Jeonghan se tuvo que quedar solo con el padre de Jisoo, cuando su madre y él se fueron a hablar a solas.
Fue algo realmente incómodo, pero para su suerte, no duro demasiado, ya que la mujer y Hong volvieron de manera rápida.
— La cena terminó. — Anunció su madre. — Y me imagino que tú y Jeonghan tienen mucho de lo que hablar, ¿No es así? — Dijo mirándolos a ambos.
El pelinegro miró a Jisoo con expresión confundida.
— Si, Jeonghan, sigueme. — Le dijo al omega tomándolo del brazo, para luego sacarlo e irse juntos de allí.
(...)
El pelinegro tenía muchas preguntas en su cabeza.
¿Por que Jisoo lo estaba llevando a su habitación? ¿De que había hablado con su madre? ¿Y como se habrán tomado lo de su embarazo?
— Jeonghan. — Lo llamó una vez que habían llegado hacia la habitación del alfa. — Necesito hablarte de algo.
— ¿Qué sucede? — Cuestionó.
Hong suspiró.
Se acerco hacia él, comenzando a acariciar su cuello suavemente.
El omega se puso nervioso.
— ¿Q-Que haces?
— Ya le dije a mi madre que pienso hacerme cargo de ese bebé, aunque ella no lo quiera, y acepto.
Eso le quito un gran peso de encima a Jeonghan.
Pero, aún así sentia que había algo más que Jisoo no le estaba diciendo.
— Ahora que mis padres lo saben, no quiero que trabajes más. — Le dijo alejando su mano del cuello de él.
— De acuerdo, no trabajaré, pero sólo porque mi condición física no me lo permite.
El alfa asintió sin expresión alguna en el rostro.
— ¿Tienes que decirme algo más? — Preguntó el pelinegro expectante.
Jisoo se mantuvo en silencio, como debatiéndose en su mente si decirle lo que había hablado con su madre o no.
— No, no hay nada más. — Respondió.
No quería asustar a Jeonghan.
No quería decirle que debía marcarlo, cuando posiblemente él no querría eso.
¿Por que últimamente se preocupaba tanto por él?
¿Seria sólo por el embarazo o había algo más?
No quería pensar que se estaba enamorando de él, pero tal vez, eso estaba pasando justamente.
Rápidamente había pasado una semana desde aquella cena, y su madre seguía insistiendo en que Jisoo debía marcar al omega.
Él nunca huiría ni dejaría sólo a Jeonghan, no entendía por que la mujer insistía en eso.
— Es por la seguridad de Jeonghan, hijo. — Le explicó ella. — Si, puede que al principio, cuando llego aquí, sólo lo haya visto como un simple y ordinario omega al que usabas para entretenerte, pero desde el momento en el que lo embarazaste, se transformó en el padre de mi futuro nieto o nieta, al igual que tú. Y creo que... — Suspiró. — Aunque yo no te lo haya ordenado, tú tarde o temprano lo marcarías, simplemente estoy acelerando el proceso.
Eso dejó pensando a Jisoo.
¿A que se refería cuando decía que tarde o temprano el lo marcaría?
— Mamá, lo siento pero no puedes obligarme a marcarlo, él probablemente no quiera eso.
— El sí va a querer, ¿Alguna vez me he equivocado en algo? Por supuesto que no, creeme.
Quizás la mujer tenia razón.
(...)
La noticia del embarazo de Jeonghan, no le había caído nada bien a Junhui.
En verdad se esperaba todo, menos eso.
La razón por la que le había afectado tanto, era porque el chino había generado un cierto afecto y atracción hacia el pelinegro.
Y ahora, al haberse enterado que estaba esperando un hijo de nadie más que su propio primo, lo dejo impactado, y algo triste.
— Oye, cambia esa cara larga. — Le pidió Jihoon. — No es el fin del mundo, hay muchos peces en el agua amigo, ya encontrarás a alguien más, ahora solo tienes que apoyar a Jeonghan por lo que esta pasando, ¿No te parece?
— Si, debería apoyarlo. —Afirmó él.
— Me alegra que pienses así, ponte bien. — Trato de animarlo. — Iré a ver como está, hoy había amanecido con unos mareos fuertes.
Jun asintió mientras veía al pelirosa dirigirse escaleras arriba, para ver a su amigo.
Una vez Jihoon se encontró allí, comenzó a hablar con su amigo, aprovechando un poco de su tiempo libre que le daban los Hong.
— Jihoonnie, la verdad es que tengo que decirte algo. — Le dijo sentándose en la cama.
— ¿Qué cosa?
— Oí a Jisoo hablar con su madre. — Admitió. — Ella le pedía que me marcara.
— ¿Q-Qué? Pero-
— No terminé. Jisoo se negó porque decía que yo no iba a querer eso.
— Oh. — Jihoon parecía aliviado. — Pero, pareces algo decepcionado, ¿Acaso tu si querías que... Te marque?
Jeonghan no dijo nada.
En realidad no había pensado eso.
Cuando un alfa marcaba a un omega, el lazo que los unía era muy fuerte, tanto que ni siquirra podría alejarse por mucho tiempo de él.
¿Seria correcto dejarlo que lo haga?
No estaba muy seguro.
— Jeonghan, te fuiste a otro planeta como por cinco minutos. — Le dijo el pelirosa.
— Lo siento. — Se disculpó. — Es que realmente no sé que hacer, no sé por qué su madre le insistía tanto en que me marque, y el hecho de que él no me obligue, me parece algo... Tierno, sinceramente.
— ¿Tierno? Por favor no me digas que acaso te enamoraste de él o algo así. — Comentó su amigo bromeando.
El más alto no dijo nada.
— Él sólo esta siendo amable contigo, no te dejes llevar.
— Jihoon ¿Que te pasa? Tú no eres así.
— Nada, es solo que me da un mal presentimiento.
— ¡Acepto hacerse responsable del bebé y no quiere marcarme sin mi consentimiento! Además, no quiere que trabaje para que descanse y me esta tratando muy bien últimamente, ya no es el mismo Jisoo que yo conocí cuando llegue, cambio y mucho. Y si yo quiero dejar que me marque, lo haré.
(...)
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