-Izuku!!!- dijo una voz detrás del peli verde.
-¿Mamá?- pregunto sorprendido.
-¿Qué haces a estas horas levantado?- hablo preocupada- o será- hizo una pausa mientras Izuku se ponía nervioso- ¡¿Pasaste la noche en el bosque?! ¿Otra vez?
-Mamá!!!- reclamo- no me va a pasar nada.
-¿Cómo que no te va a pasar nada?- contraataco- sabes lo que está pasando en las fronteras- dijo tomando a su hijo por los hombros- eres el príncipe sucesor, no puedes ir andando por ahí solo.
-Pero mamá – dijo apenado- conozco estas tierras como la palma de mi mano, no me va a pasar nada- intento darle tranquilidad a su progenitora.
- Me preocupo por tu seguridad, por favor no salgas solo de nuevo- hablo retirándose.
El oji-esmeralda se apresuro a su habitación, se cambio de ropa rápidamente y corrió a la cocina. A varias sirvientas no les extraño su presencia ya que tenia la mala costumbre de tomar algunas cosas para irse a explorar las infinidades del bosque.
Aunque Izuku Midoriya había crecido entre mimos y lujos, nunca fue una persona arrogante, por lo contrario era más humilde que cualquiera. Sus padres Inko y Yagi, o más este ultimo conocido como el símbolo de la paz, el cual años atrás, antes de que Izuku naciera, gracias a él y sus camaradas detuvieron una guerra entre todas las naciones.
El pequeño peli verde creció con el primogénito de la familia Todoroki que era el sucesor al trono en caso que la familia Midoriya no lo tomara, este tenía la habilidad de generar hielo y fuego, también entre ellos estaba el menor de la Familia Tenya que pertenecía a la guardia real y contaba con la habilidad de ser súper rápido.
Si bien, algunas personas presentaban habilidades desde pequeños, en el caso de Izuku fue un poco diferente. A los 5 años de edad, era cuando se tenía que presentar su habilidad, pero esta se dio a conocer años antes, a la edad de 3 años. Había heredado la especialidad de su padre, la que consistía en una fuerza monstruosa, pero en el caso del peli verde esta tenia severas consecuencias para su cuerpo. No le tenían permitido utilizarla, aunque paso los años siguientes entrenando con su padre, los daños a su cuerpo no cesaban, disminuían en un cierto grado, pero no desaparecían.
Ingreso a la academia Yuei, esta era conocida por todos los reinos por su capacidad de manejar las habilidades de sus alumnos y porque contaba con la mejor biblioteca que podrías encontrar, al igual que sus profesores.
En esta etapa de la vida del oji-esmeralda, aunque era el sucesor al trono, fue tratado como un alumno más, lo cual agradeció. Se hizo amigo de Ochako, una castaña con la habilidad de hacer levitar los objetos, entre otros más.
En los últimos días les dieron vacaciones, estas duraban unas tres semanas. Por eso se encontraba en el bosque, aunque no le tenían permitido entrenar este hacia caso omiso a las advertencias, pero gracias a eso, sabia cual era el límite de fuerza que podía usar sin lastimar su cuerpo. También se alegaba de la cuidad para tener paz, leer relajadamente los libros que tanto amaba, los de aventura. Soñaba en conocer más allá de las fronteras, poder ver las criaturas que aparecían en ellos, los dragones, quimeras, grifos, hipogrifos, águilas las cuales podían ser montadas, también paisajes que solo podía recrear en su mente. Pero al igual que otras cosas, se lo tenían prohibido.
Cabalgaba a paso veloz, zigzagueando por los inmensos arboles que se alzaban en su camino. Volteo varias veces para cerciorarse que nadie lo seguía.
Llego a la cueva en la cual se encontraba la persona que le causaba una gran curiosidad.
¿De dónde es?
¿Por qué esta tan lastimado?
¿Qué historias sobre el exterior podría contarme?
Esas y más preguntas rondaban por la mente del peli verde, las cuales podían ser o no ser respondías por el pelirrubio ceniza que se encontraba sentado en la misma posición en la que Izuku lo dejo.
-Al fin llegas- gruño.
Continuara...
Hola Hola!!! empezamos con una nueva historia, espero que les guste :333 y gracias por leer :D