La Chica de la Ventana

By Polaricecl

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Obra creada por Lore. More

Sinopsis
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60 (FINAL)
EPÍLOGO

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By Polaricecl


Lauren observo las facciones de la chica de la ventana deformarse de inmediato, una risa desesperada y algo maniática brotando de sus labios.

Camila: Estás jugando ¿Verdad? -Pregunto, la risa continuando.

Lauren frunció el entrecejo. Claro que no estaba.

Se levanto lentamente, colocándose frente a Camila, sujetando sus manos antes de mirarle a los ojos, intentando pedirle perdón por no ser ni poder hacer lo que realmente quería.

Ella quería ser libre.

Ella quería besarla.

Lauren: Lo siento -Susurro con tristeza.

Y Camila simplemente se lanzo sobre sus brazos, envolviéndola fuertemente, escondiendo su cabeza en su cuello, sus lágrimas frías chocando contra su piel.

Esto le rompió el corazón.

No en el sentido literal, porque los corazones no pueden romperse así como así, pero el dolor que sintió fue como ese. Como el dolor que debe sentirse cuándo verdaderamente te rompen el corazón.

Camila: ¿Por qué? -Sollozo contra su hombro.

Escuchar sus palabras ahogadas acrecentó su dolor. Si antes su corazón se había roto, ahora estaba triturado.

De nuevo, no literalmente.

Lauren: No lo se...

Camila: Pero tienes diecinueve -Chillo.

Lauren: A mi madre no le interesa esto.

Camila: Pero... tu... tu... ¿Por qué aceptaste?

Lauren: El solo me lo pidió, Camz... No tuve tiempo de responder. Mi madre acepto por mi.

Camila: Pudiste haberte negado -Susurro, aferrándose a la parte trasera de la ajustada camiseta de Lauren con fuerzas, como si no quisiera dejarla marchar.

No es que quisiera irse a alguna parte.

Lauren: No habría valido de nada. Ellos no me escuchan, Camz... Ellos me ignoran. Es como si no estuviese con ellos.

Camila: Podrías intentarlo...

Lauren: No lo creo. Mi madre es tan controladora que me detendría incluso antes de pensarlo.

Camila: No te rindas -Casi suplico, aun contra su cuello.

Lauren: Realmente lo siento, Camz...

Camila: No me llames Camz si vas a rendirte -Le reprocho, apartándola bruscamente. Lauren sintió el impulso inmediato de correr a abrazarla cuándo vio sus ojos hinchados y sus mejillas húmedas, pero se detuvo cuándo su diccionario mental detecto enojo en sus facciones.

Lauren: Por favor, no me odies...

"Por favor. Por favor. Por favor. Si nos odia sera tu culpa, idiota"

Camila: No podría odiarte -Sollozo sentándose sobre la cama de Lauren y mirándola fijamente a los ojos. Lauren pudo jurar que pudo sentir el dolor de la chica en su interior con solo este gesto-. Pero estoy decepcionada de que realmente no hagas nada para evitar esto... Ayer me dijiste que ibas a dejarlo... Y hoy... hoy me dices que vas a casarte con el.

Lauren suspiro con tristeza y se acerco a ella, arrodillándose y mirándola a los ojos. Tal vez no lo merecía. Tal vez no merecía sus ojos sobre los suyos. Pero los necesitaba. Los necesitaba para no derrumbarse junto a ella.

"Eres una idiota, Lauren. Mírala. Esta llorando. ¡ESTA LLORANDO PORQUE NO ERES CAPAZ DE HACER NADA POR ELLA! ¡ERES UNA...!"

Sus pensamientos se detuvieron cuándo sintió las manos de Camila sobre las de ella. Involuntariamente, sus dedos habían comenzado a chasquear.

Camila: ¿Cóme te lo pidió? -Le pregunto tristemente-. Dime que te regalo flores y te dio la mano antes de arrodillarse y ofrecerte el anillo como si fueses la mujer más hermosa en el planeta. Dime que te miro fijamente a los ojos, y que sus manos temblaban. Dime que su lengua se trabo al preguntártelo. Dime que te dio un largo discurso de dos horas diciendo todo lo que ama de ti... Dime que ese hombre te dio la mirada de un hombre enamorado... Y supongo que, si hizo todo esto, tendré que dejarte ir.

Pero Lauren suspiro, porque simplemente Peter no había hecho nada de eso. Y porque no quería que Camila la dejase marchar.

Lauren: El solo... Baje a cenar ayer, y Peter, como siempre, se dedico a tocarme el trasero hasta que mamá puso la mesa. Luego nos sentamos, pero el apenas toco su comida. Se que estaba mirando mi escote. Lo vi... Y luego solo dijo que nos casaríamos en diciembre, y le exigió a mi madre que comenzáramos a buscar un lindo y sexy vestido, fuese cual fuese el precio... Y mi madre comenzó a hablar como una loca sobre un vestido que había visto meses atrás en Nueva York, y que deberíamos invitar al menos quinientas personas... Como veras, no me lo pidió. Solo lo dijo... También dijo que seré suya para siempre...

Camila: ¡No!

El sonido que había salido de los labios de Camila no había sido un susurro. Había sido casi un grito.

Lauren salto alterada. Camila realmente la había sorprendido. Estaba enojada. Su seño fruncido, sus manos en puño y su respiración agitada le decían a su diccionario mental que así era.

Camila: Tu no seras suya por siempre. Tu no seras suya nunca... -Murmuro enojada, levantándose de la cama y acercándose a ella, Lauren retrocediendo hasta que choco contra las puertas de su armario. Ya no tenía ningún lugar a dónde ir, y, realmente, no era como si necesitara ese lugar.

Camila la acorralo entre sus brazos y la miro a los ojos. Y, a través de todo ese enojo, Lauren vio sus ojos cristalizados junto a un reflejo de su propio rostro en sus pupilas.

Camila: Te amo -Susurro. Y era cierto.

Lauren: Camila... -Susurro, pero la chica ya había rodeado su cintura con sus brazos y estaba llorando desconsoladamente sobre su hombro- No llores, por favor...

Camila: Te amo -Volvió a susurrar entre sollozos-. Y lo seguiré haciendo aunque ese hombre se case contigo. Lo seguiré haciendo aunque encuentres a alguien que realmente valga la pena. Siempre voy a amarte, Lauren Jauregui, aunque seas de otra persona...

Lauren: Soy tuya, Camila Cabello.

Peter jamás la tendría. No completamente.

Peter tenía su cuerpo.

Camila tenía su corazón, sus sentimientos, sus pensamientos y su alma.

Camila: No mientas -Suplico.

Pero Lauren no mentía. Bajo una de sus manos antes de encontrarse con una de las de Camila y la llevo a su pecho. Su corazón latía rápidamente,.

Lauren: Mírame, Camz...

Cuándo lo hizo, había lágrimas en ellos.

Lauren: Soy tuya. En verdad lo soy. Siempre lo seré... Te he amado con dos de mis corazones, y estoy segura de que también lo haría con los que tuve antes, o con nuevos corazones que podría llegar a necesitar. Te ame, te amo y te amaré. Y aunque nos separen miles de kilómetros, o la simple distancia entre nuestras ventanas, seguiré siendo completa e irremediablemente tuya...

No necesito decir que, después de esto, Camila la beso.

Camila: Yo también soy tuya -Susurro contra sus labios.

Era la primera vez que se besaban desde el regreso de Lauren. La primera vez desde que todo lo malo había comenzado.

Fue como un suspiro para ambas.

Como darle a la alegría unos momentos para regresar.

Lauren: Extrañe tanto tus labios -Susurro envolviendo sus manos en la cintura de Camila, sus labios viajando lentamente hasta su cuello, donde deposito un tierno beso antes de volver al punto inicial-. Y las otras partes de tu cuerpo -Agrego pícaramente, haciendo descender sus manos hasta su trasero por unos segundos.

Camila simplemente rió, volviendo a unir sus labios.

Camila: Tienes diecinueve, Lauren... Puedes marcharte. Puedes vivir conmigo. Podemos ser felices... Solo ven.

Lauren: Mi madre no me dejaría ir... Siempre encontraría una forma de traerme de vuelta.

Camila: A la mierda tu madre -Susurro enojada, alejándose rápidamente de Lauren y caminando hacía la puerta.

¿Se iría?

¿La dejaría?

¡¿Usaría la puerta?!

¡¿Acaso no sabía Camila que su madre podía andar por allí?!

Se sintió confundida cuándo escucho el ligero "clic" del seguro de la puerta, y Camila simplemente se volteo a mirarla.

Estaba confundida.

¿Camila no se iría?

Tampoco es como si hubiese deseado esto...

Lauren: ¿Qué estás...?

Camila: Hazme el amor, Lauren Jauregui -Susurro-. Quiero ser tuya, y que tu seas mía, y que no haya nada en el mundo que pueda cambiar eso... Ni Peter, ni tu madre, ni siquiera tu y yo...

Lauren: Pero yo... nosotras... no sabemos como hacerlo... Cuándo estoy con Peter el es quien hace todo y... -La sola mención del hombre hizo enfadar a Camila, pero Lauren no lo noto. Ella estaba demasiado ocupada permitiendo al nerviosismo apoderarse de su piel-. Deberíamos investigar. Dame quince minutos para leer en internet y...

Camila: No, Lauren... Deja que simplemente suceda.

Lauren:... ¿Y qué pasa si no lo hago bien?

Pero Camila no respondió. Simplemente gruño y se acerco rápidamente a Lauren, tomando su camisa entre sus manos y chocando sus labios con desesperación.

De inmediato sus lenguas comenzaron una danza que no habían olvidado, y las manos de Lauren envolvieron posesivamente la cintura de Camila, acercándola, mientras la pequeña envolvía sus brazos en su cuello.

Sin poder evitarlo, Lauren hizo descender sus manos hacía el trasero de Camila, acercando sus caderas y sujetándolo como si su vida dependiese de ello.

"Tu vida no puede depender de un trasero, idiota"

"Ya cállate"

Dejo escapar un leve gemido un cuándo Camila atrapo su labio entre sus dientes con una sonrisa para luego volver a besarla, aun más intensamente que antes.

Cuándo Camila comenzó a bajar sus manos hasta sus pechos, simplemente no pudo evitarlo.

La coloco contra la pared, presionando sus caderas, como si esto pudiese apagar el fuego que juntas habían comenzado a encender.

No literalmente.

Camila se aparto bruscamente, alejándola solo lo suficiente como para mirarla a los ojos.

Lauren estaba desesperada. Necesitaba seguir besándola. Su centro ligeramente humedecido se lo exigía. La deseaba. La necesitaba... Y necesitaba quitarle esa estúpida ropa.

Intento besarla de nuevo, pero Camila no se lo permitió, así que simplemente sujeto su trasero aun con más fuerza y posesión y la acerco a sus caderas, Camila no pudiendo evitar dejar escapar un gemido.

Ver la forma de los labios de la chica que amaba al soltar ese gemido fue completamente excitante, y cosquillas viajaron desde su cerebro hasta su centro, provocando que su humedad aumentara.

Se estaba quemando por dentro.

Camila: Lauren -Jadeo con voz ronca.

Lauren: Mierda -Susurro mirándola fijamente, no pudiendo evitar sentirse extremadamente excitada solo con verla así, con los labios hinchados y la respiración irregular-. Esto es tan...

Camila: Jódeme, Lauren.

Supongo que ese fue el momento en el que Lauren comenzó a perder su autocontrol

Simplemente arremetió contra los labios de la chica, acercándola mucho más que antes, como si esto fuese posible.

Lentamente, Camila bajo sus manos hasta la base de la camisa de Lauren, y comenzó a acariciar la piel de su estomago, al igual que las cicatrices en sus costados debido a sus múltiples trasplantes de riñón. Lauren suspiro contra sus labios.

Sin poder evitarlo fue descendiendo lentamentente hasta el cuello de Camila, dejando largos y húmedos besos en su camino, la chica de la ventana retorciéndose bajo su contacto. Lauren beso, chupo y mordisqueo su cuello a su gusto, sintiendo un cosquilleo en su centro al escuchar los múltiples gemidos de la chica.

Llevo sus manos a los pechos de Camila y los masajeo tentadoramente mientras intentaba oscurecer las marcas que estaba dejando el cuello de la chica, quien hacía descender sus manos hasta su trasero y jugueteaba con el, excitándola.

Camila: Jódeme, Lauren -Jadeo por segunda vez.

"Mierda. Mierda. Mierda" Pensaba Lauren, sintiendo a su centro palpitar placenteramente con cada movimiento de las manos de Camila.

Llevo sus manos a la parte inferior de la camiseta de la chica y la levanto lentamente, harta de que esta no permitiera a sus manos tocar su hermosa y suave piel. Tiro la incomoda tela a un lado con fuerzas, alejándose del cuello de la Camila para admirarla.

La chica estaba verdaderamente agitada, e intentaba conectar sus caderas con desesperación. Lauren, en cambio, estaba demasiado embobada viendo sus pechos como para reaccionar.

Camila: Lauren... Lauren, por favor... ¡Deja de mirarme así y bésame!

Pero Lauren no lo hizo. Le gustaba mirarla. Le gustaba ver como su sujetador rosa se amoldaba a sus pechos, y también le gustaba la sensación que viajaba a su entrepierna cuándo lo hacía.

Lauren: Eres hermosa, Camila Cabello -Susurro antes de colocar una mano sobre la nueva piel expuesta de Camila y comenzar a recorrerla suavemente, incluso permitiéndole a uno de sus dedos adentrarse en el sujetador y tocar ligeramente su pezón levemente endurecido. Camila gimió.

Camila: Mierda, Lauren -Jadeo mientras apretaba fuertemente el trasero de la chica-. Llévame a la cama.

Lauren simplemente asintió.

Jadeo cuándo sintió a Camila envolver sus piernas alrededor de su cadera, ella viéndose obligada a sujetar su trasero fuertemente para no dejarla caer. Camila de inmediato dirigió sus labios a su cuello y comenzó a morderlo con salvajismo.

Camila: Vamos -Gruño contra su cuello, desesperada, clavando sus uñas en la piel de Lauren. Dolía, sí, pero le gusta que lo hiciera.

Cayeron a la cama bruscamente, Lauren sobre Camila y la chica aun envolviendo su cintura con sus piernas.

Calor. Hacía mucho calor.

Camila: Quítate esto -Dijo. Lauren comprendió que se refería a su camisa en cuándo sintió las manos de Camila trazar los bordes de esta.

Lauren: No voy a gustarte -Susurro avergonzada, alejándose un poco y mirando fijamente hacía un pared-. Tengo cicatrices... Una en mi pecho, y dos en mis costados... Tu... Peter siempre me hace cubrirlas. A el no le gusta verlas... A nadie le gusta verlas.

Silencio.

Lauren sintió dos cálidas manos sobre su rostro, y se vio obligada a girarlo hasta que sus ojos verdes se conectaron con aquella mirada marrón oscurecida que tanto amaba.

Camila: Eres perfecta, Lauren Jauregui -Fue lo único que dijo antes de besarla y sujetar los pliegues de su camiseta, alzándola lentamente.

"A la mierda tus cicatrices, idiota. Hace calor"

Se arrodillo en la cama, sintiendo la mirada de Camila seguir todos sus movimientos. Su mirada estaba quemándola por dentro. Se mordía el labio, y tenía la vista fija en sus manos, siguiendo los lentos movimientos.

Lauren: Si las miradas pudiesen quemar ya sería cenizas -Susurro. Mierda, su propia voz sonaba tan ronca.

Camila: Quítate la puta camisa, Jauregui -Exigió con desesperación.

No espero más para hacerlo y lanzarla a un lado.

No pudo analizar ni un poco la situación cuándo Camila ya había encontrado una forma de sentarse en la cama y llevar sus manos al broche de su sujetador, mirando fijamente sus pechos aprisionados por aquel brasier negro y aun aquel labio entre sus dientes. Su mirada estaba llena de lujuria, deseo, pasión... Era como si aquella fea y rugosa cicatriz no existiera.

Camila: Joder -Jadeo. Las manos de la chica, aun tras el sujetador de Lauen, temblaban.

Lauren: Pensé que dirías "Jódeme Lauren" o...

Camila: Ya estoy jodida -Agrego antes de besarla con descontrol, Lauren no pudiendo evitar introducir su lengua en la boca de Camila, sintiendo sus jadeos ahogados viajar por su garganta-. Mierda ¡Quítate esto! -Exigió entre el beso, refiriéndose a su brasier, que sus manos temblorosas no podían desabrochar.

Lauren simplemente sonrió y conecto sus labios con los de Camila de nuevo antes de comenzar a desabrocharlo y quitárselo, haciéndolo también con el de Camila.

Lauren: Mmmm... Camila -Jadeo contra su boca cuándo sintió aquellas delicadas manos envolver sus dos pechos y apretarlos como si su vida dependiese de ello.

Estaba tan jodidamente humeda.

Camila: Eres tan sexy cuándo gimes mi nombre -Jadeo antes de volver a recostarse sobre la cama, Lauren siguiéndola y colocando uno de sus manos sobre uno de los pechos de la chica de mirada oscura, posando sus labios sobre su cuello mientras Camila continuaba con sus masajes en sus propios pechos, tirando de sus pezones de vez en cuándo, haciéndola retorcerse de placer.

Lauren fue descendiendo lentamente hasta encontrarse con los pechos de Camila. Beso el área que los separaba, y sintió a Camila elevar su cadera bruscamente junto con un gemido. Trazo un camino de besos hacía su pecho derecho, y fue avanzando hasta llegar al pezón, al cual introdujo a su boca de inmediato, su lengua jugando con esa suave y tentadora porción de carne. Camila, bajo ella, estaba como loca, y jadeaba su nombre cada poco.

Sus rodillas presionaban sus centros, y la piel del estomago de Camila se encontraba de vez en cuándo con los erectos pezones de Lauren, una ola de calor viajando hasta su sexo al instante.

Se dedico a jugar con el otro pecho cuándo Camila presiono aun más su centro y dirigió sus manos a su espalda, dejando enormes arañazos allí. Pero el dolor ya no se sentía como dolor. El dolor ahora se convertía en una inmensa ola de excitación que amenazaba con estropear sus bragas.

Realmente, sus bragas ya estaban estropeadas.

Se sorprendió cuándo Camila logro darle vuelta y colocarse sobre ella, su rodilla presionando aun más su sexo y su boca de inmediato dirigiéndose al pecho de Lauren. Sorprendentemente, sus senos no fueron su primer objetivo. Fue su cicatriz.

Y se sintió tan jodidamente bien.

Camila: Eres perfecta, Lauren Jauregui -Susurro mientras descendía con algo de duda. Lauren lo notaba en sus labios temblorosos, y en sus manos moviéndose inquietamente por las cicatrices de sus costados mientras Lauren simplemente acariciaba la espalda de la chica de arriba hacia abajo.

Al inicio, Camila simplemente beso los alrededores de sus pechos, haciendo a Lauren gemir sonoramente. Era como si la estuviesen torturando. Sus caderas se elevaban involuntariamente, y un gemido escapaba de sus labios cuándo estas se encontraban con las de Camila, que la recompensaba presionando su centro húmedo aun más.

Lauren: ¡CAMILA! -No pudo evitar gritar cuándo sintió los labios de Camila envolver su pezón y chuparlo lentamente antes de comenzar con el salvajismo.

"Mierda. Mierda. Mierda. Mierda"

Sus dientes jugaban también, pero no tanto como su lengua.

Por dios...

Si eso podía hacer su lengua con su pezón no podía pensar lo que podía hacer con otras partes de su cuerpo.

"Triple mierda"

Sus centro palpitaba dolorosamente. Mierda, en serio estaba caliente.

Lauren: Te amo -Jadeo.

Camila se alejo de su pecho y la miro a los ojos, una hermosa sonrisa apareciendo en sus labios.

Camila: Te amo -Susurro antes de besarla.

Lentamente, comenzaron a retirar el resto de sus prendas, ayudándose con manos y dientes, el deseo aumentando con cada segundo y una capa ligera de sudor envolviendo sus cuerpos.

Camila: Hazme el amor -Jadeo bajo Lauren, que mordisqueaba su cuello con desespero. Sus pezones endurecidos se encontraban y rozaban, y los jadeos eran inevitables. Sus pieles juntas se sentían tan bien.

Lauren: ¿Estás segura? Podría dolerte... Podría... No lo se... No he estado con chicas. No he buscado en internet y... -Se callo cuándo sintió el sexo de Camila chocar contra el suyo, ambas liberando un gemido al instante.

Camila: Jódeme. Solo hazlo. Como quieras, pero hazlo... Me estoy quemando.

Y Lauren solamente lo hizo. Deslizo lentamente su mano por el cuello de Camila, descendiendo por sus pechos y su estomago hasta llegar a centro húmedo, comenzando a estimularlo lentamente, Camila cerrando fuertemente los ojos y dejando escapar leves gemidos que para Lauren eran la gloria.

Lauren: Estás tan mojada -Susurro al oído de Camila con una voz tan ronca que no habría podido reconocer en una grabación. La chica al instante elevo sus caderas para presionar aun más se sexo contra la mano de Lauren, la chica entendiendo de inmediato la indirecta de que debía aumentar sus estímulos.

Camila: Hazme... Hazme el... joder... mmm... mierda, Lauren... Hazme el amor ahora.

Nadie le explica a un pájaro como volar, y a una tortuga marina bebe no se le enseña a llegar al mar. Simplemente lo hacen. Es instinto.

Nadie le enseño al ser humano como hacer el amor.

Simplemente lo hizo.

Y Lauren estaba siguiendo sus instintos cuándo lentamente comenzó a deslizar uno de sus dedos por la entrada de Camila, escuchando sus suspiros con cada segundo.

Cuándo termino de introducirlo, la habitación quedo en completo silencio.

Lauren la miro.

Se veía simplemente perfecta, con los ojos cerrados, su labio entre sus dientes, una fina capa de sudor rodeándola y el placer recorriendo sus facciones.

Lauren: ¿Estás bien?

Camila: Yo... yo... -No parecía capaz de formular una frase coherente-. Mierda, Lauren... Haz algo.

Lauren: ¿Qué sucede? ¿Te duele?

Camila: ¡Lauren! -Suplico- Me estoy quemando. Haz algo.

Lauren simplemente sonrio complacida y comenzó a deslizar su dedo dentro de Camila por segunda vez, escuchando un largo suspiro de parte de ella, cosquillas viajando hasta su centro al sentir la humedad que rodeaba su dedo.

Camila: Más... ve más rápido...

Lauren no tardo en obedecer.

Comenzó a mover su dedo rápidamente, al ritmo en el que Camila literalmente gritaba de placer. Se acerco a sus pechos y los succiono mientras la embestía, agregando otro de sus dedos, Camila gritando su nombre al hacerlo. Se sentía bien.

Se sentía estúpidamente bien.

Camila: Mmm... Lauren.. Yo...

La chica simplemente parecía no poder hablar. Cada embestida la hacía callar, y Lauren no planeaba detenerse. El placer que le provocaba escuchar en esos gemidos podía notarse claramente en su húmedo y febril centro, que buscaba calmarse frotando una de las tersas y temblorosas rodillas de Camila.

Camila: Mierda... mierda... mmm... Lauren... Mierda... creo que... más... por favor, ve más rápido...

Lauren entendió que Camila estaba cerca cuándo sintió a todo su cuerpo temblar, y a su respiración acelerarse. Sus paredes comenzaban a contraerse en sus dedos y su humedad aumentaba.

La chica clavo sus uñas en su espalda.

Mierda. ¿Cómo el dolor puede ser tan excitante?

Lauren aumento el ritmo, añadiendo un tercer dedo, Camila acompañándola con el vaiven desesperado de sus caderas, Lauren chupando aun el endurecido pezón de su seno izquierdo.

Camila: Lauren... yo... mmm... mierda... Lauren... ¡LAUREN!

Y junto con este grito las paredes de Camila se contrajeron, su cuerpo se relajo y sus ojos se abrieron de par en par. Lauren se despego de su pezón y la miro mientras aun la estimulaba con uno de sus dedos. La chica estaba en el estado más puro y grande del placer humano.

Cuándo se tiene sexo se busca el placer propio, y llegar al orgasmo es lo único que realmente importa.

Cuándo se hace el amor escuchar a tu pareja gritar tu nombre y ver su cara de éxtasis es mucho más placentero que todos los orgasmos existentes en el mundo de los orgasmos juntos.

Lauren se recostó a su lado, esperando que la chica se repusiera, rodeando su cuerpo con sus brazos mientras la escuchaba respirar pesadamente y su febril centro aun reclamaba algo de atención.

Pero aun habría mucho tiempo para eso.

Sonrío cuándo la vio mover lentamente su cabeza hacía su rostro. En el momento en que sus ojos se encontraron, Camila se hecho a reír.

Y Lauren supo que, pasara lo que pasara, Camila era suya, y ella era de Camila, y acababan de hacer el amor, y nada en la vida podría arrebatarles ni hacerles olvidar eso.

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