nota: reproduzcan la canción desde ahora hasta el final. no quiero comentarios insultando a JiMin. disfruten.
Intentaba jugar con sus pies para distraerse, el tiempo se le hacia eterno. Sí, había llegado algo temprano y debía esperar aún unos cuantos minutos para que la hora acordada llegara, pero aún así se sentía nervioso ¿Qué ocurriría si él no llegaba? Suspiró y miró sus manos, las palabras correctas eran algo difícil de encontrar y ni biensiquiera sabía si tenía que decir algo en realidad. No tenía idea de nada, pero ahí estaba, sentado en los columpios en donde solía comer granizados junto a JiMin.
El día estaba hermoso, debía admitirlo. Quería perderse en la óptima temperatura, en el cálido viento, pero le era imposible. Sabía que era difícil lo que iba a hacer, pero tenía que hacerlo. No había tenido la oportunidad de hablar con JiMin nuevamente y ahora que se presentaba la oportunidad no podía arrancar.
—JiMin, ¿estás bien? Te ves algo pálido — JungKook le preguntó al ahora castaño que intentaba regular su respiración en el asiento de copiloto.
—Estoy nervioso, JungKook. — respondió JiMin acariciando sus brazos con algo de fuerza —No tengo idea de qué ocurrirá.
—No va a pasar nada malo, bebé —Jeon acarició el muslo de su pareja de forma suave para calmarlo, ganadose una sonrisa se JiMin.
A pesar de que sólo llevaban seis días juntos como pareja, debido a que en la mañana luego de hacer el amor JungKook le propuso ser su novio, todos los apodos y gestos de una pareja de años se sentían naturales y todo era por una razón obvia.
—No quiero perderlo...— JiMin sujetó la mano de Jeon que estaba en el y la acarició - es muy importante para mí.
Los ojos de JiMin estaban algo cristalizados, su interior estaba anticipando lo que pasaría y se preparaba para llorar. Le emocionaba y le deprimía la idea de ver a TaeHyung. Hace mucho tiempo que no lo hacía y quería verlo, pero no sabía cómo sería hasta su propia reacción. Había aclarado sus pensamientos y se decidió por perdonar a Tae. No, no porque sintió que se merecía la infidelidad, sino porque todo había sido un enredo extraño de sucesos en los cuales ninguno de los dos supo tomar las mejores desiciones. Las cosas no habían salido como ambos querían, pero no por ello iban a arrojar el maravilloso tiempo de amistad que tuvieron al vacío. Sí, quizás TaeHyung nunca lo vio como un amigo solamente, pero esa amistad sí existió y JiMin ansiaba recuperarla, aunque solo tuviera una semana para disfrutarla de la forma correcta.
Cuando JungKook le dijo que le había conseguido "una cita" para hablar con TaeHyung, su estómago comenzó a doler, pero de emoción. Aún estaba dolido, pero eso no importó. Quería hablar, estaba dispuesto a oír y también a ser escuchado.
-No lo perderás. - respondió JungKook finalmente, estacionándose algo lejos de donde se encontraba el parque. JiMin lo miró extrañado mientras se quitaba el cinturón de seguridad. -Necesitan privacidad. Estaré aquí esperándote.
-Gracias, JungKook. Te prometo que...
-No, JiMin. Se libre de hacer o decir lo que quieras. - Suspiró y luego reveló una sonrisa honesta -No quiero interferir en esto. Ahora ve antes de que me arrepienta- soltó entre risas.
JiMin apenas podía creer las palabras de su novio, pero le hizo caso. Sabía que era algo difícil para JungKook todo eso, pero también sabía que era una muestra de cuanto lo amaba. Lo besó de forma rápida y bajó del carro. Caminó de forma lenta hasta la entrada del parque el cual estaba rodeado de árboles frondosos. Solo habían pasado tres años, pero JiMin lo notaba muy diferente, quizás porque él era diferente ahora. Por unos segundos se preguntó dónde podría estar TaeHyung, si es que ya había llegado, pero se sintió tonto de solo habérselo preguntado. El sabía perfectamente donde estaba y, recordando las palabras de JungKook en el auto, comenzó a correr al lugar de ese gran parque en dónde TaeHyung y él comían granizados cuando sus días de escuela eran difíciles. Sus recuerdos lo guiaron casi de forma inconciente a aquel lugar, llegando a desesperarse en un momento por no poderlo encontrar tan rápido como creía, sintiéndose perdido. Pero lo halló. Deteniendo su carrera giró su rostro y ahí, frente a sus ojos, estaba TaeHyung columpiandose de forma lenta y desinteresada mientras miraba al suelo. Mordía sus labios, no podía verlo, pero estaba seguro que lo hacía. Y fue ahí, cuando perdió el control de sí mismo.
-¡TaeHyunnie!-Gritó para llamarle, oyendo su propia voz aguda y algo entrecortada por la emoción. Y corrió. Al tiempo en que Tae se levantaba del columpio, JiMin corría hacia él para luego lanzarse a sus brazos, subiéndose encima y enrollando sus piernas en la cintura del moreno logrando que este último se tambaleara con la sorpresa, pero logró mantener el equilibrio.
-¡JiMinnie! ¡JiMinnie viniste!- la voz de Tae sonaba rara y entrecortada también, pero JiMin no le prestó atención. Estaba perdido en el abrazo, en el calor, en el aroma, en la sensación que solo TaeHyung era capaz de brindarle. -JiMinie...JiMinnie no llores.
¿Por qué estás llorando?
Somos los únicos aquí
Pero JiMin no podía detenerse. Era todo tan difícil. Eran tan difícil tomar decisiones, era difícil crecer, ser adulto, darse cuenta de las cosas... darse cuenta del dolor que le había hecho sentir a TaeHyung. Era un bebé llorón en los brazos del moreno, pero no le importaba. El quería seguir ahí, entre sus brazos, que sus corazones palpiran al mismo tiempo, al igual que el ritmo de sus respiraciónes.
-Lo siento, TaeHyung- logró decir luego de unos minutos -De verdad lo siento. Perdón, perdón perdón- comenzó a repetir cerca del cuello de Tae, pero sin ninguna intención carnal, solo quería tenerlo cerca.
-No pidas perdón por amar, JiMin.
Las palabras dichas por TaeHyung lograron que el castaño levantara su rostro y lo mirara con un puchero en sus labios. El moreno lo bajó de si y acarició su cabello cuando lo tuvo frente a él. El rostro de JiMin estaba húmedo y algo rojizo, pero aún así el moreno lo consideraba hermoso y eso jamás iba a ser capaz de negarlo.
-Te hice dañó, TaeHyung.
-Yo también te hice dañó, JiMin. Pero no quiero que me pidas perdón por elegir a JungKook por sobre mi. - Miró el cielo y luego volvió a poner los ojos en su amigo soltando un suspiro - Me costó, pero logré entenderlo. Logré entender que lo nuestro no iba a poder ser porque tú estabas enomarado de él y siempre lo estuviste.
-Yo también me enamoré de ti- Era el momento de sacar todo fuera, de quedarse sin palabras perdidas en la garganta y JiMin estaba dispuesto a hacerlo - Lo hice, de verdad.
-Pero no lo suficiente y no te sientas mal por eso ¿Está bien?
Tae acarició el rostro de JiMin logrando limpiar una lágrima que amenazaba con escapar. El castaño cerró los ojos frente al contacto y luego asintió lentamente. Ese pequeño contacto le hizo desear más, quería lanzarse sobre el nuevamente y no soltarlo jamás, aunque de seguro JungKook luego llegaría y se lo llevaría con sólo decir su nombre, pero aún así quería eso.
-¿Puedo volver a abrazarte? - le preguntó con un leve sonrojo en sus mejillas. No era común para el preguntar ese tipo de cosas.
-No aún. Es mi turno de pedir perdón.
-Si es por lo de MinJae, ya estás perdonado.
-De igual forma. Lo siento por traicionar su confianza, por dejarme llevar por el rencor.
JiMin se puso de puntillas para alcanzar la coronilla de TaeHyung y acariciarle en señal de que no tenía que seguir hablando, que esas heridas ya estaban cerradas.
-¿Ahora puedo?
-No, ahora tienes que seguirme.
JiMin lo miró confundido, pero de todas formas tomó la mano que Tae le ofrecía y lo siguió como le había pedido. Corrieron hasta cerca del otro lado del parque mientras JiMin seguía preguntándose qué había de especial ahí. Lo supo en cuanto cruzó la cerca de árboles y notó aquella cabellera negra sentada en la vereda, al lado de un carro que él conocía bastante. Se preguntó cuántas lágrimas eran el máximo que un humano podía derramar con el temor de llegar a deshidratarse.
-HoSeok-hyung- dijo y el nombrado de volteó a verlo con una sonrisa en sus labios.
-Al fin hiciste lo que tenías que hacer, ¿Uh?
-Sí, hyung. Por fin.
HoSeok abrió sus brazos y asintió. JiMin sonrió entre sus lágrimas. Era todo demasiado irreal nuevamente. El había tratado tan mal a su hyung, siendo que solo quería lo mejor para el, pero no podía entenderlo, y ahora estaba ahí pidiéndole un abrazo como si nada malo hubiera ocurrido. Sin duda, HoSeok era el mejor hyung de la vida, alguien que en definitiva se merecía todo lo mejor y una felicidad infinita. Se lanzó a sus brazos, dejándose rodear por estos mientras su cabello era besado una y otra vez.
🦁🐣🐰
El sonido de las ruedas de las maletas rodando contra la cerámica y el bullicio que hacia la gente al hablar le recordaba que todo lo que estaba viviendo era real. Sus amigos lo acompañaban, también su madre y HoSeok. Bebían café mientras hablaban en la cafetería del aeropuerto. Su equipaje ya no estaba con el, solo su pequeño bolso de mano descansaba entre sus piernas. Sabía que se trataba de un viaje largo y agotador, pero le emocionaba llegar a aquel lugar, lugar que le entregaría un millón de nuevas oportunidades. Estaba feliz, entonces ¿Por qué le costaba tanto sonreír de forma sincera? JungKook -su relación se volvió más amistosa cuando dejaron de pelear por el mismo hombre- y JiMin prometieron llamarle de forma seguida. Su madre también le dijo que lo haría, hasta le exigió que le contestase siempre. Y HoSeok... HoSeok también dijo que le llamaría, pero el no quería eso. Tae quería que HoSeok se fuera con el, pero sabía que aquello era prácticamente imposible. El debía hacer este viaje solo y crecer, darse ese nuevo comienzo que tanto estuvo esperando.
-Tae, creo que ya es hora- habló JiMin admirando como el celular de su amigo se iluminaba debido a la alarma que había puesto.
-Sí- respondió subiendo sus cejas demostrando la extraña molestia que sentía en su interior.
-No estés nervioso, todo saldrá bien. Y en menos de lo que piensas estarás en New York- esta vez fue JungKook quien intentó animarlo.
-Lo sé, solo es que...- sus ojos no pudieron evitar dirigirse a HoSeok. Suspiró, suspiró porque no podía decir nada. Nadie sabía realmente lo que había la ocurrido con ellos esas dos últimas semanas, solo sabían que eran buenos amigos. Volvió a mirar a JungKook- los extrañaré mucho.
-Y nosotros a ti, mi niño- la madre de TaeHyung apreto su mejilla y este besó su mano mientras se levantaba tomando su bolso.
Todos se levantaron después de él y lo acompañaron hacia el respectivo pasillo donde debía entrar. Se comenzaron a despedir uno por uno, siendo su madre la única en llorar. JiMin estuvo cerca, pero logró reprimirlo para hacer el ambiente más ameno. JungKook le dió un abrazo y luego fue el turno de HoSeok. HoSeok también lo abrazó, pero fue largo y con la expresión de dolor escrita en cada célula y particula. Sabía que dolería, desde que se besó con HoSeok en la cama de este sabía como todo terminaría, pero no sé arrepentía. HoSeok le dió sonrisas, risas y momentos hermosos que recordaría por siempre. Eso fue lo que había pedido y lo obtuvo. Hablaron sobre el viaje y HoSeok le dijo que no tenía que preocuparse por el, que era libre de hacer lo que quisiera en su nueva cuidad, pero que siempre tuviera la felicidad como destino. TaeHyung simplemente asintió, sin estar de acuerdo con ninguna de las cosas que su hyung le había dicho.
En cuanto el abrazó se acabó, TaeHyung sujetó con mayor fuerza su bolso, dió el último adiós general y se volteó, comenzando a caminar a su nuevo destino mientas nuevamente lloraba en silencio. Lo superaría, estaba seguro, pero era difícil en un comienzo, sería horriblemente difícil.
-¡TaeHyung!
Nisiquiera alcanzó a voltearse cuando los labios de su hyung fueron puestos contra los suyos en un beso tan profundo, lleno de deseo, hambre y por sobre todo, amor. Las lágrimas de ambos salaron los labios de ambos,us respiraciones se volvieron agitadas debido al llanto, pero aún así no se detuvieron hasta segundos después para poder respirar de forma correcta.
-Hyung...
-Te amo, TaeHyung. No lo olvides nunca. No olvides nunca que hubo un hombre en Corea que te amó con todo su corazón.
-No lo haré, hyung. Si usted no lo hace, yo no lo haré. Siempre recordaré estas dos semanas. Uno de mis mejores recuerdos de Corea es usted hyung y lo que vivimos. - El llamado de su vuelo se escuchó por toda la sala y un sollozo se escapó de sus labios. Debía irse, debía hacerlo aunque doliera en a cada parte de su ser.-Hasta pronto, HoSeok.
-Hasta pronto, TaeHyung.
TaeHyung volvió a voltear y caminó, caminó hasta perderse entre las demás personas. HoSeok sonrió, lo hizo aunque doliera pues había cumplido el último deseo de TaeHyung en ese lugar. Las dos semanas que se habían prometido fueron cumplidas.
Fin.
🐏
Estoy llorando.
Falta el epílogo aún.
Sigo llorando.
Espero que les haya gustado y gracias por leer.
Lxs quiero mucho, de verdad 😢💕
Atte. Stumplynn.