Me acaricia el cabello y me besa la frente, para luego despedirse y marcharse al aula correspondiente.

Corro lo más que puedo para alcanzar lo que queda de la clase de lenguaje.

*******

Al menos obtuve la nota más alta en lenguaje, es una de las materias que se me hacen fáciles.

Salgo cansada, tengo sueño, solo quiero tirarme en mi cama y dormirme hasta el domingo.

Empiezo a caminar como zombie por toda la vereda del campus intentando no caerme por el sueño, pero es inevitable, en cualquier momento me derrumbaré en el cemento, así que decido sentarme en el paradero a esperar el bus.

-Te dije que te llevaría casa- me susurra alguien al oído.

-Vas a matarme de un paro- contesto sonriendo.

-Vámonos- dice guiñándome el ojo. Dios, este sujeto es tan lindo.

Una vez en su auto me dejo vencer por el sueño, pero soy despertada cuadras atrás de mi casa por el chico que está a mi lado.

-Ya llegamos- dice seco.

-¿Ya? Ah olvidé que conducías a una velocidad ilegal. Por cierto...te debo lo de la vez pasada- digo nerviosa al recordar la torpeza que cometí al conducir su auto.

-Ah no- dice riendo- no fue nada grave solo un pequeño rasguño.

-¿¡PERO QUE ME ESTÁS DICIENDO!? Yo moriría si le llegara a pasar eso a mi auto.- exclamo indignada y cruzándome de brazos- si tuviera uno.

Él ríe una vez más y me abraza.

Sip.

J a c k m e e s t á a b r a z a n d o

Voy a morir.

-Hasta mañana- dice separándose.

Va a besar mi mejilla izquierda pero una voz infantil suena desde la puerta, lo que hace que voltee mi rostro de inmediato.

Mala idea.

O...¿buena?

Me vuelvo un tomate remaduro cuando sus rosados labios chocan con los míos.

*******

Jelou :v
Que haciendo?
Yo aquí siendo malota y dejándolos en suspenso :)
¡¡¡¡¡¡POR FEEEN!!!!!!
DOS LARGOS CAPÍTULOS PARA QUE RECIÉN HAYA UN BEZHO
Pero fue bien boneto :,3

♡ La casualidad más bonita de Hely se llama Jack
Dejen en los comentarios quién o qué es su casualidad más bonita.

Weno les mando un zuchulento saludo saludable de esos que saludan :v
Y pues...
Baiz
Los queloveo :*















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