Miraculous Spider-Man.

By THEEVILDOER95

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"Durante el día, soy Peter Parker, un nerd promedio con una vida promedio, pero en mí, hay algo que nadie sab... More

Prólogo.
Capítulo 1.
Capítulo 2.
Capítulo 3.
Capítulo 5.
Capítulo 6.
Capítulo 7.
Capítulo 8.
Capítulo 9.
Capítulo 10-1.
*No es un capítulo*
Capítulo 10-2.
Capítulo 11.
Capítulo 12.
* No es un capítulo 2 *
Capítulo 13-1.
Capítulo 13-2.
Capítulo 13-3.

Capítulo 4.

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By THEEVILDOER95

Capítulo 4.- Anochecer.

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El día después de que el trío heroico se había enfrentado Electro fue muy tenso.

Todas las farolas, televisores, celulares, computadoras, automóviles y otros aparatos que funcionaban con al menos un poco de electricidad, eran ahora inútiles. Era como si repentinamente, Francia fuera obligada a retroceder al tiempo antes de que se descubriera la electricidad.

Sin embargo, después de que Electro había alejado a Descarga de los héroes que casi había matado, los dos villanos habían desaparecido por completo, lo cual era bueno ya que eso significaba que ninguna persona más se había lastimado.

Pero para los jóvenes estudiantes, Marinette Dupain-Cheng, Adrien Agreste y Peter Parker, todo significaba que habían fracasado. Y mientras Peter estaba acostumbrado a la sensación de fracaso, todavía era terrible, pero logró mantenerse enfocado tanto en la escuela como en los diseños de los desviadores eléctricos. Por otra parte, tanto Adrien como Marinette nunca habían fallado en capturar un akuma, por lo que su derrota contra Electro fue un duro golpe para su confianza.

Y por eso, estaban empeñados en terminar los trajes a prueba de Electro tan pronto como fuera posible, para detener a Electro y Descarga.

Mientras Spider-Man, Ladybug y Chat Noir trabajaban lo más rápido que podían para terminar los trajes, la gente poco a poco comenzaba a darle la espalda a los héroes, tal vez aún no al nivel de Jameson de llamarles amenazas enmascaradas, pero sí les reprochaban el no haber detenido a Electro y Descarga.

En ese momento, debido principalmente al toque de queda impuesto por la policía y sus respectivos tutores, los tres héroes estaban en sus identidades secretas, dentro de sus respectivas habitaciones. Peter estaba esperando que llegara su pedido de material de electrónica, Marinette estaba dibujando algunos diseños para los trajes, y Adrien se preguntaba si alguien le preguntaría el porqué había pedido tela de goma.

Por otro lado, sus kwamis tenían diferentes maneras de lidiar con su preocupación, por ejemplo, Plaga se estaba llenando la boca con camembert, Leopardon jugaba con la identificación de Vengador de Peter y Tikki estaba mirando a Marinette, ayudándola de vez en cuando.

De repente, en la habitación de Peter, llamaron a su puerta, lo que hizo que el adolescente se acercara a ella y la abriera, para encontrar a su tía con una caja en sus manos.

- Peter, un mensajero acaba de venir y me dio esto. - Dijo la tía May. - Dijo que era un paquete del Sr. Stark.

- Oh, genial, ahora puedo empezar mi proyecto. - Peter sonrió mientras agarraba la caja y besaba a su tía en la mejilla. - Gracias, May.

- Peter, espera, quería hablar contigo.

- Hum... bueno... estoy un poco retrasado porque no tenía los materiales hasta ahora y...

- Prometo que no tardaré mucho, por favor.

Peter hizo una mueca al ver el rostro preocupado de su tía e inmediatamente supo que no había manera de que ella se fuera sin hablar con él.

- Muy bien, tía May, déjame poner esto en mi escritorio. - Dijo Peter.

La anciana asintió con la cabeza y entró en el dormitorio de Peter mientras Leopardon se escondía debajo de la cama, manteniendo la Identificación de Vengador en sus manos.

Mientras tanto, la mujer se sentó en la cama y miró a su sobrino mientras éste colocaba la caja sobre su escritorio.

Finalmente, Peter agarró la silla de su escritorio con el pie y la jaló para sentarse en ella, frente a su tía.

- ¿De qué querías hablar, tía May? - preguntó Peter.

- Bueno, empecé a notar que tal vez Spider-Man nos está siguiendo... - Dijo la mujer.

- Tonterías, tía May, ¿qué podríamos tener que él quiera?

- Bueno... debes estar en lo correcto. - Tía May suspiró. - Pero temo por tu seguridad.

- ¿Por qué?

- Debido a las fotos que tomas de él, me han dicho que a Spider-Man no le agradas por lo que ese horrible jefe tuyo piensa de él. Además, te acercas demasiado a él y a la gente que enfrenta.

- Tía May, te aseguro que estoy bien. Spider-Man es un buen tipo, nunca me haría daño.

- Tal vez no, pero uno de sus enemigos podría... por eso quiero que dejes de tomar esas fotos.

- Pero tía May, tú y yo sabemos que necesitamos el poco dinero que hago con ellas.

- Lo sé, pero no me importa, no quiero que estés en riesgo sólo por algo tan trivial como el dinero.

- Nuestra situación no es lo suficientemente buena como para decir que el dinero es trivial, May.

- Peter, el dinero es trivial y no me importa tanto como me importas tú.

- ¡Pero perderás la casa!

- ¡Entonces encontraré un trabajo! ¡Soy yo quien se supone que debe cuidar de tí, no al revés!

- ¡Ya lo hiciste durante once años, tía May! ¡Es hora de que haga lo mismo!

- ¡Eres un niño! Tienes que vivir tu vida mientras puedas!

- ¡No puedo hacer eso cuando no puedes simplemente salir y conseguir un trabajo!

- ¡Peter Parker, no me levantarás la voz de esa manera! - Espetó la mujer mientras se levantaba. - Y mi palabra es final, dejarás de tomar fotos de Spider-Man.

Dicho esto, la anciana agarró la cámara de Peter y salió de la habitación, haciendo que Peter suspirara pesadamente.

- Tu tía tiene un punto. - Dijo Leopardon mientras salía volando de debajo de la cama de Peter. - Eres un niño, no debes cuidar a tu tía de esa manera.

- Yo tampoco debería ser un superhéroe, pero aquí estoy. - Dijo Peter mientras abría la caja. - ¿Dónde dejaste mi identificación de Vengador? No quiero perderla.

- Iré a buscarla, pero ¿qué vas a hacer ahora? ¿Dejarás de tomar fotos de Spider-Man?

- No, no puedo. - Dijo Peter. - Es la única manera de ganar dinero, quedarme en la escuela y ser un superhéroe.

- Bueno, entonces creo que deberías empezar a trabajar en los desviadores.

- Estoy en eso, ya he bosquejado algunas opciones, veré cuál es la correcta.

- Probablemente ninguno, como los diseños de lanzadores de telaraña que hiciste en tus primeros días.

- Cállate, pequeña rata voladora.

- ¡Deja de llamarme rata! ¡Soy un kwami!

Peter rió mientras Leopardon volaba a su pequeña habitación en uno de los cajones del escritorio de Peter. El pequeño insulto seguía fastidiando al kwami tanto como este último lo fastidiaba usualmente a él.

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(Mientras tanto)

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En una habitación oscura cuya única fuente de luz era una ventana redonda, Hawk Moth observaba la ciudad de París, casi completamente paralizada. Y todo a causa de un solo hombre, y no, no era Electro, él estaba seguro de que Electro era sólo un peón, como Descarga lo era para él.

Había alguien más, alguien que también había enviado a Rhino, alguien que había hecho que Spider-Man se trasladara a París.

Y después de algunas investigaciones, finalmente había encontrado el nombre de su nuevo oponente.

Se llamaba el Duende Verde, y decir que su expediente lo impresionaba, era un eufemismo.

El Duende Verde había aterrorizado a la ciudad de Nueva York casi todos los días durante casi un año, y sus planes causaron tal destrucción que a veces, Spider-Man necesitaba unirse a otros héroes, incluidos los héroes más poderosos de la Tierra, especialmente durante su último plan, el cual había destrozado la ciudad casi tanto como Gravitón lo había hecho cuando provocó la fundación de los Vengadores.

Según lo que había visto, el Duende Verde era un estratega brillante, un hábil combatiente, un oponente muy engañoso, un hombre de recursos y un gran inventor.

Y todo eso lo convertía, de lejos, en uno de los villanos más amenazadores de la tierra, lo que significaba que lo superaba fácilmente.

Y todo aquello le asustaba, él sabía que las únicas maneras en que podía vencerlo era si de algún modo lograba hacer que Ladybug, Chat Noir y Spider-Man trabajaran con él, o conseguir los aretes de Ladybug y el anillo de Chat Noir, y usarlos para enfrentar al Duende, ya que sabía que no había manera que él pudiera desafiar el poder ilimitado.

Sin embargo, él sabía que formar equipo con los héroes era algo que nunca sucedería, a menos que el Duende hiciera algo parecido a su Nación Duende en París, e incluso así, los Vengadores definitivamente intervendrían en una situación como esa, y eso terminaría con sus planes para siempre. Por otro lado, conseguir los Miraculous de Ladybug y Chat Noir parecía más fácil, pero aún estaba fuera de su alcance.

Así pues, la única manera real en que podía evitar que el Duende Verde se metiese en sus planes, era averiguar quién estaba detrás de la máscara verde y atacarlo directamente para obtener su Miraculous, ya que parecía que era más poderoso que su Broche de Moth.

- ¿Quién es el que está detrás de todo esto? - Se preguntó Hawk Moth en voz alta. - ¿Quién es el hombre detrás del alter ego del Duende Verde?

- ¿Duende Verde? - Dijo una voz femenina detrás de él.

- El hombre que creó a Electro y Rhino, el responsable de la presencia de Spider-Man aquí en París y uno de los pocos villanos que han podido poner a los Vengadores contra las cuerdas.

- Espera, ¡¿quieres decir que el tipo detrás de Electro ha sido capaz de luchar contra los Vengadores?!

- De hecho, incluso debo admitir que es un oponente atemorizante.

- ¡Eso es un eufemismo! ¡Me voy de aquí!

- ¡No, no lo harás, al menos no por ahora! - Dijo Hawk Moth mientras golpeaba la punta de su bastón en el suelo. - No temas, no importa lo aterrador que sea el Duende Verde, no seré derrotado por él, al final, también conseguiré su Miraculous.

- Yo no estaría tan segura...

- ¡Cállate, Descarga!

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(En algún otro lugar)

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En Nueva York, un adolescente de cabello castaño estaba delante de una computadora rodando los ojos y con los brazos cruzados al ver que un aviso apareció en la pantalla.

El joven adolescente Harry Osborn estaba cansado de esa pequeña charada, desde que su mejor amigo, Peter Parker, había ido a París por la beca que había ganado, su padre lo llamaba todas las noches para revisar cómo estaba, como si realmente le importara.

Como el pitido no parecía detenerse pronto, el joven suspiró profundamente y abrió la videollamada, encontrándose con la mirada molesta de su padre.

- Te das cuenta de que tengo un horario para cumplir, ¿cierto, hijo? - Murmuró Norman Osborn.

- Sí, sí, lo que sea, nadie te pidió que hicieras esto de todos modos. - Suspiró Harry.

- Bueno, si no lo hago, perderías todo tu tiempo, e incluso con esto, aún pierdes tu tiempo.

- Bueno, lamento no cumplir con tus expectativas.

- Estás reprobando en todas tus clases, Harry, y no lo toleraré.

- Tal vez no lo haría si mi mejor amigo no hubiera que ir o si mi padre realmente se preocupaba por mí!

- ¡Te doy todo lo que necesitas! ¡Te he dado todo lo que pudieras desear desde tu nacimiento y todavía no pareces apreciarlo en lo más mínimo! Así que te doy un ultimátum, Harry, o mejoras tu rendimiento académico, o tendrás que empezar a trabajar porque no pienso perder más dinero contigo.

- ¡Realmente lo intento, padre! ¡Pero no puedo aprender con esos maestros!

- No culpes a los maestros por tus fracasos, Harry.

- Si son tan buenos, ¿cómo es que me sí aprendí cuando Peter me enseñó y no cuando ellos lo hicieron?

Los ojos de Norman se abrieron en revelación, luego los estrechó y miró a su hijo con su usual expresión severa.

- Así que déjame ver si lo entiendo. - Dijo Norman. - Contraté a los mejores maestros y te envié a las mejores escuelas, ¿y vienes a decirme que todo lo que necesitas para mejorar tus calificaciones es estar cerca de Parker?

- De alguna manera, sí, sin él y con MJ estando un poco distante ahora, estoy bastante solo, me aburro y no puedo prestar atención en absoluto, además de que no entiendo la palabrería de los profesores. - Admitió Harry con un suspiro.

Norman se frotó los ojos y suspiró profundamente.

- Bien, bien, lo pondremos a prueba. - Dijo el CEO y propietario de OsCorp. - Te transferiré al Collège François Dupont lo antes posible, y será mejor que me estés diciendo la verdad.

- Te aseguro que mis calificaciones definitivamente mejorarán después de eso. - Dijo Harry.

- Como dije, es mejor que estés diciendo la verdad, Harry.

Con eso dicho, la llamada terminó, lo que hizo que Harry suspirara, mitad en alivio y mitad en expectativa.

El adolescente apagó la pantalla de la computadora y se puso de pie, mirando por la ventana con una pequeña sonrisa.

- Bueno, al menos podré ver a Peter otra vez. - Harry rió entre dientes.

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(De regreso en París)

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Norman Osborn estaba enojado.

Tal vez sus planes para obtener el Brazalete de la Araña, los Aretes Ladybug y el Anillo del Gato Negro, iban justo como él esperaba, pero su hijo logró fastidiarlo.

Pero eso no importaba, él haría un hombre de él de cualquier método posible.

Y mientras caminaba hacia la habitación secreta de su mansión recién comprada en París, una pequeña criatura verde y púrpura voló hasta su hombro, donde se sentó mientras reía ligeramente.

- ¿Que es tan gracioso? - Demandó Norman a la criatura.

- Oh, nada, sólo encuentro a los humanos y todos sus problemas realmente hilarantes. - Dijo la criatura con una voz chirriante. - Es divertido para mí.

- Cállate, Coffee.

- Tranquilo, Norman, sabes que me gusta jugar, soy un duende, después de todo.

- Eres irritante.

- Lo sé, pero de todos modos, ¿qué estás esperando? ¿Por qué no te transformas y envías a Electro a matar a las tres plagas, al imitador y a su pequeño jefe?

- Como Electro, tu pequeña mente no puede comprender mis planes.

- He visto gente como tú cientos de veces, Norman, y tengo que decirte que todos fracasaron.

- A diferencia de ellos, no soy un idiota.

- No, eres algo mucho peor. Eres un egomaníaco.

- ¡Cállate, pequeña rata!

- Sólo digo los hechos, Norman, si realmente quisieras el Brazalete de la Araña, ya sería tuyo.

- Como dije, tengo un plan más grande, Coffee, recuerda que también tengo a los Vengadores tras de mí, y después de que derrotaron a los Maestros del Mal y a mi Nación Duende, sé que es mejor no subestimarlos. Matar a Spider-Man y a sus amigos en este momento definitivamente los haría venir detrás de mí. Debo formar un equipo para enfrentar a los Vengadores y cualquier otra persona que pudiera tratar de oponerse a mí de cualquier modo, y ya sé cómo.

- Si tú lo dices, ¿qué hacemos ahora?

- Esperamos, tengo la sensación de que no voy a estar enfrentando a esas tres plagas, sino también a Hawk Moth, estoy interfiriendo en sus planes, después de todo.

- Pero, ¿no crees que les estás dando demasiada oportunidad de impedirte formar tu pequeño equipo?

- Me doy cuenta de ello, pero este juego sólo es divertido si les doy un poco de esperanza, antes de aplastarla justo ante sus ojos.

- Malicioso, me gusta.

- Por primera vez estamos de acuerdo en algo.

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(Más tarde aquella noche)

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Tan pronto como Adrien había recibido su pedido de tela de goma, él se había transformado en su alter ego heroico y rápidamente se dirigió a la torre Eiffel en la oscuridad de la noche, sintiendo el aura de tensión en el aire y viendo que las únicas fuentes de luz en Toda la ciudad eran velas y bastones brillantes.

Esto le recordó el fracaso que él, Ladybug y Spider-Man tuvieron cuando trataron de derrotar a Electro, lo que le hizo gruñir y correr más rápido.

Una vez que llegó a la torre Eiffel, se sentó y esperó, hasta que oyó un suave golpe detrás de él.

Chat Noir se volvió y sonrió un poco al ver a su Lady caminando hacia él, pero su sonrisa se desvaneció cuando notó la mirada triste en el rostro de Ladybug.

- La victoria de Electro también te golpeó duro. - Suspiró Chat Noir.

- Como no tienes idea. - Dijo Ladybug. - ¿Cómo estás? ¿El ataque de Electro aún te duele?

- Un poco pero no te preocupes, estaré bien.

- Me preocupa, Chat, fue mi culpa...

- No, no lo fue. - Dijo Chat Noir con firmeza. - Escúchame, hiciste todo lo que pudiste, esto estaba destinado a suceder.

- Madame Web dijo lo mismo anoche y sigo pensando que es mi culpa.

- ¿Quién es Madame Web?

- No importa. Si hubiera sido más rápida...

- Ladybug, detente. Escúchame, estaba herido, sí, pero no es culpa tuya. Tú, yo y el cabeza de red hicimos todo lo posible para detener a Electro, no pudimos hacerlo, y como dijimos ayer, tenemos que trabajar rápido para vencerlos. El Duende Verde ganó una batalla, pero mientras respiremos, no ganará la guerra, y mucho menos lo hará Hawk Moth.

Entonces Chat Noir le entregó una caja.

- Aquí está la tela de goma y algunos materiales para poder unirlo todo, espero que sea suficiente.

- Tiene que. - Dijo Ladybug mientras sacaba una cinta métrica. - Baja esa cosa, tengo que tomar algunas medidas.

Chat Noir cumplió sin decir una palabra y se quedó con los brazos en el aire mientras Ladybug empezaba a medirlo.

- ¿Y Spider-Man? ¿Has oído algo de él? - Preguntó Chat Noir, mientras Ladybug seguía tomando sus medidas.

- No, en realidad me olvidé de él. - Admitió Ladybug.

- Eso duele. - Dijo una voz con acento americano.

- Hablando del diablo, por un segundo pensé que tendríamos que buscarte por toda la ciudad. - Dijo Chat Noir.

- Lamento llegar tarde, me quedé trabajando en los desviadores, ya casi los termino, al menos el circuito principal, pero el cableado quedará hecho para mañana, alrededor de dos o tres horas después de que Ladybug me dé los trajes.

- Creo que podría tenerlos listos mañana por la mañana, si no duermo. - Dijo Ladybug mientras hacía algunas anotaciones en una pequeña libreta de taquigrafía. - Ya he terminé contigo, Chat, Spidey, ven aquí.

- Mi-auch, mi Lady, ¿ni siquiera estamos juntos y ya has terminado conmigo? - Chat rió entre dientes mientras se alejaba unos pasos de Ladybug.

- Chat, este es el momento más inapropiado para bromas.

- Incluso si creo que fue una buena, no es el momento para eso. - Dijo Spider-Man mientras Ladybug empezaba a tomar sus medidas.

- Lo siento, no pude dejar escapar la oportunidad. - Dijo Chat Noir.

- Deberías irte, Chat, podríamos atraer demasiada atención si los tres estamos en el mismo lugar por demasiado tiempo. - Dijo Ladybug.

- De acuerdo, entonces lo haré. - Dijo el héroe con el disfraz de gato mientras hacía una pequeña reverencia. - Hasta mañana, mi Lady.

Con eso dicho, Chat Noir saltó de la torre Eiffel mientras extendía su bastón, luego lo utilizó para regresar a su casa. Mientras tanto, Spider-Man suspiró pesadamente y miró a Ladybug.

- ¿No crees que fuiste demasiado dura con él? Solo estaba tratando de aliviar nuestra situación. - Soltó Spider-Man.

- Lo sé, tendré que disculparme con él más tarde, pero ahora mismo, sólo puedo pensar en trabajar tan rápido como sea posible para hacer estos trajes. - Dijo Ladybug mientras anotaba algunas cosas en la libreta. - Listo, tengo todas las medidas que necesito.

- Oye, escucha mi consejo, Ladybug, no te exijas demasiado y tómate tu tiempo. Hacer lo contrario produce graves problemas y no podemos soportar más.

- ¿Hablas por experiencia?

- No, sólo visité a Tony Stark durante todo el asunto de los Skrull.

- ¿Peleaste contra los Skrulls?

- Luché contra unos cuantos en Nueva York, Luke Cage, Puño de Hierro, Wolverine, tres de los 4 Fantásticos, Máquina de Guerra y yo protegimos Nueva York mientras los Skrulls trataban de tomar Washington.

- Creo que deberíamos dejar esa historia para otra vez, tenemos que volver a trabajar ahora mismo. - Dijo Ladybug mientras agarraba la caja. - Nos vemos más tarde.

- Si es posible, haz los guantes con un relleno más grueso, tú sabes, para que podamos proteger nuestras manos cuando golpeemos a cualquiera de esos dos.

- Veré lo que puedo hacer.

Con lo dicho, la heroína lanzó su yoyo a un edificio y se alejó mientras Spider-Man hacía lo mismo en una dirección diferente.

Una vez que Ladybug llegó a su casa, se detransformó y suspiró pesadamente mientras se acercaba a su escritorio para abrir la caja y empezar a trabajar en los trajes.

Inmediatamente, ella notó que los tejidos de la caja eran de color azul y naranja, sin rastro de rojo y negro.

- Supongo que tendré que hacerlos en azul y naranja. - Marinette suspiró.

- Marinette, debes tomar el consejo de Spider-Man, no te estreses, tienes que tener una mente clara para esta tarea. - Dijo Tikki preocupada.

- Lo intento, Tikki, pero es difícil cuando pienso que hay dos villanos sueltos en la ciudad porque yo fui demasiado lenta.

- Marinette, Chat Noir, Spider-Man y yo te hemos dicho que no fuiste lenta...

- No puedo dejar de pensar que lo fui, Tikki, quiero decir, Spider-Man y Chat Noir ya lo habían derribado, sólo tenía que usar mi Amuleto Encantado...

- Y hubieras tenido que dejarlos solos contra Descarga, no estoy diciendo que esa fuera la mejor opción, pero sí era la única.

- Tikki, no estás ayudando.

- Lo siento. - Suspiró la kwami. - Sólo recuerda lo que te dijo Spider-Man, no te exijas demasiado.

- No lo haré. - Dijo Marinette mientras se volvía hacia su cuaderno de dibujo. - Espero que haya suficiente tela para los trajes.

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