Aclaración: a la que no le gusten los "roces" no lea. 3:V
<< Ezarel siguió robandole besitos que poco a poco se volvían más intensos, tomando el papel activo (ahora que no se encontraba en ningún aprieto de moral, pues Gardienne estaba en sus sentidos) la iba acorralando hasta los pies de la cama.
- Espera Ezarel...- musitó una vez pudo separarse a unos centímetros. Como si le hubiera leído los pensamientos contestó.
- Después escribe una carta a tu familia...- finalmente la hizo caer a la cama, ella retrocedió lentamente un poco avergonzada, ya no tenía ningún efecto con lo cual justificarse. Él siguió avanzando hasta arrinconalarla, él ya no podía ocultar más lo que sentía.>>
Sus besos no me daban descanso, y una de sus manos empezó a adentrarse por mi pierna, acariciándola, traspasando el límite de mi falda. Unas manos muy suaves... me erizaban la piel. Pronto se encimó, estaba expuesta en aquella zona, por lo que mis piernas rodeaban su cuerpo. Entonces decidí no quedar atrás, comencé a desabrochar los botones de su camisa. Pude pasar mis manos por su torso y pecho, con leves caricias le abracé la espalda por encima del cuello. Sus besos empezaron a bajar por mi cuello, y siguió bajando hasta llegar a mis pechos, donde empezó a bajar los tirantes de mi vestido. Se me escapó un gemido cuando empezó a presionar allá abajo. Fue a mis pechos sin dudar, y empezó a hacer aquello que tanto deseaba, empezaron los empujones, y yo estaba hirviendo por dentro de la excitación.
La noche continuó así, completamente despojados de nuestros problemas y modalismos.
El resto les dejo a la imaginación.
Gracias por esperarme <3