Era de noche, estaba sola en mi casa, como normalmente era habitual.
Oí la puerta abrirse, y escuché también los suaves pasos de mis padres suebiendo las escaleras, observé el reloj de mi mesa, eran pasadas las diez de la noche.
Mi puerta se abrió y cerré los ojos fingiendo estar dormida, para cuando la cerraron de nuevo, súpe que era mi madre.
Quise ir a ver como estaban, y porque últimamente desaparecen por tanto tiempo, así que sigilosamente salí de mi recamara y me dirigí hacia la suya.
Estaba a punto de abrir la puerta, cuando oí que mi madre lloraba y mi papá la consolaba.
Sólo me quede alli, observando por la rendija de la puerta, mi papá la abrazaba por los hombros y masajeaba su espalada, entre en pánico y no pude hacer nada más que escuchar lo que hablaban.
-Tranquila.. Todo pasará...- susurró mi papá.
-¿Qué te sucede? Eso significa que no esta dando resultados...- sollozó desesperadamente.
-Tal vez esta mal, tal vez... No estan en lo cierto...- trató de apaciguar mi papá.
-No es cierto... Debemos decirle a Megan...- mi madre tomó unos cuantos papeles y se paró velozmente de la cama dirigiéndose a la puerta, sabía que yo debía salir de allí pero estaba en shock, su mano estaba a punto de llegar al pomo y entonces, mi padre la detuvo; podía escuchar con más claridad ahora.
-No debemos decirle nada... Ella no tiene que saberlo...- le rogó, mientras lentamente le quitaba los papeles de las manos.
Mis padres se abrazaron y yo por relajarme un poco, así di unos cuantos pasos a mi habitación y allí me quede sentada, detrás de mi puerta, con un mar de preguntas en mi cabeza.
¿Qué estaba ocurriendo?
(...)
Desperté con el sonido de la alarma en mis oídos, como todos los días.
Los recuerdos de lo que había pasado en la noche me abordaron mientras me relajaba bajo la flor de la ducha.
Sea lo que sea, no puede ser bueno. Me repetía una y otra vez sin dejar de pensar en las lágrimas de mi mamá.
¿Ethan habrá tenido algo que ver?
¿Y si mi padre le contó algo a el y por eso se puso de ese modo ayer?
Él y yo deberíamos tener una charla, solo que no estoy segura de que el quiera hablar de eso.
Me dirigí a mi armario y busqué una camisa, chaqueta, jeans negros y unos zapatos negros.
Hoy no tenía muchas ganas de maquillarme ni peinarme, así que solo recogí mi cabello en un moño desordenado y apliqué un poco de rímel en las pestañas.
Mis padres se habían ido... Salí mi recamara ya preparada y pase por en frente de la puerta de su habitación, súbitamente me detuve.
Observé la puerta a medio abrir y un instinto de entrar me envolvió.
Caminé unos pasos recordando la escena y detuve mi andar frente a la pequeña mesa donde de seguro están esos papeles.
¿Por qué no quieren que yo me entere? ¿Qué es tan grave? Y lo peor de todo... ¿Debería abrir el cajón y leer esos papeles?
Los minutos pasaban, llegaba tarde a la escuela, y aún no tenía la respuesta.
Hasta que al fin, decidí abrirlo.
Vacío. Estaba vacío.
Los papeles no estaban, solo un montón de cosas viejas sin importancia.
Suspiré, me sentía aliviada y a la vez muy consternada, era evidente que los habían ocultado ante cualquier duda.
Baje hacia la cocina y me prepare un sándwich de jamón improvisado y bebí rápidamente un jugo de naranja.
Llegaba tarde a la escuela, como siempre.
Pero el día se hoy había comenzado algo triste, por lo que decidí que llegar tarde sería lo mejor. No quería lidiar con estudiantes revoltosos ni empujones en la mañana.
Me dirigí a la parada de autobuses, según mi horario, pasaría uno en menos de diez minutos, lo que me lleva a recorrer el camino de mi casa a donde para el autobús, ya que era poco mas de dos cuadras.
Mis audífonos pasaban una y otra canción, sin que yo pudiera pensar en ellas.
A lo lejos, visualice una silueta conocida para mí, pero no podría ser él, ya que el tiene auto propio; pero al acercarme, observé su trasero y constate que si era él.
-Bradford...- le sonreí gentilemnte.
-Forest ¿Qué tal te va?- me sonrio de vuelta.
-Muy bien, ¿Por qué tomas el bus?- lo observé con desconfianza.
-Mi auto esta en el taller, y no quiero caminar- el me sonrió tiernamente y yo reí levemente.
Oímos una gran frenada a nuestras espaldas y el sonrió al ver sobre mi hombro.
-Te buscan...- me guiñó un ojo divertido y entonces, volteé a ver quien era.
-¿Sé te ofrece algo, amigo?- fue un poco irónico en esto último.
Yo rodé los ojos mientras Lucas soltaba leves risas entre dientes, Ethan sé veía algo molesto por la escena, entonces se me ocurrió.
-Bien. Ya que estamos aquí, y pensando que no los presente cortésmente en el pasado, Lucas, él es Ethan... Un amigo- mordí mi labio inconscientemente, dolía decirle amigo, pero continúe -Ethan, él es Lucas... Mi mejor amigo- lo observé pidiéndole permiso, y el me guiño un ojo divertido, entonce sonreí -Y es gay...- le afirmé.
El rostro enfurecido de Ethan cambio velozmente a una expresión de asombro mezclado con duda e incertidumbre.
Lucas le extendió su mano e Ethan le correspondió aun con un poco de desconcierto.
-Bien... Ah... Suban yo... Yo los llevo- sé dirigió al asiento del conductor mientras que yo y Lucas no es reímamos a su espalda.
-¡Es muy celoso!- susurró en mi oido.
-¡Lonse!- Rodé los ojos y subí al asiento del copiloto. Lucas ocupo el asiento de atrás.
En el viaje, Lu y yo hablábamos de cosas como la tediosa lluvia, los helados y nos reíamos de lo ridículas que eran algunas personas para vestirse. Lucas tiene gran gusto por su vestuario, ahora que lo pienso, debería haber sospechado que era Gay desde hace tiempo.
Ethan solo dejaba escapar algunas risas de vez en cuando y una que otra frase graciosa, donde exagerabamos las risas para que no supiera que sus chistes son realmente malos.
¿Por qué era que estaba triste? Ya no lo recuerdo, mis dos chicos favoritos me distraen de cualquier mal pensamiento.
Llegamos a la escuela en un santiamén y Ethan estacionó junto a los demás autos.
-¡Gracias por el aventón Guapo! Por tí no llegaré tan tarde hoy...- Lu le dió dos palmadas amistosas en el hombro a Ethan y dejo un beso en mi cabello antes de bajar y perderse en la multitud.
-No entiendo... ¿Cómo el puede ser gay?- Sé veían bastante incrédulo.
-Lo sé. Pero lo es, además tiene un novio. ¿Qué ocurre? ¿Te sentías inseguro?- me burle de él.
-No, no es eso... Sólo que... No lo sé creí que a ti te gustaba él...- bufó.
-¡Claro que no! Es guapo no voy a negarlo, pero no me atrae... Solo tu lo haces- le guiñé un ojo y el me sonrió butlon.
-¿Quieres venir a mi casa esta noche?- me sonrio cortésmente.
-Puedes apostar...- me acerqué a sus labios y deje un apasionado beso en ellos.
(...)
-¿Te gusta gatita?- lo oí susurrar en mi oido.
No podía pensar, relamnete no podía. Estaba completamente perdía en su manera de azotarme y sus manos... ¡Joder sus manos!
Estaba en posición de perrito sobr las sábanas, está vez me había puesto un disfraz que yo había elegido de mi colección, era de Gatubela.
Su cuerpo montaba velozmente el mío, pero yo no podía moverme demaciado, ya que mis pies estaban atados.
Tenía los ojos vendados y una fina capa de transpiracion tapaba mu cuerpo, y también el suyo.
Oía su agitada respiración, esa que te hace pensar locuras y desencajar todas tus ideas.
Cuando eres de Ethan, ya no eres tú, ya no eres nada. Porque él se convierte en tu todo.
Entonces se detuvo y salió de mi, aun ambos con la respiración ajetreada. El desapareció de la habitación y se dirigió al baño, yo me rendí una vez más en esa cama, esa estúpida, cómoda, y atrapaste cama donde nos habíamos hecho uno, una vez más.
Lo oí entrar a la habitación luego de unos minutos y desatar la venda de mis ojos, también las sogas de mis pies.
-Ven- ordenó extendiendo sus brazos.
-¿A dónde?- él me tomó de la piernas y la espalda y me llevó hacia el baño.
-Te ayudare con el disfraz, hoy te ducharas conmigo...- y así lo hizo.
Quito cada una de las prendas y me introdujo en la bañera, el agua estaba a una temperatura ideal, me ordenó que le dejara espacio y se colocó detrás d mi.
Luego tomó una esponja y le colocó jabón en ella, para pasarla por toda mi espalada y brazos.
Se sentía relajante, se sentía genial la manera en que delicadamente pasaba la esponja, como si tuviese miedo de lastimarme.
-Ethan...-
-Megan...- respondió.
-¿Puedo preguntarte algo?- récorde.
-Dime... Ojala tenga la respuesta- siguió con su magnífico labor.
-Es sobre mis padres... Creo que me ocultan algo, ¿Sabes algo de eso?- su mano se detuvo y sentí su cuerpo tensarse detrás de mi.
-Lo siento, no we nada...- estaba mintiendo.
-Mientes... Sólo dime...- el sonrió.
-Megan no tengo la respuetta de todo... -
-Sé que sabes algo que yo no se.. Y eso es injusto, son mis padres yo debería saberlo...- bufé de mala gana.
-Megan, eso es algo que tu debes preguntarles.- suspiré y cerré mis ojos dejando caer mi pes ien su p3cho desnudo.
Sus brazos envolvieron los míos ya allí quedamos, en esa magnífica posicuon
Hey!! Mañanaa subire mas capítulos ¡Tengo sueño!
Pero todo por ustedes.
Los amo❤
Heladito.
PD: No odien a Ethan, de veras, no lo odien. Se arrepentirán luego.