Hawa: Debemos salir a flote |...

By meg-books

847K 85K 12.5K

COMPLETA - PRONTO EN LIBRERÍAS. Tras los intensos acontecimientos que han ocurrido últimamente, Audrey recibe... More

Sinopsis
❄ Preludio ❄
Capítulo 1
Capítulo 2 (Parte 1/2)
Capítulo 2 (Parte 2/2)
Capítulo 3
Capítulo 4 (Parte 1/2)
Capítulo 4 (Parte 2/2)
Capítulo 5 (Parte 1/2)
Capítulo 5 (Parte 2/2)
Capítulo 6 (Parte 1/2)
Capítulo 6 (Parte 2/2)
Capítulo 7
Capítulo 8 (Parte 1/2)
Capítulo 8 (Parte 2/2)
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12 (Parte 1/2)
Capítulo 12 (Parte 2/2)
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19 (Parte 1/2)
Capítulo 19 (Parte 2/2)
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22 (Parte 1/2)
Capítulo 22 (Parte 2/2)
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25 (Parte 1/2)
Capítulo 25 (Parte 2/2)
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28 (Parte 1/2)
Capítulo 28 (Parte 2/2)
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33 (Parte 1/2)
Capítulo 33 (Parte 2/2)
Capítulo 35
Capítulo 36 (Parte 1/2)
Capítulo 36 (Parte 2/2)
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41 (Parte 1/2)
Capítulo 41 (Parte 2/2)
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44 (Parte 1/2)
Capítulo 44 (Parte 2/2)
Capítulo 45 (Final)
Top 15 Comentarios + Agradecimientos
Tercer libro: Gea + Avisos
¡Concurso!

Capítulo 34

11.4K 1.2K 255
By meg-books

El olor a menta me hace despertar de una forma suave y para nada desagradable. Casi olvido dónde estoy, y cuando abro los ojos espero encontrarme con la cama de Ashley a mi lado con ella encima y todas las sábanas desparramadas. Sin embargo, la realidad me toma por sorpresa y me recuerda cuál es este lugar cuando ya dejo de vagar por los sueños. No me cuesta nada despertarme cuando observo bien qué tengo en frente; no es la cama y el cuerpo echado de Ashley, sino un rostro tranquilo, sereno, sumamente calmado. Son cejas oscuras, cabellos castaños despeinados, una nariz respingada, unos labios anchos, finos y rosados. Son unos párpados cerrados y una respiración tan lenta que le dan un aspecto infantil, vulnerable, cuando duerme.

Sus ojos comienzan a parpadear luego de unos minutos y a mí se me encoge un poco el estómago cuando Fénix me mira, cuando noto cómo el verde de su mirada sobresalta y contrasta con el resto de su rostro.

—Hola.

Es una voz tan ronca y profunda que, si pudiera tocarla con las manos, se sentiría todo rasposo.

—Buen día.

Fénix se estira un poco hacia su lado libre y se echa un buen bostezo mientras se restriega los ojos con una mano. Al final se queda viendo un punto indeterminado de la pared y a mí me da tanta gracia su estado adormilado que se me escapa una sonrisa. Parece esforzarse por mantener los ojos abiertos, como si observar a la pared vaya a despertarlo.

Estoy a punto de decirle algo al respecto, pero no puedo. Sólo me mantengo de costado mientras lo contemplo, y entonces él se percata de ello y mueve la mirada hacia mí con las cejas alzadas.

Se le estira una comisura.

—¿Qué me miras tanto?

Encojo un hombro, ese que no está contra el colchón.

—Me doy cuenta de que me gusta cómo estás cuando recién te despiertas —confieso.

—¿Despeinado? ¿Con los ojos chinos? ¿Como un vagabundo saliendo de la resaca?

—No —sonrío con flojera—, como un niño bien pequeño.

—Creía que de los dos eras tú la que se parecía más a una niña —bromea, y entonces comienza a observarme de la misma manera detallista en que yo lo observé a él—. Si tan sólo te vieras; hecha una bolita con las manos juntas mientras me miras con esos ojos grandes.

—Lamento el acoso.

Le saco una carcajada alegre y entonces él me quita un mechón de pelo que comenzaba a caerse sobre mi cara.

—No, me da ternura.

Estiro un poco las piernas y me acomodo mejor mientras pasamos otro momento en silencio, aún en ese intento de despertarnos por completo.

—¿Estás mejor? —pregunta al cabo.

—Sí... —susurro, pero como no quiero que volvamos a hablar del asunto, cambio de tema con un chiste— al menos nadie vino a buscarnos con golpes en la puerta.

—Yo saldré ahora a ver cómo está todo, pero tú quédate aquí por las dudas —dice, y asiento con la cabeza mientras me lo pienso—. No van a echarte, tranquila. No van a hacerte nada mientras Kendrick quiera mantenerte con nosotros.

—Tal vez sí, pero de todos modos no creo que me quede mucho tiempo, debo admitirlo. ¿Qué pasa si nunca encuentran al verdadero traidor? Seré el blanco de todos hasta que...

—Lo encontrarán —me interrumpe—, ya verás. Esas personas no pueden esconderse para siempre —hace una pequeña pausa y entonces me mira con una sonrisa un tanto burlona—. Bueno, aparte de eso, cuéntame, ¿hallaste el vestido que buscabas?

Se me escapa una risa.

—Lo hallé.

—¿Puedo verlo?

—Está en lo de Ebby, creía que estaría más a salvo allí.

—Oh, claro. Entiendo, porque si los ignisios que están molestos contigo lo encuentran, podrían rompértelo —se burla de mí.

Le doy un manotazo suave en el pecho.

—Tonto, lo hice porque aquí no tengo buen espacio. Un vestido así debe estar perfectamente guardado para no arrugarse o romperse —vacilo—. Y, porque... bueno, prefiero ahorrarme los comentarios de Ashley.

—¿Prefieres ahorrarte los míos también?

—Si me harán sonrojar, tal vez sí.

—Prometo ser prudente.

—Ja, aún así, creo que no lo verás hasta que lo use esa noche.

Es lo mismo que dice Ebby y que tanto me molesta oír, pero admito que provoca cierto entusiasmo e intriga. Fénix eleva las cejas.

—Guau, ¿te pones difícil?

—No tanto —admito—. Aun así, no falta nada para el baile.

—¿Cuándo es?

—Cuando digo que no falta nada, es en serio: tan sólo falta una semana.

—Imagino que estás nerviosa —murmura, y yo ladeo la cabeza en respuesta—. ¿Y ya tienes a tu magnífico acompañante? ¿Me reemplaza bien?

—No empieces... —sonrío, pero al instante se me borra la diversión— De todos modos, no. Aún no tengo a nadie —añado, y se me frunce el ceño inevitablemente al percatarme de que no le he dado mucha importancia a aquello, no la que quizás debería darle.

—¿Qué hay de tu amigo? —Hace memoria— ¿Qué hay de Jimmy?

—Jim irá con Ebby, ya acordaron eso —alzo la vista y noto que Fénix me mira muy atento—. No importa, está bien. Alguien debe quedar dispuesto.

Él siente y se pasa una mano por el pelo, logrando que quede para atrás.

—Quizás para entonces ya tengamos todo listo para entrar en la casa del sublíder hawa —comenta—. Está bueno que lo hagamos después de tu baile, para que ya estés más calmada, y porque creo que esperar una semana para ello ya es suficiente, puesto que...

No completa la frase, sólo traga saliva.

—¿Puesto que qué? —inquiero.

—Bueno, puesto que se ha armado todo este lío —lleva una mirada significativa hacia la puerta—. No sé cómo va a salir todo aunque tenga fe en que Kendrick no permitirá ninguna manifestación de estas, así que creo que deberíamos adelantar el plan sobre Frank...

Si esto se sale mucho de control y aquellos ignisios siguen rumoreando que puedo ser la traidora, o que soy un peligro para los que asisten a la academia, seguro que aumentan una guardia cerca de mí o me mantienen bajo su vigilancia muy de cerca, y entonces sería imposible que nos escabullamos hacia la casa del sublíder. Además, ¿quién tiene noción del tiempo que nos queda? Si lo que Bob dijo es cierto y los hawas planean atacar el Gremio ahora, junto con la ayuda del Círculo de Cinerio, podrían hacerlo en cualquier instante. Y, mientras más esperemos en ir al a casa de Frank Hilton, más probabilidades tenemos de que nos ataquen primero.

Sigo creyendo que nuestro plan hará que los hawas se detengan sin necesidad de contarle este secreto a Kendrick ni de involucrar a todos los ignisios. Porque siento que, si es así, si soy yo la que va y detiene toda esta batalla, los ignisios restaurarán su fe en mí. Volverían a confiar. No intentarían alejarme, no me creerían peligrosa para ellos... Así que debo concentrarme y trabajar en esto para que salga bien.

—Sí, debemos hacerlo lo antes posible —concuerdo—. Quién sabe si los hawas no están ya listos para venir... —dejo la oración flotar entre nosotros, y entonces frunzo el entrecejo— ¿ellos saben dónde queda este lugar?

Espero su respuesta un buen tiempo, pero nunca llega. Lo miro directamente y noto que tiene su atención puesta en cualquier parte. Sin embargo, al instante se percata de mi expresión y pestañea.

—¿Estás bien? —pregunto.

—Lo siento. Estaba... estaba pensando...

Vuelve a llevarse una mano al rostro para refregarse los ojos, pero esta vez lo hace en medio de una larga espiración.

—Sé que lo del ataque es importantísimo y todo eso —suelta al cabo, apartándose la mano y dejándola flotar encima de él—, pero no puedo evitar concentrarme más en la información que estamos buscando, la que hemos querido encontrar desde hace tiempo. Quiero, necesito, saber qué les pasó a mis padres y quién fue el maldito culpable de eso, Audrey —enfatiza, aumentando abruptamente la intensidad de su voz—. Quiero saber quién diablos es aquel Xander y qué tiene que ver con ellos como para haber sido tan mencionado en sus archivos. Y no puedo dejar de pensar que, quizás, pueda sacarle toda esa información a Frank, ya que no pude obtenerla de Bob.

Deja salir todo lo que tiene por decir y entonces vuelve a inspirar aire. Desde que me molesté un poco y le dije que por favor no tratara de olvidarse de sus padres, aquella tarde en el arroyo cuando fuimos por primera vez, él no ha dejado de pensar en ello. Parece que he tocado algo allí en su mente que lo ha hecho cambiar de opinión. De repente, me mira como si recordara que debe dejar algo bien en claro.

—Estoy seguro de que también podremos hallar algo sobre tu padre...

—No hay nada sobre Maron, Fénix —murmuro; es algo que ya he asimilado y que ya tengo bastante en claro—. No es que se perdió información sobre él como sucedió con los archivos de tus padres; simplemente no se sabía nada. Estaba especificado que todo sobre él es desconocido. Sí, quiero saber más sobre mi padre si tengo la oportunidad y si la ocasión me lo permite, pero no creo que los hawas puedan tener muchos más datos que los ignisios.

—Pero eso no lo sabes...

—Mi madre dijo que había oído sobre el Gremio antes —suelto—, que Maron lo mencionaba a menudo, que lo visitaba. Creo que estoy cada vez más segura de que es éste el lugar donde había más oportunidades de descubrir algo sobre él.

—El Círculo también tiene muchísima información, no te des por vencida. Y, aunque Frank no es el líder, sigue teniendo mucho acceso a los archivos que allí tengan. Podrían tener más sobre nuestros padres de lo que nosotros creemos.

Espero que tenga razón en ello porque, si no es así, no sé de otro sitio donde podamos encontrar todas las explicaciones. Me giro y me quedo bocarriba, de cara al techo, y entonces me paso una mano por el rostro. La charla me ha despejado mucho, pero aún estoy bastante adormecida, y la cama es muy suave y cómoda como para salir de ella.

Fénix se queda un rato allí, pero al cabo de unos pocos minutos se sienta y se quita la sábana de encima. Tiene toda la camiseta arrugada y su pelo parece que todavía no quiere hacerle caso.

—¿Necesitas que te compre algo para el baile?

Le dedico una mirada al instante; eso no me lo esperaba.

—¿Qué?

—No sé, ¿necesitas algo más que un vestido? —Frunce el ceño— No voy a fingir que sé qué otra cosa debes llevar, pero si quieres...

—¿Y de dónde sacarías el dinero para ofrecerme eso?

—Oye —se queja, fingiendo una mueca de dolor—, no seré rico, pero tengo dinero. Hasta me ha quedado un poco de cuando ayudé a tus padres en la granja.

Vuelvo a sonreír, y me llevo la sábana hasta lo alto de mis hombros.

—Gracias, pero está bien —aseguro—. Tengo todo planeado. Y no te preocupes por ello, que ya tenemos muchas otras cosas más importantes en qué concentrarnos.

Fénix también sonríe, y supongo que me quedo embobada cuando la tenue luz que se filtra por la ventana le resalta el hoyuelo en su mejilla y le hace brillar aún más los ojos verdes. Creo que se moriría si supiera cuánto cuestan los zapatos de tacón o un peinado elaborado en una peluquería, y no necesito que gaste en nada de eso. Sin embargo, su intención me provoca una dulzura inexplicable; debe pensar que el baile de graduación es muy importante para mí.

—Bueno, creo que ya debería ir a hablar con Danna, ir a ver cómo está todo allí afuera... —anuncia, y entonces duda un segundo acerca de algo. Al final, se inclina hacia mi lado y me planta un beso cálido en medio de la frente— Tú quédate aquí un rato, parece que a mi habitación le agradas.

Suelto una carcajada.

—Intentaré mantenerla seca y sin nada de hielo —bromeo, rodando los ojos hacia un lado.

—Ya deja eso —se sienta al borde de la cama y comienza a calzarse las zapatillas con flojera—. Te dije que estoy bien, y te lo dije en serio. Sé que no lo haces con mala intención. Además... —se voltea y me echa una mirada sobre su hombro; una mirada que no insinúa nada decente— si aquello sucedió por falta de control, significa que estabas sintiendo algo muy fuerte...

Eleva ambas cejas y supongo que espera que yo me sonroje.

—¿Soy la única? Parecía que tú tenías mucha prisa en quitarnos las prendas.

Abre los ojos y el ceño se le levanta aún más, y entonces se coloca hacia el frente mientras se inclina y se rasca una sien, riéndose en voz baja. Lástima, me gustaría contemplar si ahora está él sonrojado.

—Oh, guau —musita, y al instante sacude un poco la cabeza y se pone de pie—. La chica está descarada. Bueno, te dejo antes de que el intimidado sea yo. Disfruta la cama, ahora que puedes.

No es una cama grande, para nada, pero tampoco es mucho menos. Supongo que es así porque es la única del dormitorio... ya quisiera yo tener una de estas y que entre en el dormitorio compartido con Ashley.

—¿Volverás? —pregunto, todavía enterrada bajo la sábana, mientras Fénix se acerca a la puerta.

Una carcajada resuena en lo profundo de su garganta antes de salir.

—Por Ignis, créeme que sí. Y con buenas noticias, confía en mí.






¡Hola, bellezas! Había planeado tardar en publicar este capítulo para tener listo el siguiente y actualizarlos un poco más seguido, pero mi tiempo está complicado. Es un capítulo tranqui y un poco corto, pero es así porque el siguiente es todo lo contrario. 

Ojalá les haya gustado y espero verlos por aquí en el siguiente capítulo, donde ya pasa algo muy tenso y que a algunos podrá no gustarles, como a otros sí. Gracias por todos los comentarios que están dejando, de verdad ♥ Sepan que los aprecio mucho y que, si tienen alguna duda, no tengo problema en ayudarlos. ¡Saludos, y nos leemos pronto! 

Continue Reading

You'll Also Like

260K 33.4K 53
A sus dieciséis años, parecía que Mar ya tenía bastante de qué preocuparse con la escuela, su trabajo de medio tiempo, sus amigos y la relación con s...
139K 2.1K 7
Evans toma asiento en la misma banca, del mismo parque, a la misma hora, cada día, completamente solo. Nadie transita esa área del lugar. Pero un día...
2.4K 227 50
Todo lo que siempre he querido decir...
165K 8.2K 21
-Así que eres la nueva- dijo quitándome un trozo de mi croissant. -Supongo- dije pasando por alto lo que había hecho con mi croissant. -¿Y tu nombre...