Junto a ti // Ranma x Akane (...

By NanaOtaku24

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Varios One-shots (+18) de la pareja favorita de Nerima: Ranma y Akane Ranma siempre fue mi serie favorita. E... More

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Chocolate para Ranma

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By NanaOtaku24

La cocina de los Tendo estaba siendo utilizada de nuevo como campo de batalla. Pero no como antaño. Unos ojos azulados observaban con miedo la espalda de una trabajadora Akane que se afanaba en mezclar algunos ingredientes en un bol bastante grande.

Ranma tragó hondo mientras imaginaba las razones por las que alguien tan poco habilidoso como Akane estuviera trabajando en la cocina. Ksumi estaba perfectamente así que no sería por eso. No había ninguna razón aparente de que Akane cocinase, ni ningún invitado estaba por venir al dojo. Solo quedaba una razón y ponía los pelos de punta al chico.

Akane cocinaba para él.

Llevaba casi tres años en el dojo Tendo y siempre que Akane cocinaba acababa medio mes tirado en el futón por dolores en el estomago. Nunca podía aguantar aquel mal sabor e ingredientes extraños que ella decidía meter en su preparación.

No entendía como era que ella no se rendía en su empeño. Nunca iba a cocinar bien ni hacer algo medianamente comestible. Él no quería ser malo con ella, pues sabía que esforzaba pero siempre acaba diciendo boberias. Al final acababan discutiendo como de costumbre y de alguna manera entraban en braza sus otras prometidas, más lindas y con mejor talento culinario que Akane. 
Él sabía lo mucho que le dolía a su prometida que la comparasen con Shampoo o con Ukyo. La primera le ganaba en talle de busto y en placer culinario. Y su amiga Ukyo le ganaba por hacer el platillo preferido del chico.

-Ella no tiene que hacer todo eso-Musitó para si mismo después de haber subido al tejado para pensar. No podía olvidar la figura de la chica en la cocina y en lo que supuestamente le estaba preparando-Ella es....muy bonita...-Se sonrojó mucho-No necesito pechos grandes ni chicas pegajosas como Shampoo....-Suspiró mirando las nubes esponjosas que pasaban por el cielo.

Supongo que tendré que comprar más sales para el estomago. Pensó el chico de la trenza.

<<<<

Akane mezcló la nata con el chocolate derretido que previamente había deshecho en una cacerola. Había tomado dos tabletas de chocolate con leche que había comprado en una tienda hace unos días. Se había escapado de su prometido para hacerlo, pues sabía las caras que ponía cuando sabía que ella tenía pensado cocinar.
Se enfadaba un poco cuando nadie quería probar sus platillos. Ni siquiera su propia familia intentaba darle una oportunidad, su padre se escaqueaba diciendo que tenía una partida pendiente y su hermana Nabiki decía que derepente se encontraba a dieta y que solo tomaría un té. Justamente el día que ella preparaba algo.

A escondidas de todos, menos de su hermana Kasumi, y se apuntó a unas clases de cocina con una profesional. Estuvo yendo tres meses y no era por tirarse flores pero había mejorado. Ya no ponía cualquier cosa, leía las etiquetas antes de hacer las proporciones y lo más complicado de todo, controlaba su fuerza para no partir la tabla de picar en el proceso.

Ahora se encontraba vestida con un corto vestido rosa y con un delantal azul para no mancharse. Había decidido preparar una sencilla tarta de chocolate para su odioso prometido. Pronto sería San Valentín y aunque sabía que no esperaría nada de ella, creía poder hacer el intento. Muy seguramente sus demás prometidas le darían hermosos presentes a Ranma y ella ....ya lo había intentado pero nunca encontraba la manera. Esta vez sería distinto.

Comenzó a sacar los moldes para hacer unos pequeños bombones y para una tarta. Había comprado un molde con la forma de un corazón y sacarlo la avergonzaba mucho. Miró para los lados por seguridad y suspiró sintiéndose estúpida. 

No había nadie. Todos mágicamente desaparecían cuando la veían en la cocina.

Colocó los moldes en la mesa y acercó la mezcla de chocolate y la mezcla para la tarta. Con cuidado machacó unas galletas para hacer la base y la colocó al fondo del molde con forma de corazón. Tomó la mezcla y la esparció hasta que llenó completamente el molde.

-Bien, ahora hay que colocarlo en el horno durante 40 minutos-Se dijo mientras comprobaba lo que decía en el libro de recetas. Comprobándolo todo y asintiendo puso los minutos en el horno y metió la mezcla en el molde-Pondré un poco menos por si acaso, no quiero que se queme...

Cerró la puerta del horno con la cadera y volvió a la mesa donde había dejado la mezcla de chocolate y los moldes pequeños para los bombones.

Akane miró los pequeños moldes con formas y se llevó la mano al mentón, pensativa.

-Si lo vuelco con la mano seguro que hago un desastre-Se dijo a si misma y volteó para buscar una cuchara. Procedió a ir llenando los moldes con pequeñas cucharadas de chocolate. Tardó más de lo esperado pero consiguió no desperdiciar nada.
Metió los moldes en la nevera para conseguir el estado solido del chocolate y se fue a sentar en la silla de la cocina a esperar a que la tarta terminase de hacerse.

Tenía las manos llenas de pequeñas heridas que se hizo al cortar el chocolate y pequeñas gotas de chocolate caían por sus mejillas, barbilla y brazos. Curiosamente en el delantal no había ninguna mancha.

Al rato el horno pitó y ella se apresuró a ir, para sacar el pastel del horno. Tomó unos guantes para no quemarse, ya que no sería la primera vez que le pasaría de sacar el pastel sin vigilar antes. Sacando el molde, lo colocó en la mesa con cuidado.

-Bien, tiene buen aspecto-Decía feliz sin poder creerse que hubiera conseguido hacer el pastel sin estar en las clases de cocina. Pero ahí estaba, el pastel con la forma perfecta de corazón, sin restos de quemaduras, sin pedazos de cosas extrañas sobresaliendo de la mezcla....Tenía buen aspecto y olía deliciosamente a chocolate. 

-Ay¡¡-Se quejó cuando se volvió a hacer daño en la mano al sacar el pastel del molde. Se llevó el dedo a la boca, maldiciendo en silencio. Fue al lavamanos para limpiarse las manos y la leve sangre que resbalaba por sus dedos. El agua le hizo chirriar la piel y maldijo en voz baja.

Volvió a la mesa a terminar el pastel. Tomó un plato de color rosa y un mantel de papel con bordados que colocó encima del plato. Con todo ello puesto, volvió al otro lado de la cocina para recoger otra mezcla de chocolate que tenía preparada. Sería la cobertura del pastel.

Cubrir el pastel fue más difícil de lo que pensaba. Esa parte todavía no se le daba muy bien y Akane maldijo varias veces mientras dejaba los utensilios y procedía a colocar la mezcla con las manos, teniendo cuidado de no romper la forma.

-Ahora solo quedan las frutillas-Dijo más animada, limpiándose el sudor del rostro, con el consecuente hecho de manchar de nuevo su rostro de chocolate. Con una sonrisita tonta se llevó un dedo a la boca para chupar los restos de chocolate y un gruñidito de satisfacción salió de su garganta-Que rico, ¿será que le guste a Ranma? ¿Y si no lo quiere? No...ese baka se lo tendrá que comer, si no me va a oír.

Fue hacia la nevera, donde sabía que había frutillas. Creía que con lo que ya tenía llegaba pero en la receta utilizan frutillas y crema batida para poner algún mensaje. La crema la había comprado, pues no quería arriesgarse demasiado.
Sacó el recipiente con las frutillas y el de la crema. Llevó las frutillas al fregadero para limpiarlas y luego cortarlas. Lo hizo cortándolas a la mitad, pues sería suficiente así para los adornos. Pondría tres frutillas, por lo que tendría seis pedazos de frutilla.

Volvió a la mesa donde reposaba el pastel y colocó de manera algo torpe las frutillas, la cubierta de chocolate se desparramó un poco pero no se notaba demasiado. Akane sonrió, solo quedaba el mensaje.

-¿Que debería poner? ¿Feliz san valentín? No...supongo que no quiero eso..¿Ranma, te quiero? ....Jamas...no podría decírselo así...seguro se burlaría o algo peor...quizá se ría de mi por todo ello...-La chica daba vueltas alrededor de la mesa con la mezcla de crema batida, la cual se desparramaba por sus brazos y manchaba su delantal. 

Se maldijo de nuevo, moviendo el rostro hacia los lados. Tomó la crema y comenzó a dibujar, algo torpemente un pequeño dibujo de su prometido. Sus mejillas brillaban de la vergüenza pero se había propuesto hacerlo y lo haría bien. No tendría miedo. 

-Ya esta!!-Saltó feliz y miró su obra, terminada.

<<<<

Ranma dormitaba en el tejado después de haber hecho una pequeña caminata hasta la farmacia a por medicinas para el estomago. Había dejado de sentir ruidos en la cocina así que dedujo que Akane había terminado. Llevaba mucho tiempo metida allí, por lo que a saber cuantos platillos había hecho. Había sentido los comentarios de la familia, que por seguridad se había metido en el dojo a esperar a que la menor de los Tendo terminase su tarea. Kasumi era la única que defendía que quizá está vez la comida de la peliazul estaría buena.

-¿La comida de Akane, buena? Eso no ocurrirá...-Pensaba el chico con cierto miedo.

La hora de la comida se estaba acercando y con miedo la familia se fue acercando a la sala. Kasumi fue directamente a la cocina mientras la familia, en compañía de Ranma fueron a sus puestos como de costumbre. La mesa estaba colocada como de costumbre, sin embargo ningún platillo quemado se veía a primera vista. De hecho no había ninguno. 
Ranma asomó la cabeza para ver a Kasumi cocinando como de costumbre y moviéndose sin problema por la cocina como si el terremoto Akane no hubiera estado allí nunca.

Que extraño...-Pensaba el chico de la trenza.

Todos, menos Akane estaban ya a la mesa y se preparaban para comer. Kasumi había colocado ya los platillos, hechos por ella sobre la mesa.

-Que suerte, cuñadito, seguro que lo que mi hermanita a preparado es solamente para ti-Dijo con picardía Nabiki mirando a un sonrojado Ranma que movía sus palillos impaciente.

-¿Que dices? Como si fuera a comerme algo preparado por Akane-Se maldijo en cuanto sus palabras salieron por su boca. Era su manera de defenderse pero siempre acababa diciendo cosas que no sentía en realidad. Por un momento se alegró de que Akane no estuviera allí para escucharlo.

<<<<

Una lagrima caía pro la mejilla de una escondida Akane que se escondía detrás de la puerta de papel que daba al salón donde la familia estaba situada. La tarta de chocolate que tanto se había esforzado por hacer estaba en sus temblorosas manos y hacía esfuerzos por no llorar en alto y que la descubrieran. 

Lo sabía...en el fondo...él nunca quiere probar mi comida-Se decía a si misma con tristeza.

Una explosión se escuchó en el dojo y entre el humo aparecieron Shampoo y Ukyo.

-Ran-chan¡¡He venido a traerte mi presente¡¡

-Airen¡¡¡tu comer regalo de Shampoo-Decía la china lanzandose en brazos del chico. 

"No puede ser....todo iba bien en el día de hoy....¿Que hacen estas aquí? Destrozando todo de nuevo....El señor Tendo me va a volver a dar uno de sus discursos y ya veo a Nabiki haciendo números a costa de Akane y míos...¿Donde estará esa niña boba? Espero que no vea este desastre, pensará mal de nuevo..." Pensaba Ranma antes de que las dos chicas lo abrazasen.

Ninguno se sorprendió por lo ocurrido. Nabiki empezó a calcular cuantas fotos de Akane y de Ranma mujer tendría que vender para reparar lo que esas locas habían destruido. 

Ranma intentó separarse de las dos chicas que se le pegaban como lapas, maldecía su mala suerte y con miedo empezó a buscar a su prometida, que seguro que llegaba en el peor momento para matarlo a palos.

-Ran-chan, mira que delicia te he preparado-Decía su amiga de la infancia mientras abría una caja donde se veía un delicioso okonomiyaki de chocolate. La pinta la tenía deliciosa-Es por San Valentín, ¿Lo aceptarás?

-Airen, Shampoo hacer esto para ti-La chica de cabello purpura sacó un pequeño presente de su caja de envíos que resultó ser una tarta de chocolate-Airen aceptar, por ser esposo.

Ranma no sabía que hacer. El olor del chocolate era muy fuerte y sin duda tenían todos muy buena pinta.

-No puedes aceptar, Ranma, tu deber es probar los platillos que Akane ha hecho con todo su cariño para ti-Dijo su padre y Ranma maldijo-Es tu deber como prometido

-¿Akane-chan hizo algo para ti?-Preguntó curiosa la morena-Es imposible que ella pueda hacer algo comestible.

-Chica violenta no saber cocinar tan bien como Shampoo, nada ser comestible. Airen olvidar.

-Esto....

-Ran-chan aceptar mi regalo-Dijo empujando la comida hacia él.

-Tu no meterse, Airen comerá mi pastel

-¿Que dices? No lo permitiré

Las dos chicas, como de costumbre, empezaron a pelearse, rompiendo las paredes y las puertas de madera del dojo.

-KIAAAA¡¡¡

Ranma escuchó un grito agudo muy cerca y su cuerpo se movió por si solo. Ese grito había sido de Akane. El chico corrió hacia la puerta que comunicaba con el pasillo y la vio intentando esquivar una puerta que iba contra ella.

-Cuidado, Akane¡¡-Dijo y se tiró sobre ella, ambos cayeron al suelo y rodaron un poco, Ranma la abrazó contra su pecho para protegerla de todo lo que pudiera hacerle daño. Él no la soltaría. Nunca. La puerta golpeó la pared y se rompió en pedazos. El chico al ver que las locas se marchaban hacia la parte exterior de la propiedad suspiró aliviado y levantó el cuerpo para descubrir a su prometida-A...Akane...

La jovencita tenía lagrimas en sus ojos castaños. Sus labios temblaban y pudo ver sus pequeñas manos llenas de pequeñas curitas y banditas.

-¿A..k..akane...? ¿Por..que lloras?¿Te...hiciste daño?-Preguntó y se levantó para dejarla espacio. Al levantarse se dio cuenta de que ella tenía manchas de chocolate en su cuerpo, por sus hombros, sus brazos y su ropa.

-Se...se..destrozó...-Musitó ella mirando hacia un lado. Ranma siguió su mirada y vio el plato rosa roto y el pastel destrozado. La forma se había perdido por completo pues alguien lo había pisado. Las frutillas ya no estaban pero pudo ver la forma de su rostro hecho con la crema batida.

Ranma volvió la mirada a ella, a su pequeña prometida. Le dolía.

-Lo...siento...Akane..-Musitó sin saber que decir. Ante sus ojos su pequeña prometida se veía llorosa y delicada, como si se fuera a romper en cualquier momento. No pudo evitar abrazarla con fuerza pero también delicadeza.

-Ran...ma...-Ella quería dejarse llevar por los brazos del chico pero luego recordó lo que escuchó momentos antes y lo apartó-No..importa, de todos modos no lo querrías probar

-¿Por que no?-Preguntó él sin pensar.

-Te escuché-Dijo mirándolo seria-Antes

Ranma no tuvo con que debatir aquello.

<<<<

La noche había llegado. Después de que las locas se hubieran ido y Kasumi hubiera medio arreglado los destrozos la familia había podido comer con normalidad. Todos observaron la reacción sombría de la chica peliazul, quien se había sentado sin decir nada y solo había comido en silencio. Nabiki intentó preguntarle por sus platillos pero la chica solo golpeó la mesa y se marchó a su cuarto.

Ranma había encontrado a Kasumi guardando lo que quedó del pastel de Akane en un platillo con tapa. 

-Eso es...

-Akane se esforzó mucho esta vez-Dijo la mayor de las Tendo.

-....

-¿Sabes que Akane ha estado yendo a clases de cocina?-Preguntó ella de forma suave.

-¿Enserio? ¿Cuando?-¿Y como no se había enterado de ello?

-Hace tres meses. Me pidió ayuda una tarde y le recomendé un buen lugar.

-¿Kasumi?

-¿Si, Ranma?

-¿Podrías darme eso?

Kasumi lo miró unos momentos y luego sonrió. Seguro.

<<<

Unos golpes despertaron a Akane de su no-sueño. Después del golpe con Ranma se había dado una buena ducha y ahora portaba un pijama tipo camisón de color rosa con lunares blancos. Un poco molesta por los golpes, fue hacia la ventana donde sabía que encontraría a su tormento con trenza.

El rostro de Ranma apareció reflejado en el cristal. Tardó dos minutos en reaccionar y abrir la ventana.

-¿Que quieres?-Su tono era molesto.

-¿Puedo pasar?-Preguntó él

-Solo un momento-Respondió dejándole paso a su cuarto.

Ranma entró de un salto y escondió el plato con el pastel. Miró a su prometida y se sonrojó por lo bella que se veía. La luz de la luna entraba por su ventana dándole un aura preciosa. Se sonrojó por el pensamiento que cruzó por su mente: besarla.

No es que no lo hubiera deseado antes.

-¿Que quieres, Ranma?-Preguntó curiosa, cruzada de brazos, alzando su busto más aún.

-Yo...bueno...quería disculparme

-¿Por que? ¿Por que Ranma Saotome se disculparía?

-Por esto...-Sacó el plato de detrás de su espalda, mostrando el pastel.

-¿Como....tienes tu esto?

-Kasumi lo guardó.

-¿Por que lo tienes tu?

-Lo hiciste para mi, ¿No?-Ranma sonrió al verla sonrojarse. Ranma adoraba el sonrojo de Akane. Se veía muy hermosa. Quería tomar aquellas dulces mejillas y pellizcarlas.

-Yoo....eso no te importa...dijiste..

-Sé lo que dije...pero...no era cierto...

-¿Que?

-Lo de que no quería...tus platillos...no era cierto...

-Ranma....-Musitó ella aún más roja.

-Akane..yo...quiero probarlo..

-Ranma...

Ranma tomó el plato y lo colocó en las manos de su prometida. Sonrió y le acarició una mejilla.

-¿Podrías dármelo? 

-¿Eh?

-Es un pastel que has hecho para mi, quiero que...me lo des...

-¿Lo...comerás?...está..muy feo...no tienes que...

-Quiero comerlo

Ranma tomó un pedazo de tarta que estaba en buen estado, hasta tenía su forma. Se lo llevó a la boca y lo mordió sin miedo. El sabor del chocolate con leche, suave pero delicioso, la crema batida, la galleta....todos los sabores se mezclaron en su boca y estallaron. Todo ello siendo observado por una curiosa Akane.

-Está...muy rico...

-¿Lo...dices enserio?-La mirada de Akane era ilusionada-¿Esta...bueno?

-Si....ten-Dijo y tomó un pequeño pedazo y se lo ofreció a la chica. Ella al principio lo miró y negó pero él insistió y pegó el pedazo de pastel a su boca, manchandola un poco. Akane al final abrió la boca y dejó que el muchacho metiese el pastel en su boca-¿Que tal está?

-Si...bueno...está...-Musitó ella sonrojada. Aún notaba los dedos de Ranma en sus labios y eso la ponía nerviosa.

-Te lo dije. Está delicioso, gracias Akane-Dijo con seriedad.

Ranma la miró intensamente. Tenía un poco de chocolate en la comisura de su labio y no podía dejar de mirar los labios sonrosados de la chica.
Sin pensarlo siquiera se fue acercando a la jovencita, sus ojos cada vez estaban más cerca y sus respiraciones se mezclaban.

-Ran...ma...que...

-Tienes...chocolate..-Dijo con voz ronca por el deseo que sentía en aquellos momentos por Akane. Sin pensar en lo que pudiera pasar, en los mazos que se clavarían en su cuerpo, en lo que le haría Akane....solamente quería hacer lo que siempre pasó solo en sus fantasías.

Besó a Akane.

En la comisura. Llevándose el chocolate con él.

Fue un contacto breve. 

Sus ojos volvieron a encontrarse. Ambos estaban rojos como tomates maduros.

-Ran...ma...

-A-kan..e...yo...

El chico volvió a acercase, con la intención de besar de verdad sus labios. Se veían tan suaves, tan dulces. Con cuidado posó sus labios en los de Akane. Los movió con suavidad, él aún era torpe y virgen. Pero adoraba a aquella pequeña fierecilla que tenía frente a él. 

No podía evitarlo. Akane lo había conquistado con su sonrisa y su cabello largo. Aquel día en que su padre lo llevó a cuestas a la casa de los Tendo, él convertido en aquella pequeña y bonita pelirroja. Akane fue la única que le tendió una mano, la llevó al dojo y peleó con él. Recordaba con claridad sus ojos encendidos y sus manos moviéndose con la intención de pegarle. Él la esquivó sin ningún problema, estaba curioso por ella y cuando descubrió que ella era en realidad él....bueno, no fueron las cosas muy bien.
Para Ranma nunca existió nadie más que ella. Nadie lo sabía sonrojar como ella, nadie estaba a su lado como ella, nadie se jugaría la vida como lo hacía ella...Akane lo era todo para él.    

Akane tardó en responder. Pues aún no se podía creer que en verdad Ranma la estuviese besando. Era tierno, dulce pero también torpe pero romántico. Sus labios se sentían suaves, tímidos y algo temblorosos por los nervios. 
Movió lentamente los labios para corresponder a su beso. Había soñado tanto por aquel momento. Se preguntaba que se sentiría...como sería el lugar, la temperatura....todo...
Ella nunca había sido besada de aquella manera. De hecho el único que se había atrevido era aquel chico con trenza y malos modos. Aunque él no lo recordara porque estaba en el neko-ken. Aquello no podía considerarse siquiera un beso. 

El sabor del chocolate le llegó a la lengua. 

-Tan dulce...-Dijo perdido en el momento. Su lengua recorrió su labio inferior y tironeo de él con sus dientes. Akane soltó un gemido que murió en sus labios y en la parte inferior del cuerpo del artista marcial. 

Ranma rodeó la cintura de la chica para pegarla a su pecho. Con timidez trazó de nuevo su labio inferior y pudo, esta vez, rozar su lengua con la suya. Ambos temblaron por el beso, que se hacía cada vez más intenso. Era delicioso besar a Akane. Su sabor era dulce y adictivo.

Y él quería más.

Dejó el plato sobre el escritorio y llevó en brazos a la chica hasta la cama que continuaba deshecha y con las sabanas arrugadas. La recostó con cuidado, sin separar sus labios de los suyos. Se posicionó sobre ella apoyandose en los brazos para no aplastarla con su peso. Tomó un mechón de cabellos azulados y se lo llevó a la nariz. 

-Akane....

Ella lo miraba curiosa y con el deseo marcado en sus ojos de color chocolate. Se veían tan preciosos.

-¿Por que....me miras...así?-Preguntó ella aleteando sus pestañas.

-Bu-eno...creo...que...eres...

-¿Fea, pecho plano, tonta?-Dijo ella como costumbre. Ranma mordió su labio inferior algo enfadado porque ella pensara de nuevo eso de ella.

-No! Tu no!-Balbuceó ella-Tu!! Akane tu...

-¿Que¡¡?

-Nunca he pensado que seas fea!!-Gritó con desesperación-Eres lo más bonito que he visto nunca...Adoro tu sonrisa, tus ojos del color del chocolate siempre hacen que me pierda en ellos, llevo meses soñando con que beso tus labios como hace un momento-Ahora que había empezado a hablar no iba a parar. Ella lo miraba mientras el sonrojo en sus mejillas se incrementaba por momentos-Me gusta ver el sonrojo de tus mejillas-Le acarició un momento la mejilla-Y aunque te lo he dicho, nunca he pensado que tu pecho sea plano-Con miedo y vergüenza alargó las manos para rodear aquellos montes que su prometida tenía por pechos. Los apretó con cuidado viendo como ella arqueaba la espalda y le daba un mayor acceso. Ranma se sorprendió cuando al palpar descubrió que su prometida no llevaba sujetador y que solamente la fina tela de su top le separaba de tocar su piel-Mírame Akane, sé que soy un tonto, mi boca siempre dice lo que no estoy pensando, mi bocota siempre te hace daño...

El chico se sorprendió cuando ella llevó las manos a su camisa china y la agarró con fuerza. Cerró los ojos con miedo pero los abrió cuando sintió como tiraba de los laterales y desgarró los botones, abriendo la camisa, que colgó abierta de sus brazos.

-Ranma....-Pasó sus manos por dentro de la camisa, tocando sus pectorales marcados. Todavía llevaba una fina camiseta de tirantes blanca pero podía notar la forma del cuerpo de su prometido.

El artista marcial al ver que ella no rehusaba sus avances sonrió como un verdadero tonto pervertido. 

-Me debes una camisa nueva-Dijo con la misma sonrisa mientras se acercaba al rostro de Akane-Era mi favorita...

-Seguro que consigo que olvides eso...-Dijo ella de manera coqueta. Su voz hizo que un ramalazo de placer viajara directamente a la entrepierna. 

-Maldición Akane....-Sujetó su mentón y abrió su boca para besarla con intensidad y dulzura. Su lengua rozó la de su prometida y se atrevió a apretar uno de sus pechos a la vez. Sintió como ella se arqueó contra él y sin pensar empujó su pelvis contra la de Akane, simulando el acto que él tanto esperaba hacer con ella. Maldición, se sentía demasiado bien.

-¿Entonces....piensas que soy bonita?-Preguntó ella mientras Ranma dejaba sus labios y empezaba a besar su cuello con dulzura, sorbiendo su piel y dejando marcas.

-Akane....

El chico mordisqueó su clavícula y escuchó como ella jadeaba encantada por sus avances. No podía contestar ahora, pues su mente solo estaba pensando en la mejor manera de quitar las capas de ropa que impedían ver a su prometida. Sería fácil romper la ropa con sus manos pero no quería asustarla.

Sus dedos rozaron el final del top de la chica y clavando su mirada en ella la fue subiendo, mostrando su estomago y más arriba...Bajó el rostro y con sus labios siguió el camino que sus manos descubrían. 

-Ah!

Los labios del chico llegaron a la curvatura de sus pechos y él levantó la mirada para buscar la aceptación en su mirada. Quería su consentimiento para proseguir. 
Con cuidado logró sacar el top del cuerpo de Akane. Descubrió sonrojado aquel par de pechos que él había insinuado que eran "pequeños" y que como siempre, sus comentarios no eran acertados.

Ranma miró aquellos suaves montes coronados de rosa. Aunque los podía agarrar con sus manos eran demasiado grandes. Teniendo la mirada de su prometida todo el rato sobre él, acarició con delicadeza sus botones sonrosados. Notaba como los pezones se endurecían bajo sus dedos y eso tuvo consecuencias en su entrepierna, que ya estaba completamente dura.

-¿Son...?-Empezó ella.

-Son perfectos-Respondió él mientras daba pequeños tirones a sus pezones, haciéndola gemir-Siento haber dicho que eran pequeños...

-¿Te..gustan grandes?-Preguntó ella de nuevo. Sus inseguridades a flor de piel.

-No necesito pechos grandes-Dijo él siendo sincero-Me gustan los tuyos Akane

Ella hizo un mohín-Pervertido...

Ranma soltó una risa y se acercó lentamente a sus pechos.

-Todavía no sabes lo que es un verdadero pervertido-Dijo antes de llevar su boca a uno de sus pechos y empezar a lamer su punta rosada. 

Akane soltó un gemido muy  dulce y se aferró a los hombros del fuerte chico de la trenza mientras succionaba y lamía a placer su botón.
Ranma disfrutaba de los pechos de su prometida. Todavía pensaba que estaba en una especie de sueño. De esos que llevaba teniendo desde hacía tiempo. Pero el latir desenfrenado del corazón de su prometida era de verdad, podía sentirlo.

-Ah...Ranma....-Gemía ella, enterrando sus manos en la cabellera oscura de su prometido, jugando con su trenza que resbalaba entre sus dedos.

-Akane....

Con un poco de desesperación Ranma se sacó la camiseta de tirantes del cuerpo y volvió a recostarse sobre Akane, dejando que a su vez sintiera lo que provocaba en su entrepierna abultada. Su miembro estaba demasiado apretado en sus pantalones, necesitaba sacarse los pantalones a como diera lugar.

Akane soltó un jadeo cuando sintió un bulto presionando su cadera. No tuvo que sumar dos más tres para saber que era aquello. Era largo y duro pero a su vez cálido. 
Miró el rostro de su prometido contraído por el placer. Su mandíbula estaba apretada, mostrando una pequeña e incipiente barba oscura. Sus manos acariciaban su cuerpo, yendo peligrosamente hacia sus pantalones de pijama, acercándose a donde ella deseaba ser tocada.

¿Sería muy pervertido pedirle que la tocase?

-Ranma...-Balbuceó ella, perdida en las caricias de las callosas manos de su prometido, que se paseaban en su cintura.

-Akane...¿Que?...-La miro con miedo de que ella estuviera arrepentida de hacerlo. Le acarició la mejilla con dulzura esperando su contestación.

-Quiero...que me toques...-Dijo con vergüenza.

-¿To-carte? ¿Co-mo?-Balbuceó él, con sus manos aún en sus caderas.

-Aquí...-Dijo tomando la mano del chico y llevándola a entre sus piernas. Su mano temblaba pero una parte de ella quería-deseaba saber que se sentiría si él la tocaba allí.
Ranma mientras tanto se sonrojaba por la acción de la chica. No esperaba para nada que su Akane hiciera aquello, aunque no podía evitar pensar que quería aquello desde hacia tiempo.

Mirándola a sus ojos deslizó su mano para bajar sus pantaloncitos por sus largas piernas, cayendo para reunirse con sus otras ropas en el suelo. Descubrió unas finas braguitas de color rosado con encaje que le hicieron babear. 
Posó sus dedos en el algodón y la acarició tentativamente, encontrándose con una tenue humedad que le hizo saber lo mucho que Akane deseaba aquello.

-¿Te gusta esto?-Preguntó mientras pasaba sus dedos por la humedad de su intimidad. Podía escuchar los gemidos de la joven que se arqueaba deliciosamente entre sus brazos.

-Ah...Ranma...si...

-¿Puedo quitarlas?-Preguntó llevando sus manos a las braguitas. Akane asintió con lentitud y vio como el chico de la trenza arrastraba sus bragas por las piernas-¿Podrías...quitar mis...pantalones?

-Ah...si...

Se arrastró por encima de su prometido y sus manos desataron con cuidado el nudo que mantenía sus pantalones negros en su lugar. Sus típicos boxers amarillos quedaron a su vista, claramente marcados por la forma de su miembro erecto.

La chica se sonrojó por ello y llevó sus dedos a él casi sin pensar. Lo acarició en su longitud con delicadeza, sopesando su largo y sintiendo como palpitaba. Le miró a sus ojos azulados y metió los dedos por debajo del elástico de los boxers para tirar suavemente de ellos para descubrir su miembro, que saltó como si estuviera muy contento de verla. 

"Vaya....es..g.rande...Ranma...es..grande..." Pensaba la joven pensando si hacerlo o no. 

-Akane...-Musitó el chico de la trenza-Podrías...yo...bueno...me gustaría que...me tocases...pero..solo si...tu quisieras...no quiero...-Jadeó cuando ella agarró su miembro con su mano y empezó a acariciarlo.

-¿Podrías....enseñarme?

Ranma comenzó a enseñarle como debía tocarlo. Se sentía extraño pero a su vez era muy agradable estar haciendo aquello con su amada Akane.
Los dos consiguieron de alguna manera llevar sus caricias hasta que Ranma la frenó, pues estaba a punto de derramarse en sus manos.

-Akane...voy a....¿Podría?

La chica estaba sonrojada hasta las orejas. Ranma rozó con cuidado sus rodillas hasta colocarse entre sus piernas. Sus intimidades se rozaron y ambos soltaron un jadeo cargado de deseo.

-Akane...

-Ran.mma....hazlo...quiero...

El chico tragó saliva nervioso y se colocó donde creía que debía colocarse. Empujó con cuidado pero Akane se quejó.

-Duele...Ranma...

-Yo....lo siento...creo...que no es...

Akane metió su mano entre ambos para tomar su miembro y llevarlo a donde debía colocarse. Se miraron y Ranma la abrazó mientras tomaba sus labios y empujaba contra ella, abriendose paso y llevándose su pureza con él.

Su Akane.

Su única prometida.

Su futura señora Saotome.

Tan dulce como el mejor de los chocolates.





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