En medio de una enorme sala de estar de una mansión alejada de la ciudad yacía un pequeño rubio, había una televisión frente a el al igual que una consola la cual estaba conectada a la primera, la expresión del chico denotaba aburrimiento. En ese momento se encontraba solo en la gran construcción ya que los demás habitantes habían salido, algunos para ir «de cacería», otros por misiones asignadas, unos más por algo de comer y los restantes a dar un paseo por el bosque o algo por el estilo.
El chico llevaba toda la tarde jugando videojuegos aunque hasta ese punto se había vuelto algo monótono, sin alguien con quien competir parecía tan aburrido jugar. Aunque realmente sus compañeros de juego eran solo 3, ya que a los demás le parecía algo tonto e inmaduro, también se encontraban fuera, su amigo sonriente se encontraba asesinando, el chico tic's estaba cumpliendo una misión y finalmente la pequeña Sally estaba con Slenderman haciendo compras para abastecer la mansión. Estaba solo.
Sin más, continuó jugando, tampoco era como si tuviera algo mejor que hacer. De repente, el sonido de la puerta principal abriéndose llamo su atención, por efecto volteo encontrándose con el payaso monocromático que acababa de llegar, este le observó por algunos segundos pensando en lo mucho que le hacía recordar a su adorado Isaac, el rubio regresó la mirada a su juego un tanto decepcionado, esperaba que alguno de sus compañeros de juego hubiera regresado para salir de la monotonía de no poder competir.
–Hola, Ben –le saludó el mayor recibiendo la misma palabra de vuelta –, ¿y los demás? –preguntó sin mucho interés dirigiéndose a la cocina en busca de algo de comer, esperaba que Sally no se hubiera terminado las golosinas de nuevo.
–No están.
–Ya veo –caminó hasta el sillón de la sala y tomó lugar junto al más bajo contemplando la pantalla del televisor. Mientras tanto el chiquillo se debatía mentalmente entre si preguntarle o no si quería jugar con él, no estaba seguro si al mayor le gustaban o siquiera le interesaban al menos un poco ese tipo de cosas, después de todo en su época no existía nada de eso.
–Emm... J-jack –le llamó inexplicablemente algo nervioso colocándole pausa a su juego –, ¿te gustaría jugar... emm... ya sabes... videojuegos? –soltó finalmente.
–Claro, de cualquier manera no es como si tuviera algo mejor que hacer –los ojos de Ben se iluminaron, de inmediato cogió el otro mando y cambió el juego por "Mario Kart", le entregó uno a Jack y se sentó de nuevo en el sofá esbozando una sonrisa en los labios –. Sabes jugar, ¿cierto?
–No exactamente, he visto a Jeff y a ti jugar así que podría decirte que se lo básico, al menos lo suficiente como para empatarte –mostró una sonrisa socarrona molestando al joven rubio.
–Ya veremos –gruñó entre dientes dando inicio a la partida desde su control. Ambos empezaron a jugar. Para sorpresa del menor Jack jugaba bien, bastante en realidad, tanto que justo ahora acaba de rebasarlo. El rubio maldijo para sus adentros concentrándose en recuperar la delantera. ¿Cómo rayos había logrado rebasarlo? Jamás le había sucedido algo cómo esto, él era el mejor, ¿qué se suponía que haría si Jack le ganaba? ¡Mancharía su puntaje perfecto de partidas ganadas! De ninguna manera lo permitiría.
Se acercó un poco a Jack en el sofá, cuidadosamente para mantener su posición en el videojuego, y mordió su cuello desconcertando al instante al azabache, de inmediato Ben tomó ventaja rebasando a su compañero a tiempo para ganar la carrera.
–¡Maldito enano! Eso fue trampa –exclamó al ver la sonrisa burlona de Ben.
–En los videojuegos todo se vale –ensanchó su sonrisa.
–¿Acaso la frase no es «en la guerra y en el amor»?– enarcó una ceja.
–Para mi solo aplica con los videojuegos.
–Como sea, exijo la revancha, apuesto a que esta vez si te ganaré.
–Apostar, ¿eh? De acuerdo, si yo ganó me conseguirás un nuevo videojuego y jugarás conmigo cuando yo quiera.
–Y si yo gano harás lo que te diga, será mejor que te prepares para recibir órdenes
–Eso quiero verlo –dijo colocando otra partida. De nuevo iniciaron con el juego, Ben llevaba la delantera y estaba no dispuesto a dejarse vencer, sin embargo el monocromático planeaba ejecutar el "en los videojuegos todo se vale" al igual que el más bajo había hecho.
Jack tomó al pequeño rubio de la cintura y lo acomodó en su regazo rodeándolo con sus brazos. Manejando el control con una sola mano, deslizó la restante por debajo de la playera del ojicarmín acariciando suavemente su pecho y rozando levemente sus pezones. Ben soltó algunos gemidos sorpresa en voz baja pero aún concentrado en la partida, luego le reclamaría, ahora solo quería ganar. La mano bajó hasta su pelvis, pasando muy cerca de su miembro. No le parecía que se excediera ni un poco, el pensó en Isaac cuando Ben hizo trampa, recordar sus no tan inocentes juegos con su niño con la mordida fue lo que lo distrajo, entonces, esto estaba bien.
–No hagas eso... –dijo tratando de mantener su puesto, las acciones del mayor habían funcionado y justo ahora le pisaba los talones. Se aproximó a la oreja de Ben mordisqueándole un poco.
–«En los videojuegos todo se vale» –susurró a la vez que metía traviesamente su mano izquierda en sus pantalones acariciando su longitud por sobre su ropa interior, la cual comenzaba ponerse dura por la estimulación que recibía, el rubio gimió agudo de sorpresa y soltó una mano del control para quitarle. Jack de inmediato tomó una considerable ventaja en la carrera.
Estaban a por llegar a la meta, hasta ese punto Ben había perdido toda concentración en el juego, y en parte ya no le importaba tanto, solo quería quitarse de encima y correr lejos, lo que más vergüenza le daba era que realmente estaba excitándose, el control casi se resbalaba de sus manos, su vista estaba nublada y su cuerpo sudaba. «No puedo perder», pensó tratando de retomar el juego pero era demasiado tarde.
—Gané –dijo Jack de manera burlona mordiendo el lóbulo de su oreja –Ahora debes hacer lo que diga... Y yo digo que juguemos a otra cosa...–soltó el mando del videojuego y pasó su ahora mano libre por debajo de la playera de Ben acariciando nuevamente su pecho, pellizcando sus pezones de vez en cuando, acercó sus labios a su cuello comenzando a besarlo, haciéndole estremecerse –. Ya estás duro... –sonrió pasando de su ropa interior para tocar su pene directamente y jugueteó la punta con su dedo pulgar, Drowned soltó un chillido contrayendo su cuerpo y colocando un rojo carmín en sus mejillas –no tienes que avergonzarte, yo también lo estoy, ¿puedes sentirlo aquí? –Frotó el trasero del pequeño contra su entrepierna, el rubio abrió los ojos sorprendido por el tamaño –Al parecer si –sonrió lascivo, Ben respondió con un gruñido —, es tu culpa, ¿sabes? Las eróticas expresiones que colocas en tu rostro provocaron esto.
La mano en su entrepierna continuó avanzando hasta llegar a su entrada para luego comenzar a acariciarla en círculos, ésta palpitaba en respuesta, el mayor llevó sus dedos a su boca para que los lubricase. Una vez que estuvieron empapados en saliva insertó uno de ellos en el agujero de Ben quien chilló y se echó hacia atrás, acomodándose en el pecho de Jack. El intruso comenzó a moverse gradualmente dentro de su pequeña entrada, iba de adentró a afuera de manera suave y un poco dolorosa, sumó otro dígito y continuó el movimiento con ambos, alternando también separarlos un poco para que se dilatase más rápido. El payaso unió sus labios en un beso un poco rudo, introduciendo su lengua y su dulce sabor en la boca del chico, de alguna manera, esto le ayudó a olvidar un poco el dolor en su trasero.
Movió ambas manos hasta el borde de los pantalones de Ben para luego bajarlos, ahora podía tocar con total libertad tanto su miembro como su entrada, de nuevo insertó sus dedos, no hubo una respuesta negativa, por el contrario, el bajito gimió y abrió las piernas para darle mayor acceso, su otra mano comenzó a tocar la erección, de arriba a abajo, jugando con los testículos de vez en cuando.
—Yo también quisiera sentirme bien, ¿sabes? —susurró mientras continuaba besándolo, el rubio asintió y se levantó de su regazo. No tardó en desatar sus pantalones y liberar su longitud completamente dura.
Ben la admiró por unos segundos, le parecía demasiado grande para su trasero, dejó estos pensamientos cuando el otro le llamó con la mirada, se acercó y se montó de frente a Jack sobre sus piernas dirigiendo la erección e intentando prepararse mentalmente en los pocos segundos antes de que entrara. La introdujo dentro de sí lentamente intentando evadir el dolor, aunque la velocidad no servía de mucho, dolía de cualquier forma. Las manos y lengua del azabache intentaron distraerlo un poco de ello acariciando su torso con suavidad e invadiendo su su boca una vez más. Cuando estuvo completamente dentro sus ojos llorosos miraron al payaso, quien le devolvió una mirada llena de ternura y beso su frente.
—Isaac... —susurró antes de volver a besarlo con aún más pasión y lascivia que antes dejando al muchacho desconcertado, separó sus nalgas con sus manos y empujó su miembro un poco más profundo, el rubio chilló ante esto y le abrazó por el cuello en un intento de sacarla un poco, pero volvió a hacerlo bajar con un algo de brusquedad, repitió el proceso un tanto más lento pero profundo, lo suficiente para estimularse sin lastimar mucho al otro —. Isaac... —susurró de nuevo y lo abrazó juntando sus bocas una vez más sin dejar de moverse.
Gradualmente el más joven comenzó a sentir placer con aquella extraña unión, tanto de su boca como de su culo, imitó de manera torpe el ritmo de sube y baja cuando sintió tocar el punto dulce dentro de si, contrajo su interior en busca de un poco más de esa sensación, a medida que continuaba con la penetración llevo una de sus manos a su miembro.
Sus respiraciones y gemidos ahogados resonaban por toda la sala, el payaso parecía enloquecer mientras continuaba gimiendo el nombre de su primer niño. Sin poder resistir más, el payaso se dejó venir con una ultima estocada, llenó el interior del chico con la espesa sustancia y se aferró exhausto a él. El menor continuó con el movimiento en su pene por unos segundos más antes de ensuciar su propia mano de semen. Dio un último beso y se acomodó a un lado en el sillón.
—¿Ten gustó el juego? —Jack le miró con sorna mientras acomodaba sus ropas, la vergüenza volvió al rostro del más bajo. Avanzó hacia el y se colocó por encima acercando mucho su rostro —Tranquilo, no tienes que responder, solo bromeo —acarició su cabello y sonrió.
—¿Quién es Isaac? —soltó sin darse cuenta, el sonido de la puerta principal abriéndose llegó antes que la respuesta, asomó por el respaldo del sillón algo sobresaltado y al siguiente momento el azabache había desaparecido. '
Se colocó los pantalones aún buscando al otro con la mirada, algo en sus bolsillos llamó su atención, una piruleta con envolturas en blanco y negro y la manivela de una caja sorpresa. Se sonrojó, guardó la manivela de vuelta en sus ropas y abrió la golosina antes de volver a sus videojuegos.
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Me lo pidió sonamykisslove. Confieso que originalmente este iba a ser de Eyeless Jack y Ben Drowned pero se me perdió la segunda parte de "Solo un juego", no quería hacerte esperar más, aunque ya hayan pasado dos años... (?