Rose Eileen Snape y su tercer...

By Samira85106

24.2K 1.4K 1.1K

Esta es la tercera y última parte de la historia llamada ¡Lily estás viva! En resumen, Lily se casa con Sever... More

De compras en el callejón Diagon
El viaje a Hogwarts
El sombrero seleccionador
Un nuevo alumno, un viejo nombre
La selección en el equipo
La conversación con Dumbledore
En el pensadero de Dumbledore
Los padres de vuelta al castillo
Remembranza
La anhelada primera prueba
Una importante conversación
La preocupación del señor Ryddle
Un doloroso descubrimiento
Un corazón lastimado
Un buen amigo
Una sorpresa en la segunda prueba del torneo
Confrontación
El partido
¿De dónde salió esto?
El baile de navidad
La Tercera Prueba del Torneo
Recuerdos y pesadillas
Un extraño hechizo
Sentimiento de culpa
Sentimientos encontrados
Un vistazo al pasado
Desconfianza
Castigo
Una contienda en Las Tres Escobas
Un lugar necesario
El secuestro
El plan de Ryddle
La carta
La reunión
El origen
Solo es cuestión de amar
¿Culpa?
Golosina Milagrosa
Renacer
Redención
Confesion
¡Bienvenido!
Lo que Severus descubrió
Un nuevo comienzo

¿Celos?

387 32 26
By Samira85106


Severus se acercó al escritorio de Dumbledore con una mirada expectante y al llegar sólo vio un libro abierto que no logró llamar su atención en lo absoluto pero cuando Dumbledore lo cerró, él pudo leer claramente el titulo grabado en la cubierta.

- ¿Dónde lo encontró Rose? – Preguntó Severus tomando el libro entre sus manos.

- Me temo que ese es precisamente el objeto de esta conversación – Respondió Sirius – Ella lo llevó conmigo pensando que tal vez yo le mandé a revisar algunos libros de magia oscura a los alumnos de séptimo para que aprendieran contra qué se podían enfrentar pero, aunque a veces les he dicho que revisen algunos, jamás les pediría que revisaran esta basura. Rose dice que lo halló tirado en el piso detrás de una banqueta en uno de los invernaderos

- ¿Y qué hacía esto allí? – Preguntó Snape - ¿De dónde demonios lo sacaron? Ni siquiera creí que esto aún permaneciera en Hogwarts, de hecho creí que habías extraído de la biblioteca todos los libros de magia oscura extrema y peligrosa Albus.

El anciano se encogió de hombros acomodándose las gafas de media luna.

- Verás – Dijo – Así fue, hace muchos años, cuando Tom comenzó a infundir el terror por primera vez, yo sospeché que durante su época de estudiante había estado instruyéndose, utilizando los libros de la sección prohibida pues por aquel entonces supe que el muchacho como buen Slytherin era muy astuto y utilizaba artimañas para hacerse con los libros más siniestros que yacían en aquella sección desde los tiempos más remotos – Dumbledore salió de la parte de atrás de su escritorio para ubicarse junto a Severus mientras continuaba narrando – De modo que cuando me nombraron director de Hogwarts, yo mismo saqué de la biblioteca todos los libros que consideré peligrosos y permanecieron aquí en mi despacho desde entonces.

- Es por ello que no nos explicábamos como pudo aparecer nuevamente en la biblioteca – Añadió Harry hablando por primera vez pero en ese momento hubo un silencio abrumador hasta que a Dumbledore pareció iluminársele la mirada.

- ¡Lo tengo! – Dijo de repente – Este verano estuve sacando los libros de mis estantes para ordenarlos un poco y los coloqué junto a una pila de libros que me habían llegado como donación para la biblioteca, mandé a llamar a la señora Pince para que se los llevara y... no lo sé, tal vez se mezclaron algunos libros que saqué de mi estantería con los de la donación y ella terminó por llevarse este – Dijo señalando el libro que Severus tenía en la mano.

- Es lo más seguro – Analizó Sirius – Y además, como tiene el sello de magia oscura en la portada – Señaló una imagen de una pequeña calavera que tenía en el lomo – Tal vez por eso lo regresó a la estantería de la sección prohibida.

- Una vez usted nos habló a Hermione, a Ron y a mí acerca de este libro – Señaló Harry – Por lo tanto sé que este fue el que usó exactamente Voldemort hace años para crear sus famosos Horrocruxes pero ¿qué más hay en ese libro?

- Hay cosas terribles aquí muchacho – Respondió Dumbledore visiblemente preocupado – Cosas que el mismo Voldemort llevó a cabo durante su reinado de terror, terribles maldiciones para causar mal de ojo, como crear "inferius"... como aprovechar el resquiebre que sufre el alma cuando se asesina a un semejante para alcanzar la inmortalidad, cosas como esas.

De nuevo el silencio que pronto fue roto por el mismo Harry.

-¿Y dices que mi hermanita halló esto Sirius? ¿No te dijo quien lo había estado leyendo?

Sirius negó con la cabeza.

- Dijo que cuando ella llegó allí sólo estaba el libro.

- Eso no pudo haber llegado solo hasta allí, tal vez alguien lo encontró en la sección prohibida, lo estuvo leyendo y al ver que alguien se acercaba lo habrá dejado caer a propósito – Analizó Harry dando en el blanco.

Severus estaba meditando para sí mismo ¿Después de haber hablado con su hija pidiéndole que confiara en él, ella quiso revelarle lo de aquel misterioso libro primero a él? luego recordó que ella había estado a punto de decirle algo justo cuando Dobby llegó.

- ¿Y si fue esa peste de mocoso? – Preguntó después aterrado al recordar que le había dado su consentimiento a su hija para que saliera con él, sabía que el chico podía ser peligroso pero cada vez descubría cosas más terribles de él.

- No podemos probarlo pero es muy posible – Respondió Sirius.

- Yo no voy a dejar que ese infeliz le toque un pelo a mi hermana – Puntualizó Harry aterrado pero firme – No dejaré que intenten agredir a mi familia, no otra vez – Luego se giró hacia Severus y continuó – Papá, yo creo que Rose aún sale con ese cretino.

- Así es Harry – Respondió él – Yo la increpé por eso y al final fingí darle mi consentimiento para que se quedara más tranquila y confiara en mí.

- Pero papá...

- Yo tampoco dejaré que ese infeliz toque a mi hija Harry.

- Creo que Severus hizo bien Harry – Intervino Dumbledore – Había que darle un voto de confianza a ella para que así confiara en nosotros, de lo contrario habría continuado saliendo a escondidas con él ¿Qué acaso no tuviste su edad Harry?

- Creo que no debí precipitarme regalándole el mapa del merodeador a mis hijos – Expresó Harry con pesar – Me gustaría tener literalmente vigilado a Ryddle.

- Cada vez sospechó más y más de él – Dijo Sirius.

- Bueno, por ahora actuemos como si no supiéramos nada acerca de este libro – Propuso Dumbledore – Mientras más ignorantes parezcamos, más podremos indagar, sin embargo no voy a correr riesgos esta vez y de nuevo revisaré yo mismo la sección prohibida para asegurarme de que no haya más nada peligroso.

Todos se retiraron del despacho del director pues pronto servirían la cena. Severus se retiró a su habitación en las mazmorras donde encontró a Lily alistándose para la cena, no quiso revelarle nada sobre el libro a su esposa pues no quería preocuparla, pero la verdad era que a él aquel asunto continuaba rondándole en la cabeza.

Poco tiempo después, todos estaban en el gran comedor pero la cena no había aparecido aún. Primero, el profesor Dumbledore se aclaró la garganta acercándose a su atril para recordarles a todos que el día siguiente sería el día de víspera de navidad y que por lo tanto debían tener ya su pareja para de baile y que si no la tenían ya deberían buscarla.

Rose, inevitablemente le echó una mirada a Regulus, aún no sabía si el chico en cuestión había encontrado pareja pero el hecho de pensar en que la hubiese conseguido, de cierta forma le incomodaba. Todavía ellos dos no se dirigían la palabra el uno al otro y eso, aunque no lo demostraba pues era orgullosa como su padre, la lastimaba mucho. Ella adoraba a todos sus amigos, pero Ted y Regulus siempre habían sido especiales.

Cuando el director dejó de hablar, inmediatamente apareció la cena.

- ¿Y qué hacen las computadoras?- Preguntó el señor Ryddle a Hermione mientras Ryddle junior ponía los ojos en blanco (esta vez algunos como Hermione y Ron estaban en la mesa de Slytherin)

- Pues, muchas cosas – Respondió Hermione con entusiasmo – Puedes almacenar fotos y videos, enviar cartas, navegar por la red y...

- ¿También funcionan como lechuzas? – Inquirió el hombre fascinado – Como los teléfonos celulares, nunca dejaré de admirarme.

- Si – Saltó Ron – En casa hay una, a Hermione le encanta su lado muggle y a mí también, incluso nos suscribimos a internet.

- He escuchado muchas veces sobre eso pero ni siquiera sé qué es – Respondió el hombre.

- ¡No Lotti! – Dijo Eileen quitándole a su hija los cubiertos que utilizaba para cortar su carne asada –Estás cortando la carne en trozos demasiado grandes cielo, te puedes ahogar, deja que mami lo haga.

- ¡Por Dios mamá! No se va a ahogar - Rebatió Severus que desde que había empezado el torneo entre padres e hijos debía comer en la mesa de Slytherin junto a su esposa y su hija – Deja que ella misma lo haga.

- Tú no digas nada mi niño – Terció su madre – He leído como muchas personas han muerto con un trozo de comida atorado en la garganta, de hecho tú tampoco has aprendido a cortar tu carne.

- ¡Vaya! ¡Pobre de los hermanos Snape! – Se burló Sirius.

Tom Ryddle junior rodó los ojos mientras pensaba que aquella familia no podía ser más patética. El profesor Snape quien muchas veces había presumido de ser un hombre impasible y estricto, no era más que un repugnante bebé grande cuando estaba cerca de su madre. Si, MADRE, y pensar que él (Tom) jamás podría llegar a llamar a ninguna mujer por aquel adjetivo ¡Que injusta era la vida! Mientras unos lo tenían todo, otros no tenían nada.

- Así está bien mami – Protestó Lotti lanzando sobre Severus una mirada suplicante – Y tú no te rías Severus que luego irá por ti.

Su madre la embistió con beso en la frente y luego atacó a su hijo de la misma forma.

- Son un par de quejumbrosos – Espetó Eileen con una sonrisa.

- ¿Lo ves? – Preguntó Sirius entre espasmos de risa – Por eso siempre lo he llamado Quejicus jajajaja, quizá también debería comenzar a llamar a Lotti de la misma forma.

Todos los demás rieron también.

- Ni se te ocurra tío Sirius - Se quejó la niña con los brazos cruzados.

- Lo mismo te digo yo – Terció Eileen – Y ya deja de llamar a mi Severus de esa forma.

- Él también me tiene un apodo, me llama "pulgoso"

- ¿Y no lo eres? – Respondió Severus con una pregunta.

- ¡Dios! Ustedes dos todavía parecen perros y gatos – Terció Lily riendo.

Al terminar de cenar, como aún era temprano, estaban en la época decembrina y sus padres estaban con ellos, a los chicos se les permitió estar fuera de sus salas comunes por un rato más, momento que aprovechó Rose para acercarse a Ted Lupin pues hacía tiempo que no conversaba con él, de modo que ambos se sentaron en la saliente de uno de los grandes ventanales de un pasillo, empañados por la nevada de afuera.

- Y bien Teddy ¿Cómo te ha ido con Victoire? – Le preguntó la chica – Se ven felices.

- Si, y lo somos en verdad – Respondió el muchacho.

- Me alegra mucho, por supuesto irás con ella al baile ¿No es así?

- Desde luego, así como tú con Ryddle junior ¿O me equivoco?

- No... no, por supuesto que no te equivocas – Respondió ella pero en ese momento su mirada estaba puesta en una escena que la desagradó sin saber por qué...

Regulus Lestrange correteaba por el pasillo a Madeline Wilson, una chica rubia de ojos azules, hermosa, de quinto curso, perteneciente a la casa Gryffindor.

Desde hacía un tiempo que Rose Eileen los veía conversar con más frecuencia, cada vez que coincidían en algún receso, pero esto era el colmo, no sabía que ya se tuvieran tanta confianza el uno al otro.

- ¡Oh Reg, me atrapaste! – Dijo la chica cuando el muchacho moreno la abrazo por la cintura desde atrás.

- Así es, fui más rápido que tú – Respondió Regulus soltándola después, luego los dos siguieron andando por el pasillo y se perdieron de vista al cruzar la esquina.

Rose rodó los ojos, bufó molesta y volvió a concentrar la atención sobre Ted aunque no pudo evitar sentir un poco de nostalgia por los días en que podía conversar también con Regulus y una ligera punzada de dolor se hizo presente.

- ¡Ah!... y por casualidad... ¿No sabes con quien asistirá Regulus? – Preguntó queriendo aparentar indiferencia mientras evitaba la mirada de Ted e insistía en acomodarse la bufanda alrededor del cuello.

- Si - Respondió Ted tratando de evitar sonreír – Con Madeline, esa chica que andaba con él hace unos segundos.

Rose elevó la oscura mirada enseguida, parecía muy molesta.

- ¿Qué? – Preguntó - ¿Y por qué?

- Yo que sé, yo no ando por ahí preguntándole a la gente porque ha decidido invitar a su pareja al baile – Fue la respuesta del joven animago.

- Lo sé pero él ni siquiera la conoce bien.

- ¿Y quién dice que no? – Inquirió Ted – Es de mi clase y yo se la presenté ¿No recuerdas que de vez en cuando conversaban?

- Si, pero no tanto como desde hace unos días.

- Bueno, parece que ahora que han conversado más se han conocido lo suficiente.

- ¿Lo suficiente como para qué Teddy? – Quiso saber la hija del príncipe mestizo.

- Como para pedirle que asista al baile con él por ejemplo – Respondió el muchacho encogiéndose de hombros con indiferencia.

Mientras tanto Regulus y Madeline Wilson también conversaban, ella parecía querer levantarle el ánimo.

- Estaba furiosa Regulus, yo que te lo digo – Dijo la chica riendo.

- Yo más bien la vi indiferente – Respondió el otro un poco decepcionado.

- Porque ella no te lo iba a demostrar así como así, ustedes los chicos no perciben esas cosas, pero nosotras en cambio si las percibimos y muy bien – Respondió Madeline – Créeme que va a funcionar, sólo dale tiempo.

- No lo sé – Respondió él dubitativo – Oye Madi... ¿De verdad fui tan notorio cuando hablamos aquella vez después de la segunda prueba del torneo?

- ¿Te refieres a cuando descubrí que te gustaba la hija del profesor Snape? – Preguntó la chica riendo – No es que tengas un letrero en la frente que te delate pero percibí el dolor en tus ojos y en el tono de tu voz cuando me hablaste acerca de que tu amiga se estaba besando con Ryddle en uno de los invernaderos – Hubo un breve silencio y luego ella añadió: - Las chicas sabemos de estas cosas Reg, no te preocupes que a pesar de que ese Ryddle trae locas a casi todas las chicas, yo soy de las pocas que no confía en él, lograremos arrancarla de sus garras.

- Es una suerte que tú y yo hayamos entablado esta amistad – Dijo Regulus esbozando una sonrisa – Sí que sabes cómo levantar el ánimo.

- Lo mismo me dicen mis amigas – Respondió ella con otra sonrisa afable – También opino lo mismo que tú, agradezco mucho a Ted por habernos presentado, es decir, siempre nos habíamos visto pero jamás habíamos entablado ninguna conversación hasta el día en que él nos presentó, desde entonces hemos congeniado muy rápido.

- Bueno, Ted me ha dicho que tú tienes ese don especial para hacer amigos bastante rápido, tal vez es porque sabes exactamente qué decir y como hacer sentir mejor a la gente.

Ella rió mientras se detenían frente al retrato de un hombre calvo y de aspecto elegante.

- Tal vez lo dice por el día en que nos conocimos – Respondió ella evocando el momento – Fue a los once años, en nuestro primer día aquí. Unos chicos se reían de él llamándolo "fenómeno" porque en ese momento nos estaba dando una exhibición de su metamorfomagia a los que viajábamos con él en la barca, yo les dije que si ser un fenómeno implicaba ser una persona extraordinaria, maravillosa, divertida y con poderes sorprendentes que sólo poseyeran algunos magos y brujas, entonces sí, él era un fenómeno mientras que ellos debían conformarse con ser magos comunes y sin chiste.

- ¡Wow! eso sí que fue una buena respuesta – Respondió Regulus, luego dijo la contraseña que el hombre del retrato les pidió - ¡Estudios exitosos!

El retrato se hizo a un lado tras un sonoro chasquido y ambos pasaron a través del pasillo que se abrió ante ellos, llegando así a la zona de las escaleras.

- Si, desde ese entonces además de compañeros de clase y de casa, somos amigos aunque no tanto como lo es de ustedes, me refiero a ti y a la hija de la profesora y el profesor Snape – Respondió la chica subiendo una de las escaleras – Yo tengo dos amigas con las que soy más inseparable, así como él los tiene a ustedes dos y a Victoire por supuesto, esa chica es muy dulce y amigable, a pesar de ser la hija del ministro no es para nada creída.

- Si bueno, todos dicen eso y es verdad – Respondió el unigénito de los Lestrange, luego se quedaron en silenció una vez más hasta que él habló de nuevo- ¿Y de veras crees que tu plan funcione Madi?... digo ¿Crees que ella sienta algo mínimo por mí como para llegar a tener...?

- ¿Celos? Querido, no puedo asegurar que ella sienta algo por ti pero por lo que vi hace un rato pude percibir cierta molestia en ella lo cual es buena señal, ya veremos mañana durante el baile a ver cómo reacciona – Fue la respuesta de Madeline Wilson cuando llegaron frente al retrato de la dama gorda – Bueno Reg, aquí nos despedimos, ha sido un placer ayudarte, no vemos mañana en el baile.

- ¡Muchas gracias Madi! – Respondió el joven risueño mientras ella se perdía tras la imagen del retrato.

Regulus Lestrange desanduvo el camino para dirigirse a las mazmorras. Se encontraba absorto, recordando que se había sentido muy desilusionado cuando intentó hablarle a Rose acerca del libro que le había visto sacar a Ryddle de la biblioteca y que según descubrió Ted más tarde, era de artes oscuras, ella simplemente le dio la espalda y le dijo que no quería escucharlo decir una sola palabra en contra de Tom.

- Pero si aún no he dicho nada Rose – Le había dicho en aquella ocasión – ¡Por Dios! escúchame, es importante, Ted y yo descubrimos que él...

- ¡Ya basta! – ¿No quiero escuchar tus mentiras?

Ella se había alejado así no más, sin escucharlo decir una sola palabra que la alertara y lo peor era que más tarde Ted le había dicho a él que Rose tampoco quiso escucharlo, tenía que hacer algo entonces, no podía permitir que ese Ryddle la acaparara ¿Quién sabe con qué intensiones? Así que cuando Madeline le planteó su plan, aunque al principio tuvo miedo estuvo también deseoso de llevarlo a cabo, amaba a Rose y no le permitiría a Ryddle arrebatársela ni hacerle daño, la arrancaría de sus garras y lo que acaba de oír de Madeline hacía unos escasos minutos, era verdad, las mujeres eran mucho más perceptivas que los hombres y si ella decía que había apreciado cierta molestia en Rose, debía ser cierto, él no quería ilusionarse pero era inevitable que una luz de esperanza brillara en el interior de su lastimado corazón.



Continue Reading

You'll Also Like

608K 81.4K 46
Una sola noche. Dos mujeres lesbianas. ¿Un embarazo? ¡Imposible!
23.5K 1.8K 22
Un reino en donde la magia lo es todo, marcando la diferencia en las clases sociales y económicas entre la poblaciones de los reinos, un chico marcar...
6.5K 505 8
Una fiesta, solo es una simple fiesta, ¿No?
206K 19.2K 46
Hermione Granger, después de un corazón roto en el mundo mágico, se encuentra con un hombre que dice necesitar de su ayuda para salvar al mundo. ¿Dec...