Vamos con otro trocito de historia. Como siempre gracias a l@s que seguís por aquí. Y gracias por vuestros comentarios.... Petrarojas, danu-lex, SraBigotes , Wajibruja, AbigailSardothien.
¿Seguimos? Espero que os guste y espero vuestras opiniones.
Kara se acercó rápidamente a la puerta y decidió entrar aun sin el permiso de Sam.
-No te preocupes Sam, le he dicho a Lena antes de entrar que ya estaba llegando.- mintió rápidamente. -Me está esperando, no le importará que entre sin avisar.-
-Está bien, Kara.- dijo sin más objeción.
Kara intentó abrir la puerta, pero estaba cerrada con llave, volvió a mirar a través de la puerta y Lena seguía en la misma posición, incluso parecía como si su cuerpo cada vez sobresaliera más hacia la calle. Abrió la puerta forzando la cerradura y se acercó rápidamente a Lena.
-Hola Lena.- Kara la sujetó por la cintura, no quería que se asustara con su presencia y pudiera caer al vacío.
Lena emitió un pequeño grito de sorpresa, no se esperaba ni aquella voz ni aquel tacto, de repente se había imaginado que era Peter que había vuelto y su corazón se paró hasta que oyó el cálido tono de voz de Kara.
-Por Dios, que susto.- se llevó la mano al pecho e intentó tranquilizar su respiración.
-Siento haberte asustado. Sam te llamó un par de veces pero no contestabas, espero que no te importe que haya entrado.- Kara seguía sujetando a Lena por la cintura.
-Claro que no, no te preocupes. Había salido a tomar el aire y no me había dado cuenta de la hora.- Lena se fijó en que Kara no la había soltado del todo y que su pulgar jugaba con la cinturilla de su falda.
Kara siguió la mirada de Lena descubriendo que estaba mirando la cintura donde aún tenía posada su mano. La retiró rápidamente y se sintió avergonzada.
-Perdona. No quería que te asustaras con mi presencia y por eso te sujeté por la cintura. No quería incomodarte.-
Lena sonrió complacida y sin decir nada volvió a fijar la vista en el skyline de aquella ciudad. Su edificio era el más alto de National city y eso le permitía tener una de las vistas más privilegiadas.
-Tiene que ser liberador poder volar.- dijo por fin.
-¿Cómo dices?- preguntó Kara sobresaltada.
-La sensación del viento en la cara, nada que te sostenga o que te ate a la tierra. Debe ser una sensación agradable.-
-Nunca me lo había planteado.- disimuló mientras miraba de soslayo a Lena. Tenía aquella verde mirada perdida en la profundidad de sus pensamientos, podría parecer serena pero Kara notaba como de vez en cuando la mandíbula de Lena se tensaba con movimientos casi imperceptibles.
Lena apretó con fuerza la barandilla, el sabor de Peter se había vuelto a instalar en su garganta, haciendo que su respiración se acelerara en busca de aire que limpiara sus recuerdos. Se impulsó de nuevo, levemente, como queriendo sobresalir más tras la barandilla y cogió aire con ansiedad.
-Lena ten cuidado, podrías resbalarte.- Kara puso su mano encima de la de Lena y notó como esta se relajaba.
Lena no apartó la mirada del horizonte pero sonrió agradecida ante ese suave contacto.
-Sería una manera absurda de acabar con todo.- bromeó mientras notaba como Kara había empezado a acariciar su mano con el pulgar en un acto que creía distraído.
-Sí, ya veo los titulares. Lena Luthor muere tras caer de la azotea.- Kara quería restarle importancia a la situación. -Y en letra pequeña me nombrarían a mí como daño colateral por haber intentado salvarte.-
-Si hicieras eso no podrías firmar el mejor titular del año.- Lena rió con sarcasmo.
-Espero que mi mejor titular no incluya ninguna muerte y menos la tuya.- respondió con sencillez mientras retiraba la mano de la de Lena.
Lena la miró a los ojos sujetando aquella azul mirada que parecía querer penetrar en sus pensamientos, Kara tenía la habilidad de hacer que todo fuera fácil. Con esa simple frase y aquel gesto desinteresado había conseguido que la respiración de Lena se tranquilizara. Sin ni siquiera saberlo, Kara estaba en proceso de salvar su día y Lena no sabía porque le había otorgado ese poder a la periodista.
-¿Te encuentras bien?- preguntó Kara. Lena había relajado su mueca tensa, pero seguía teniendo una mirada triste que no le había visto nunca.
-No ha sido un buen día.-
-Si quieres podemos dejar la entrevista para otro momento.-
-Claro, la entrevista.- por un momento había olvidado el motivo por el que Kara se encontraba en su despacho. Les había prometido un reportaje y cumpliría con ello. –No voy a dejar que hayas venido para nada. Tu tiempo también es valioso, no quiero que lo desperdicies por mi culpa.-
-Si no estás bien podemos posponerlo, no me importa, de verdad.- Kara sonrió dándole a entender que era sincera en sus palabras.
-Solo necesitaba ordenar un poco mis ideas, no he tenido una buena mañana... demasiadas visitas inesperadas que no han acabado como me hubiera gustado.-
Se quedó de nuevo absorta pensando en Supergirl, en Peter, en Alex y por supuesto en su madre. Un escalofrió recorrió su cuerpo manifestando su malestar por aquella situación en la que se había visto involucrada sorpresivamente. La noche anterior había estado disfrutando de un descanso merecido y ahora su vida se sumía en un caos que le obligaría a tener que pagar un gran precio para poder salir de él. Y ahora, en vez de empezar a pensar en como iba a solucionar todo aquello, se encontraba enfrente de Kara, recordando aun el breve contacto con su cintura y agradeciendo el toque de preocupación que reflejaban aquellos ojos.
Kara no sabía que había ocurrido esa mañana en ese despacho, pero Lena había cambiado mucho en aquellas pocas horas. Incluso con lo que había discutido con Supergirl, Lena no había demostrado esa mirada derrotista en ningún momento, al revés, se había enfrentado a ella y había luchado por lo que creía cierto. En cambio ahora parecía frágil y desprotegida, definitivamente ocultaba algo y tenía que averiguar que era. Solo esperaba que no fuera porque estaba involucrada en algo relacionado con CADMUS.
-Entonces quizás mi visita no es lo que más necesites ahora mismo.- dijo Kara tras ver que Lena se había quedado de nueva sumida en sus pensamientos.
-Al contrario, tu visita está siendo lo mejor de mi día.- Lena sonrió ante el rubor que Kara estaba demostrando. –Pero entremos al despacho, aquí fuera vamos a congelarnos.- Lena dejó que Kara entrara primero y le indicó que podía sentarse en el sofá, quería un espacio más desenfadado, no quería que hubiera una mesa separándolas.
-¿Quieres un café u otra cosa?- Le ofreció.
-No gracias, así estoy bien.- Kara sacó su grabadora y su libreta. Le gustaba tomar notas de sus impresiones en vivo, en la grabadora solo quedaba reflejada la voz, pero no así los gestos o miradas del interlocutor. -¿Te molesta si grabo la conversación?-
-No, claro que no. Pero si no te importa yo voy a prepararme una copa.- Lena se acercó al mini bar y se puso una copa de whisky, no solía beber y menos si estaba reunida, pero en aquellos momentos necesitaba algo que limpiara su garganta.
-Tú dirás, Lena.- le apremió.
Le dio un trago a su copa y se sentó en el sofá al lado de la periodista evitando invadir su espacio vital, aunque lo que más necesitara en aquellos momentos fuera una mano amiga en la que apoyarse.
-No sé si vuestra revista hace este tipo de reportajes, pero me gustaría dar a conocer mi nueva fundación. Tiene como objetivo ayudar a los niños huérfanos que están en proceso de adopción y también presta ayudas económicas para las familias de los que están en casas de acogida.-
-Oh, pero eso es maravilloso, no sabía que tenías una sociedad benéfica.-
-Llevo ya varios años haciendo donaciones a diferentes iniciativas, pero he decidido que este año iba a crear mi propia fundación, quiero tener conocimiento en todo momento de lo que se hace con mi dinero. Y ¿qué mejor comienzo que emplear mi dinero con los más desfavorecidos?-
-Hablaré con mi editor, pero no creo que ponga ningún problema. Es un buen reportaje.- Kara ya había comenzado a tomar notas, esbozando ideas sobre como enfocarlo. -¿Qué pretendes sacar con este reportaje?-
-Sería una manera de concienciar a la gente para que se diera cuenta de que aún hoy en día hay niños que no tienen un hogar estable. Nunca vienen mal voluntarios o donaciones.-
-¿Te puedo hacer una propuesta?-
-Claro.-
-Con esto no quiero ofenderte, pero ya sabes que aunque hayas cambiado el nombre de la empresa y estés corrigiendo los pasos de tu hermano, tu apellido sigue dando desconfianza a la población.- dijo con cautela.
-Te agradezco tu diplomacia, Kara. Pero no te preocupes, sé los problemas que acarrea este apellido, últimamente me lo recuerdan muy a menudo.- fingió una sonrisa y bebió otro trago.
-Por eso creo que si hablaras sobre tu adopción y sobre lo que supuso para ti, la gente se sentiría más cercana a tu causa y tendrías más apoyos.-
-No me gusta hablar de mi vida privada.- espetó con recelo.
-Sería por un buen motivo, y podríamos enfocarlo de forma muy sutil, nada de negocios, ni de interacciones familiares si no quieres. Solo tú y tus experiencias sobre tu infancia como niña adoptada.-
-Si tengo que hablar de mis experiencias como niña adoptada creo que ningún niño querría ser adoptado nunca. Aunque entiendo que mi caso es aislado y que todo niño debería tener lo oportunidad de poder criarse en su propio hogar.-
Kara la miró con extrañeza, no sabía que responder a lo que Lena acababa de decir.
-Digamos que la relación con mi madre no es un buen reclamo.- explicó.
-¿Quién no ha tenido problemas con sus padres? Seguro que está orgullosa de lo que has conseguido.-
-No creo que sepa lo que he conseguido, y en su vocabulario la palabra más exacta sería decepción.-
-Lo que tú prefieras entonces.- Elevó los hombros a modo de resignación. -Me das datos más exactos sobre tu fundación y sobre como gestionarías el dinero y yo lo publico.- dijo dando su brazo a torcer.
-Kara, si no tuvieras que lamerme el culo para posteriores entrevistas más interesantes ¿qué me dirías en estos momentos?- Lena sonrió y le guiñó el ojo en actitud cómplice.
-Primero, que no te lamo el culo, mi jefe es el que lo hace a través de mí. Y segundo, te diría que deberíamos ceñirnos a mi idea. No hace falta que cuentes nada que no quieras, incluso en una familia desestructurada hay tiempo para buenos momentos, céntrate en eso.-
Lena la miró y descubrió que lo que decía Kara no era una simple excusa para continuar con el reportaje, realmente creía en lo que decía, creía que siempre había un lado bueno en las cosas.
-Está bien, entiendo tu punto de vista. Pero quiero que sea algo muy superficial y de buen gusto, nada de entrar en ñoñerías ni sentimentalismos de ese tipo.-
-Sé exactamente por donde movernos. Confía en mí.-
-Ya lo hago, por eso vamos a usar tu idea.-
Lena comenzó a hablar de su proceso de adopción, ella era un bebé casi recién nacido, su madre había muerto durante el parto, o eso le habían dicho y sin otro familiar más cercano tuvo la suerte o la desgracia de que la familia Luthor la adoptara. De pequeña se lo ocultaron y fue a raíz de la muerte de su padre, cuando surgieron problemas legales y le dijeron que era adoptada. Hizo pocas preguntas sobre su familia biológica y tampoco fueron respondidas, así que había optado por no querer saber más. Su familia era quien la había criado y aunque a veces se preguntaba si su infancia y adolescencia hubieran sido más felices en otro hogar, ya no tenía solución, así que prefería ser práctica y conformarse con lo que la vida le había dado.
-¿Qué motivó a tus padres para querer adoptar a un hijo?- ante la negativa de Lena a contestar Kara insistió un poco más. –Quizá tu respuesta ayude a otras parejas a eliminar reticencias y a animarse a adoptar a un niño.-
Lena guardó silencio, nunca antes le habían hecho esa pregunta. Podría parecer una pregunta sencilla y fácil de contestar pero era demasiado difícil sacar conclusiones.
-Apaga la grabación por favor.- dijo rotunda.
Kara cambió el gesto y una mueca de extrañeza se reflejó en su rostro.
–Quiero que esto sea off the record.-
-Está bien.- contestó tras unos segundos sopesando la idea.
-Recuerda que confío en ti.- Lena quería asegurarse de que Kara entendía que le iba a realizar una confesión difícil.
-Lo sé. No voy a poner nada que tú no quieras.- En otra situación pondría objeciones, querría la información veraz y completa, pero en este caso veía a Lena muy afectada y al fin y al cabo querían promocionar una fundación, no la vida privada de Lena Luthor. –Sé que confías en mí y no te traicionaré.- le animó ante la reticencia que observaba.
Lena se levantó del sofá y se rellenó la copa, no podía contarlo si Kara la miraba a los ojos.
-Antes no te he dicho exactamente toda la verdad sobre mi adopción, lo que has oído es la versión oficial.- cogió aire que renovara sus pulmones y empezó a expulsar la verdadera razón de su adopción. -Mis padres tenían problemas en su matrimonio y mi madre tenía miedo de que mi padre le pidiera el divorcio, más que por perder a mi padre, tenía miedo de quedarse sin dinero. Así que sabiendo que otro hijo era lo que más deseaba mi padre, hizo todo lo posible por quedarse embarazada. Mi padre nunca la hubiera abandonado en esa situación. Así que cuando pasado el primer trimestre sufrió un aborto espontáneo, decidió ocultarlo y mantuvo la farsa del embarazo. No sé como lo logró, supongo que aprovechó los continuos viajes de mi padre y ella misma se ausentó grandes temporadas durante lo que se suponía era el embarazo... el caso es que consiguió engañar a mi padre y a golpe de talonario consiguió una niña adoptada en tiempo record... y así aparecí yo en escena.-
-¿Pero y tu padre... y el parto?- preguntó incrédula.
-Con dinero se consigue todo Kara. Y bueno, lo de engañar a mi padre era entre comillas. Mi hermano me contó que mi padre lo sabía, pero él estaba feliz de tener una hija, así que evitaba el tema.-
Kara se quedó en silencio. Se esperaba cualquier razón menos aquella. Tenía que decir algo, pero cualquier cosa que hubiera dicho estaría fuera de lugar, no había palabras que pudieran describir lo que sentía ella en esos momentos.
-Es horrible, lo sé.- Lena necesitaba cortar aquel silencio, de repente se sentía avergonzada de que Kara supiera la verdad. –Por favor, olvida que te lo he contado, no sé porque lo he hecho.-
-Yo... yo no sé que decir. Lo siento mucho Lena.- Kara se levantó, se acercó más a ella y tuvo la necesidad de tocarla, simplemente para que supiera que tenía a alguien cercano en el que confiar.
-No tienes que decir nada. Es lo que es y no hay forma de cambiarlo. Lo más gracioso, si es que hay algo gracioso en esta historia, es que mi padre falleció cuando yo tenía 6 años, si mi madre hubiera aguantado un poco más se hubiera librado de tener que adoptarme.-
-No digas eso.- Le apretó el brazo con su mano intentándole dar confort. -Seguro que al final tu madre se alegró de haberlo hecho.-
-Como se nota que no la conoces. Mi madre nunca me quiso. En cuanto falleció mi padre le faltó tiempo para decirme que era adoptada, ya no necesitaba mantener el secreto, ni tratarme como si fuera de su misma sangre. Si hubiera podido me hubiera devuelto, pero habría quedado mal ante sus amistades, así que tuvo que cargar conmigo y se encargó de recordármelo todos los días. Cuando se filtró a la prensa rosa que yo era adoptada, ella dijo que habían comenzado los papeles de adopción cuando se quedó embarazada y que la noticia de saber que iba a dar a luz a un bebe muerto la tenía tan destrozada que decidieron seguir adelante con la adopción. De paso aprovechó para dar publicidad a su altruismo y dijo que lo habían ocultado porque querían esperar a que yo fuera mayor para entender la situación, no querían traumatizarme.- hizo una mueca de resignación. –Todo una bonita farsa. Así que Kara, es muy loable de tu parte el pensar que las cosas al final se arreglan, pero no siempre hay un final feliz para cada historia.-
-Tú historia no ha finalizado aún. Pero de todas formas mírate, creo que lo has hecho bastante bien y que te has convertido en lo que eres ahora a pesar de tu madre.-
-¿Y que soy ahora?- intentó sonreír, pero no pudo. Bajó la cabeza y pensó en su madre y en Peter y en como seguían modificando y mortificando su vida. Se sentía un pelele que tenía poco que ofrecer a los que la rodeaban.
-Lena, mírame. –Kara elevó el rostro de Lena hasta que sus miradas volvieron a encontrarse. -Eres una mujer extraordinaria, inteligente y amable que lucha por lo que considera que es justo.-
-Tienes una opinión muy sesgada de como soy. Si tuvieras toda la información, pensarías de otra manera.-
-Tienes razón, yo solo conozco lo que me muestras.-
-Exacto.-
-Pero que casualidad que solo me muestres cosas buenas...-
Kara acarició la mejilla de Lena, y ésta se descubrió deseando que aquel tacto fuera más frecuente. Pero Kara la retiró con prontitud, se estaba tomando unas libertades con Lena que no creía merecer y además ahí estaba como periodista, no podía dejarse atrapar por el sentimentalismo, tenía que ser imparcial y obviar sus emociones.
Se separó de ella y volvió al sofá aparentando calma, tenía que seguir con la entrevista.
-¿Tú adoptarías a un niño?- preguntó la periodista por fin, tras un largo silencio.
-Siendo que he creado una fundación para ello, suena un poco contradictorio, pero no sé si es buena idea traer a otro Luthor a este mundo.-
-No digas tonterías.-
-Digamos que tampoco tengo mucho instinto maternal, así que esta fundación es mi granito de arena, así puedo ayudar a los niños que necesitan una familia y a las familias que quieren adoptar a un niño.- Lena esperó a que Kara terminara de tomar notas -¿Tú adoptarías?-
Kara se sorprendió ante aquella pregunta. Desde que había llegado a la Tierra nunca había vislumbrado un futuro con una familia propia, una pareja y niños jugando en el jardín. Desde luego si quería tener hijos sería por medio de la adopción, pero con la vida que llevaba no sabía si sería una buena idea.
-No lo sé.- dijo por fin. –De momento haré una modesta donación a tu fundación y más adelante ya veremos.-
-Ninguna donación es modesta. Te agradezco tu gesto.-
Sus miradas se cruzaron y de nuevo las mantuvieron en silencio durante unos segundos. Kara carraspeó y bajó la mirada hacia su cuaderno.
-Lena, ¿qué te parece si en el reportaje intercalamos alguna foto tuya de cuando eras pequeña?, sola o con tu familia, como quieras.-
-¿Es necesario?-
-Necesario no, efectista sí. La gente te vería más cercana, más como el resto de los mortales, necesitas llegar a la gente de clase media que mira con recelo a la gente rica.-
Lena sopesó la idea, no le gustaba mucho el tener que mostrarse cercana, siempre había procurado mantener las distancias, así le había sido más fácil superar las decepciones que la gente terminaba produciéndole.
-Está bien. Te seguiré haciendo caso. Pero tendremos que ir a mi casa, es ahí donde guardo mis fotos antiguas.-
-¿Tendremos? Había pensado que las mandaras a la revista.-
-Bueno, prefiero que las elijas tú.- Lena miró la hora y descubrió con sorpresa que llevaban casi una hora hablando. -Que tonta soy, no me había dado cuenta de la hora y supongo que estarás muy ocupada, no quiero robarte más tiempo. Te las mandaré lo más pronto posible.- Intentó sonreír despreocupada, pero se le veía cansada y decepcionada con el día.
-Tranquila, no es eso.- Kara miró su móvil pero no tenía ningún mensaje. -En estos momentos estoy disponible, solo que no quiero que te sientas obligada a nada.-
-No lo hago. Simplemente hace mucho tiempo que no reviso mis viejas fotos y me sentiría más cómoda si alguien de confianza lo hiciera por mí.-
-Pues entonces soy toda tuya.- Kara se ruborizó al oír la frase que ella misma acababa de pronunciar, Lena lo vio y sus ojos sonrieron ante esa reacción.