—Escorpio, Escorpio, Escorpio—Tauro toca la puerta del escorpión con mucha urgencia.
—¿Qué, qué, qué?—el chico abre la puerta molesto.
Tauro mira a todos lados nervioso y empuja al pelinegro dentro de su habitación metiéndose él también y cerrando la puerta.
—¿Qué te pasa?—frunce el ceño.
—Necesito tu ayuda—dice Tauro caminando por la habitación.
—¿En qué? ¿porqué estás tan nervioso?
—¡El cumpleaños de Acuario es en tres días y no sé qué hacer! ¡S.O.S!
—¿Darle un regalo?—dice con obviedad.
—No tengo dinero.
—¿Qué pasó con lo que te dan tus padres cada mes?
—Me lo gaste en comida.
—Que sorpresa—rueda los ojos sarcástico.
—Viejo estoy hablando en serio, ¿qué debería hacer? Ayuda a un hermano en desgracia.
—Hazle algo de comer, es igual de tragona que tú.
—¡Oye no le digas así!...¡Aunque sea verdad!
—¡Bien! ¡Dale sexo! Del romántico de ese que me gusta a las chicas, roba algunas rosas del jardín y tirarlas en la cama.
—¿Acaso quieres que Virgo me mate? ¿Sabes lo mucho que cuida sus estúpidas plantas?—Tauro lo mira serio.
—Entonces corta los rosales de los vecinos y dile cosas bonitas que normalmente no le dices por no sonar como un marica.
—Es curioso, porque eres gay y-
—¿Acaso quieres quedarte sin bolas?—Escorpio lo agarra de la camisa.
Tauro pasa saliva asustado.
—Es decir, gracias por las ideas—él dice huyendo de la cueva del lobo.
...
Tauro camina desesperado por las calles del centro de la ciudad buscando algo para su novia.
—No sé que hago aquí—se queja Ofiuco.
—Tienes que ayudarme, pareces un buen sujeto y debes ser bueno con las chicas.
—Creo, algo así.
—¿Conoces a Acuario, verdad?
—¿La rubia con cara de pocos amigos?
—¡Oye!
—Digo, ¿la rubia linda?
Tauro lo mira mal.
—Bueno, si la conozco ¿Qué tiene?—Ofiuco dice rendido
—Su cumpleaños es pasado mañana y no sé qué regalarle.
—¿Cuánto dinero tienes?
Tauro se pone a buscar entre sus bolsillos y saca un par de billetes arrugados.
—Cinco dólares, dos centavos y un dulce de menta.
Ofiuco aprieta los labios formando una línea.
-—Tu novia cumple años en dos días y tienes cinco dólares—el masajea su mentón—. Está complicado.
—¿Porqué crees que te arrastre aquí?
—Solo llévala a dar un paseo en el parque y cómprale un helado.
Tauro mira alrededor no muy convencido de la opción que le da el pelinegro y se detiene cuando algo llama su atención, un lugar donde hay mucha gente alrededor.
—¿Qué hay ahí?—Camina hacia el lugar y Ofiuco lo sigue apenas.
Sus ojos se abren demás como si hubiera encontrado la última Coca cola en el desierto.
—¡Ya viste! ¡Es un concurso de comida! Y el primer lugar son unos boletos para dos personas en el hotel Sun, comida gratis, jacuzzi, masajes, comida gratis por un findesemana, Dios existe hermano ¡Dios existe!
—No me gusta ser aguafiestas pero ahí dice que solo parejas pueden entrar al concurso.
—¿Qué?—Tauro lee bien el cartel y su sonrisa se borra.
—Tendrías que traer a Acuario pero el concurso comienza en cinco minutos—dice mirando la hora en su celular.
Tauro se queda pensativo hasta que alza la mirada hacia Ofiuco con una sonrisa maliciosa.
—¿Qué?—el chico frunce el ceño confundido hasta que la sonrisa de Tauro lo hace realizar. Abre sus ojos demás—. Oh no, no no no no, ni los pienses— retrocede a punto de salir corriendo pero tauro lo agarra de la mano.
Ofiuco trata de soltarse pero Tauro no lo suelta.
—¿Estás loco?
—Dijiste que me ibas a ayudar—le recuerda.
—¡Pero no de esta manera!
Tauro llega al restaurante con Ofiuco y le sonríe al dueño.
—Venimos a inscribirnos— sonríe.
El hombre de barba canosa mira confundido al toro y al serpentario.
—Lo siento pero solo las parejas pueden participar—señala el anuncio que está en la pared.
—Si lo sé, somos una pareja—le dice Tauro señalándose a el mismo y a Ofiuco.
—Bueno...
—¿Qué? ¿Sólo por ser hombres no podemos participar?—hace un gesto indignado—¿Nos está discriminando?
—No yo-
—¡Vieron! ¡Nos discrimina por ser gais!—grita Tauro llamando la atención de todos y Ofiuco solo mira a todos lados nervioso.
—¡La comunidad LBPT le va a caer encima por homófobo opresor!
—LGBT—Ofiuco lo corrige en un murmuro.
—¡Eso! ¡LGBT!
La gente se empieza a juntar alrededor de ellos y el dueño no tiene otra opción más que dejarlos participar.
—Bien, pueden participar—dice el señor forzadamente.
Tauro sonríe victorioso y se sientan en una mesa larga y rectangular junto con las demás parejas
Una trabajadora en sus treintas se pone frente a la mesa con un micrófono mientras los demás trabajadores comienzan a dejar tazones de ramen picante frente a los participantes.
—Me debes una.
—Solo piensa que es comida gratis—le murmura Tauro.
—¡El concurso de los fideos picantes va a comenzar!—anuncia la mujer emocionada—. Parejitas, favor de prepararse, recuerden que no pueden beber nada y si quieren rendirse basta con levantarse de la mesa e irse.
Todas las parejas comienzan a agarrar un plato de fideos. Algunos lo hueles y otros comentan lo divertido que será.
—En sus marcas...listos...¡comiencen!
Cuando la mujer termina de hablar Tauro es el primero en atacar su porción, Ofiuco lo mira sorprendido por la velocidad con la que come y él se enfoca en su plato también.
—¡Están picante!—se queja una chica dándole aire a su lengua con la mano.
—¡Muy picante!—jadea un chico con lagrimas en los ojos.
—Están delicioso—murmura Tauro llendo por el segundo plato.
—¿Cómo le haces para comer tan rápido?—le pregunta Ofiuco quién apenas va a la mitad de su porción.
—No lo sé, ¿genética? ¿Estereotipos? ¿magia?—el chico se encoge de hombros.
Pasan veinte minutos y solo quedan dos parejas aparte de Tauro y Ofiuco.
—No puedo comer más—suspira con un tazón como sombrero.
—Tienes fideos en el cabello—le dice Tauro quien sigue comiendo detrás de una montaña de tazones vacíos—. ¡Vamos, sigue comiendo, vamos a ganar!
Ofiuco agarra aire y sigue comiendo pero de manera lenta.
Pasan algunos minutos más cuando la chica de la última pareja vomita y se retira dejando a los ganadores.
—Tenemos la pareja ganadora!—dice la mujer aplaudiendo.
Tauro se levanta victorioso aún masticando mientras Ofiuco dejando caer su cara sobre la mesa casi llorando por recordar el dicho de "El de atrás paga".
Varias personas aplauden y la mujer se acerca a ellos.
—¡Felicidades chicos! Hicieron un buen trabajo, aquí tienen su premio, ahora solo una foto.
—¿Foto?—Ofiuco la mira extrañada.
—Si, una foto para ponerla en la pared del restaurante—ella sonríe y uno de los trabajadores aparecen con una cámara en las manos.
—¡Beso! ¡Beso! ¡Beso!—comienzan a gritar algunas personas.
Ofiuco palidece aún más al escuchar los gritos alentadores de la gente y la mirada del dueño del restaurante sobre ellos.
—No, es que no somos ese tipo de parej-
Tauro interrumpe al chico agarrándolo de la cabeza y estampando bruscamente su boca en la comisura de los labios de Ofiuco mientras éste lucha para alejarlo. Tauro lo suelta sonriente y lo abraza fuertemente, éste solo sonríe forzado siguiéndole el juego mientras les apuntan con la cámara.
—Me debes una y muy grande—le murmura el pelinegro entre dientes sosteniendo su sonrisa.
—Lo sé—Tauro le contesta de la misma manera.
Después de tomar la foto los chicos salen de ese lugar y Ofiuco se sienta en la banqueta frente a un restaurante.
—¡No puedo creerlo! ¡Eres el mejor! Desde ahora eres mi mejor amigo—le dice Tauro admirando el sobre.
—Si como sea, no volveremos a hacer eso y no vamos a hablar de esto a nadie ¿bien?
—¿De que hablas?
—Sobre todo esto de lo...—el chico se queda callado—. Sí eso.
...
Acuario abre la puerta soltando un suspiro de agotamiento y deja caer su maleta en el suelo.
—¿Cómo les fue?—pregunta Libra desde la sala comiendo palomitas. Estaba mirando una película con Ofiuco, Sagitario, Leo y Aries.
—Mal, Tauro se puso mal del estómago y no salió del baño todo el findesemana.
—Lo siento linda—Tauro se disculpa apenado entrando apenas a la casa—. Te compensaré.
—Eso no importa, necesitas ir al médico.
—Nececito ir al baño—avisa Tauro corriendo.
—Ire a buscarle alguna medicina—Acuario rueda los ojos y entra a la cocina
—Espera—se levanta Libra y Aries del sofá entrando a la cocina detrás de la rubia.
—Te compramos algo—Aries le da una bolsa negra con rayas blancas.
Acuario la agarra y le echa un vistazo al contenido. Uno de sus perfumes favoritos y una camisa de TWD.
—Gracias chicas—ella sonríe de lado.
—¡Feliz cumpleaños Acua!—Libra se lanza sobre ella y Aries se une al abrazo.
—No sé que hacen pero yo también participo—dice Sagitario entrando a la cocina y abrazando a las chicas.
—Feliz cumpleaños fea—le dice Leo desde la puerta de la cocina.
—Callate marica.
—¿Marica? ¡Yo no soy marica!—se aleja ofendido.
—¿Y a éste que le pasa?
—No lo sé, iré a revisar— dice Sagitario saliendo de la cocina.
...
—Geminis.
—Eu
—¿Podrías dejar de jugar con esa moneda y poner atención? Vamos a graduarnos pronto y aún no sabes a que universidad aplicar.
—¿A dónde piensas ir cuando dejemos la casa Zodiacal?—le pregunta ella curiosa.
—La universidad que está en el estado vecino tiene unos maravillosos dormitorios.
—Ugh, es tan difícil entrar a esa universidad—ella rueda los ojos soltando un suspiro—. Olvídalo venderé Tupperware.
—¿Porqué quieres ir a esa universidad?—la mira extrañado.
—¿Qué no puedo?
—Claro que si, eso sería estupendo—él aclara su garganta—. Si tanto quieres ir entonces te ayudaré.
—¿De verdad?—ella sonríe—. No eres tan malo sabes.
— Claro que no lo soy—saca su celular y se levanta del escritorio—. Me veré con los chicos para el proyecto, seguimos mañana.
—¡Oye Cabra!—ella lo detiene—. ¿Puedo ir contigo?
La mira extrañado y se gira hacia ella acomodando sus gafas.
—Geminis, ¿qué es lo que pasa?
—¿De que hablas?
—Tu actitud conmigo es diferente últimamente, ¿no hay nada que quieras decirme?
Géminis lo mira a los ojos por unos segundos y después baja la mirada apretando sus labios.
—Si no quieres llevarme solo dilo.
—De acuerdo, vamos, Piscis está ahí con Virgo—él le hace un gesto con la cabeza—. Iremos a cenar todos al terminar.
Géminis sonríe y agarra su celular y una sudadera para ir con el chico de lentes.
—No pensé que fueras a usarlo—dice ella refiriéndose al collar.
—¿Porqué no? No puedo desperdiciar un regalo.
—Te queda bien
—¿Lo dices porque tú lo elegiste?—sonríe ligeramente.
—Tambien, pero debería elegirte cosas más seguido ¿no lo crees?
—Si, lo creo.
...
—¿Qué?—Cáncer se levanta enseguida de la cama—. ¿Estás afuera?
Sale de su habitación y baja las escaleras rápidamente con el celular aún en su mano y abre la puerta.
Una mujer rubia con unos grandes ojos azules y un vestido floreado le sonríe en grande colgando la llamada.
—¡Mi bebé! ¿Cómo ha estado mi niño? ¿Haz comido bien? Te vez más delgado—la mujer comienza a agarrar la mejillas de su hijo inspeccionandolo.
—Mamá—Cáncer reniega haciendo un gesto—. Estoy bien, ya no soy un niño
—Eres mi niño—su madre lo abraza fuertemente.
—Mamá basta—él trata de separarse de su madre—. Entra a la casa.
La mujer entra y los que están en la cocina salen para recibir a la madre del cangrejo.
—Hola niños—dice la mujer con un alegre tono—. ¡Oh¡ todos son tan guapos y lindas—ella se acerca a Libra y le acaricia un mechón castaño—. Mira qué linda jovencita, espero y tengas una novia tan linda como ella.
—Él es la novia—murmura Aries para que solo Piscis la escuche y ambas ríen.
—¡Mamá!
—No seas tímido hijo.
—¿Qué pasa?—entra Escorpio y Camila hace un gesto juntando sus manos.
—¡Que muchacho más apuesto!—se acerca a él—. Hola soy Camila, la madre de Cáncer.
—La madre de...— un gesto sorprendido y ríe—. Mucho gusto, soy Escorpio, yo salgo con su-
—Él es mi mejor amigo—lo interrumpe Cáncer metiéndose entre ellos.
—Si, mejor amigo—Escorpio fuerza una sonrisa.
—Es muy diferente a los amigos que tuviste antes—ella dice sorprendida—. Me da gusto.
—Déjeme ayudarle con su maleta, la llévate a la habitación de su hijo—le dice Escorpio tomando la pequeña maleta floreada del suelo.
—Te acompaño—Cáncer va detrás de él.
Ambos suben las escaleras y entran a la habitación que comparten Sagitario y Cáncer.
—Lo siento.
—¿Qué sientes?
—Tu sabes...
—Descuida—le dice Escorpio dejando la maleta en el suelo a lado de la cama del chico.
—No me siento listo para decirle a mi madre que tú y yo...
—Esta bien, lo entiendo, yo tampoco le he dicho a mis padres que tú y yo estamos saliendo.
Cáncer se acerca a él y lo abraza hundiendo su cara en el cuello del mayor.
—Lo haré pronto.
—No te preocupes, toma tu tiempo—el mayor le acaricia el hombro y se inclina un poco para levantarle el rostro con ambas manos y darle un suave beso en los labios.
—Que...
Ambos voltean a ver que Camila está en la puerta mirando la escena con los ojos bien abiertos.
—¿Qué está pasando aquí?
Queridos dreamiers tenemos capítulo nuevo con mucho fanservice (?)
¿Cuál es su shipp más loco en la historia y porqué los shippean?
Dreamie-san