El Playboy quiere Besarme, [S...

By CheekyBrothers

5.2M 349K 91K

Todo empezó por un juego y un beso. La pobre Daisy pasó de no tener ningún pretendiente a tener docenas. Incl... More

El Playboy quiere Besarme
one
two
three
four
five
six
seven
eight
nine
ten
eleven
twelve
thirteen
fourteen
fifteen
seventeen
eighteen
nineteen
twenty
twenty one
twenty two
twenty three
twenty four
twenty five
twenty six
twenty seven
twenty eight
twenty nine
thirty
thirty one
thirty two
thirty three
thirty four
epilogue

sixteen

134K 9.8K 2.5K
By CheekyBrothers

recuerda comentar y votar ^^

¡siento haber tardado en actualizar!

▬▬▬▬❀▬▬▬▬ 

16. Algunos favores y tutorías


- ¿Qué tal tu día con Malcolm? – preguntó Gina mientras me sentaba a su lado.

- Bien – dije con indiferencia, obligándome a no mirarla. – Lo que sea.

- Oh Dios mío – sabía que Gina ahora estaría sonriendo. – Te gusta.

Giré la cabeza para mirarla con los ojos muy abiertos. - ¡No!

- ¡Claro que sí!

Resoplando, me crucé de brazos. No quería hablar de esto. Malcolm y yo, literalmente, habíamos tenido un buen día juntos y apenas le conocía. Que el chico me gustase no era posible.

- Gina, no creo que sea horrible – admití. – Pero no me va a gustar de esa forma.

- ¿Por qué no? – preguntó.

- Porque – fruncí el ceño. – Él es... simplemente sé que no sucederá.

Gina negó con la cabeza. - ¿Qué voy a hacer contigo?

- Yo también me pregunto lo mismo.

Ambas giramos las cabezas hacia la persona que había hablado y mis ojos se abrieron con horror cuando vi a Malcolm, de pie, sonriendo. Internamente empecé a orar para que no hubiese oído nada.

Haciendo caso omiso de la enorme sonrisa de Gina, me dirigí a él.

- ¿Qué haces aquí?

- Necesito un favor de una chica muy bonita – dijo, guiñando un ojo. - ¿Estarías dispuesta?

Levanté las cejas. Mirándolo, mi corazón tartamudeó mientras me preguntaba lo que quería.

- ¿Qué favor? – pregunté, mirándole fijamente a los ojos.

- Necesito un tutor para cálculo – dijo, encogiéndose de hombros. – Estoy bajando la nota y mis padres me molestan con ello. ¿Puedes ayudarme?

Me quedé mirándolo, un poco sorprendida. Una parte de mí también estaba decepcionada por alguna razón, pero lo oculté.

- Te pagaré – añadió, mirando de repente tímido. – Y entiendo si estás demasiado ocupada y esas cosas, pero significaría mucho para mí si aceptas ayudarme.

Malcolm parecía esperanzador y nervioso y eso llegó a mí. Así que, aunque sentí que sería una mala idea, sólo suspiré y asentí. Movió la boca en una gran sonrisa y estuve contenta de ver alegría de nuevo en sus ojos.

- ¡Gracias! – exclamó. – De verdad, muchas gracias.

De repente, se inclinó y me besó en la mejilla. Mi cara se puso completamente roja, mi corazón se detuvo, y Gina se rió a mi lado, haciendo que la mirara de mala forma. Ella se calló y me alegré porque en ese instante furia era todo lo que sentía. Furia y esta sensación de opresión en el estómago que me hacía preocuparme.

- No me toques – espeté, mirándole. – Malcolm, juro por Dios que si vuelves a tocarme voy...

- Whoa – él abrió los ojos. – Yo... lo siento.

Un silencio tenso nos rodeó y vi a Gina mirar al suelo. Malcolm apartó la vista, y me sentí mal. No tenía intención de sonar de esa forma, pero el hecho de que un chico que no fuese mi novio me hubiese besado me hacía ponerme así. No sabía por qué, pero mis defensas simplemente salieron solas con el beso.

- ¿Cuándo empezamos? – pregunté, culpable.

- ¿Viernes? – dijo, mirándome. - ¿Tu casa?

- Claro – forcé una pequeña sonrisa. – Suena bien.

Malcolm también forzó una sonrisa. Me sentí horrible al saber que yo había provocado esa tensión entre nosotros. Casi como si hubiera arruinado algo.

  ▬▬▬▬❀▬▬▬▬   

- Hola – dije, abriendo la puerta. – Adelante.

Malcolm sonrió y entró. Mientras se quitaba los zapatos me quedé mirándolo, dándome cuenta de lo extraño que era todo esto. Hace sólo unas semanas que lo estaba odiando y ahora era el primer chico que venía a mi casa. Las cosas habían cambiado tanto por el estúpido juego del beso.

- ¿Dónde vamos a estudiar? – preguntó, con la espalda recta.

- ¿Mi habitación? – pregunté. - ¿Eso está bien?

Por un mero segundo, Malcolm pareció atrapado con la guardia baja, pero rápidamente fue reemplazado con una mirada y una sonrisa. Puse los ojos en blanco ante eso, preparándome para lo que diría.

- Eso suena... - hizo una pausa. - ...increíble.

- Cállate – negué con la cabeza. – Vamos.

Llevé a Malcolm a las escaleras y justo antes de poder subir por ellas, oí que mi madre me llamaba. Me detuve con el ceño fruncido.

- ¡Sí mamá! – grité.

- ¡Ven aquí! – gritó. – ¡Y trae a tu amigo!

La sorpresa me llenó y miré a Malcolm, preguntándole si estaba de acuerdo con eso. Se limitó a encogerse de hombros y suspiré.

Los dos caminamos hacia la cocina donde estaban mis padres. Los dos estaban frente al horno y cuando entramos, se dieron la vuelta sonriendo como maníacos. Pero al ver a Malcolm, sus sonrisas se desvanecieron por un momento y en ellos apareció la tensión. Me di cuenta en ese momento de que no había mencionado la buena apariencia de Malcolm.

- Hola – dijo mamá, forzando una sonrisa. – Eres el nuevo amigo de Daisy.

- Hola – dijo Malcolm, acercándose a ella. – Soy Malcolm.

Malcolm tendió la mano y ella la tomó, sacudiéndola. Se relajó un poco y me alegré cuando vi que Malcolm también al estrechar la mano de mi padre. Quería que a ellos les gustase, aunque a mi no me gustase.

Malcolm volvió a mi lado y me miro. Estaba sonriendo pero sus ojos tenían una expresión neutra. Saber que los ojos eran el espejo del alma me hizo sentir ansiedad, no sabiendo si estaba cómodo o no.

- Así que Daisy va a ser tu tutora, ¿no? – preguntó papá.

- Sí – contestó Malcolm, mirándome. – Ella es brillante. Sé que puede salvar mi nota.

- Ella es brillante – mama sonrió. – Va a ser una increíble tutora.

- No puedo esperar. Mis padres estarán encantados.

Mis ojos estaban puestos en Malcolm y vi que sus ojos seguían sin tener ninguna expresión. A pesar de que amaba a mis padres, no quería que ellos rodeasen a gente de mi edad por demasiado tiempo. Era una cosa de adolescentes.

- Vamos arriba – dije. - ¿Vale?

- Bien – mi madre sonrió con inquietud. – Nos vemos más tarde. Diviértete.

- Vamos a estudiar, mamá – suspiré, dándome la vuelta. – No vamos a una cita.

Mi madre se tensó ante la palabra cita y supe que no debería haber dicho eso. Agarré la muñeca de Malcolm y lo arrastre a la escalera. Estábamos justo en la cima y escuché a mi hermano gritar de sorpresa. Mi cabeza voló hacia la derecha y lo vi frente a su habitación, sonriendo.

- Daisy – dijo, sonando sorprendido. – Tú... ¿has traído a un chico a casa? ¿Eres mi hermana?

Rodé los ojos y Malcolm se alejó de mi lado. La mandíbula de Walter se abrió cuando le vio.

- Hey – dijo Malcolm, sonriendo.

- Hey – dijo Walter, devolviéndola la sonrisa.

Hicieron esa cosa extraña entre hombres y empezaron a hablar de un libro. Era extraño ver a mi hermano y a Malcolm tan amigables. Sobre todo cuando no sabía que se conocían hasta hace poco. Aún más raro oírles hablar de un libro.

Pronto se despidieron y Malcolm caminó de nuevo a mí. Mirándome fijamente a los ojos, estaba contenta de ver alegría en ellos. Todos mis nervios desaparecieron a la vista y me di cuenta de que Malcolm quería llevarse bien con mi familia. Sonriendo, entré en mi habitación.

- Vamos a empezar – dije en voz baja, dando un paso.

Malcolm me siguió entrando en mi habitación limpia y extrañamente pequeña. Extrañamente vacía con su cama y escritorio, era sencilla, con las paredes en blanco y desnudas. De repente me sentí cohibida con Malcolm mirando a su alrededor.

- Sé que tengo escritorio – dije, esperando que dejara de analizar mi habitación. – Pero prefiero estudiar en mi cama. ¿Está bien?

- Sí – dijo mirándome. – Suena genial.

Me acerque a la cama cubierta por las sábanas blanca y me dije que sólo era un dormitorio. Cómo se veía no importaba cuando el propósito era cerrar los ojos y dormir la mayor parte del tiempo. Pero, sin embargo, me sentí incómoda.

Presionando la espalda contra el cabecero, Malcolm pronto se unió a mí. Se sentó junto a mí, pero para mi sorpresa, mantuvo la distancia. Eso me extrañó, ¿desde cuándo alguien como Malcolm cuidaba las distancias? Pero entonces recordé que el otro día me había enfadado con él y la tensión que hubo. La culpa me llenó.

- ¿Qué? – dije, mirándole mientras apartaba el libro de cálculo. - ¿De repente crees en el peligro?

- No – dijo, confundido. – Pensé que tu sí.

No dije nada cuando abrí el libro. Buscando la unidad en la que estábamos, sintiendo sus ojos en mí. Parecían estar llamándome, pero opté por ignorarlo por alguna razón.

El silencio nos rodeó y me sentí ansiosa de nuevo. El estrés apareció y me dije que necesitaba relajarme, pero no pude. No cuando estaba ahí sentado, mirándome, y me dejaba una sensación de aislamiento. Tome una respiración profunda y decidí simplemente arreglar las cosas.

- No vas a ser capaz de seguirme desde ahí – dije. – Ponte más cerca.

Le miré y me sorprendí cuando le vi sonreír. Con rubor, desvié la mirada y me encontré relajante cuando él se acercó más.

- ¿Así mejor? – preguntó, sentado cerca de mí.

- Sí – dije en voz baja, mirándole.

Sus ojos estaban cerca de los míos y por unos segundos, nos miramos el uno al otro. Le miré a los ojos y deseé poder dibujarlos, anhelando capturar la belleza de sus ojos en un dibujo. Eran hermosos y siempre me había gustado el aspecto que tenían cuando miraban los mios.

Sorprendentemente, Malcolm fue el primero en apartar la mirada. Dejé de ruborizarme, dándome cuenta de que me había perdido en sus ojos. Tener ojos azules era una de mis debilidades.

- ¿Empezamos? – preguntó, mirando el libro.

- Sí – dije en voz baja.

Empecé a enseñarle la lección y para mi sorpresa, me encontré en paz ya que simplemente le estaba enseñando derivadas. Era calmante estar con él, hablando en susurros, y quise tener más momentos así con él.

Me odiaba por tales pensamientos, pero no podía detenerlos.

  ▬▬▬▬❀▬▬▬▬   

vale, ya lo dije arriba pero lo vuelvo a decir; siento mucho haber tardado en actualizar

la cosa es que estuve ocupada con las clases (como casi todo el mundo), y luego desaparecí un poco de Wattpad porque me apeteció tomarme un descanso (además de que estaba en un momento de falta de inspiración y motivación, tantos exámenes y trabajos me estresan)

ahora tengo las vacaciones de verano, así que voy a estar más motivada e intentaré subir bastante a menudo (esa es una de mis metas para este año)

espero que les guste el capítulo!

si pueden, denme su opinión; amo leer sus comentarios y también contestarlos :)

Cheeky Love, xx.


Continue Reading

You'll Also Like

367 159 9
Ella no debe ser nombrada (No, no es Voldemort) Ella te matará. No digas su nombre. Hace unos años el pueblo Nortview sufrió una masacre terrible, en...
221K 10.3K 47
Aaliyah Sanders y Kian Russell son mejores amigos desde la infancia, y se convirtieron en algo más hace tan solo unos seis meses. El regreso a clases...
10M 708K 70
Frieda y Adler se conocen desde que nacieron, sus padres son mejores amigos y los han criado como si fueran primos, Ellos se detestan desde su más ti...