My Bad Boy-Thomarie

By StarDreamer16

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Algunas cosas nunca fueron fáciles para Thomas Fletcher. A pesar de ser inteligente, gran músico, excelente i... More

Capítulo 1
Capítulo 2
Capitulo 3
Capitulo 4
Capítulo 6
Capitulo 7
Capitulo 8 (Final)
AU

Capitulo 5

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By StarDreamer16

En cuanto llego no perdió más tiempo y se encerró en el estudio de su padre trabajando en aquella máquina. No podía dejar de pensar en ese beso y aquellas palabras. Primero le gritaba sus verdades, después la besaba, luego insultaba a Bridgette, la volvía a besar y al final le pedía que cambiara. Sabía que esa forma de actuar y hablar no era del Thomas verdadero pero aun así se sentía tan mal y estúpida.

Marie se podía considerar una chica inteligente, agraciada, tierna, divertida, infantil y muchas cosas más. Lamentablemente no era la mejor construyendo; bien, era perfecta al imaginar el próximo proyecto y también para crear los planos, pero se habla enserio al momento que ella se pone el casco y toma un martillo. Sin ayuda de Thomas o su papá las maquinas terminaban explotando −o después de funcionar una sola vez−. Al cabo de varios años ya no le molesto tanto la ayuda de su primo y papá, se fue acostumbrando al instinto sobreprotector de ambos ¿Y cómo no? Cada vez que ella estaba dispuesta a crear algo nuevo, alguno de los dos la tenía en la mira, no perdían de vista cada movimiento que hacía.

En estos instantes desearía tanto que Thomas estuviera vigilándola, corrigiéndola y ayudándola, al menos así sus expectativas de que aquello funcionara −antes de que terminara en una explosión− aumentarían.

Se limitó a terminar sola y rezar internamente cada vez que se disponía a mover, insertar, quitar, aflojar, apretar algo y no fue hasta las 2:30 pm que admiró la maquina; en realidad, terminó hace media hora pero también construyo un pequeño control para activarla desde la distancia. Lo que procedía a continuación era poner en marcha su plan.

Salió del estudio cargando la máquina y la llevo a la sala, tomo su celular y marco el número de la casa de Thomas. No se arriesgaría a que no le contestara si llamaba directamente al celular.

Fue hasta el tercer timbre cuando al fin contestaron.

−¿Hola? –Enseguida reconoció la voz de su tía Vanessa.

−Hola tía, soy Marie.

−¡Marie! Que alegría escucharte. ¿Necesitas algo? ¿Tienes algún problema? –Hablo Vanessa, pues suponía que Marie llamaría por algo así ya que se encontraba sola en casa.

−¡No! Estoy muy bien –Se apresuró a contestar −¿Se encuentra Thomas? Necesito hablar con él.

−¿Thomas? Espera un momento.

Escucho como Vanessa gritaba el nombre de su hijo. Tuvieron que pasar unos segundos hasta que escucho murmullos y su nombre entre ellos.

−¿Qué quieres? –Con el tono de voz y la forma de contestar adivino que ahora se trataba de su primo.

−Necesito hablar contigo –Quería ser directa y clara, ahora no era el momento para detenerse a charlar o escuchar nuevamente insultos.

−Es lo que estás haciendo ¿no?

−En realidad quiero que aclaremos lo que paso en la mañana –Guardo silencio un momento y escucho del otro lado de la línea una ligera respiración –Estuve pensando y creo que tienes razón. Necesito cambiar para entenderte y dejar de ser esa niña que dices.

−Me alegra que pienses así, primita –Pudo imaginarse su sonrisa al decir aquello.

−¿Te importaría venir a mi casa un momento? Así podremos conversar un poco más... Tranquilos.

Pasaron los segundo que se hicieron eternos para Marie, sentía como sus manos comenzaban a sudar y se mordía el labio inferior. Tenía miedo de que él rechazara aquella invitación ya que con eso el plan se iría al diablo.

−Está bien. Iré

El castaño colgó y Marie suspiro aliviada. Dejo su celular y camino hacia el patio, escondió la maquina detrás de un arbusto y calculo la trayectoria del rayo. Si aquello funcionaba solo tendría un disparo y tenía que ser lo más precisa posible.

Escondió el control en la bolsa trasera de su falda lila.

Regreso a la casa y camino nerviosa por la sala en espera de escuchar el timbre. Tuvieron que pasar unos diez minutos cuando un sonido inundo la casa anunciando la llegada de un visitante.

Sintió que palidecía, su corazón latió con más fuerza a punto de estallar en su pecho y el aire se le escapó de los pulmones.

Las piernas le temblaban cuando camino a la puerta de la casa y su mano se sentía resbalosa al momento de mover la perilla.

No sabía si sentirse aliviada o más preocupada al observar una melena rubia frente a ella.

−Jackson –Susurro y vio como el chico alzaba la mirada. Observo a Marie y una sonrisa apareció en sus labios.

−Hola, Marie.

−¿Qué haces aquí? –No quería parecer grosera, pero tenía que deshacerse de él antes de que Thomas llegara.

−Pues quería visitarte ya que no pude asistir ayer a la escuela.

¡Cierto! Estaba tan concentrada en los planes que no noto la ausencia de su compañero.

Jackson es un compañero de Marie, siempre era detallista. Se encontraban en ocasiones por los pasillos y conversaban o él le entregaba algún presente. Pero, normalmente esas conversaciones eran interrumpidas por su medio primo y cuando aquello sucedía a veces discutían entre ellos.

−Por cierto, te traje esto. –Marie despertó de sus recuerdos para observar una bella rosa roja frente a ella, cuando la tomo noto que aun temblaba un poco.

−Gracias.

−Y también... Me preguntaba si te gustaría ir por un helado conmigo.

Marie no pudo evitar ponerse nerviosa. Le encantaría ir con Jackson por un helado, en realidad seria lo primero que comería desde la tarde del día anterior.

−Me gustaría, pero ya tengo planes. Lo siento.

La sonrisa de Jackson mostro cierta decepción y la pelirroja no pudo evitar sentirse mal.

−Entiendo.

Marie bajo la cabeza avergonzada y Jackson miro hacia la banqueta, pudo observar que cierto castaño se acercaba pero iba perdido en su mente que no noto la mirada del rubio.

−¿Al menos podría darte un abrazo?

La pelirroja lo dudo por un momento pero después asintió con una ligera sonrisa.

El rubio no tardo en pegar su cuerpo con el de la chica, la cual cerró los ojos y no pudo notar la mirada penetrante de Thomas al otro lado de la calle.

Cuando se alejaron, Jackson aprovecho el poco espacio y le dio un beso en la mejilla a Marie pero, esa cercanía fue interrumpida por la repentina llegada de Thomas. Pues en cuanto vio ese detalle literalmente corrió a la entrada de la casa, tomo al rubio por la playera y lo empujo lejos de Marie y situándose entre ambos jóvenes de modo que la pelirroja no podía ver al rubio.

−¡¿Qué carajos haces aquí?! – Se encontraba furioso.

−Claramente visito a Marie – Respondió tranquilo Jackson

−¿Bajo qué derecho?

−Lo siento, pero tú no eres nadie para decirme si puedo o no visitarla... o besarla.

El joven sonrió con aire triunfal pero su rostro cambio cuando de la nada ya tenía al castaño a tan solo unos centímetros, sus ojos azules oscuros mostraban verdadera furia y sujetaba con fuerza el cuello de la playera de Jackson. No estaba asustado por la reacción de su enemigo, simplemente se mostró serio y neutral.

−Escúchame bien. No quiero que te vuelvas a acercar a Marie o incluso besarla porque de mi corre que te golpeare hasta borrarte esa estúpida sonrisa de tu cara.

Ante tal amenaza Jackson sintió un escalofrío pero se mantuvo firme.

−Solo estas celoso de que yo si pueda invitar a salir a Marie ya que no hay algún lazo familiar que nos una. Además claro, de que nada le impide amarme. –Lo dijo de una manera provocadora y susurrando de modo que solo el castaño escuchara.

Tampoco era sorpresa que el peor enemigo de Thomas supiera de los sentimientos del chico. Por eso se declararon enemigos desde la primera vez que se vieron y el rubio intento cortejar a la pelirroja −Cosa que enfurecía al joven Fletcher pero no podía hacer algo−.

Y si le quedaba un poco de paciencia esta se agotó.

Thomas alejo a Jackson con un puñetazo, sacudió un poco se mano derecha y volvió a dar pasos decididos hacia el chico que se encontraba sobando su mandíbula. Jackson observo como se acercaba Thomas y lo miro fijamente para aceptar el siguiente golpe, el cual nunca llegó.

Marie estuvo paralizada durante un largo momento y justo cuando reacciono corrió hasta interponerse entre los dos chicos y evitar otro golpe. Observo a Thomas con una mirada fulminante, él se limitó a bajar el brazo.

−¡Basta Thomas!

Las miradas de ambos chocaban, Marie trataba de mostrarse enojada mientras que Thomas no tenía ninguna expresión. La pelirroja volteo para mirar al otro chico y se acercó un poco.

−Jackson, creo que es mejor que te retires.

−Pero, Marie... −Ella lo interrumpió

−Por favor.

Resignado acepto, aunque no se iría de ahí con las manos vacías.

−Me iré solo si aceptas salir conmigo algún día.

−Jackson –Estaba dispuesta a decirle que no era el momento de discutir eso.

−Solo promete que lo pensaras.

Lo medito unos segundos y al notar que esa era su única opción asintió y prometió pensarlo.

Jackson le sonrió y antes de irse le dio un beso en la mejilla tratando de prolongarlo lo más posible y así provocando al castaño que solo se limitaba a ver la escena.

Marie no pudo respirar tranquila hasta que vio al rubio alejarse de su casa, pero esa tranquilidad solo duro cinco segundos. Thomas no espero ya que tomo a su media prima del brazo y la jalo −literalmente− dentro de la casa y azotando la puerta.

−Me puedes decir: ¿Qué hacia él aquí? –Estaba más que exasperado.

−Que te importa –Marie lo había dicho sin pensar y no se dio cuenta hasta que Thomas la sujetaba fuertemente por los hombros.

−Me importa y mucho. Por eso te repetiré la pregunta: ¿Qué carajos hacia ese idiota aquí?

−Vino a visitarme.

−Dime la verdad. –La penetrante mirada de Thomas solo le causo temor.

−Quería invitarme a salir pero le dije que no. Te estaba esperando.

Esa respuesta aumento el ego de Thomas y la soltó con una sonrisa de autosuficiencia, pero se borró al recordar lo que escucho hace unos minutos de una posible cita.

−¿Saldrás con él? –Preguntó con su mirada inexpresiva. Marie lo observo confundida.

−No lo sé.

−¿Qué diablos significa eso?

Marie puso los ojos en blanco y por un momento pensó que este nuevo Thomas era un idiota.

−Significa que no estoy segura. Puede que sí, puede que no. No lo sé ¿Entiendes?

Thomas frunció los labios y miro la rosa roja que aún tenía la chica en su mano derecha. Camino hasta ella y en su distracción se la arrebato.

−¿Por qué tienes esto?

Marie trato de quitársela pero el castaño se movió hacia el lado contrario.

−Me la dio Jackson ¡Ahora dámela! –Nuevamente intento quitársela y fallo.

−¿Para que la quieres?

−Es un regalo. No puedo simplemente tirarla.

−¡Claro que sí!

−Corrección. No soy una desalmada como tú. –Otro intento más y esta vez Thomas subió al sofá y dio un salto al lado contrario de donde se encontraba la chica.

−Si de verdad te quisiera –dijo ignorando el comentario anterior de la pelirroja –Sabría que tu flor favorita es el girasol.

Marie no se sorprendió que él supiera eso. Pero si lo hizo cuando su amigo lanzo la flor y sin ninguna compasión la piso.

−¡Eres un tonto Thomas! ¿Por qué lo hiciste?

−Simplemente me molesta que tengas algo relacionado con ese idiota. –Marie cerró los ojos y negó con la cabeza.

−Nunca entenderé la rivalidad que hay entre ustedes dos.

Cuando abrió nuevamente los ojos observo que ahora Thomas se encontraba a tan solo treinta centímetros de ella.

−Es porque él quiere ser algo más que un amigo, quiere salir contigo, quiere estar contigo; en pocas palabras, quiere tu atención y eso lo odio.

Marie sintió como aquello se relacionaba de alguna forma con su relación con Bridgette y por un momento lo comprendió.

−Pero eres mi primo y no deberías sentirte así.

El castaño la empujo contra la pared y la acorralo colocando sus manos a los costados.

−¡No somos primos! No me importa si un estúpido papel dice lo contrario ¡No lo somos!

Marie se sorprendió y aquellas palabras apenas sonaban en su cabeza pues el golpe con la pared había sido un poco más fuerte y tuvo que morderse el labio para evitar gritar. Thomas observo aquel gesto y sintió la necesidad de volver a besar aquellos labios rosados. Y con su nueva personalidad no pensó nada y lo hizo. Empezó como un ligero rose para provocar sus propias ganas y después los unió. Esta vez ya no fue un beso violento, al contrario, la beso con suavidad y desesperación. Los labios se movían y ella parecía corresponder sin miedo. Sonrió y se alejó unos milímetros, dejo un rastro de besos hasta la mejilla y continúo cerca de la oreja donde le susurro.

−Me hace feliz saber que fui el primero en besarte.

Marie se ruborizo y Thomas se alejó para observar aquel gesto con mayor claridad. No era secreto para el castaño que su media prima no había dado su primer beso, bueno, hasta ahora.

−¿Podemos hablar?

Él se alejó y la observo, su mirada puesta en el suelo, el rostro de un ligero color carmesí y sus manos entrelazadas. Había olvidado por completo la razón de la "visita".

−Bien, habla.

−Aquí no. ¿Podemos hablar en el patio?

−¿Por qué? –En realidad no le importaba donde hablaran

−Me siento intranquila aquí.

−Como quieras

Y así, él fue el primero en salir al patio, seguido de una pelirroja que cruzaba los dedos detrás de su espalda.


°-°-°-°

Hola :)

Tarde pero seguro, aquí esta la parte 5 :,)

Me divierto escribiéndola pues es lindo ver así de posesivo a Thomas ;-;

Espero que también les este gustando ;) 

Hasta el próximo capitulo

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