La vieja campana de una capilla abandonada sonó ocho veces, luego ocho suaves golpes sonaron desde su interior. Entonces, una luz fluorescente cubrió completamente las paredes del salón, las ventanas y unas pocas luces tenues hacia el exterior.
Y los murmullos de personas fuera de la capilla aumentaron, unos pocos con interés o calma, como si fuese un evento común para ellos, pero otros retrocedieron, temerosos aunque con curiosidad. Sin lugar a duda, este pequeño grupo de personas vestían ropas desgastadas.
Sin embargo, lo más resaltante en ellos fue, la marca oscura en la frente de cada uno, este sería el estigma de una generación maldita, cuyo número simbólico cambiaría por cada nueva generación.
-Ha.... la marca... -Se escuchó el susurro cansado de un joven de ojos dorados mirando el número en la frente de su pequeño hermano.
La primera vez, habían oído de los más ancianos decir el estigma marcado en la frente de uno, era la maldición de una noble familia. En ese entonces, los jóvenes como él, no comprendieron su significado, pero... Entendieron con claridad que, a causa de esta marca habían sido desterrados.
No hubo una secuencia exacta saber cuando aparecía y desaparecía este desafortunado estigma; dos, tres, cuatro, en cada generación avanzaba la marca desdibujando y actualizando su número numérico romano, atacando siempre a los niños nacidos del octavo mes.
-No se puede evitar.
Y era cierto, aun cuando trataron de negar el linaje prohibiendo el nacimiento de niños, como una maldición, las mujeres, después del octavo mes, descubrirían una pequeña vida.
Sin ningún cambio, sin ningún síntoma, aún así, ellas tendrian dentro suyo al heredero del próximo estigma de la siguiente generación de aquella noble familia.
Y los ancianos se rindieron, permitiendo el nacimiento de estos niños no deseados, porque su llegada, era simplemente inevitable.
-Senior Nahon... ¡Senior Nahon! ¡Senior, los niños, ellos..
El joven de ojos dorados miró nuevamente con pánico a su pequeño hermano y a los otros niños, y los encontró mirando en trance a la capilla delante de ellos.
-Déjalos, su guía esta despertando. No es como si no lo supieras.
-¡Aun así-! -Sería doloroso para ellos, y aun eran niños pequeños, e ignorantes, ¡inocentes! Todos... todos los somos, pero aún así, tendremos que pagar esta deuda ajena. Tuvo este pensamiento, pero era inevitable, y era la realidad de su famiglia.
-¡Philippe Chattón! -El anciano, consciente de sus pensamientos, lo miró con expresión severa.
El joven cerró sus párpados respirando pacientemente negándose a ver la transición de poder a sus hermanos menores.
Las parejas cercanas miraron a sus hijos y luego al anciano Nahon, y a los otros silenciosos ancianos. Ellos comprendían, sus niños al cumplir su octavo año de vida recibirían la voluntad de sus antepasados.
Las ocho campanadas del octavo mes a niños del octavo año de vida; estaban intrínsecamente conectados con la maldición a la ofensa del ottavo líder de aquella nobleza, y a la voluntad del líder de su famiglia. Aunque, esta se recibiría en alguna capilla o iglesia abandonada, cercana a ellos.
Entonces aparecería, la voluntad como una neblina negra sin forma, pero siempre con un par de ojos dorados.
-Esta por empezar...
-¡Oh! ¡Ancestro nuestro, senior Chattón!
-¡Ah, ah! ¡Esta será la décima marcación!
Los ancianos silenciosos se reunieron alejándose a un paso a la vez de los niños, las parejas miraron a sus hijos retirándose junto a ellos, cuidando una distancia moderada.
-¡Antón! -Los niños corearon un nombre, y la luz de la deteriorada capilla desapareció. La neblina salida de la edificación los envolvió suavemente, y comenzaron a oírse llantos delicados.
Philippe abrió sus párpados, el llanto de los niños lo hizo estremecer, y junto a él otros jóvenes de su misma edad cayeron al suelo de rodillas sosteniendo sus cabezas rugiendo de dolor.
Era insoportable, estas punzadas...
-¡Agh...! ¡Laure, Laure, Laure tranquilo pequeño, agh, hermano, hermano esta cerca tuyo... Ahhh...!
Los llantos continuaron, los niños suplicaron el nombre de sus padres desgarrando sus vocecitas. Pero los ancianos detuvieron a estos padres sensibles. Y el más antiguo de ellos, Nahon, se dirigió a los jóvenes, que, agonizando y sosteniendo sus cabellos trataban de acercarse a la neblina oscura, suspiró con tristeza.
-Phillipe, Gerad, Serge, este es el octavo año... Entonces, la voluntad de sus llamas del cielo se dispersarán hacia la siguiente generación.
Poco a poco, los varios pares de ojos dorados se inyectaron en sangre, y como oro diluido perdieron su color convirtiéndose en cuencas negras.
⸢La voluntad de una llama del cielo residirá, siempre, en la ventana del alma de una persona heredada.⸥
-Senior... -La voz era cansada, y a Philippe le dolía sus pupilas, le ardía y picaba. Comprendió entonces, él perdía su poder...
Aunque nunca fue suyo. La neblina negra era la voluntad del ancestro, y las llamas del cielo le pertenecían, a él y a los niños del octavo año.
Los demás... Serían una descartada generación convirtiéndose en nutrientes de su voluntad.
La neblina negra se dispersó y mostrandose al grupo de niños de ojos dorados.
[La ruptura generacional ha iniciado.]
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Reborn observó las facciones suaves y delicadas de su alumno, no pudo evitar suspirar devolviendo la fotografía a la carpeta enmarcada por el actual lider Vongola.
-¿No es muy conveniente que fuera en esta fecha, Nono?
El Vongola negó con preocupación recordando el relato del antiguo líder.
El mundo detrás de la cortina, el bajo mundo. En sus inicios había sido simplemente un espacio nacido del desbordamiento de poderes de grandes familias. Pero para mantener aquel equilibrio se necesitaban la existencia de sistemas de alianzas, matrimonios y por supuesto, voluntades de sangre pura.
Quien poseyera una pureza superior, dominaba las riendas de su organización.
La fuerza de voluntad del cielo.
Cada lider fue poseedor de estas llamas, y cada uno tuvo un rango de pureza, a excepción de algunas familias menores. Aunque, algunas noblezas de grandes famiglias nacían con esta voluntad ellas la heredaban para sus descendientes.
Sin embargo, esto eventualmente se había convertido en una obsesión para algunos líderes menores reuniéndose y atentando contra las grandes familias.
Una caza por las llamas de atributos del cielo.
Ellos secuestraron a sus mujeres y asesinaron a sus niños no natos, como también a los bebés cuyas llamas fueran puras.
Pero las acciones de aquellas familias habían desencadenado la ira de los cimientos de cada organización.
Nono no fue testigo de aquellos tiempos, sin embargo recordó vagamente que el lugar donde había crecido, no era Mansión Vongola.
Tiempo después descubrió por sus medios que era una pequeña mansión anexa a esta, resguardada por guardianes dispuestos de Varia.
Si tuviese una línea fija de pensamiento arraigado dentro de él. Nono recordaría que, 'no se debía codiciar la voluntad de un heredero, aun menos, despertar la ira de su ancestro'.
Sin embargo...
El anterior lider fue juzgado por atentar contra su sangre.
Nono respondio entonces.
-¿No decian cuando naciera el reflejo del fundador, comenzaría su verdadero juicio?
Reborn noto la preocupación en sus palabras. No supo que responder, él también se enteró poco despues de que se convirtiera en un asesino a sueldo calificado.
Los engranajes de las familias relacionadas a Vongola eran complicadas. Pero también lo eran la codicia de aquellas familias sedientas de poder.
Y las consecuencias que desencadenaron, incurrieron en un desequilibrio generacional en Vongola. Desencadenado el nacimiento del reflejo del primer fundador para juzgar a Ottavo Lider.
-Solo es cuestión de tiempo que aparezca la persona que lleva el pecado de Ottavo.