Los Chicos Elegantes.
Cinco días para el cumpleaños de Alexa.
Narra Alexa.
La musica retumbaba en todo el lugar, la gente bailaba y bebía como si no hubiera un mañana, era como si alguien los hubiera hechizado para que bailaran con todas sus energías. Me alegraba ver como la gente se divertía y olvidaban sus problemas aunque sea por un rato, me encontraba trabajando en el bar de sammy apenas eran las once con nueve minutos de la noche y yo estaba agotada y como no hoy estuve desde muy temprano de tienda en tienda junto a luciana buscando un vestido para mi fiesta, si una fiesta que planeo por completo ella. Yo ni siquiera quería una, solo quería un día tranquilo para engordar y morir soltera pero ella es de esas personas que si se les mete una idea no hay poder humano que les haga cambiar de opinión.
Una banda de cuatro chicos tocaba en estos momentos en el bar, tenían buen ritmo y cantaban bien su estilo era algo tipo rock punk, eran muy buenos y ponían mucho ambiente ellos ya habían tocado unas cinco veces aquí y siempre atraían mucha gente con su musica y aspecto por que para que negar que eran lindos. La musica en vivo era solo un día a la semana pero siempre había algo novedoso por que a veces tocaban Dj que iban empezando pero tenían esa chispa que te hacían quedarte a escucharlos, todo era muy genial aquí claro esta que más para los que vienen a disfrutar.
Lucia le tocaban las mesas de la zona de a abajo y a mi las de arriba que son las de vip, la verdad siempre preferiría que me pusieran las de abajo a veces las personas de vip quieren hacerte sentir como si tu no fueras algo, pero cuando digo algunas es solo algunas por que no todas son así gracias a dios. Iba subiendo las escaleras un una orden de chupitos con mucho cuidado para no hacer ningún desorden cuando sammy me habla o mejor dicho me grita por que la musica esta muy fuerte lo cual es algo normal desde a un lado de las escaleras.
- Alexa cuando entregues esa orden vienes por favor. - Sammy se encontraba aún lado de las escaleras.
- Claro!. - Le grite para que pudiera escucharme y seguí subiendo las escaleras.
Cuando entre en la zona vip me dirigí a la sección cuatro B, pude ver a unas chicas junto a unos chicos sentados esperando por la orden. Me acerque y trate de ser todo lo amable posible que mi cuerpo me permitiera.
- Con permiso, aquí esta su orden. - Dije poniendo los vasos en la mesa.
- Muchas gracias lindura. - Contesto uno de los chicos. Tomo su baso de chupito con toda la confianza del mundo mientras me veía y le daba un gran trago pero al instante empezó a toser.
Sus amigos reían de el mientras le daban golpecitos en la espalda, me acerque a las chicas.
- Se les ofrece algo más. - Les pregunte intentando contener la risa por el ridiculo de su amigo.
- Por ahora nada gracias y disculpa a este estúpido por favor. - Me respondió la chica de cabello negro muy apenada mientras le daba un sape a su amigo y el se quejaba.
- No importa. - Le conteste amable a la chica. - Y tu chulito, para la próxima mejor pide un jugo de manzana. - Me voltee hacia el, le guiñe un ojo y me di la vuelta siendo todo lo diva que luciana me intento enseñar a ser.
Recogí algunos vasos vacíos de otras mesas de mi zona y baje para ver que quería sammy, a veces hablaba por cualquier tontería. Como una vez me hablo solo para que le diera mi visto bueno a su peinado, el es algo egocéntrico pero lo bueno es que tiene salud.
Cuando llegue a la barra de la doña de abajo mire a un sammy rodeado de chicas rubias, a el le encantaba su encanto que tenia en las chicas. Llegue a su lado y hable.
- Que se le ofrecía jefe. -Dije ignorando la mirada venenosa de las rubias.
- Chicas nos vemos en un rato, luciana les dará una orden gratis de lo que gusten mientras vuelvo. - Sammy les sonrió a las rubias e ignoro a luciana que se quedo un poco enojada y celosa.
Luciana a estado enamorada de sammy desde hace tiempo pero al parecer el solo la ignora o la quiere como a una hermana, si sammy es guapo y lo que quieran las demás pero es un mujeriego, buena persona pero al fin de cuentas mujeriego.
Seguí a sammy cruzando la mitad del bar y llegar a unos pasillos donde solo podía pasar sammy, dos guardias siempre estaban cuidando para que nadie fuera a la zona de su oficina. Cuando pasamos a mi me dejaron pasar y entramos por los pasillos asta llegar a la oficina.
Entramos y el olor a cigarrillo me invadió por completo, a si otro de los defectos de sammy es que no deja su cigarrillo por nada del mundo. La oficina siempre esta completamente ordenada, un escritorio de cristal junto a unas sillas de cuero adornan la habitación, contando el color negro de las paredes y el bonito piso de madera. Nos sentamos, sammy apago su cigarrillo y se estiro en su silla.
- Piensas hablar pequeño prostituto. - Le dije cruzándome de brazos.
- Oyee, que quede claro ellas vienen a mi solitas. - Sammy río y daba vueltas en su silla giratoria como si fuera un niño de cinco años.
- Ja! Que quieres pedirme sammy sabemos los dos que si no es sobre tu preciado es por alguna chiquilla faldas flojas. - Me enderece mirándolo aburrida.
- Bien, tal vez tengas un poco de razón pero hoy si necesito tu ayuda. - Respondió serio quien sabe tal vez y cambiaba.
- Que necesitas?. - Le pregunte tratando de acabar con esta charla por que hoy solo estábamos de meseras yo y luciana ella se volvería loca con tanta gente.
- Tu y luciana necesito que se queden hasta cerrar el bar les daré un aumento. - Sammy sonrio sabia que esto pintaba bien para mi y luciana.
- Aja acepto pero que harás?. - Levante mi ceja no se por que pero este algo se traía entre manos.
- Te diré por que es algo obvio y por que se que no dejaras de preguntar si no respondo. - Sammy jugaba con pluma de su escritorio. - Las rubias aceptaron ir conmigo todas si sabes a lo que me refiero no?. - Sonrió levantando sus cejas y bajándolas.
Claro y ahí se iban mis esperanzas de que sammy se volviera sacerdote.
Me levante del lugar aburrida siempre seria lo mismo con sammy y luciana sufriría por verlo con otras, sammy nos quiere y nosotras a el pero siempre sera un idiota.
- Espero que ese aumento sea bueno, acabas de dañar mi mente inocente. - Conteste cuando iba saliendo y cerré la puerta.
Camine asta llegar a la barra junto a luciana que estaba lavando unas copas, bueno no se con que lavaba las copas si con el agua de la llave o con sus lágrimas.
Maldito sammy.
Llegue a su lado y sobe su espalda con delicadeza, tome un pañuelo y limpie un poco su maquillaje corrido.
- Debes dejarlo ir ya. - Le susurré a luciana mientras la abrasaba por los hombros.
- De donde, no se de que hablas. - Respondió.
- Solo sacarlo de tu corazón ya luciana, el nos quiere y es una buena persona por todo lo que nos a ayudado pero no se merece lagrimas. - Le dije y me fui a la parte donde estaban las notas pegadas para ver que orden me tocaba llevar.
Pero que tenemos aquí, cuatro vasos junto a una botella de whisky a la sección A. Tome los vasos y les puse hielo, agarre una botella y camine de nuevo hacia las escaleras, tendré unas piernas muy firmes gracias a este trabajo.
Cuando llegue a arriba me dirigió a la sección A que estaba más apartada que las demás, esta sección era como un cuarto con puerta de vidrio polarizado y una gran ventana donde se podría ver gran parte de la ciudad.
Al entrar pude ver a cuatro chicos vestidos de traje, unos muy lindos y finos trajes a simple vista. Cuando escucharon que cerré la puerta voltearon a verme pero quitaron la vista rápidamente como cualquier persona que me mira todos los días, no soy una persona que te guste estar viéndola.
- Buenas noches, sus vasos y botella de whisky. - Hable amable mientras ponía las cosas en la mesa.
Uno de ellos me miraba directo a mi rostro mientras ponía las cosas.
- Buenas noches. - Respondieron los cuatro lo cual fue raro aquí casi nadie te devuelve el saludo, solo quieren sus bebidas y ya.
- Si no se les ofrece nada me retiro, toda la sección de arriba la Atiendo yo si se les ofrece algo solo le dice chico que cuida la puerta de esta sección y yo vengo enseguida. - Les dije dándoles mi mejor sonrisa que podía dar, aún que más que sonrisa era una mueca y que perdonen pero no soy la chica con mejor sonrisa que digamos.
- De echo si se nos ofrece algo. - Hablo el mismo chico que me observaba cuando servía los vasos. - Somos nuevos en los ángeles y nos a gustado mucho este bar, por lo cual nos gustaría saber se podría hacer una reservación para un evento aquí. - Bien asta ahora el chico de cabello negro y ojos azules casi grises era amable mientras los otros solo bebían o observaban.
- Claro este bar también tiene la opción de ser reservado para cualquier tipo de eventos, pude haber musica en vivo o Dj. - Le conteste rápidamente por que a sammy le gustaba cuando alguna de nosotras le conseguíamos algún evento privado.
- Podría reservar uno para el sábado?. - Sonreía mientras sacaba de la bolsa interna de su saco una cajetilla de cigarrillos.
- No creo que se pueda el sábado, ya esta rentado para ese día. - Respondí dejando en claro que nadie podría RL sábado ya que luciana aparto el bar el sábado para la fiesta de mi cumpleaños aunque estos chicos no lo sabían claro.
- A si y quien lo rento si se puede saber, por que puedo dar una mejor oferta que quien aparto el lugar. - El chico empezó a sonreír arrogante lo cual tal vez me molesto un poco.
- Una amiga lo aparto para mi cumpleaños. - Le conteste sintiéndome poderosa.
- Ya veo, ahora cualquier empleado puede tener las cosas antes que nosotros no. - Sonreía y levantaba una ceja, sabia lo que este chico quería hacer.
- Si no llegaste a tiempo puerta perdiste tu turno. - Le conteste ya enojada, hay no esto no pintaba nada bien.
- Ya, asta me puede tutear señorita. - Contesto riendo sólo por que sus amigos o lo que sean de este sujeto solo lo veían extrañados.
- Creo que a pesar de ser solo una simple empleada soy humana al igual que usted y al final somos iguales. - Trataba de calmarme juro que trataba pero mi instinto que decía que no me dejara parecía divertirle a el.
- Y así es como uno se puede divertir en un bar caballeros. - Hablo hacia sus amigos mientras acomodaba el saco de su traje con mucha elegancia y volvía su vista a mi. - Se puede retirar. - Eso fue lo ultimo que dijo antes de darme la espalda y seguir bebiendo de su whisky.
Salí de ese cuarto con muchísimo coraje y juro que le cambiaría por esta noche la zona a luciana.
(...)
Narra Aleister Blair.
Cuando Alexa salio echa una furia alexander junto a dred y locke me miraban completamente serios pero se que por dentro querían matarme.
- Idiota es una palabra que te queda muy pequeña Aleister. - Dred como siempre tranquilo pero ardiendo en chispas por dentro mientras toma su whisky.
- Que querían, que le dijera hey Alexa tu y yo estamos a destinados a enamorarnos pero siempre los ángeles negros vienen a asesinarte pero que dices salimos?. - Les conteste con toda la ironía del mundo y si era el más impulsivo de los cuatro.
- Tal solo no hubieras sido un imbécil. - Y ahora que tenemos aquí a mi mejor amigo también insultandome.
- Ella sabe que no soy un ángel bondadoso solo que no lo recuerda. - Termine por decirles mientras alzaba mi baso para brindar aunque sabia que ellos no brindarían conmigo.
Dos palabras. Soy un imbécil.
( Holaaa, nuevo capítulo espero les guste mucho gracias por leerme si quieren que siga activa me gustaría que me den muchos votos y me sigan eso me motiva gracias)
Asta aquí mi reporte Joaquín.
Besos:* de parte de la chica más tímida del mundo osea yo DeliaRJ :)