Pinky Hair Boy - YoonMin [+18...

By LucAAoSora

7.1M 836K 863K

Park Jimin, un joven de veinte años y peculiar cabello rosa, aparenta ser un chico tierno e inocente, pero de... More

✨LIBRO OFICIAL EN FÍSICO✨
Prólogo
Capítulo 1 (Primer Arco).
Capítulo 2.
Capítulo 3.
Capítulo 4.
Capítulo 6.
Capítulo 7.
Capítulo 8.
Capítulo 9.
Capítulo 10.
Capítulo 11.
Capítulo 12.
Capítulo 13.
Capítulo 14.
Capítulo 15.
Capítulo 16.
Capítulo 17.
Capítulo 18 (Segundo Arco).
Capítulo 19.
Capítulo 20.
Capítulo 21.
Capítulo 22.
Capítulo 23.
Capítulo 24.
❤️ T R A I L E R ❤️
Capítulo 25.
Capítulo 26.
Capítulo 27.
Capítulo 28.
Capítulo 29.
Capítulo 30.
Capítulo 31.
Capítulo 32.
Capítulo 33.
Capítulo 34.
Capítulo 35.
Capítulo 36 (Tercer Arco).
Capítulo 37.
Capítulo 38.
Capítulo 39.
Capítulo 40.
Capítulo 41.
Capítulo 42.
Capítulo 43.
Capítulo 44.
Capítulo 45.
Capítulo 46.
Capítulo 47.
Capítulo 48.
Capítulo 49.
Capítulo 50.
Capítulo 51.
Capítulo 52.
Capítulo 53.
Capítulo 54.
Capítulo 55.
Capítulo 56.
Capítulo 57.
Capítulo 58.
Capítulo 59.
Capítulo 60.
Capítulo 61.
Capítulo 62.
Capítulo Final.

Capítulo 5.

149K 21.8K 19.9K
By LucAAoSora

Ingresaron a una gran mansión que se veía vieja y desgastada por fuera, pero que por dentro estaba llena de objetos lujosos, luces ostentosas y muchas cosas dignas de una familia de la alta sociedad. Por allí caminaba gente de todo tipo, se podían ver tanto personas bien vestidas y con trajes, como personas extrañas con ropas rotas. Ese sitio estaba lleno, parecía un mercado público. Había gente que vivía allí y gente que andaba de paso.

Se veían algunas mujeres por alrededor, pero todas se notaban dispuestas a disparar en la frente a cualquiera que se atreviese a interrumpir en su tranquilidad o ponerles una mano encima. Claramente no eran personas con las que pudiera jugar, así que Jimin solo se dispuso a contemplar en silencio todo lo que sus ojitos veían. Estaba maravillado por cada rincón, cada detalle, caminando sin nada de preocupación a la par de Suga y V, quienes no dejaban de tener la guardia en alto por si se le ocurría hacer alguna locura. Ambos se habían impresionado mucho con lo sucedido en aquel parque y aún no sabían cómo Jimin había logrado hacer eso en un abrir y cerrar de ojos, cómo pudo deshacerse tan fácilmente de esos cinco pandilleros y cómo consiguió salir ileso de tantos disparos.

El tierno joven de cabello rosado caminaba con un ritmo algo infantil, saltando un poco a cada paso y moviendo sus piernas como un niño; parecía que avanzaba al compás de una música que solo él podía oír y eso extrañaba cada vez más a los chicos que iban a su lado. Suga observaba cada tanto el perfecto perfil que Jimin tenía, notando sus mejillas regordetas teñidas de carmesí, que le daban un aspecto de inocencia terrible. Algo de lo que realmente carecía en su totalidad.

—Suga hyung... —dijo, riendo un poco y viendo el suelo—. Me está mirando mucho y eso me pone nervioso.

—¿Nervioso tú? —alzó una ceja—. No parecías muy nerviosito cuando te fuiste contra esos tipos —respondió de mala gana.

—Eso es diferente.

Jimin hizo un puchero involuntario al instante después de decir eso.

—¿Por qué es diferente, niñito? No me digas que te avergüenzas con cositas tan tontas si sales a matar gente como si nada.

Jimin dirigió su vista hacia los felinos ojos de Suga, quien se sintió extraño ante la mirada ajena.

—Porque solo me pongo nervioso con gente que me gusta —dijo.

Suga hizo una expresión de desagrado y desconcierto al mismo tiempo, pues creyó haber entendido mal. Sin embargo, al instante se deshizo de cualquier tipo de pensamiento e ignoró las acciones de Jimin, sin darle más vueltas al asunto. El chico era raro y punto, no había más que discutir en su mente.

Suspiró y regresó su mirada hacia el frente, observando las grandes escaleras del salón principal que llevaban a las alas este y oeste, cubiertas en su totalidad por una alfombra roja. Se apresuró a avanzar, evitando cualquier tipo de contacto visual con quien estaba a su lado, pero unos gritos repentinos hicieron eco en el lugar, provocándole detenerse y toda la gente hizo silencio de inmediato. V también dejó de avanzar junto con Jimin. Unos ruidos de pisadas se oyeron a la lejanía, como si corrieran, haciéndose cada vez más fuertes.

—¡Ven aquí, amiguito!

El grito de alguien se escuchó no tan distante ya, por lo que Jimin se dio la media vuelta para observar de qué se trataba, divisando a una persona de cabello anaranjado saliendo por uno de los pasillos laterales a las escaleras, con una amplia sonrisa en su rostro y un par de cuchillas en sus manos, mientras perseguía a alguien.

—¡¿Qué estás haciendo?! —exclamó V, y se dispuso a avanzar como si nada para quedar justo en el medio del camino de esa persona, tensando sus hilos filosos mientras se mantenía silbando.

Aquel hombre no se percató de la presencia de V, ya que corría mirando hacia atrás, atento a ese joven de cabello anaranjado que lo perseguía. Pasó todo en menos de medio minuto, fue impecable el movimiento; una gran cantidad de sangre fue expulsada hacia el aire y el cuerpo sin vida de aquel hombre cayó al suelo con su cuello degollado. V se quitó el cubre bocas después de destensar sus hilos de obsidiana manchados, para luego limpiarlos con la parte externa de la tela sin dejar de silbar en ningún momento.

El joven de cabello anaranjado se detuvo a tres pasos de V, quien estaba observándolo con una sonrisa ladina a la vez que guardaba su arma en un pequeño bolso del tamaño de su mano, el cual mantenía ajustado a su cintura. Bufó con molestia ante sus acciones y procedió a guardar sus cuchillas que, al parecer, iba a usar contra la persona que ahora se hallaba sin vida en el suelo.

—Maldita sea, Taehyung... —se quejó—. ¡¿Por qué siempre te metes en donde no te llaman?!

—Tardaste más de dos días y recién ahora te dignas a acabar con esta escoria —dijo, señalando al cuerpo—. ¿Por qué siempre tardas tanto, Hoseok?

—Me gusta hacer las cosas a mi manera, lo sabes —bufó—. Me tomo mi tiempo porque algunos tardan en confesar la información, así que deja de meterte con mis asuntos y ve a alardear con tus hilos a otro lado.

—No lo haré, me gusta molestarte a ti y a Suga —dijo, sacando su lengua como un niño.

De inmediato, ante esas palabras, Hoseok arrojó con furia la última cuchilla que no había llegado a guardar, apuntando hacia la zona de la escalera sin apartar su mirada enojada de V. Estaba seguro de que nadie se hallaba en ese sector, pero Suga, quien procuró mantenerse al margen, se dio cuenta de inmediato de que la dirección en la que había arrojado ese objeto era exactamente el lugar en donde Jimin había decidido quedarse a ser espectador, por lo que se dio la vuelta con impaciencia para observarlo. Sin embargo, al verlo allí, sosteniendo aquella cuchilla desde la empuñadura como si nada, cualquier pensamiento abrumador desapareció. Dicha arma se encontraba a tan solo cinco centímetros de su pecho y Jimin ni siquiera se veía asustado, tampoco parecía importarle mucho, solo observaba el filoso objeto brillante en su mano, el cual inevitablemente le cortó un poco de su piel al haber sido empuñado en movimiento.

—¿Quién eres? ¿Cómo hiciste eso...? —preguntó una nueva voz.

Jimin dirigió su mirada hacia aquel joven de cabello azabache que le había hablado, se veía temeroso. Y no solo él estaba observándolo sorprendido ante sus acciones, V, Hoseok y varios pares de personas más también. Su actitud fue inesperada e incoherente, pues se avergonzó al instante y corrió hasta quedar detrás de Suga para esconderse, quien lo observó con desconcierto, e incluso escondió su rostro en la curvatura del hombro ajeno.

—¿Tú lograste atrapar mi cuchilla? —preguntó Hoseok. Jimin negó frenéticamente con su cabeza mientras aún se escondía—. ¿Entonces por qué Jungkook dijo eso?

—Sí, él la atrapó —respondió Suga, quitándole la cuchilla y arrojándola de regreso a su dueño, quien la tomó sin problema.

—¡Hyung! ¡Usted debía decir que no! —se quejó con unos tonos infantiles.

—No sabía que habías traído a un nuevo miembro, Suga —dijo Hoseok, sonriendo con picardía—. ¿Quién es? ¿Qué te pasó cuando dividimos caminos?

Los brazos del joven de cabello rosa pastel rodearon la cintura de Suga, quien no se movió en ningún momento, pero se hallaba listo para golpearlo si este llegaba a hacer algo extraño. Jimin se afianzó a la espalda ajena, escondiendo más su rostro en la curvatura de su hombro, mientras Hoseok y V observaban la escena con curiosidad, pues era raro que su compañero se dejara abrazar de esa manera, mucho más porque él no solía tener ese tipo de contacto físico con nadie; y ni hablar de los desconocidos... Pero Suga sabía perfectamente por qué no se movía, no habían visto lo que él.

—Ya... suéltame, Park.

En cuanto ese apellido salió de su boca, los presentes comenzaron a balbucear cosas, sus miradas expresaban un total asombro... El ambiente terminó por ponerse tenso e incómodo.

—No quiero —dijo, haciendo un puchero que nadie pudo ver—. Quiero abrazarlo así por siempre, hyung.

—Eres tan extraño... —susurró y luego se dirigió a Hoseok—: Me conseguí una pulga de pelo rosa.

—¿Por qué lo trajiste...? —indagó, atónito—. Es un Park.

—Porque me ayudó a escapar de los policías que nos estaban persiguiendo.

Hoseok frunció su ceño con desconfianza, notando unos destellos de nerviosismo en el semblante de su amigo. Inclinó más su cabeza para observar al chico, intentando ver sus ojos para comprender sus sentimientos, pero no pudiendo hacerlo debido a que este escondía su rostro todavía.

—No parece tan genial como para salvar al gran "Suga" —opinó.

—Créeme que lo que acabas de ver no es ni la punta del iceberg, este niño hizo... —habló V, pero se vio interrumpido por unos disparos.

Todos dirigieron su mirada hacia arriba, en el final de la escalera; y las personas que se encontraban alrededor, paseando por el vestíbulo, huyeron aterrorizadas hacia la puerta más cercana, quedando solamente cinco presentes allí, entre los cuales estaban Jimin y Suga.

En el primer escalón del primer piso se podía ver la silueta de un joven de piel ligeramente morena, de un artificial cabello rubio y vestido con un elegante traje negro. Dicho individuo observó con atención todos los rostros de los demás, junto a una expresión seria e intimidante, posando su vista en Jimin al final. Frunció el ceño, demostrando una clara irritación, y apuntó su arma hacia ese joven, quien se puso detrás de Suga otra vez en ese instante.

—¡¿Qué hace esta mierda aquí?! —exclamó.

—Él es...

—¡¿Te atreviste a traer a un niño rico a nuestro hogar, Suga?! —le interrumpió.

—No, jefe. Verá, él es...

—Me tienes cansado —volvió a interrumpirle—. Dame tu arma y vete de aquí.

V y Hoseok se exaltaron ante la orden de su jefe, observando con miedo a su compañero, pero él ya estaba acostumbrado y solo suspiró con resignación, rodando sus ojos. En serio, Suga odiaba encontrarse al líder de mal humor, así que optó por obedecer y se dispuso a dejar su arma en el suelo. Sin embargo, en cuanto él hizo aquello, Jimin se las ingenió para, en un instante, recoger dicho objeto y apuntar hacia arriba, activando el estado de alerta en los demás en cuanto un par de disparos se hicieron oír.

Cualquiera pensaría que sus motivos ocultos para llegar allí eran hacerse con la cabeza del líder de la mafia, pero...

—No me diste, fallaste —dijo, sonriendo de lado y apuntando con su arma—. ¿Por qué no mejor deja que Suga hyung le explique lo que sucedió? Solo sabe interrumpir.

El moreno se quedó estupefacto ante la acción de aquel jovencito. Se había movido de una forma tan rápida y sin titubeos que, sin duda alguna, podría llegar a hacer competencia contra los asesinos más profesionales, si es que no era uno.

—Él rompió la ley más fuerte de todas: "traer desconocidos a la guarida" —respondió con un tono furioso. También apuntaba con su arma a Jimin—. ¿Quieres morir, Park?

—Vaya... —alzó una ceja y sonrió con malicia—, pero si me conoce muy bien después de todo. ¿R.M.?

En ese instante, el jefe frunció su ceño con mayor firmeza, ya que muy pocos sabían sobre su identidad en apariencia física. Suga, V y Hoseok de igual forma observaron a Jimin con curiosidad, mientras que el joven Jungkook se mantenía al margen, sin hacer ningún tipo de movimiento o expresión en particular.

—Jefe, ahora que se calmó un poco... —habló Suga—, quisiera decirle que este "niño rico" me salvó la vida. Y sabe que otra de las leyes más fuertes del Dragón Dorado es ayudar a quien te ayuda, ¿verdad...? —aclaró, tratando de alivianar la situación.

R.M., el gran e imponente líder, se mantuvo unos minutos en silencio, observando a Jimin sonreír y pensando en las palabras de uno de sus miembros de confianza, así que se resignó ante ello, pues tenía razón. No aceptaba ni por asomo el hecho de que uno de los hijos de uno de los líderes de la más grande organización enemiga estuviera presente en Seo-gu, y mucho menos dentro de la guarida principal de su mafia. Sin embargo, como sus leyes lo dictaban, debía darle la oportunidad de ser escuchado.

—Muy bien —bajó su arma—. ¿Qué mierda es lo que quieres, Park? Porque no creo que hayas ayudado a uno de mis miembros porque se te dio la gana.

Suga se mantuvo expectante a lo que Jimin estaba por decir, notando cómo este bajaba su arma y corría un poco su cabello hacia atrás con su otra mano. El semblante inocente y feliz que solía tener cambió en ese instante. Su apariencia se notó diferente en todos los aspectos, era lo opuesto a lo que venía demostrando desde que cruzaron sus caminos.

Hoseok, V y Jungkook sintieron lo mismo que Suga: tensión. El ambiente se había tornado realmente tenso de un segundo a otro, parecía que en cualquier momento asesinarían a alguien. La sonrisa y ojos alegres de Jimin se transformaron en una expresión seria y calculadora, tal vez, con una pizca de malicia. Sus ojos negros parecían perforar cualquier cosa y eso lo podía percibir hasta el jefe, R.M.

—Quiero que me dejen unirme a su mafia... —soltó con total seguridad.

R.M. espetó una efímera risa ante dicha ocurrencia.

—Sabes que para eso debes darnos algo que demuestre lealtad, ¿verdad? —insinuó, siendo sarcástico.

—Lo sé perfectamente... —respondió, sonriéndole.

—¿Qué puede tener un Park para ofrecerle a sus enemigos? —alzó una ceja, continuando con su tono irónico—. Dudo mucho que tengas algo que nos beneficie, además de tu cabeza.

A cada segundo, la actitud llena de confianza de Jimin impacientaba más al líder, ya que no podía imaginarse qué pasaba por la mente de este.

—Así es, tengo algo que les gustará mucho, mucho.

Aquel joven de cabello rosa pastel parecía alargar la situación a propósito, dejando a los demás con la intriga a flor de piel. Luego de decir aquello, observó a Suga, manteniendo su sonrisa pícara y recibiendo una expresión de incomodidad y malestar de su parte.

—¿Entonces? Deja de darle tantas vueltas al asunto, Park —insistió el líder—. Si solo estás haciéndome perder el tiempo, me daré el lujo de asesinarte aquí mismo.

Jimin carraspeó un poco, cerrando sus ojos al mismo tiempo, y guardó el arma detrás de su espalda para posteriormente volver a mirar a R.M., pero esta vez con osadía, como si estuviera retándolo a una pelea de la que tenía certeza que saldría ganando. El jefe soltó el seguro del arma, listo para asesinarlo, provocándolo, apuntándole en todo momento, mientras recibía una sonrisa de su parte... No lograba intimidarlo ni por casualidad.

—La vida de mi padre: Park Jung Hae.


EDICIÓN 2022.

Continue Reading

You'll Also Like

94K 12.5K 66
La historia trata de una escritora qué se hace famosa por un golpe de suerte y un buen descubrimiento de parte del editorial, su nombre Sarocha Chank...
143K 10.7K 15
ㅤ ㅤ ➥ 𝖫𝗈 𝗊𝗎𝖾 𝖾𝗅 𝘁𝗶𝗲𝗺𝗽𝗼 𝗌𝖾 𝗅𝗅𝖾𝗏𝗈́ 〔 🐾 〕 ── ; Cuando los cachorros se vieron frente a lo...
259K 31.1K 80
✮ « 🏁✺ °🏆 « . *🏎 ⊹ ⋆🚥 * ⭑ ° 🏎 𝙛1 𝙭 𝙘𝙖𝙥𝙧𝙞𝙥𝙚𝙧𝙨𝙨𝙤𝙣 ✨ 𝙚𝙣𝙚𝙢𝙞𝙚𝙨 𝙩𝙤 𝙡𝙤𝙫𝙚𝙧𝙨 ¿Y si el mejor piloto de l...
110K 5.6K 29
Ambos viven en la masía. Desde que se conocen Héctor siempre la ha molestado. Y ella no piensa nada bueno del él. Pero todo cambiará tras un trabajo...