-Mierda... - escuché como maldecía Amy.
-¿Qué pasa? – me froté los ojos con pereza.
-Llegamos tarde, Jade... - contestó mientras unos jeans.
<<<Mierda...>>> pensé.
Me levanté con rapidez.
Al voltearme vi a Matt... En calzones... Solo calzones.
-Ay por Dios... - dije y me giré para no verlo.
-Dime si debo ofenderme...
-No, Matt... Solo... No importa.
-Bien...
-Vamos, Jade... - me apuró Amy.
Se quitó la remera.
Me sorprende lo confiados que llegan a ser estos dos con personas que apenas conocen.
-Matt... Pásame la remera. – le pidió.
Él la tomó la camisa y se la pasó.
Bien. Yo mejor me voy al baño.
Tomé mi mochila y entré al baño de la habitación.
Ahí hice mis cosas lo más rápido que pude y salí.
-¡Vamos, Jade! – escuché como gritó Amy desde abajo.
Tomé todo lo que tenía y bajé las escaleras.
-Llegamos tarde, Ma... ¡Te amo! – le dijo mientras corrían hacia la puerta.
-Gracias por dejar que me quedara... - le sonreí y ella igual.
Me fui detrás de los chicos.
La casa de Amy queda a unos cinco minutos del colegio, así que solo corrimos.
Llegamos y solo nos quedaban dos minutos para entrar.
Si mamá se entera de que estoy llegando tarde el segundo día, probablemente no tenga amigos.
Corrimos a nuestras clases.
Me tocaba biología con Matt las primeras dos horas.
El profesor Beckham es estricto con los horarios, por lo que me asusté un poco.
Sonó el timbre de entrada y nos quedaban pocos pasos para llegar.
Segundos después estábamos frente a la puerta, pero era tarde... Beckham nos cerró la puerta. Nos miró a través del vidrio de esta y pudimos ver como modulaba la palabra "Dirección".
Matt y yo bufamos.
-Vamos... - le dije.
-¿Qué? ¿Enserio irás a dirección?
-¿Qué más?
-No, quiero hacer algo. – sonrió.
Se acercó a los casilleros.
-¿Qué haces? – pregunté en un susurro.
-Este es el casillero de... Bueno de él... No sé cuál es su nombre. – rodee los ojos.
Esto ya se está volviendo una obsesión.
-¿Y qué quieres hacer con él? – pregunté confundida.
Sacó un papel de su mochila.
Miró los pasillos para verificar que nadie estuviese viendo.
-¿Vas a dejarle una carta? – grité en un susurró.
-Shhh... Cállate...
Puso su carta en uno de las rejillas.
-Bien... - sonrió.
-¿Podemos ir a dirección ya?
-Nunca vi a alguien tan desesperado por ir a dirección...
-No quiero meterme en problemas...
-No quiero ir, Jade...
-Si Beckham se entera de que no...
-Bien, vamos... - me cortó.
Cuando llegamos, nos sentamos en unos de los asientos de espera.
Luego de unos minutos, un señor canoso me llamó.
Me hizo pasar a su oficina y me pidió que tomara asiento.
-Señorita Wells... - dijo quitándose los anteojos – Espero que no sea de familia y no se haga un hábito...
Fruncí el ceño.
Señaló detrás de mí.
Me di vuelta y vi a Theo sirviéndose agua de una de las máquinas.
-¿Qué haces aquí? – le pregunté.
-Creo que debería preguntar lo mismo... - sonrió.
-Tuve... Un problema. – me revolví incómoda en el asiento
-Yo igual...
Tomó su vaso de agua y se sentó a mi lado.
-Mamá va a matarte. – le dije.
-A ti igual, cariño...
-Chicos...
-Llegaste tarde por ir a la fiesta, ¿No?
-Tal vez... ¿Llegaste tarde por dormirte muy tarde? – fruncí el ceño. – Vi tu última conexión...
-Que conveniente... Pero tú...
-¡Chicos!... – gritó esta vez.
-¡¿Qué?! – lo miramos.
-Detención, los dos... A las tres... Retírense, por favor...
Los dos nos pusimos de pie y salimos de su oficina.
Matt nos vio salir. Me senté a su lado y Theo se fue.
-No inventes... - dijo emocionado. - ¿Qué hacía ahí?... Debe de ser un rebelde – dijo sonriendo.
-Llegó tarde...
-Decepción... - dijo triste. – Pero bueno... Dime su nombre. – volvió a sonreír.
-¿Qué?
-Estuviste ahí... De seguro sabes su nombre... ¿Cuál es?
-Theo...
-Theo... Me gusta... - complacido con la noticia, apoyó su espalda en el respaldo de la silla.
Tiré mi cabeza hacia atrás.
El director llamó a Matt y luego de unos minutos nos dejó libres hasta la próxima hora.
No teníamos nada que hacer, así que nos sentamos a un lado de los casilleros que quedaban enfrente de la clase en la que estaba Amy.
-Bueno... Cuéntame... ¿Tienes hermanos? – me preguntó.
-¿Qué? ¿Por qué? ¿Crees que tengo? ¿Debería tener?
-No se... Dime tu – dijo extrañado, pero sonriente.
-Humm... No, no tengo – mentí. - ¿Y tú?
-Sí, una hermana... Se llama Jessica, está en onceavo grado.
-Espera... ¿La chica rubia, con piel hermosa y ojos brillantes?
-Supongo...
Creo que es la chica a la que le estuvo coqueteando Theo ayer.
Lo escuché hablando con ella por teléfono antes de irme a casa de Amy...
Si Theo le dice algo por error, lo rapo.
Le sonreí y sonó el timbre.
Matt y yo nos pusimos de pie.
Nos encontramos con Amy y le dijimos que no pudimos llegar a clases.
Matt, emocionado le contó a Amy como nos habíamos encontrado con Theo en la oficina del director y enseguida le dijo su nombre.
El timbre volvió a sonar y mi siguiente clase era con Amy. Matemáticas.
Todo transcurrió bien hasta el almuerzo.
-Creo que leyó mi carta. – dijo Matt con una sonrisa.
-No es gay... - le dijo.
-No sabes... Cállate.
-Me contó mi hermana que ayer lo vio en la fiesta. Estuvo toda la noche con la tuya, Matt.
Matt exprimió la botella que tenía en la mano mientras miraba un punto fijo detrás de mí.
No hacía falta voltearme para saber lo que estaba viendo, pero quería verificarlo y sí, su hermana estaba con el mío.
Terminó la hora del almuerzo y nos fuimos a nuestras clases.
Tenía Física con Amy.
La clase ya había empezado.
-¿Oíste? Wells tiene una hermana... - dijo un chico que estaba detrás de mí.
-¿Y...? – le dijo su compañero.
-¿Cómo que "Y"? Todas las chicas se mueren por él... Y los chicos... Imagínate como debe de estar la hermana...
-Uy, si... Que emoción... - respondió con sarcasmo.
-Tal vez esté en esta clase... Camuflada entre nosotros...
-Roy... Es momento de dejar las películas, ¿No crees?
-Hablo enserio...
-Solo deja a los Wells en paz...
-¿Por qué?
-¿No sabías?... Los Wells son gente de bolsillos llenos, de chanchos gordos...
-No entiendo...
-Son gente de plata, Roy...
-¿Enserio? Mejor entonces...
¿Debería ofenderme? Creo que sí. ¿Por la gente solo se fija en eso?
-No entiendes...
-¿Qué no entiendo?
-No estás al alcance de los Wells...
¿Y cuál es mi alcance? Me dieron ganas de darles una patada en la cara.
-¿Qué?
-Smith, Brown... ¿Quieren deleitarnos con su conversación? Por favor, insisto...
-Humm, no... Lo sentimos.
-No... Todos aquí queremos saber qué es más importante que las leyes de nuestro querido amigo, Newton...
-Solo me estaba explicando algo que no había entendido... - contestó uno.
-¿Y qué es lo que no entendió, Brown?
-Sinceramente... Nada desde hace un año, nunca entiendo nada de lo que balbucea, pero no importa... No quisimos llamar la atención... - Se sintieron pequeñas risas.
-Que gracioso Brown... Dirección...
-Pero...
-Usted también, Smith...
-¿Y yo qué...?
-Existir, Smith... Existir...
Los dos bufaron y salieron de clase y el profesor volvió a su explicación.
No es tan grave, lo sé... Pero aun así... No quiero llamar la atención, este año quiero hacer las cosas diferentes. No porristas, no popularidad, no ser el centro de atención.
Aunque en mi otro colegio me iba bien, no tenía amigos que lo valieran o que fueran a mi casa para pasar un buen rato o ver películas. Cuando me fui, ellos solo perdieron una chica bonita y simpática que atraía chicos. Quiero ser más que eso.
A demás, no quiero tener a Matt todos los días, del resto de mi vida, en casa... Si entienden a lo que me refiero.
Veo que Amy toma un pedazo de papel y escribe en él. Me lo pasa.
"¿Qué pasa?" – preguntó.
Nos sentábamos al lado, pero era mejor no hablar.
"Nada" – escribí y se lo pasé.
"Mira a Chris" – decía al devolvérmelo.
"No sé quién es" – lo devolví.
"A tu derecha" – decía el papel.
Lo señaló.
Él me sonrió divertido y volví a girarme.
-Señorita... - comenzó el profesor.
<<<No...>>> pensé.
Sabía que era para mí.
-Jade...
-Sí... - dijo extrañado. – Creo que mirar al señor Meester la distrae un poco... ¿Por qué no va tomar aire? – me sonrió sin simpatía alguna.
¿Meester? ¿Dónde lo escuché?
-No... Fue mi culpa... - dijo levantándose.
-¿Alguien más quiere irse el día de hoy? No me molestaría tener el día libre...
Nadie dijo nada y salimos de la clase.
-No sé si clavarle una chuchara en el ojo o envenenar su café... Todavía no me decido. – dije.
Él rio.
-Te acostumbrarás... Bueno, es lo que todos me dijeron hace dos años, pero aún mantengo la esperanza. – reí. - Soy Chris... – sonrió y me extendió su mano.
-Jade. – dije aceptándola.
-¿Caminamos? – propuso.
-¿No hay que ir... - comencé.
-¿Quieres otro llamado de atención? – fruncí el ceño. – Los rumores corren rápido...
-Bien. – sonreí.
-Bueno... Cuéntame de ti... - comenzamos a caminar.
-No hay mucho que decir, la verdad...
-Vamos... Pareces alguien con una vida muy agitada... Te acaban de quitar de clase, rebelde. – dijo esto último en un susurro y reí.
-La verdad es que siempre fui buena mirando gente en clase...
-Me imagino... Me sentí desnudo ante tus ojos. – rio.
-Pero normalmente no tengo esta clase de problemas, nunca me atrapan... ¿Qué hay de ti?
-Bueno... Prácticamente no soy bueno en casi nada. – reí. – Pero se me da bien el futbol... Tú hermano se presentó ayer a la primera práctica... Es bueno, tal vez sea titular este año...
<<<¿Qué?...>>> pensé.
-¿Mi hermano? – reí nerviosa.
-Sí... Theo, ¿Verdad?
-¿Cómo...
-Hum... Mi padre es el director... - se frotó la nuca.
El usual gesto de incomodidad que presentaba mi hermano.
Claro, por eso se me hacía conocido su apellido.
-Ayudar a papá hace que recuerde nombres...
-Oh... Mira, va a sonar raro y estúpido, pero mientras menos personas sepan que es mi hermano, mejor...
-Bien... - contestó sin problemas.
-Okay... - dije confundida.
-Sé qué es tener un hermano al cual quieres esconder de todo el mundo.
-Gracias. – dije al fin respirando. – No sabes lo que me agrada oír eso...
No nos dimos cuenta al hablar de muchas cosas, pero después de unos minutos la campana sonó.
-¿Te veo luego? – preguntó.
-Claro. – sonrió y se fue.
-No juegues... - dijo Amy a mi lado. - ¡Pasaste la hora con Chris Meester!... Veo... la luz... - comenzó a balancearse y Matt la sostuvo.
-Un gps, por favor... - preguntó.
-Chris es el hijo del director, todas quieren estar con él... Quitando lo de que es re sexy y eso... - lo ubicó.
-¡Amy! ¡Pesas! ¡Enserio! – le dijo y la dejó.
Amy se estabilizó.
-¿Y? ¿De qué hablaron?
-De nada, Amy... Hablamos... De nosotros.
-Espera... ¿Un nosotros de, "NOSOTROS"? – preguntó haciendo énfasis en la última palabra. – ¿O un "Nosotros"?
-Nos acabamos de conocer... - dije guardando mis libros en el casillero.
-Todo puede pasar...
-Déjala, la sofocas. – le dijo Matt.
-¿Qué fue lo último que te dijo? – preguntó y Matt bufó.
-Que luego nos veíamos...
-Voy a llorar...
-No era literal... Es un "Te veo luego" de "Si por casualidad de la vida te vuelvo a ver, te saludo y adiós" ...
-No, cállate... Matt, horarios de futbol...
Matt sacó una hoja de su casillero.
-Martes...
-Cuatro y media... - dijo leyendo.
-No sabía que hacían...
-Oh, no, no hacemos... Le pedimos a Chris los horarios, pero es solo para verlos mientras practican... - dijo Matt. – Bendito sea el futbol... Están todos cuadrados...
-No se hable más... Cuatro y media en el campus...
<<<Irá Theo...>>> pensé.
-No puedo... Tengo cosas que hacer...
-No tienes nada que hacer... Cállate.
-Enserio...
-Los tres nos quedamos después de clases...
-Por mí bien. – dijo Matt.
-No sé... No creo que me dejen. – me excusé.
-Tú madre es un amor...
-No creo que...
-Dame tu teléfono...
-¿Para qué? – lo tomó de mi mano.
Buscó algo en él y luego se lo puso al oído...
-Hola, ¿Mamá de Jade? – dijo.
<<<Mierda...>>> pensé.
-¿Puede quedarse Jade después de clases? Tenemos un trabajo de grupo... Bien, gracias.
Cortó la llamada y me lo devolvió.
-Puedes... - me dijo sonriendo.
-No puedo creerlo...
La campana sonó y Matt y yo teníamos Literatura.
Esperando, por alguna razón, que Chris también estuviera.
-Si lo estás buscando, no lo encontrarás. – me dijo Matt seco mientras se sentaba en su asiento.
Me di cuenta que no estaba en todas mis clases, solo en algunas.
Estas pasaron y tanto Amy como Matt, se me pegaron como garrapatas.
Sabían que, si quería, podía irme.
No quería estar en la práctica, pero no quería quedar mal con los chicos. De todas formas, solo tenía que estar sentada y observar.
Aunque no quería ver a Theo... Ya es demasiado el vivir con él.
Me puse a pensar en que no sabría que decirle a la gente si se enteran de mi apellido.
Sé que se van a enterar en algún momento. Hoy es el segundo día de clase de casi todo un año...
Matt y Amy fueron a por unas cosas que se habían olvidado y me quedé sola en el pasillo.
<<<Perfecto...>>> pensé.
Caminé hacia la salida. Estaba nerviosa por si me veían que no me di cuenta cuando choqué con alguien.
-Lo siento. – dijimos.
-Hola. – sonrió al verme.
-Hola. – respondí de la misma forma.
-¿Vienes a ver la práctica?
-Hum... No, yo ya estaba por irme.
-¡Jade! – escuché detrás de mí.
-Mierda... – maldije en voz baja.
-Creo que eso cambia tus planes...
-No tienes ni idea. – dije riendo.
Me voltee para verlos.
-Hola, Chris... - saludó desde lejos Amy.
Él le sonrió y la saludó de lejos con la mano.
-Entonces... ¿Te quedas?
-No por voluntad propia... Pero creo que vas a seguir siendo observado.
Me sonrió y yo a él.
-Lo espero con ansias... Pero no mires tan a fondo.
Se fue y pasó entre Amy y Matt.
-Matt... - lo saludó sin esperar una respuesta y se fue.
Se acercaron.
-No entiendo qué le ven... - habló Matt.
-Cállate... Estabas enamorado.
Alcé las cejas.
-Amy... Cállate...
-Como ahora estás enamorado de Theo, ya no ves a nadie más...
-Sabes lo que pasó entre él y yo, Amy... Cállate, por favor.
-¿Qué? – pregunté sorprendida.
Aquí les dejo otro capítulo :D
¡Espero que les guste y lo apoyen!