NO ME DEJES CAER -Demonios de...

By LucianoTerroniz

59.6K 3.3K 649

[FINALISTA EN LOS PREMIOS WATTY 2014 - CATEGORÍA: MISTERIO/SUSPENSO] [NOMINADA A 4 PREMIOS ROSSETTI 2014, IN... More

#1 - Seven Moons
#2 - La Promesa
#3 - El Ritual de los Recuerdos
#4 - La Chica Misteriosa
#5 - Ojos Violetas. Ojos Dorados.
#6 - Sin pistas. Sin rumbo. Sin nada.
#7 - La confesión de Cinthya
#8 - El secreto detrás de mis palabras
#9 - Bajo la luz de la luna
#10 - Nyrond
#11 - El Poder de la Música
#12 - La mancha en mi cuello
#13 - Cambio de Look
#14 - El Disfraz Perfecto
#15 - Puedo Dominarte
#16 - Mensajes Subliminales
#17 - El reencuentro
#18 - La voz a través del disco
#19 - No me dejes caer
#20 - A contrarreloj
#21 - Al borde de la verdad
#22 - El Enfrentamiento
#23 - Ayrton
#25 - El Disco de Oro
#26 - Revelaciones *Parte Uno*
#27 - Revelaciones *Parte Dos*
#28 - Desnudo ante el Dolor
#29 - Demonios de la Música *Parte Uno*
#30 - Demonios de la Música *Parte Dos*
Nota de Autor: Finalista en los PREMIOS WATTY 2014

#24 - Sin Salidas

1K 88 6
By LucianoTerroniz

◘◘◘CAPÍTULO VEINTICUATRO◘◘◘

Las ventanas explotan, provocando un ruido estrepitoso y ensordecedor, y por un segundo pienso lo peor.

—¡Cinthya!—grito desesperado, pero al voltearme veo que ella y Laura aún siguen en la habitación, hincadas frente al ventanal destrozado. Ambas están asustadas y con la cabeza gacha.

¿Qué carajos?

Las luces hacen cortocircuito y parpadean un par de veces antes de apagarse. Me estremezco. ¿Qué mierda está ocurriendo? Doy un par de pasos hacia atrás, buscando algo de dónde agarrarme, pero me tropiezo y me tuerzo el tobillo. Un dolor agudo se extiende por toda la zona, como si me quemaran, y chillo.

Respiro hondo, y me recompongo. Estoy perdido. No oigo ningún tipo de sonido que logre ubicarme. No distingo nada y eso me altera. ¿Dónde está Ayrton? ¿Dónde se metieron Frank y Erick? ¿Y Cinthya y Laura? Todo es demasiado extraño. De un instante a otro, el cuarto se hundió en un silencio sepulcral y aterrador.

Tranquilo, dice una voz dentro de mi mente. Te ayudaré, pero debes actuar rápido. No tengo mucho tiempo.

Esbozo una leve sonrisa. Es Sofía, la chica misteriosa. Sabía que ella estaba allí: ese aroma no es común. Estoy acostumbrado a sus apariciones repentinas.

Claro, respondo para mis adentros. Lo haré.

Las luces empiezan a parpadear nuevamente, y simultáneamente una canción en inglés comienza a propagarse por todo el lugar. El volumen de la música aumenta más y más, como si buscara colarse en cada rincón de la habitación, hasta que llega a un punto máximo. Es ahí cuando el cuarto se ilumina.

Lanzo un alarido de sorpresa al ver a Sofía de pie, mirando cómo lentamente la cosa —o Ayrton—, se va consumiendo en el piso, mientras suplica piedad, hasta desaparecer. Me pregunto qué fue lo que hizo para vencerlo, pero mis pensamientos se ahogan al ver que la chica misteriosa arremete contra Laura. Mi representante está estupefacta, observando cómo su hija se le planta enfrente.

—¡Agarra a Cinthya!—exclama Frank, desde la otra punta, y sin esperar un momento corro hasta ella.

Cinthya está tirada boca abajo, como desmayada. Me le acerco y la agarro, pero Laura me aprieta una mano, y con los ojos violetas y llenos de odio, me advierte:

—Esto no termina acá.

La escudriño con asco. Si tuviera el collar conmigo no dudaría en colocárselo en su piel, pero el objeto cayó cuando yo me tropecé en la oscuridad.

—Ellos vendrán por ti—replica Sofía—. No tienes cómo escaparte.

Me suelto de Laura y tomo a Cinthya en brazos. Pesa un poco, y al principio me desequilibro, pero me estabilizo. Tengo que salir de allí lo antes posible, porque no tengo idea de qué es lo que puede llegar a pasar.

—¡Vámonos ahora!—exclama Frank, y me giro. Erick está inconsciente en el suelo, y el guitarrista de “Seven Moons” se acerca a mí velozmente, todo lastimado y sangrando, y con los ojos color dorado.

Permanezco helado hasta que lo tengo al lado. Él me palmea el hombro y se agacha. Agarra las dos baquetas de Erick y también el collar. Observo atónito cómo el colgante no surte efecto alguno en él.

—¿Qué le hiciste?—chilla Laura, que parece inmovilizada por Sofía—. ¿Qué le hiciste a Erick?

Frank la mira como si sus pupilas emanaran fuego.

—Sabes muy bien lo que puedo y no hacerle—repone mi compañero de banda—. Y desgraciadamente no puedo matarlo.

—¡Lárgense ya!—exclama Sofía—. No me queda mucho más tiempo, ¡Váyanse!

Frank asiente y ambos arrancamos rumbo a la puerta, pero por tercera vez en la noche, las luces titilan y la canción en inglés se extingue. Sin embargo, ocupando el sonido de la música, una lluvia de pasos y revoloteos inundan el ambiente.

—¿Qué pasó?—inquiero, sintiendo cómo se me estiran los músculos de mi brazo de cargar a Cinthya.

—Llegaron por nosotros—susurra Frank, en un hilo de voz.

—¡¿Qué?!

Un escalofrío recorre cada tejido de mi organismo. ¿Cómo es posible, si Sofía está dominando la situación? Ella la tiene bajo su poder, ¿o no? Mi respiración está a mil. ¿Acaso era la canción que sonaba la que controlaba a Laura?

Las luces retornan a la normalidad. Y entonces el caos cunde para mí…

En la habitación hay una decena de cosas—idénticas a Ayrton—, que nos miran con desdén y con evidentes ganas de acorralarnos. Laura está en el centro de ellos, sonriendo, y Erick está detrás de ella, con el brazo izquierdo extendido y la mano abierta.

Sofía no está.

—Dame mis baquetas, ¡ahora!—murmura Erick, y el piso tiembla.

—Calma—responde Laura, divertida—. No te apures. Ellos saben que ya perdieron. ¿No es así, muchachos?

Frank me mira de reojo, y yo trago saliva.

—Hay que irnos—me avisa mi compañero por lo bajo.

No digo nada. ¿Qué queda por hacer? El collar es inútil, esas cosas son inherentes a él. Nada puede salvarnos.

Estoy muerto.

Estamos muertos.

—¿Qué cuchichean?—exclama Laura—. No hagan pavadas, estúpidos. ¿Pensaron que Sofía iba a salvarlos? Qué ignorantes que son… De ti, Nathan, lo podría esperar. Pero tú Frank, que ya conoces las reglas, ¿es en serio? ¿Creíste que ya estaban del otro lado?—mi representante sacude la cabeza— No se van a ir de acá fácilmente.

Mi corazón está prácticamente fundido y no siento las piernas. Mi garganta está hecha un nudo y mi cerebro late contra mi cráneo.

—Atrápenlos—vocifera Laura.

Una mano fría me toma del brazo y me empuja. Enseguida me doy cuenta de que es Frank, que me arrastra a toda velocidad hacia el pasillo del edificio. Procuro seguir sus pasos, pero soy consciente de que estamos atrapados en un laberinto sin salida.

Corro como puedo, llevando a Cinthya conmigo, haciéndome contrapeso. Frank va más adelante que yo, casi llegando al ascensor. Detrás, oigo como se acercan a mí.

—¡Deprisa, Nathan!—grita mi compañero, y acto seguido lanza una baqueta al aire, la cual vuela por mi encima de mi cabeza y sigue de largo. No quiero mirar hacia atrás, pero la curiosidad me gana.

Cuando torno mi cabeza descubro que solo tres de esas cosas nos siguen, y que el palo de la batería dio de lleno en el cuerpo de una de ellas, la cual ahora está siendo consumida en cenizas.

—¡Rápido!—vuelve a chillar Frank.

El tobillo me juega en contra y caigo. Cinthya se golpea fuerte y su cuerpo es arrastrado unos centímetros hacia adelante. Afortunadamente, Frank consigue agarrarla.

Suspiro e intento levantarme, pero algo me toma con rudeza del pie. Es una de esas cosas violetas con ojos grises y forma humana. Grito, pidiendo ayuda, pero es en vano.  Es imposible escapar.

Aprecio cómo la puerta del ascensor se abre y cómo Frank tira a Cinthya hacia adentro.  No obstante, justo cuando creo que me va a dejar ahí, como comida para carroñeros, Frank viene corriendo hacia donde estoy y me cincha. Tira la baqueta, como la última vez, y me siento libre. Estoy convencido que otra vez pegó en el blanco.

Me incorporo, aturdido, y avanzo hasta el ascensor. Cuando entro, la puerta se cierra.

Estoy agitado.

—¿Dónde están los otros bichos?—pregunto, sin aire—. No nos persiguieron todos. ¿Dónde están? ¿Dónde está Laura? ¿Dónde está Erick?

—Esos bichos, Nathan, son Nyronds en su estado puro—replica él, tartamudeando—. Son muy peligrosos y el collar no les puede hacer nada.

—¿Cómo?

—Lo que escuchaste. Seguramente están aguardando por nosotros ahí abajo. Laura es inteligente.

—¿Y qué vamos a hacer? ¿No hay escapatoria?

Frank esquiva mi mirada y suspira hondo.

—Solo nos queda una cosa por hacer—replica, temblando—, y es regresarlos por donde vinieron.

♦♦♦

VOTEN Y COMENTEN ♥

*ÚLTIMOS CAPÍTULOS*

Continue Reading

You'll Also Like

278K 27.8K 46
[LIBRO 1] No respires cerca de él. No lo mires a los ojos. No le preguntes por su collar. No busques las razones. Es él, la imagen de la perfección m...
91.4M 8.5M 65
El pueblo de Wilson es tranquilo, regido por sus costumbres y creencias religiosas muy estrictas, donde Leigh ha crecido, siguiendo cada regla y paut...
8.7M 1M 53
[COMPLETA] Adam tiene una fascinación por las frases de asesinos. Reachell ama tocar el piano. Adam es reservado y misterioso. Reac...
69.7M 3M 60
Culpa mía es una película basada en la trilogía "Culpables" - Próximamente disponible en Amazon Prime. ¡Disponible los 16 primeros capítulos! **Ganad...