Princesa Híbrida© | #1 |

Από Camila_Piedras

21.9K 1.9K 162

"Todos pensaron que me habían controlado, eran ingenuos, nadie me controlaba, ni yo misma podía hacerlo. Se d... Περισσότερα

Book - Tráiler
Prólogo
I
Capítulo | 2 |
Capítulo | 3 |
Capítulo | 4 |
Capítulo | 5 |
Capítulo | 6 |
Capítulo | 7 |
Capítulo | 8 |
Capítulo | 9 |
Capítulo | 10 |
II
Capítulo | 11 |
Capítulo | 12 |
Capítulo | 13 |
Capítulo | 14 |
Capítulo | 15 |

Capítulo | 1 |

1.8K 155 5
Από Camila_Piedras

Cuando llegué a la tierra con mi vestido ensangrentado y el cuchillo de plata quemando mis manos, fue realmente abrumador. Mi vestido que en ese entonces era blanco estaba empapado por completo. Ya que para cualquier cosa se tenía que usar un color específico, odio Arcanis, odio las reglas, odio a los habitantes, odio todo lo que incluye esas 7 palabras, bufo con aburrimiento mientras limpio la barra.

—¡Oye! —Miro al hombre de enfrente que está a punto de caer de la silla— ¡Sigo esperando mi cerveza!

«Malditas, todas las mujeres son iguales»

Su pensamiento apenas se escucha como un susurro en mi mente.

«Te sorprendería lo que algunas mujeres hacemos, idiota»

Al parecer mi pensamiento si lo escuchó porque abrió sus ojos de par en par mientras balbuceaba sin parar.

—¡El diablo! —Me señala para después salir corriendo.

—Oh, genial —Murmuro al escuchar el sonido del cristal roto y el increíble y pestilente olor a cerveza regada por el lugar —. Tendré que limpiar.

—¡Oh, maldición! —Escucho el renuente y constante quejido de mi jefe— ¿Otro más? A este pasó iré a la quiebra si sigues asustando a todos los clientes, Gracell. Ese es el tercero de la semana.

—No es mi culpa. Están ebrios y se imaginan cosas, tranquilo hombre.

—Pero...

—¡Oh, vaya! Mira, son las doce mi turno acabó, adiós hombre molesto.

Me despido con la mano y una sonrisa en mis labios saliendo de dicho lugar, body sólo niega con la cabeza sabiendo su nunca cambiaré. Camino por las oscuras calles de California, caminando sin rumbo hasta llegar a un parque que parece más abandonado que yo. Basura por todos lados, completamente oscuro, hojas y árboles secos. Vaya, mierda.

Se supone que en un parque debe de haber niños jugando por todas partes mientras sus padres despistados fingen cuidarlos, parejas debajo de cada árbol, o regados en el césped que tendría que estar perfectamente acortado mientras se juran amor eterno. Chicas leyendo bajo un árbol, tendría que estar alumbrado por lámparas y lleno de personas de diferentes edades. Aunque, en realidad, considerando la hora y el aspecto de aquél parque desolado, lo dudaba seriamente. Tal vez era demasiado optimista, o demasiado estúpida.

El mundo humano no era como lo había imaginado, o por lo menos no es como se notaba en los portales. Aquí las personas eran crueles y malas, no les importaba nada, sólo ellos mismos, los humanos eran egoístas y egocéntricos. Se sentían por encima de cualquiera e incluso algunos eran indiferentes o cero conscientes de que no eran la única raza que existía. Suspiré con resignación acercándome a aquél parque triste, y amargo, justo como yo me sentía.

Me senté en uno de los columpios abandonados que se encontraban ahí, aunque debo admitir que temí un poco que la estructura no lo resistiera y todo se viniera abajo conmigo arriba. Nada sucedió cuando mi trasero tomó asiento, recosté mi cabeza el las frías tiras de metal que lo sostenía y de la bolsa superior de mi chaqueta deslicé un cigarrillo, genial, no traía encendedor. Con absolutamente nada de fuerza ejercida por mi parte, miré por un breve momento el cigarrillo en mis dedos, éste se incendió al instante.

Con una pequeña sonrisa lo llevé a mis labios aspirando el aire de menta y dejando que hiciera su largo camino por mis pulmones hasta que fue expulsado. Al menos sabía que mis poderes seguían ahí, cerré los ojos concentrándome y perdiéndome en lo profundo de mi subconsciente, y sin permiso alguno. Mi mente viajó a aquél vago recuerdo de mi madre.






—¡No sé que haré contigo! ¡Eres una princesa, futura reina de ésta nación. Tú nación! —Grita, lo cuál es una conducta extraña en ella. Ruedo los ojos tratando de calmar ese fuego que me quema y empieza a consumirme lentamente. No sucede.

—¿Te has puesto ha pensar por un segundo que tal vez no quiero gobernar? ¡No quiero ser reina! ¡No quiero la corona! ¡Ese es tú estúpido sueño frustrado, no el mío, no es mi...

Suelto un gemido de dolor al sentir la palma de su mano siendo impactada sin pudor alguno por mi mejilla. Abro los ojos con sorpresa, ella nunca me había pegado, ni siquiera me había gritado como lo ha hecho ahora.

—No te reconozco. —Murmuro por lo bajo, llevando una mano a mi mejilla que palpita y arde a la vez.

—La que no te reconoce soy, Gracell. No eres la misma ¿Donde quedó ese hermoso bebé que tanto amaba?

—Se murió.

—Eres una vergüenza para ésta familia, tú no deberías llevar el apellido Moonlighting, no lo mereces.

Y con esas palabras mi mundo quedó destruido, cerré mis manos en dos puños presionándolos fuertemente. Las paredes comenzaron a removerse de un lugar a otro, como en un terremoto. Los cristales en la habitación explotaron y los cuadros en la pared cayeron la suelo, un relámpago cayó y el cielo que antes era de un color celeste claro se tornó en un color oscuro y negro. El viento sopló de una manera muy tenebrosa y otro relámpago acompañó al anterior, mi respiración era irregular y sentía ese molesto pitido en mis oídos que no paraba y hacía que me enfureciera mucho más. Sonreí con ironía, controlando mis poderes, como si sus palabras no se hubieran clavado en mi corazón y en mi cerebro de una manera dolorosa. Las paredes detuvieron su danza de un lugar a otro, el cielo poco a poco recuperó su color claro y los relámpagos dejaron de caer, las nubes negras desaparecieron dejando entrar los rayos del sol por la ventana que ahora estaba rota. La luz que se estaba sobre-cargando a cada segundo se restableció otra vez a su manera habitual.

—¿Gracell? ¿Tú? ¿Cómo...?

—¿Avergüenzo tu apellido? —Reí, ignorándola— Te daré algo de que avergonzarte madre.

Y salí a toda prisa, comprobando que uno de los dolores más fuertes; era el rechazo de tu propia madre.








Una lágrima resbaló por mi mejilla, la aparté al instante. Ese era un recuerdo que tenía escondido muy dentro de mi y qué del cuál no quería recordar nunca más. Bufé dando una última calada al cigarrillo para después tirar la polilla en el bote de basura a unos metros, me levanté del columpio pero algo llamó mi atención, aquellos murmullos que se colaban por mi mente.

«No me gusta esto, Thanner, ¿Qué tal si se volvió más fuerte

Pegué un brinco al notar aquella voz, me concentré buscando nuevamente la voz. Lo cuál no fue para nada difícil.

«Lo dudo, se fue a mitad de su entrenamiento.»

Pensé en huir, pero no. Ya era demasiado tarde para hacerlo. Tres chicos frente a mi, de 15 o 16 años probablemente. Un castaño que parecía un perrito asustado a punto de huir, un pelirrojo que se debatía si quedarse o salir corriendo, y al final, un pelinegro que parecía más seguro que cualquiera de los anteriores chicos que parecían orinarse en los pantalones.

—¿Creían que si hablaban telepáticamente no los escucharía?

—¡Mierda, Thanner! ¡Te lo dije!

—¡Cállate Ares! —El pelinegro reprende al castaño, me mira— ¡Y tú perra vendrás con nosotros y no te mataremos!

—Vengan por mi, principiantes.  —Abrí mis brazos a los lados juguetona.

El pelinegro se colocó frente a mi, cerró los ojos y varias piedras se levantaron, elevó las manos hacia mi y ellas se dirigieron hacia mi. Sólo levanté un dedo y creé una barrera invisible haciendo que todas las piedras chocaran ahí y cayeran al suelo nuevamente. Sonreí con egocentrismo.

—¡Vaya! Casi podría decir que me impresionaste, pero no, no lo hiciste. Mi turno.

Levanté sólo una piedra que fue dirigida rápidamente hacia él haciendo que lo golpeara lo suficientemente fuerte para que cayera al suelo y se retorciera de dolor en el suelo, me acerqué a ellos y negué levemente. Los otros dos se morían de miedo a un lado, esperando que les hiciese algo parecido a ellos también.

—Regresen a Arcanis, y les juro por el maldito infierno que si me entero que abrieron sus estúpidas bocas diciendo que estoy viva. Los buscaré y esa vez, los mataré.

Giré sobre mis talones caminado lejos de ellos, cuando me encontraba a mitad de la cancha de fútbol un chiflido me hizo girar, fruncí el ceño empezando a molestarme realmente. El chico de cabello negro, el cuál según había escuchado se llamaba ‘Thanner’ era el que había chiflado, a su lado el pelirrojo sostenía fuertemente a un chico que no sobrepasaba los 17 años con un cuchillo en su garganta.

—Ven con nosotros y no lo mataremos. —Dijo Thanner.

—¿Qué? ¿Matarme? ¡No quiero morir! ¡Ayuda! ¡Policía, estos lunáticos me quieren asesinar! ¡Ayuda! ¡Ayuda! —Gritó aquél chico con histeria.

—¡Cállalo Ares! —Le gritó el pelinegro al castaño, él cerró los ojos y el chico dejó de hablar pero no de removerse.

En un segundo ya me encontraba frente a ellos, Thanner sonrío triunfante.

—Aquí estoy.

Thanner se giró hacia el pelirrojo y pronunció, sin remordimiento;

—Mátalo.

El pelirrojo pasó el cuchillo por la garganta del chico dejando una gran herida en lateral ahí, las sangre no tardó realmente mucho al salir por aquél agujero. Sangre en grandes cantidades cubrían su ropa deportiva, el cuerpo del chico cayó al suelo. Me giré hacia Thanner, deposité mi lindo puño en su nariz haciendo que cayera al suelo, por otro lado el castaño ya se encontraba huyendo y lo dejé ir por el simple hecho de que parecía obligado a venir aquí, cerré los ojos apareciendo detrás del pelirrojo. Arrebaté el cuchillo de sus manos y lo clavé a través de él.

Tomé el cuerpo del chico y cerré los ojos concentrándome para aparecer en mi apartamento, con rapidez tomé el mismo cuchillo que cargaba en la otra mano arrancando su camiseta empapada de sangre que empezaba a secarse.

Bueno, el ejercicio por las noches dio resultado. Su pecho estaba bien trabaja... ¡Concéntrate Gracell!

Despejé mi cabeza sacudiéndola, puse una mano sobre su pecho concentrándome. Su cuerpo apestaba a muerte pero su alma todavía no se iba. Coloqué velas alrededor de la cama, un círculo de sal y dos casos de agua. Cerré los ojos y levanté un dedo para apagar las luces del apartamento, concentré mi poder y elevé mi cara brevemente.

Omnes animae bona seu mala, caelum et infernum. Animae cecidit abstulit rogo eum. Eieci te corpus reverti, Eieci te corpus reverti ¡Eieci te corpus reverti!

Grité sin fuerzas, esperé y esperé pero nada sucedió, bueno, al menos había intentado algo. Se levantó de la cama pegando un grito ahogado que me hizo saltar del susto. Tomaba su cuello tratando de encontrar la falla, pero no había nada, por lo menos ya no. Su cara horrorizada y perdida proyectaba tanto; miedo, angustia, confusión. Sonreí sin ninguna fuerza en mi cuerpo.

—Bienvenido de nuevo. —Fueron mis palabras antes de desplomarme en el frío suelo.

Συνέχεια Ανάγνωσης

Θα σας αρέσει επίσης

16.3K 996 17
-𝘓𝘢 𝘤𝘩𝘪𝘤𝘢 𝘯𝘶𝘦𝘷𝘢 𝘦𝘴 𝘮𝘶𝘺 𝘭𝘪𝘯𝘥𝘢.. 𝘌𝘯𝘵𝘳𝘢 𝘶𝘯𝘢 𝘤𝘩𝘪𝘤𝘢 𝘯𝘶𝘦𝘷𝘢 𝘦𝘯 𝘭𝘢 𝘦𝘴𝘤𝘶𝘦𝘭𝘢 𝘧𝘶𝘯𝘥𝘢𝘮𝘦𝘯𝘵𝘢𝘭 𝘱𝘢𝘱𝘦...
35.8K 1.3K 35
Les vengo a informar que si demoró en publicar más capítulos es por falta de ideas o porque estoy ocupada y si no les gusta el ship por favor no haga...
8.4K 667 35
hola gente esta es mi primera historia espero les guste tratare de hacer lo mejor que pueda y tratare de actualizarla constantemente
29.9K 4.2K 40
Regulus esta dispuesto a todo por el amor que nunca tuvo pero ahora está a su alcance y Severus esta arto de ser la víctima bañado de un villano .. J...