Nicolás
Después de las tantos meses y del día que hasta ahora había tenido, nunca pensé, ni imagine que al ir a una de las tantas reuniones de la Alianza en mi local, fuese a encontrarme a Olivia allí otra vez.
Sentado,en uno de los sillones nuevos de la sala vip, pude ver como ella hacía su entrada al lugar. Impresionante y segura como siempre.
Había pasado tanto tiempo.
Viéndola allí de pie detrás de la barra, me hizo recordar como había extrañado todo de ella. Mis ojos buscaban los suyos como mis pulmones buscaban el oxígeno. Su sonrisa, su pelo y su carácter. Aun guardo el último recuerdo de mis manos en su pelo suave con olor a vainilla y el tacto de nuestras pieles cuando nos acariciabamos.
No dije ni hice movimientos bruscos, sólo me quede allí sentado esperando y observando todo de Olivia, sin apartar la vista de ella.
Ella ahora era rubia. Me gustaba.
Cuando Olivia empezó a hablar sólo oía algunos fragmentos de sus palabras pero fueron suficiente para situarme en lo que estaba pasando.
Había encontrado casi todo sobre el Cuervo Henson, nos había enseñado las fotos que vinculaban a Roberto con él.
Roberto no negó nada y la aceptó con orgullo y cabreó.
Estando cerca de Olivia me sentía mejor, me sentía vivo aunque ansiaba poder tocarla otra vez.
Las primeras conversación con ella no fue en un contexto romántico y tranquilo si no en una situación totalmente contraria, rodeados de balas y gritos:
Nicolás: ¡¿Por que no me dijiste nada?! [dije mirándola y levantando la voz]
Olivia: ¡Nicolás, no sé si te has dado cuento pero nos están disparando! ¡No es el momento para hablar ni ahora ni nunca! [dijo cogiendo unas llaves de la mesa]
Nicolás: ¡No me importa! ¿Dónde mierda estabas? [dije tirando de su brazo] ¡Olivia!
Su piel seguía siendo tan suave como recordaba. Quise volver a tocarla pero esta vez de diferente forma a la que lo había hecho antes pero se fue.
La ví corriendo entre las sillas y mesas de la sala cubriéndose y buscando a Mauricio y Ruth escondidos, les dijo algo para después volver a moverse.
Olivia durante su recorrido vió a Roberto haciendo disparos contra las botellas de las estanterías. No estaba disparando a nadie, solo a las botellas. Como si quisiera hacer el mayor ruido posible y entonces entendí lo que estaba haciendo. Olivia también lo supo y miró a una de las cámaras de seguridad haciendo señales a ella.
¿Con quién hablaba?
Disparé contra una de las paredes de mi local otra vez destrozado por culpa indirectamente y directamente de Olivia.
Avance hacia Olivia quién todavía no se había movido de donde estaba y cuando llegué a ella, el sonido de armas siendo disparadas se acercababan y aumentaban aún más.
La puerta que teníamos detrás de nosotros se abrió con un estruendo sonido dando paso a Hilario acompañado de hombres cargados de armas.
Hilario: Hemos tenido unos pequeños problemas con algunos hombres pero ya lo hemos solucionado. [dijo mientras ayudaba a levantarse del suelo a Olivia]
Olivia: Eso ya no importa. Roberto ha avisado al Cuervo que no tardará en llegar.
Y como si fuera una broma de muy mal gusto un fuerte ruido de coches frenando bruscamente llega a nuestros oídos. Los disparos se multiplicaron ahora en nuestra contra.
Olivia: ¡Joder! Hilario quiero a Roberto vivo, de acuerdo. [dijó mirándolo a los ojos]
Hilario: Vivo, bien.
Olivia: ¿Donde está?
No sabia a quién se estaba refiriendo Olivia. Solo estaba escuchando las órdenes de Olivia.
Hilario: No lo sé. Lo último que dijó fue que tenía compañía. [dijo mirando a la puerta del enfrente que ahora se abría]
Tras esa puerta comenzaron a entrar hombres cubiertos pos pasamontañas disparando contra todo que se movía.
Agacharnos fue nuestra ya repetida acción para no tener un bala en nuestros cuerpos.
Olivia: Haz lo que te he dicho y luego te llamaré. [dijo despidiéndose]
No no dejé que otra vez se me escapará esta vez no.
Nicolás: ¿A dónde vas?
Olivia: Eso no te importa. Y deja de tocarme. [dijo rehacía]
Nicolás: [solté mi brazo de ella] Sí, si me importa. Más de seis meses, Olivia.
Su tono y la expresión de su cara hizo que mi piel se estremeciera como mi corazón.
Olivia: Sí, más de seis meses.[dijo suspirando] Toma, esta es la llave de un coche negro aparcado delante del restaurante de la esquina de abajo.
Nicolás: Sí muy bonita la llave. [devolviéndole la llave]
Si lo que pretendía era que cogiese la llave y subirme en el coche para irme sin ella están a muy equivocada. Yo no era una de sus hombres.
Olivia: Subete a él y vete de aquí. Pero ni se te ocurra ir a tu casa, ¿lo sabes verdad?
Miré sus intensos ojos verdes consiguiendo callar los disparos y parar el tiempo mientras la observaba.
Nicolás: Yo no soy uno de tus títeres para que me des órdenes. No me iré sin ti.
Olivia: Joder, Nicolás no puedes simplemente irte de una puta vez. [ dijo cabreada] Sola esta vez hazlo, por favor. [suspiró]
No se porque pero esa mirada y su tono de voz me bastaron para deshacerme y seguir sus malditas órdenes con uno más de sus malditos títeres.
Nicolás: Bien,bien. Pero no iré sin ti, tienes 15 minutos para hacerlo que tengas que hacer y salir. Si tardas más entraré yo. Te esperó en el aparcamiento de la ultima vez.
Dije ya en pie junto a Olivia. Toqué por última vez su brazo para atraerla hacia mi cuerpo y besar sus labios después de mucho tiempo extrañandolos.
El besó fue cortó pero suficiente por ahora.
Nicolás: ¡15 minutos Olivia, no lo olvides! [dije gritando mientras manos poníamos distancia]
***
Olivia
El beso con Nicolás hizo que algo dentro de mi cobrará mas fuerza y mayor valor, justo el último impulso para ir en busca de Mateo.
Por los pasillos que me llevarían a la sala de cámaras fui encontrando sangre y cuerpos por el suelo.
Había mucha sangre por el suelo y paredes.
Aún llevaba el vestido blanco y me sorprendía que aun estuviese limpio y perfecto a pesar de todo lo que había dejado atrás.
Blanco.
Al entrar a la habitación, la silla en donde estaba sentado Mateo estaba de espaldas a mí. Me acerqué a él, pero antes miré las cámaras y ví a alguien acercándose a mí mientras me apuntaba con un arma.
Antes de que pudiese disparar me giré y fui yo quién disparó primero logrando dar en su hombre derecho. El disparo fue sucio y con muy mala puntería pero basto para hacerlo detenerlo y volver a disparar pero esta vez con mejor puntería dí entre sus cejas.
Siempre en la cabeza.
Pero algo no iba bien.
Mateo no se había movido en ningún momento.
¿Qué pasaba?
Esa estúpida pregunta que me hice se auto respondió sola cuando con un leve temblor en mi mano giré su silla y lo ví.
Allí estaba con sangre.
Con un jodido disparo entre ceja y ceja.
Recordé: Siempre en la cabeza.
Lo miré durante minutos sin tocarlo y sin moverme de dónde estaba.
En aquel momento mientras observaba como caía sobre su camisa su propia sangre recordé como horas antes había estado hablando con él en una conversación de lo más normal que esta ahora había tenido.
En ese momento entendí porque me gustaba y agradaba.
Se parecía tanto a él.
Pensé en la posibilidad que hubiese tenido si por algún casual el hubiera llegado antes a mi vida.
Antes de Nicolás.
Estaba segura de que me habría enamorado de él y lo nuestro habría sido más seguro y fácil.
El pitido de su reloj en la muñeca derecha me sacó de mi trance.
Quedaban tan solo 5 minutos para que se cumpliera el plazo de tiempo que Nicolás me había dicho.
Antes de salir de aquella habitación, toqué por primera vez el cuerpo de Mateo y con sumo cuidado le quité su reloj y el anillo que llevaba en el dedo corazón para colocarme sus cosas ahora en mi muñeca y anillo derechos.
Olivia: Te juro que los voy a matar. Lo haré también por ti y por lo que nunca pudimos ser. [dije saliendo de allí]
No estaba segura de cuánto tiempo me quedaba pero sin ninguna prisa me dirigí a una de las salidas del local. Por el camino a penas me encontré con más personas que no resultaron ningún problema para mí y mi arma.
Al abrir la puerta de salida al exterior me encontré con el coche negro que horas antes había dejado aparcado delante del restaurante de la esquina con la diferencia de que ahora en él estaban Nicolás, Victoria y Rafael.
En el asiento de conductor, detrás del volante esta Nicolás que al verme sonrió y se acercó para abrir la puerta de copiloto. En la parte trasera estaban Victoria y Rafael en lo que podía denominar: discusión.
Subí al coche a paso ligero y cerré la puerta con un brusquedad. No dije nadie. Sólo miré a Nicolás que aun tenia una sonrisa.
Nicolás: ¿Todos tus hombres ya están fuera? He visto a Hilario ir tras Roberto en uno de sus coches.
No respondí sólo aparte la vista. Mi silencio respondí con un sí al parecer porque después Nicolás encendió el coche y salió de allí.
Pero antes de irnos ví como pulsaba el botón de llamada en un móvil viejo y después oí y ví desde la ventana de copiloto arder su local en una explosión.
Nicolás: Aún quedaban algunos de ellos. Además no sería la primera vez que tendría que reconstruir mi local y como es de costumbre gracias a tu ayuda. Gracias otra vez Olivia. [dijo en un tono de burla y humor]