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Hola hola! Aquí esta el capitulo más deseaaaaaaado por todo el mundo! jiji Me encanta!
Espero que os guste, de verdad, a mi se me eriza la piel al leerlo!
¡¡VOTAR!! ¡¡COMENTAR!!
No os entretengo más!
Nos vemos en el siguiente capitulo.... ¡!¡!¡!
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P.O.V Raúl
Allí estaba yo. Solo. Con la mano en el pomo de la puerta. La bolsa llena de ropa. Mirándola.
Dicen que cuando se toma una decisión... nunca se debe mirar atrás. Nunca. Pero yo... yo me he girado la he visto mirarme con ese rostro destrozado y lleno de lágrimas.
La he visto caer al suelo de rodillas y he visto como el dolor que siente se ha apoderado de su cuerpo. Dejo de mirarla y giro mi cara hacia el pomo de la puerta y la oigo llorar. Abro la puerta y me giro a mirarla.
De pie. Desolada, me mira con los ojos llorosos mientras tiembla, sus ojos van de la puerta a mí y de mí a la puerta. Trago saliva. Ahora yo si estoy siendo el responsable de su dolor. Ahora sé que está sintiendo lo mismo que yo sentí cuando me dejo.
La bolsa de deportes se va escurriendo por mi hombro, la voy soltando hasta que llega al suelo. Cierro la puerta con la punta de mis dedos y con decisión, con las cosas claras, con más fuerza que nunca avanzo hacia África. Sigue temblando, sigue llorando, y maldita sea, su dolor es mi dolor.
Cojo sus mejillas entre mis manos y la acerco a mí. Mirándola a los ojos, acorto la distancia y la doy un dulce beso. Mis ojos se llenan de lágrimas que ni quiero ni puedo parar. Me separo de ella, aún tiene los ojos cerrados y cuando los abre... llenos de lágrimas, me mira destrozada.
-Jamás, jamás vuelvas a dejarme.-Digo y la vuelvo a besar mientras bajo las manos hacia las suyas.-África... no vuelvas a dejarme.-Digo sollozando al sentir su piel bajo mis dedos.
-Perdóname...-Solloza temblando.- No volveré a desconfiar de ti Raúl. No te vayas...-Dice rodeando mi cuello con sus bracitos.
-No me voy... preciosa. Si no se vivir sin ti...como voy a vivir lejos de ti...-Digo y vuelvo a buscar sus labios que temblando, me devuelven el beso.
Mis manos se van deslizando hacia si trasero y ella gime; Dios solo ese sonido me ha hecho ponerme duro. Es una sensación extraña, siento como si.... como si la sintiera más. Cada caricia, cada roce de mis dedos contra su piel, provocan fuertes corrientes eléctricas por mi cuerpo.
Gimo al sentir su mano enredarse con mi pelo y la levanto del suelo para que sus piernas rodeen mi cintura. Dios mío...
-Te echado tanto de menos...-Murmuro aun con la voz entrecortada.
-Yo también...-Dice triste.-Jamás me perdonare por lo que paso...-Dice y vuelven a caer lagrimas por su hermoso rostro.
La beso intentando tranquilizarla a ella...y a mí. Ando hacia la mesa, donde la dejo sentada, aun prisionero de sus piernas. Me alejo un poco de ella y lentamente la quito su sudadera y la dejo sobre la mesa.
Ella, sin dejar de mirarme a los ojos hace lo mismo con mi camisa. Sonrió y la beso lentamente, saboreando cada beso de esos labios que tanto he echado de menos. Gimo al sentir su mano en mis abdominales, bajo la camiseta, la cual, tras mi gemido, desaparece de mi cuerpo.
Gime cuando me deshago de su camiseta y sin vacilar me deshago de su sujetador. La cojo en brazos y la beso, gimo al sentir su pecho rozando contra el mío, piel con piel. Echo la cabeza hacia atrás mientras ella me besa y muerde la barbilla. Un par de lágrimas se deslizan por mi cara al sentirla piel con piel, casi habia olvidado lo que se sentía...
Me deshago de su pantalón y de su ropa interior. Ella hace lo mismo con la mía y mi mano va directa a su intimidad. Gime mientras lleno de caricias esa zona de su cuerpo. Caigo de rodillas sobre el suelo y le dedico a su intimidad otro tipo de atenciones, con mis labios, con mi lengua.
Se arrodilla y tras poner sus manos en mis mejillas me besa lentamente. Gimiendo casi de forma inaudible cuando lo hace. La tumbo lentamente hacia atrás y me posiciono sobre ella.
-Preciosa....-Digo con voz ronca al tener todo mi cuerpo sobre ella.
Con los brazos a ambos lados de su cara, soportando parte de mi peso, acaricio sus mejillas. Ella tuerce la cara buscando mis caricias y siento como una corriente eléctrica recorre mi cuerpo con ese simple gesto.
-Te quiero...-Murmuro y bajo mis labios hacia los suyos.
-Yo...también.-Dice entre besos.
La beso con suavidad, disfrutando de ella y me introduzco en su intimidad. Abro los ojos, que se llenan de lágrimas nuevamente, al estar en su interior. He vuelto a casa. Estoy en casa.
-He vuelto a casa...-Digo con la voz entrecortada.
-Raúl...-Dice también emocionada.
Empiezo a moverme lentamente, mientras beso su cara. Besos su frente, sus ojos, su nariz. Beso sus labios, sus mejillas y sus pequeñas orejitas. Bajo hacia el cuello y deposito besos cerca de sus senos.
Gimo sintiendo que estoy en el límite, pero aguanto. Acaricio sus senos, sus pezones y me deshago en caricias por todo su cuerpo. Ella gime y pasea sus manos por mi pecho.
Sigo con ritmo lento disfrutando de la fricción y llenando su interior de caricias llenas de placer. Me siento en casa y apoyando mi cara en sus senos sigo moviéndome lentamente.
Su interior se tensa y reacciono ante eso. Gime y gimo. Empiezo a notar sus uñas en mi espalda y gimo de placer al sentir como se mueven por mi piel, marcándome, levemente. Soy completamente suyo.
Llegamos al climax juntos y me dejo caer lentamente sobre ella recuperando mi respiración. Suspiro feliz.
-Preciosa...-Murmuro saliendo de su interior.-Te amo...
-Amor...-Dice Abrazándome.-Yo también te amo.
Me levanto y la ayudo a levantarse. Tras ponerme un pantalón de chándal que llevaba en la bolsa, le pongo mi sudadera y la abrazo.
-Perdóname...-Murmura triste y hago una mueca de dolor.
-Estas perdonada preciosa.-Digo y me alejo de ella.-Olvidémonos de lo que ha pasado y luchemos por estar juntos.
-Si. Luchar para estar juntos. Como siempre hemos hecho.
-Eso es preciosa, eso es...-Murmuro a milímetros de sus labios.-Tienes que darme todos los besos que hemos perdido todo este tiempo. ¿Crees que podremos ponernos al día?.-Digo divertido acariciando su mejilla.
-Si...-Susurra deliciosamente.- Pero tenemos que empezar ya...-Dice melosa.
-Hum....-Digo y beso sus labios.
No sé durante cuando tiempo me tiro besando sus labios; Comportándonos como verdaderos adolescentes enamorados, beso tras beso y caricia tras caricia, el dolor se va alejando de nosotros dando espacio a una felicidad que casi duele...
Mientras la tengo abrazada a mi cuerpo en el sofá, escribo a mi padre.
《Papa... ¿pueden dormir mis hijos en tu casa?》le escribo
《Claro que si.... ¿Me puedo alegrar?》Me contesta.
《Mañana lo sabréis.... 》contesto sonriente.
《Que cabrón... espero poder alegrarme. No te preocupes que tus hijos no aparecerán por tu casa. Haz que me sienta orgulloso de ti. Pero no me des más nietos... ;)》
Me rio y dejo el móvil sobre la mesa, me vuelvo hacia África y la susurro que estaremos solos. Se sonroja y me sonríe con ese brillo tan especial que tiene su mirada cuando está feliz.
-Amor...-Murmura acariciando mi pecho.
-Dime preciosa...-Digo poniendo mi mano en su trasero desnudo.
-¿Puedo enseñarte algo...?-Dice nerviosa.
Asiento y se levanta del sofá. Coge una carpeta y frunzo el ceño. Me la da y la abro.
-La demanda de divorcio.-Digo fríamente.
-No la entregue...-Murmura cabizbaja.
-¿Seguimos casados?.-Digo levantándome de un salto.
-Si...-Murmura mirándome.
-Diossss preciosa...-Grito dando un salto y corro a la cocina, donde con ayuda de una cerilla prendo fuego a ese maldito papel. Lo veo convertirse en cenizas que más tarde se lleva el agua.
Me giro hacia ella y la beso con auténtica pasión. Mi mujer. Mia. Siempre. Dios cuanto la quiero. No puedo evitarlo.
-Mía, mía, mía...-Murmuro completamente feliz.
-Tuya, tuya, tuya.-Dice y suelta una risita. Y me vuelvo a poner en el dedo la alianza que me habia quitado antes.
Sonrío como un idiota, ese sonido tan bello, tan increíble, tan precioso.
-Hazme el amor...-Me pide mientras la abrazo.
-Tus deseos son órdenes. -Digo cogiéndola en brazos, dejando que rodee mi cintura con mis piernas.
Hago el amor a mi mujer toda la noche; Demostrando con besos, caricias y embestidas todo el amor que siento por ella. Mientras duermo noto que algo se acurruca contra mi cuerpo y suspiro, noto que alguien me abraza fuertemente y me despierto.
-¿Qué pasa?.-Digo rodeando el cuerpo de mi mujer con mis brazos.
-Me he despertado y estabas alejado de mí.-Murmura.
-Preciosa...-Digo y rio feliz.-Dios echaba muchísimo de menos esto.
-Te quiero...-Me dice escondiendo su carita en mi pecho.
-Yo también preciosa...-Murmuro acariciando su espalda.
Me vuelvo a dormir y me quedo dormido. Literal. No me despierto hasta las 12. Joder... sacudo mi cabeza mientras me levanto. Bajo a la cocina y veo a África con mi sudadera.
-Buenos días...-Murmuro rodeándola con mis brazos.- ¿Qué tal estas preciosa?
-Buenos días dormilón...-Dice divertida mientras se gira y me besa.-Tenemos que ir a comer a casa de mis padres.
-si. He visto el whassap de mi padre.-Murmuro acariciando su mejilla.-Preparémonos para sus comentarios.- Digo y la beso.
-Me dan igual.-Dice segura.-Ahora que estas de nuevo conmigo... me siento capaz de todo.-Me dice y mi pecho llena de orgullo.
P.O.V África
Termino de vestirme y bajo al salón donde me espera Raúl. No puedo evitar sonreír como una tonta cada vez que le veo. ¡No se ha ido! Se ha quedado, conmigo...
-¡Cuidado!-Me grita cogiéndome al vuelo cuando tropiezo con el escalón.
-Ufff...-Digo al pensar en la torta que me habría dado de no ser por Raúl.- Me has salvado amor...
-Si...-Murmura sonriéndome.-Ten cuidado, acabo de recuperarte y no pienso dejar que te pase nada malo.-Dice abrazándome.
Nos montamos en el coche y ponemos rumbo a casa de mis padres; ¡Estoy impaciente por gritar a los cuatro vientos que he vuelto con mi marido! Al llegar sonrió a Raúl, que me mira feliz.
Llamo al timbre y abre la puerta mi hermana, que corriendo se va hacia el salón donde se la oye hablar con la hermana de Raúl. Ambos no sonreímos y negamos con la cabeza.
-Hemos llegadoooo...-Grito avanzando hacia el salón de la mano de Raúl.
Al llegar todos se callan y miran hacia dónde estamos y después miran nuestras manos. Me encojo cohibida y me escondo en el hombro de Raúl.
-¿Nunca habéis visto a una pareja de casados..?-Dice Raúl divertido mientras me abraza.
-¿Ha...Habéis vuelto?.-Dice mi hijo Raúl.
-Si.-Contesta mi marido y me abraza fuerte, dejando que esconda mi cara en su pecho.
-Siiiiiiii.-Gritan Lucas y corre hacia nosotros.
De un segundo a otro me veo rodeada por mis hijos que riéndose contentos nos abrazan y dan saltos.
Al fin hemos vuelto y estamos juntos; Queda un largo camino por delante para recuperar la confianza y todo lo que hemos perdido estos días. Le miro embobada mientras ríe a carcajadas con su padre y con el mío. Me encanta ese sonido, verle cerrar los ojos mientras se ríe.
-Que se te cae la baba....-Dice mi hermana.-No es para menos...
-¡Oye!-Digo sorprendida-Que es mi marido enana.-Digo riéndome.
-No te preocupes...-Me dice bajito.-Tengo novio.-Me dice.
-Tenemos novios....-Dice Carla sonriente.
-¿Que tienes que?.-Dice Raúl.
-Novio, n.o.v.i.o....-Dice Carla sonriendo a su hermano.
-¿Quién es? ¿Cómo se llama?-Dice tenso y todos reímos.
-A ti te lo voy a decir.... para que me lo espantes.-Dice abrazándole¿.
-Si te hace algo o te obliga a algo... me llamas-Gruñe.
-Caray, menos mal que no tengo hermanos.-Dice mi hermana sonriente y yo me doy un golpe en la frente, acaba de meter la pata.
-¿Porque dices eso? ¿Es que tienes novio?.-Dice mi padre tenso.
-No, no, no.-Dice mi hermana nerviosa.
-No vas a salir con el.-Dice mi padre.
-¡¡Parar neandertales!! -Suelta Lara.-Comportaros un poquito que todos hemos pasado por esa época.
-Es leí de vida papa.... asúmelo.-Digo riéndome.
-Cariño...-Dice mi madre.-No te pongas así
Los hombres vuelven a gruñir mientras nosotras reímos. Me encanta verles así de sobre protectores.
-Consejo...-Murmuro entre risas...-No llevéis a vuestros novios a casa cuando no estén vuestros padres, porque os aseguro que tienen el don de olerlo y llegar...-Digo agarrándome la tripa.
-África no des ideaaaas.-Gruñe mi maridito.
-Amor...-Digo entre risas- hay que avisar a las generaciones que vienen...
-Que bien os lo tomáis...-Dice mi hijo Raúl.-Yo también tengo novia.
Se me corta la risa y le miro serie. ¿Novia? ¿Quien? ¡¡No se merece a mi hijo!!
-Ohhhh ahora quien se rieeee...-Dice Raúl mofándose mientras me abraza-Cuéntanos como es campeón...
-Eso... ¿como has dicho que se llama?.-Digo seria.
-No lo he dicho mami...-Gruño por dentro, no a colado.
-¿Vais en serio?-Pregunta Lara.
-No.-Dice mi hijo.-No lo sé. Estamos juntos y ya.-Dice alzando los hombros.-Hasta que se acabe.
-Otro mujeriego...-Dice mi madre riéndose.-Va en el gen García.
-¿El abuelo también fue un mujeriego?-Pregunta mi hijo mirando a mi suegro con admiración.
-Si-Dice Lara gruñendo.
-Vaya vaya...-Dice mi suegro abrazando a su mujer.-Han cambiado las tornas, ahora ya no os reis...-Dice divertido.
-Cambiemos de tema...-Murmuro gruñendo.
-Mami, tranquila. Aunque yo tenga novia, siempre serás la mujer de mi vida, la más importante....-Me dice sonriéndome y se me caen las bragas.
Corro hacia él y me lo como a besos.
Cuando volvemos a casa los 7 juntos no puedo evitar emocionarme al ver como todo vuelve a la normalidad, como mi familia, la que yo he creado, vuelve a estar unida. Me voy corriendo a la cocina, donde en mi intimidad derramo un par de lagrimitas de pura felicidad.
-Preciosa...-Murmura abrazándome Raúl.-¿Estas llorando?.-Pregunta preocupado.
-Si...-Digo girándome para esconder mi rostro en su cuello.-Pero de felicidad.
-Mi mujercita...-Murmura abrazándome.
-Por fin nuestra familia esta como debe estar. Gracias a ti... que no te has ido.-Digo disfrutando del calor que desprende su cuerpo.
-Preciosa... gracias a ti. Por perdonarme.-Me dice Raúl y alejándose un poco de mí pese a que gruño cuando lo hace, me coge la barbilla y me besa.
Me besa despacito, mientras sus dedos acarician mis barbillas. La otra mano permanece en el final de mi espalda, pegándome a él.
Suspiro entre besos, no me cansare nunca de besarle, de abrazarle. Sus besos se han vuelto tan suaves, tan delicados.
-Me besas como si me fuese a romper...-Murmuro pegadita a él.
-Es que esa es mi sensación... que te me vas a romper y escapar entre mis dedos.-Murmuro acariciando mi cintura con sus dedos.
-No me romperé... mi me escapare entre tus dedos.-Digo abrazándole fuerte.-Todo esto me ha servido para aprender, para vivir y sentir lo que es vivir sin ti y no me gusta Raúl. No quiero vivir sin ti. Pase lo que pase, venga lo que venga, lo afrontaremos juntos.
-Preciosa... oírte decir eso es... devolver la vida a mi corazón...-Murmura poniendo mi mano bajo la suya, en su corazón.
-Corazón que yo... he roto.-Murmuro intentando retirar mi mano.
-Si...-Dice sujetando mi mano-Y el corazón que tú has vuelto a unir, preciosa. ¿Notas como late?.-Me pregunta y asiento mirándole.-Late por ti.-Me dice mirándome.-¿Notas que respiro?-Asiento de nuevo sin dejar de mirarle- Respiro por ti...-Murmura.- ¿Ves que estoy vivo…?.- Pregunta y trago saliva.- Vivo por… y para ti.- Dice bajito.
Mis ojos se vuelven a llenar de lágrimas recordando cómo le vi aquel día y me abrazo más fuerte a él mientras sollozo.
-No llores…por favor, olvida eso…- Dice abrazándome fuerte.
-Jamás me perdonaré haberte destrozado tanto, hasta el punto de que llegaste a… intentaste…- Sollozo temblando.
-Preciosa, tranquila…- Dice besando mi cuello.- No lo pienses, olvídalo. Estoy aquí, junto a ti... lo demás, lo que paso ya no me importa. Estoy aquí…
-Amor…- Sollozo.
-Preciosa, no llores…- Dice tristón.- Quiero verte feliz, verte feliz, me hace feliz. Sonríe, por favor…
Alzo la vista y le miro, está preocupado por mí, suspiro al ver su belleza.
-Hay que ver, lo guapo que eres jodio.- Suelto de pronto y empieza a reír a carcajadas.- Ojo, que bueno que esta mi hombre…- Digo riéndome con él.
-Esa es mi mujer…- Dice entre risas, abrazándome.- Como te quiero preciosa.- Dice besando mi cara.
-Yo sí que te quiero tontorrón.- Digo abrazándole como una mona, encaramada a su cuerpo.
-No sé si lo que siento es normal, no sé si es sano, preciosa, pero te quiero con toda mi alma y te juro que tenerte a mi lado es lo único que necesito para ser feliz. Tú, únicamente en mí. Te adoro.
-Lo sé amor, lo sé. A mí me pasa igual.- Digo besando y frente, sus mejillas, sus ojos…
-Eso, eso…- Dice dejándose querer.- Mímame, quiéreme preciosa…
Riéndome por lo que dice, sigo dándole besitos mientras se sienta en una silla, y se abandona a mis caricias, besos, y mimos. Le veo sonreír mientras lo hago y tomo una decisión.
Voy a luchar para estar juntos, voy a luchar, para hacerle feliz.