ERICK.
No había dejado de pensar en lo que pasó en la casa de Ashley... Fue tan loco.
Yo solo quería hablar sobre un tema en específico con ella... Un tema del cual solo ella y, creo, su hermano, saben hasta ahora... Y si no me equivoco también Leo. Este último es un tremendo imbécil.
¡Joder!
Cuando le vi con el brazo vendado, no pude volver a sentirme culpable otra vez. Verlo así fue como aquella vez en nuestra infancia. Leonardo me caía super, pero ahora detesto a ese chico... Desde aquel año, nuestra amistad se fue al carajo y todo gracias... ¿A mi?¿A él?. Desde mi punto de vista fue gracias a ambos, si tan solo yo no hubiese propuesto nada, o su hermano hubiese rechazado mí apuesta, todo hubiese seguido igual. Su hermano aún seguiría con él y... Conmigo.
Pero supongo que la vida es así: Muchos sufren y otros están "libres de Pecados".
¿No?.
Ya tenía suficiente problemas ahora me entero ¿¡Que un oficial le hace preguntas a Ashley!?. Y Para joderme más, esas preguntas eran con respecto a nosotros. Mi cabeza daba vueltas al igual que la moto que conducía justo ahora. No sabía que hacer... Sentía miedo, pero no a que Ashley hablara, ni a volver a la cárcel, sino miedo a lo que le pasara a Ashley si dice alguna palabra —Porque si algo le pasa, Andrus cometería una locura—. Pero tenía más miedo a lo que le pasará a mi pequeña familia cuando yo no esté presente. De alguna manera, no se como, tengo que evitar que Ashley abra la puta boca, de lo contrario todos nosotros caeremos: Troy, Harry, Wander (El cabecilla de todo esto) y yo. Incluso podría caer Ashley y Andrus... Pero obvio que no en la cárcel, sino en algo mucho peor... Una fosa, por ejemplo. Conociendo a Wander, se encargaría de ellos, sin dudas se las cobraría, al igual que Andrus.
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Estaba a las afueras de la ciudad, quería despejar un poco la mente y que mejor que golpeando un saco de boxeo. Me faltaba poco para llegar al club en el que pasaba mayoría de mi tiempo mali-bar, aquel lugar era uno de mis lugares preferidos en toda esta ciudad... Allí estaba todo lo que verdaderamente me tranquilizaba cuando andaba de malas.
Aparque la moto en la que andaba, no solía conducir mí moto desde que sufrí un accidente hace aproximadamente unos cuatro o cinco meses. Desde aquel día mi madre no quiso volver a verme conducir ningún tipo de vehículo, con tal de verla tranquila le prometí no hacerlo. Pero creo que desde ayer había roto aquella promesa y me maldije por ello... Pero necesitaba algún vehículo con el cual poder transportarme hacía donde se me plasca.
–¡Te he estado esperando por dos putas horas!– Me detuve en la entrada del club mirando por sobre mis hombros a la persona que había vuelto parte de mi vida una mierda, estaba recostado de su coche y el humo del cigarro que sostenía, se esparcía por todo su alrededor. –¿Que no viste las llamadas y los miles de mensajes que te envié?– Le escuché nuevamente. Me gire por completo. Harry arrojo su cigarro al suelo, tomo otro de entre su bolsillo delantero. –¿Se te antoja?– Dijo extendiendo cigarros en mi dirección, apreté los puños con fuerza mientras apretaba los labios aguantandome las ganas de fumarme un porro, simplemente negué ante sus palabras. Él sonrió encendiendolo. –Aún intentas alejarte de estas cosas, sabiendo que es lo mejor. Sabes Willians...– Se detuvo un segundo para liberar todo el humo inhalado. Lo mire. –Por más que intentes alejarte de toda esta mierda... Siempre vas a tener una parte de ella en tu vida, siempre llevarás contigo eso de... Sicariedad, si asi se le puede llamar. No sé porque huyes, porque no mejor simplemente lo enfrentas y punto. Olvídate de todo eso de mejorar y seguir adelante con una vida "perfecta"– Hizo las respectivas comillas. Inhalo del porro dejando salir el humo por boca y nariz, continuo. –La perfección no existe, tú nunca tendrás una vida perfecta ni mucho menos. Siempre serás Erick Willians, el mismo chico de hace doce años que asesino "accidentalmente" un crío de tan solo ocho años– Quise matarlo ahí mismo, pero debía controlarme. Además, no ganaría nada golpeando un idiota descerebrado como Harry Monroe.
Gire sobre mí mismo para entrar al club y deshacerme de la furia interna que había surgido en mí, pero la mano de Harry tomando mi hombro, me detuvo, me hice de todo el autocontrol para no girarme y estampar mis puños en su rostro.
–Wander quiere verte...– Gire para verle a la cara. –Quiere que hagas algo especial está misma noche, y puedes estar tranquilo, porque es algo... Espera, nunca has hecho algo parecido. Bueno, creo que siempre hay una primera vez...– Me miró con los ojos entrecerrados, Adentro sus manos en sus bolsillos. –Otra cosa, no te preocupes por lo que pase o tengas que hacer después, eso ya es algo en lo que tienes experiencia, aunque solo ha sido ha sido una vez en tu vida, pero que se te da– Me dio un guiño junto a una estupida sonrisa.
¡Le tengo unas ganas tremenda!
No me gustaron para nada sus palabras. No me gusta nada de él.
Conocía a la perfección a Wander, si Harry era un "criminal" pues Wander era peor. Él si que era completo: robaba, violaba, mataba, vendía drogas, hasta la consumía. Ese hombre era un *torologo* en el área. Era capaz de todo. Lo unico bueno em él, es que era un hombre de palabra y eso, en parte, me agradaba aunque en otras definitivamente no.
–¿Qué es lo que según tú, se le da a la perfección?– Mire al causante de aquellas palabras.
¿Que hacía él aquí?. No puede ser que esté faltando nuevamente... Reprovara otra vez ¡Joder!
–¿Que haces aquí Andrus?. Se supone que debes estar en el instituto– Dije intentando esquivar su pregunta, pero sucedió todo lo contrario.
–Andrus. A tu amigo aquí presente, se le dan tantas cosas bien, que no sé por dónde empezar– Mire al muy hijo de puta de Harry. Estaba centrado en Andrus quien nos miraba confundido.
–Erick, ¿De que mierda se trata todo esto?– Dijo con una pizca de enojo.
–Willians qué opinas si te espero en el coche. ¿O vas en la moto?– No me limite en decir absolutamente nada ante las palabras de Harry, creo que mi cara fue un poema ya que él sonrió y levanto las manos rendido. –Bien, bien. Me adelantaré, tengo otras cosas que hacer... Ya sabes. ¡Wander quiere verte!– Concluyo. Miró su reloj de pulsera y suspiro. –Son las 11:10 de la mañana, te recomiendo que vallas avanzando– Dijo. Me dio un golpe en el hombro, se dirigió hasta su coche y se marchó a hacer sus cosas.
Suspiré fustrado, pase mis manos por el rostro. Mire a Andrus quien estaba completamente empapado en sudor y un marcado corte en la ceja izquierda, lo cual fue ocasionada por la pelea de ayer....
–Conque... Wander– Dijo Andrus después de unos minutos. Se cruzó de brazos. Bufe y empecé a caminar hacia mi moto, él me seguía. –Erick, ¿te das cuenta?. Ayer me dijiste que tenías problemas con no se que mierda, que querías pelear para distraerte. Pero ahora resulta que estás involucrado con la basura de Wander. ¡Wander prob!. ¡Por Dios Erick!. ¿¡Es que acaso el supuesto apellido de ese mal nacido no lo dice todo!?. ¡Es un problema!. ¿No te suena a algo que toda persona quiere evitar?– Dijo casi gritando. No se porque, pero sonreí internamente ante las palabras de mi amigo, igual al recordar el apellido de Wander, el cual todos comparaban con la palabra "problema".
Me recosté de la moto mirando unos segundos a Andrus quien se veía enojado.
–¿Desde cuando trabajas con él?– Frruncí el ceño mientras analizaba sus palabras. Gire para tomar el casco de la moto, el cual ni siquiera solía ponerme. –Es más que obvio que trabajas con él y para él...– Me subí a la moto colocándome el casco e ignorando sus palabras. Cuando estaba apunto de emprender mi rumbo, las manos de Andrus tomaron mis hombros con brusquedad haciendome girar para verlo a la cara. Me quite el casco y lo mire frustrado.
–¡Si!– Exclame neutral. –Trabajo para Wander hace unos años, creo que con eso te dije todo. ¿Que más quieres saber?– Su mirada estaba cargada de ira, lo cual no comprendía porque. Le sostuve la mirada, espere a que hablara lo cual no hizo, me safe bruscamente de su agarre en mi hombro, cuando empezaba a poner en marcha la moto, escuché sus palabras...
–Ahora entiendo todo... Incluso lo que pasó con Leo– Sin más, me largué de aquel lugar, Estaba cabreado. Mucho.
Miestras conducía la moto, todas las cosas que han pasado en estos últimos días me llagaron a la mente... La ira aumento más en mí, cuando mi subconsciente me torturaba recordándome lo mierda que era mi vida, apreté el acelerador sobrepasando el límite de velocidad, el el aire chocaba bruscamente contra mi pecho. Eran ciertas las palabras de Harry, está puta vida de mierda que tenía no podía mejorar, pero si complicarse más. Estaba en peleas callejeras, tenía en mi corazón odio hacia ciertas personas, estaba liado con un jodido narco, y demás... Pero lo que más me dolía de todo esto, era que a pesar de todo... Tenía una familia, una familia la cual tal vez me necesitaba justo ahora, una madre la cual sufre en silencio y piensa que no me doy ni cuenta y, aparte, una hermana a la cual últimamente no le he dedico el tiempo que se merece y a la cual no le estoy dando el ejemplo como hermano mayor, a la cual no le he enseñado nada para que sea mejor en el mañana y no una cualquiera.
Pero no puedo hacer nada para solucionar este problema que llevo conmigo, no podía dejar este "trabajo" así por así, ya lo he intentado y siempre vuelvo al mismo lugar. Odio admitir que Harry tiene razón, pero la tiene.
Aúnque intente salir de todo esto, siempre volveré al mismo pozo.
Además, de ésto vivo y vive mi familia, ganó gran plata, bastante sucia, pero me alcanza en todo: en los gastos de la casa y a reunir lo de la universidad —si. sonara extraño, pero en algún momento de mi vida quiero entrar a la universidad y estudiar lo que me gusta: Medicina— En la cual, en algún momento, entraré. Además, lo que más me importa de ese dinero es que me ayuda a mantener a mi familia como se debe y sacarla delante...
Escuché el sonido de una bocina detrás de mi, sacudí la cabeza dándome cuenta que estaba parado frente a un semáforo en luz verde, mire por el retrovisor de la moto viendo un señor hacerme un ademán para que abansase. Mire al frente y emprendí nuevamente mi rumbo, dejé de lado mis pensamientos y me centre en la carretera... solo me quedaba escuchar las palabras de Wander y su nuevo trabajo para mí.
ASHLEY.
No podía estar más feliz. Lía y yo estábamos saliendo para la cafetería ya que estábamos en receso, hoy el profesor Joh nos había entregado los exámenes y ¡Lo pase¡ ,aunque no fue con la mejor nota ya que saque 8, pero lo importante era ¡pasar el jodido examen!. También nos habían informado a todos los estudiantes del instituto ClarsHop que mañana martes 17 de diciembre empezarían los exámenes. Estaba sumamente feliz, ya que tendría vacaciones hasta el 20 de enero, por fin iba a descansar de todo esto...
Me senté al lado de Lía con nuestro almuerzo sobre la mesa. Todos los estudiantes del instituto estaban con una sonrisa radiante en el rostro y todo gracias a que ¡tendremos vacaciones!.
Repentinamente sentí la presencia de alguien a mi lado, mire hacía mi derecha encontrándome con el rostro de Leo, sonreí y él hizo lo mismo. Se acercó y estampo sus labios contra los míos, le bese de vuelta. Fue un beso rápido, gradecí eso, ya que si mi hermano nos llegase a ver se molestaría bastante... Sino es que se enterará por boca de algún mitómano.
Lo mire con el ceño fruncido, le vi intenciones de hablar pero sus palabras fueron interrumpidas por las de una chica....
–Ashley, Leo...– Mire confundida a Britney quién se encontraba frente a nosotros con cara de pocos amigos.
–¡Hola a ti también...!– Dijo Lía en un sonoro susurró.
La susodicha le dedico una mirada asesina a mi amiga, mostró una sonrisa de lado. Volvió a fijar su mirada en mi y se cruzó de brazos, ignore su pose reprochante y empecé a comer mi almuerzo.
–¿Donde rayos está tu hermano?– Solto. Dejé mi tostada de lado y la mire detenidamente. Estaba realmente enfadada y todo por Andrus... Eso me agrada.
–¿Andrus?– Dije mientras masticaba y cubría mi boca para poder hablar sin balbucear. Britney suspiro fustrada.
–¿Tienes algún otro?– Sonreí para mis adentros al verla tan enojada. Trague y hablé claramente.
–No sabías. Tengo tres hermanos, aunque uno de ellos es algo así como... Imaginario, pero aún....– Estaba empezando a decir babosadas, pero calle al ver como Britney estampaba sus puños en nuestra mesa, ocasionando que la bebida de Lía se derramara sobre ésta misma.
¡Esto no acabará bien!.
<♥>