Todo estaba pintando color de rosa, así lo veía JiMin. Los tres parecían llevarse extremadamente bien desde el día de la confesión de YugGyeom a JungKook, desde aquella noche en la que TaeHyung y JungKook durmieron juntos en el suelo. JiMin no quería pensar mucho en ello, quería disfrutar de la paz que se le estaba regalando en aquel momento. Era ajeno a la realidad, una realidad cada vez mas pesada y notoria a los ojos de cualquiera excepto los suyos. La verdad era que JiMin, sin querer, había dejado de lado a sus parejas y apenas les hablaba, por temor a que si lo hacía, o se ponía meloso, todo se arruinaría nuevamente entre ellos. Razón por la cual, Park comenzó a ocupar todo su tiempo libre en trabajo y estudio, sin dejarle tiempo a los chicos para que fueran a compartir a su departamento nuevamente. Aquello fue notado por su jefe, el cuál le dio un día libre, en sentido obligatorio, para que pudiera descansar. JiMin derrotado, y sin nada mas que hacer además de extrañar de forma extrema a Jeon y Kim, los invitó a su casa como no lo hacía hace mucho.
TaeHyung continuaba ignorando a MinJae olímpicamente y con mayor ganas aún luego de la extraña noche en la que JiMin se culpó por sus lágrimas. Aquél día mantuvo la distancia al igual que los demás días. Su recorridos eran solo los que el trabajo le exigía y su tiempo en el camerino era ínfimo.
Estaba reponiendo en la sección de enlatados cuando un fuerte sonido cercano llamó su atención. Bajó de su escalera rápidamente y corrió hacia el lugar donde el estridente ruido vino, encontrándose a MinJae en una extraña y preocupante posición en el suelo.
-¡¿Qué ocurrió?! ¿Estás bien?- fue lo primero que se le vino a la cabeza preguntar cuando se arrodilló para ayudar a MinJae.
-Nada, sólo no apilé bien estas cosas- respondió apenas Min con voz afligida y abriendo los ojos-No me he sentido bien estos días, en realidad.- La tos que continuó su frase la reafirmó.
Antes de continuar hablando, TaeHyung recogió a MinJae del suelo y lo sostuvo en sus brazos, ya que el chico parecía estar a punto de desmayarse en cualquier momento. Su cuerpo estaba demasiado caliente, incluso existía la posibilidad de que tuviera fiebre. Alejó la mirada del chico para observar su reloj de muñeca, la hora de salida de acercaba junto con JiMin y en la posición que se encontraba no era lo primero que quería que este viera.
-¿Puedes mantenerte de pie?- MinJae apoyó sus piernas en el suelo con delizadeza, pero aún así tuvo que levantar la derecha rápido debido a un dolor punzante, el cual demostró con un leve gemido.
-Me duele un poco el tobillo, creo que...con un poco de ayuda podré llegar al camerino y pedir un taxi o algo. ¿Puedes llamar a Jackson o a alguien para que me ayude? Se que te tienes que ir.
A pesar de que MinJae tenía razón con lo que tenía y quería irse, no podía dejarlo ahí solo a los cuidado de cualquiera, no después de escuchar su voz entrecortada y su rostro perdido. Pasó el brazo del contrario por su hombro y lo ayudó a caminar hacia los camerinos. Los pequeños gritos de dolor que este profería le dieron otra idea, quizás MinJae debía ir al hospital...y quizás el lo podría acompañar.
-Min, creo que deberías ir a ver a algún médico. Tu tobillo no se ve bien. Te puedo acompañar- TaeHyung apenas creía sus palabras. ¿Qué se suponía que estaba haciendo? En menos de una hora JiMin estaría ahí para llevarlo a su departamento.
-No quiero, no creo que sea algo tan terrible.- Ya habían llegado a los camerinos, por lo que Min se sentó en una de las banquillas mientras sacaba sus cosas de su casillero, abierto previamente con ayuda de Tae -¿De verdad quieres ayudarme?
TaeHyung asintió, más por impulso que por otra cosa. Se arrepintió al instante, pero ya no había marcha atrás.
-Entonces llévame a casa.
El moreno mordió sus labios sin saber que responder. No podía evitar sentir culpa, quizás si no hubiera ignorado a MinJae todo ese último tiempo, hubiera notado que el chico llevaba enfermo hace días y así lo hubiera enviado casa y se habría evitado el accidente. Lo del beso no fue causado por él, pero tampoco tenía que ser tan cruel. Min solo se había dejado llevar por lo que sentía.
-Está bien.
La casa del mayor no quedaba muy lejos del supermercado, para ser sinceros, tan solo a unos minutos. Bajaron del taxi despacio, cuidando que el pie de Jae no tocara el suelo en ningún momento, ya que parecía bastante hinchado y de tonalidad violeta. Tae seguía pensando que era mejor llevarlo al hospital. Entraron al departamento que se encontraba en el tercer piso- habían subido por el ascensor-, Tae fue quién abrió la puerta con la llave que Min le entregó.
-Muchas gracias, Taetae. ¿Puedes hacerme otro favor?- el rostro del mayor aún mostraba debilidad y cansancio, por lo cual el moreno aceptó al instante- ¿Puedes llevarme a mi cama, por favor? Si me dejas aquí, conociéndome, me quedaré a dormir en el sillón.
-No te preocupes. No me iré de aquí hasta que estés cómodo.- La culpa podría hacer de TaeHyung el hombre mas servicial y maleable de mundo.
Esta vez, lo tomó en brazos para llevarlo con mayor rapidez a la habitación. MinJae, aprovechando la situación, apoyó su cabeza en el pecho del moreno, cerrando los ojos y disfrutando del corto trayecto. Tae lo dejó sentado a un lado de la cama, para correr las colchas y luego lo ayudó a acostarse de forma correcta y comprobó que estuviera cómodo. Lo ultimo fue confirmado cuando una satisfactoria sonrisa apareció en el rostro de Min.
Luego de unos segundos, el mayor acercó sus manos a la mesita de noche y del cajón, sacó algunos medicamentos que, como Tae supuso, eran para el resfriado. Se mantuvo observándolo por un rato, un largo rato, mientras el chico guardaba los envases de los medicamentos ya tomados y se volvía recostar correctamente, cerrando sus ojos. Tan concentrado estaba el moreno observando al mayor, que notó una protuberancia en su frente. MinJae se había golpeado la cabeza, por eso su voz afligida y sus bajos ánimos, ya que a pesar de ignorarlo, notaba su comportamiento diario y este no parecía erróneo en días anteriores. Corrió a la cocina en busca de hielo junto a una bolsa de plástico para evitar que se le pegara a la frente. Volvió a la habitación y la puso en donde estaba la hinchazón, ganándose un pequeño quejido de parte de Jae.
-¿Está muy mal?- Habló el mayor con la voz adormilada.
-¿Qué cosa?
-El golpe...¿fue muy malo?- esta vez Min abrió los ojos, posandolos junto con una linda sonrisa, en el rostro preocupado y tierno de Tae.
-N-no, sólo es hinchazón.
-¿Puedes poner netflix? o solo acércame el control...si quieres.
Los ojos de Tae también se habían posado en el rostro de MinJae que ahora parecía mucho mejor que hace unos minutos, más saludable. Sonrió, al igual que el mayor lo estaba haciendo.
-No hay problema.
-Eres como mi enfermero personal- soltó como broma junto a una pequeña y muda risa.-De verdad, gracias.
La conexión de miradas no se había interrumpido en ningún momento desde que empezó, pero el fuerte pitido del telefono móvil de TaeHyung los trajo a ambos a la realidad, cortando aquel raro y especial momento entre ellos.
Tae sacó su móvil del bolsillo y revisó el mensaje resivido. Se trataba de JiMin, quien le estaba avisando que ya iba a ir por el al trabajo. La realidad cayó en el moreno cual balde de agua fría. No sabía que decirle, pero supuso que no tendría otra cosa más que hacer que mentir. Si le decía algo sobre MinJae y si JungKook estaba con JiMin en ese momento, todo se iría a la perfecta mierda, porque seguro Jeon no dudaría ni un segundo en abrir la boca y soltar todo.
-No estoy en el trabajo- comenzó a teclar Tae con sus dedos temblorosos, apenas sosteniendo el célular-El jefe me ha enviado a hacer unos tramites, ya que el chico que hace esas cosas no se encontraba en condiciones. Luego voy a tu casa, amor.
Envió y cerró los ojos con fuerza, sin guardar el móvil hasta que la respuesta de JiMin llegara. El pitido tan esperado resonó en su oreja y revisó al instante.
-Que mala suerte, Taetae. No hay problema, aquí estaré. Te espero. Cualquier cosa me avisas. Te extraño mucho.
Decir que la frase final no le dolió era mentira. JiMin le creía, JiMin siempre confiaba en él. No sabía en que momento se había en un mentiroso de primera. Desde el beso, cada día se había vuelto más pesado. Mirar a JiMin a los ojos y abstenerse a contarle la verdad era una tortura. No quería ver a JiMin llorar por su culpa. Realmente no quería eso.
Pero tampoco podía dejar a MinJae así.
-¿Era JiMin?- El mayor no había borrado la sonrisa de su rostro. Aún lucía cómodo y a gusto.
-Me quedaré un rato- respondió evitando la pregunta -No te preocupes.
Tae acercó una pequeña silla que estaba al lado del escritorio y la puso al lado de la cama, en dónde se encontraba MinJae, para sentarse ahí y evitar estar con él en su lecho. Quería marcar un límite y sentía que eso era -aunque de forma inocente- una manera de hacerlo.
-Tengo sueño.- Jae volvió a cerrar los ojos y formó con sus labios una mueca triste.
-Descansa- el moreno, al escuchar la voz de Min tan adormilada, no sé le ocurrió otra idea que acariciar su cabello de forma suave, quitando así la bolsa de hielo que afirmaba. Ya ni siquiera se preguntaba el mismo que estaba haciendo.
-¿Te irás?
-Sabes que tengo que hacerlo, pero esperaré a que te duermas.
-Está bien.
No fue mucho el tiemo que Tae tuvo que esperar para que la respiración de MinJae se volviera lenta y tranquila, indicando que se había dormido. Dejó de acariciarle el cabello, pero no sacó la mano de su frente. En vez de eso, corrió los cabellos que la ocultaban y observó detenidamente sus facciones y rostro, su delicada piel y la forma de sus labios, ojos, nariz y mejillas. No podía negar que su mayor tenía un rostro muy dulce, era muy guapo y que...sus labios eran deliciosos. Mierda, pensó. No podía borrar aquel beso de su mente aunque lo intentara mil veces. Las sensaciones que le había causado en ese momento eran demasiado lindas, eran sensaciones que en ese momento necesitaba y que ahora, mientras lo observaba, también. La culpa y el deseo lo estaban consumiendo de apoco. MinJae no parecía una mala persona, de hecho era muy amable y tierno con él, siempre lo fue, desde que lo conoció. Aunque pareciera que a JiMin no lo pasaba ni con vaselina, tenía sus razones, las cuales eran que no le gustaba la tristeza que los ojos de Tae ocultaban por culpa del rubio.
Sin pensarlo más, TaeHyung acercó su rostro con cuidado al rostro de MinJae y besó su frente con una delicadeza y suavidad absoluta, temiendo despertarle al menor contacto. Tuvo suerte, ya que el mayor siguió metido en su pesado sueño, más solo se dibujó una pequeña y recorfortante sonrisa en su rostro. El moreno, al notar lo que hizo, se levantó rapidamente de la silla y sacó su móvil del bolsillo -para revisar si es que JiMin había querido comunicarse con el- y luego marcharse.
Una notificación de instangram era la primera en aparecer en su barra, la cual dictaba de forma pesada en los ojos de TaeHyung: "JeonJk ha subido un video". Se preguntó porque le llegaban notificaciones de este tipo, pero sin más, la apretó para ver de que se trataba.
JeonJk
45 reproducciones
JeonJk Amo cuando tomas fotos o vídeos con mi teléfono<3
hace dos minutos.
El rostro de JiMin, esos labios tan gastados, sus ojos hinchados, cansados, el cabello alborotado. Si el vídeo era actual, de seguro no estaban esperando a por él. Apretó su puño izquierdo y se volvió a dejar caer en la silla. Ya no era rabia lo que se apoderaba de él, sino decepción y algo tristeza. JiMin no estaba esperándolo, ni nunca lo hizo. Ni ese día, ni los días anteriores, ni tampoco aquel día en el que miraba tan dulcemente a JungKook sin darse cuenta. No quería llegar al departamento de Park, verlo en aquellas condiciones y fingir que no pasaba nada, que todo estaba bien. Que no importaba todos esos días en que las palabras fueron pocas y las miradas frías. Que no importaba que se estuviera entregando a Jeon de poco mientras el no se encontraba ahí. Que no importaba su falta de afecto. De verdad que quería alejarse de eso por un momento.
La sala de estar del departamento de JiMin estaba inundada en carcajadas estridentes. JungKook no paraba de hacer reír a su novio con diversas ocurrencias y así evitar que volviera la mueca triste que puso cuando supo que TaeHyung vendría más tarde.
Park dejó caer su cabeza con cuidado en el hombro de Jeon y suspiró, su estomago dolía demasiado debido a la imparable risa y también estaba algo agotado. El menor, aprovechando la situación, volteó su rostro y besó lo que sus labios le permitieron alcanzar entre la frente y el cabello del rubio. Este sonrió y subió el rostro para besar los labios de JungKook de forma corta y dulce, terminadoló con una pequeña mordida juguetona que nisiquiera quiso pensar de a que venía. Jeon lo miró sorprendido, más no dijo nada y volvió a besarlo, no quería perder una oportunidad como la que se presentaba. Se dejaron caer en el sillón, quedando el mayor abajo quien cruzó sus brazos en el cuello de JungKook y comezó a darle pequeñas caricias a su cabello. Fueron interrumpidos por el sonido de una notificación desde el móvil de JiMin. El propietario detuvo el beso de forma agil y sacó el aparato de su bolsiilo, mientras JungKook lo ayudó para que pudiera volver a sentarse y así revisar el mensaje juntos. El menor notó que venía de TaeHyung.
-Chimchim, lo siento, pero me fui a casa. El tema de los trámites me dejó muy cansado y mañana temprano tengo que ir a hacer lo mismo hasta que el otro chico se recupere. Estaré bien, no te preocupes.
El rostro de JiMin se transformó por completo, desde la felicidad que mostraba antes, hasta una mueca triste peor que la que había puesto con el mensaje anterior. Jeon tomó la cara del mayor con una mano y le hizo mirarle, acariciando con el pulgar una de sus mejillas.
-No estés triste, mi mochi.
-Estoy preocupado.
-Debes entender a Tae. El lo intentó. - JungKook ni siquiera era capaz de creer en sus propias palabras. Tenía sus sospechas de donde realmente o que estaba haciendo TaeHyung, pero no tenía pruebas que lo corroboraran, por lo tanto, no podía decir nada.
-Sí, pero esto no había ocurrido nunca. Tengo una extraña sensación.- Los ojos de JiMin mostraban inquietud y el menor mordió su lengua intentado no explotar. Debía preocuparse de hacer feliz a JiMin y olvidar lo que estaba haciendo Tae por un instante.
-No, bebé. Tranquilo, todo está bien.- Jeon se acercó y besó la frente del rubio con ternura y cuidado. -¿Qué tal si vemos una película?- JiMin asintió frontado sus ojos con ambas manos.
-Quiero ver animales fantásticos, aunque ya la vimos en el cine.
-No importa, la vemos de nuevo.
Park volvió a sonreír, aunque apenas fue una pequeña mueca, para JungKook fue un gran logro. Este último puso la película, para luego, al acomodarse en el sofá, sentir como JiMin se acurrucaba en el, disfrutando de su calor y suavidad.
-Gracias, JungKook-ah.
-¿Por?
-Por estar aquí, a pesar de todo.
🐏
Hola
Sé que a pasado tiempo, pero la universidad me tiene a full, lo siento.
Les traje un capítulo largo, sí. Más largo que los anteriores.
El próximo no sé cuándo lo subiré, pero es re fuerte. Se llamará we dont talk anymore, para que lo anticipen.
Gracias por leer❤
PD: cuando estoy triste, o aburrida, leo sus comentarios en los capítulos anteriores y me alegran el día. Son lxs mejores lectorxs.💓💓💓💓