Los Reclutas (Seventeen) [1ra...

By LaChicaMingyu

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[Historia ganadora de la 2da edición de los KPOP AWARDS. En la categoría: Historia original] Una serie de a... More

Prólogo.
Capítulo 1. Primer Reclutamiento.
Capítulo 2: Sigan las reglas.
Capítulo 3: Bienvenido al equipo.
Capítulo 4: Segundo reclutamiento.
Capítulo 5: Dos más.
Capítulo 6: Conozcan a los superiores.
Capítulo 7: Buena puntería.
Capítulo 8: Información.
Capítulo 9: Organización Secreta Pledis en Jeju.
Capítulo 10: El último recluta.
Capítulo 11: Análisis.
Capítulo 12: El contrato.
Capítulo 13: Diva.
Capítulo 14: La trágica misión.
Capítulo 15: Abecedario.
Capítulo 16: Planes y dispositivos.
Capítulo 17: Fuyumi Nakahora.
Capítulo 18: Primera Mision.
Capítulo 19: ¿Aún vive?
Capítulo 20: Hospital.
Capítulo 22: Visita desagradable.
Capítulo 23: Mas pistas.
Capítulo 24: Sospechoso.
Capítulo 25: Accidente.
Capítulo 26: Cada vez más cerca.
Capítulo 27: La carta.
Capítulo 28: Un nuevo análisis.
Capítulo 29: Nueva adquisición.
Capitulo 30: Mensaje subliminal.
Capítulo 31: Negado a aceptarlo.
Capítulo 32: Esto es guerra.
Capítulo 33: Preocupaciones.
Capítulo 34: Día libre.
Capítulo 35: El plan.
Capítulo 36: Misión nocturna.
Capítulo 37: Jang Do Yoon.
¡SORPRESA!: Booktrailer.

Capítulo 21: El Jefe.

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By LaChicaMingyu

 Cuando despertaron a la mañana siguiente, todos y cada uno de los agentes tenían ojeras bajo sus ojos. Sólo habían logrado dormir poco más de dos horas en toda la noche, la mayoría sin saber que había pasado realmente con Seungcheol.

Cuando todos se encontraron desayunando, Soon Young se encargó de explicarle sobre el coma inducido del líder general y la próxima visita de su padre al hospital.

—El horario de visita comienza en una hora, prepárense, si quieren tomar una ducha háganlo. Pero rápido, somos muchos y hay poco tiempo —dijo Soon Young.

—Y pocos baños —agregó Mingyu—. En serio, tienen una casa tan grande y solo tienen un baño por habitación.

—Mingyu, son seis habitaciones en total, ¿te parece poco? —inquirió Wonwoo poniendo los ojos en blanco.

—Basta de charla y váyanse a bañar, si quieren pueden usar el baño de Jihoon y Seungcheol —comentó el único líder presente—. Pero que no se enteren, me matarán. Mientras tanto, le pediré a uno de los empleados que lleve la copa al laboratorio.

Todos los chicos se prepararon para bañarse y así poder ir relativamente presentables al hospital donde conocerían a su jefe en persona. A pesar de haber vestido de manera casual y peinarse adecuadamente, las ojeras en sus rostros no se iban.

Nuevamente Mingyu, JeongHan y Soon Young condujeron las Land Rovers hasta el hospital. Al llegar, todos se dirigieron (guiados por Seokmin y Joshua) hasta la sala de espera donde Jihoon aguardaba su llegada.

—Jihoon, ¿cómo está Seungcheol? —preguntó Soon Young después de unirse en un fuerte abrazo con el mas bajito.

—Le están haciendo un chequeo para saber si reacciona a los estímulos auditivos y controlando su estado —asintió—. No pude dormir en toda la noche, mi aspecto es deplorable.

—Es bueno saber que hyung está bien y que tiene a alguien como tú para cuidarlo —sonrió Wonwoo.

¿El jefe aún no ha llegado? —preguntó MingHao y Jihoon negó.

—Antes de que él llegue, quería pedirles que no mencionen nada sobre mi relación con Cheol —los miró—. Él... no lo acepta.

—No diremos nada, pero ¿cuánto tiempo llevan juntos? ¿tres años? —pregunto Vernon y el líder del equipo armas movió su cabeza afirmativamente—. Es realmente asombroso que nunca los haya descubierto.

—Es la ventaja de que el hombre no viva en la casa desde hace dos años —sonrió.

El médico que había estado dentro de la habitación del líder general los autorizó a entrar, aunque sólo podían hacerlo de a dos personas ya que Seungcheol había despertado de la anestesia y podía oír todo. Los novatos insistieron en que primero entraran Jihoon y Soon Young.

—Cheol, cariño... ¿puedes oírme? —Jihoon se sentó junto a la camilla y tomó la mano de su pareja, mientras que el otro líder se cruzó de brazos junto a ellos, nervioso—. Si puedes hacerlo, aprieta mi mano.

Ambos se quedaron en silencio unos segundos hasta que Jihoon sintió como su mano era suavemente apretada. Una gran sonrisa de dibujo en su rostro y un sonoro suspiro salió de sus labios.

Hyung, nos hace tan felices que estés bien... —sonrió Soon Young— Seungcheol, ¿puedes mover tus dedos? —preguntó, fijando su vista en la mano de este.

En su mano tenía clavado un pequeño tuvo por el cual le era suministrado suero, y en su dedo índice había un oxímetro de pulso que controlaba (junto con otros cables conectado a su pecho) él ritmo cardíaco del azabache.

Al oír la petición de su amigo, Seungcheol trato de mover sus dedos como lo haría una persona en su estado normal, pero solo logró moverlos mínimamente.

—Bien, para responder un SI, aprieta la mano de Jihoonie y para responder un NO mueve tus dedos —pidió—. ¿Puedes entenderme?

—No te esfuerces mucho, amor. Con un sólo toque es suficiente —dijo y miró a Soon Young con seriedad, ¿qué parte de oraciones sencillas no había captado?

Seungcheol apretó la mano de Jihoon segundos más tarde y el menor sonrió.

—¿Sientes dolor? —inquirió y pudo notar como los dedos de su pareja se movían en modo de negación.

«¿Tú estás bien? ¿los demás están bien? Necesito saber que nadie mas salió herido» Seungcheol quería hablar, pero las palabras no hacían más que quedarse en su cabeza, era como si sus labios estuviesen sellados por pegamento y no le fuera posible separarlos para articular palabra alguna. No sentía dolor en su cuerpo, pero el no poder hablar o moverse le resultaba totalmente molesto.

—Quiero decirte que todos están a salvo, nadie salió herido —anunció Jihoon acariciando la mano del con su pulgar—. Vinieron a verte. Y también lo hará tu padre. Yo estaré aquí contigo hasta que abras los ojos, puedas hablar y seas el mismo de siempre.

—No, Jihoon, debes regresar a casa y descansar correctamente —habló Son Young—. Podremos turnarnos para cuidar de él. No te hará bien quedarte mucho tiempo desvelándote aquí. Seungcheol no le gustaría que te desveles tanto.

—No puedo irme de aquí —negó—. Una vez hace tres años, cuando me recuperé del coma, le prometí que nunca me iría de su lado, que no lo dejaría. Llevo cumpliendo eso hasta hoy, y lo seguiré haciendo.

«Jihoonie, mi amor, ve a descansar, estoy bien» Seungcheol apretó su mano lo más que pudo y Jihoon lo miró. Realmente no quería irse y dejarlo, temía que si se iba algo podría pasarle y se negaba arriesgarse a perderlo.

Él teléfono de Jihoon sonó indicando un mensaje entrante; el jefe acababa de llegar al hospital.

—Tu padre acaba de llegar, Seungcheol. Él vino a verte —sonrió un poco antes de soltar su mano.

Ambos chicos salieron de la habitación para anunciarles a los demás que el jefe acaba de llegar. Y lo hicieron justo a tiempo; cuando él último recluta terminó de ponerse de pie dos hombres trajeados y de semblante serio entraron a la sala de espera.

—Buenos días, chicos. —saludó el jefe.

—Buenos días —saludaron todos haciendo una reverencia.

Todos los novatos lograron notar como su parecido con Seungcheol era grande; ambos tenían facciones realmente masculinas, lucían imponentes a los ojos ajenos y demostraban poder de liderazgo.

Detrás de él, había otro hombre de menor estatura, facciones más delicadas que las del contrario y ojos brillantes.

—Buenos días chicos, soy él jefe de Inteligencia de Bertillonaje —habló con una sonrisa en su rostro—. Me hubiese gustado conocerlos en una situación mejor que esta, novatos —hizo una mueca—. Mi nombre es Lee Ji Woo, es un placer.

La mirada del hombre dejo de vagar por entre los novatos para posarse en Son Young y Jihoon.

—Chicos, ha pasado un largo tiempo —sonrió mirándolos.

—Papá... —susurró Jihoon antes de caminar hasta estar entre sus brazos.

La última vez que el castaño había visto a su padre, habían sido hace un año y medio durante el aniversario de la organización. Él era el único miembro de la organización que sabía sobre la relación de su hijo con el líder del equipo de combate cuerpo a cuerpo y considerando que Jihoon estaba pasando un mal momento, decidió llegar para estar con él al menos unos minutos.

El padre de Seungcheol miró por sobre su hombro y sin expresión en su rostro, al señor Lee y a su hijo abrazarse. Soon Young observó a su jefe y frunció el ceño, definitivamente su frialdad e indiferencia hacia las demostraciones de cariño seguían intactas.

—Me gustaría pasar a ver a mi hijo, ¿en qué habitación esta? —inquirió, mirando a Soon Young.

—En la habitación 117, es aquella —respondió él menor, señalando dicha habitación.

El hombre se dio la media vuelta y se dirigió a la habitación donde su hijo estaba; al entrar su vista se posó en cada cable y aparato que controlaba los signos vitales de Seungcheol y luego en su relajado rostro.

—Mira cómo has terminado —susurró—, te dije que terminarías de esta manera si no entrenabas adecuadamente. Cada día me decepcionas más, Seungcheol —su mirada recorrió el cuerpo del chico con disgusto—. A este paso él asesino seguirá suelto y tú no lograras nada.

—Debería dejar de ser tan duro con él... —dijo una voz suave a sus espaldas, el jefe de la organización se volteó y encontró a JeongHan cerrando la puerta detrás de él.

—¿Disculpa? —alzó una ceja, ¿acaso uno de los novatos le estaba faltando el respeto?

—Seungcheol está en coma, pero puede oír todo lo que decimos, debería al menos demostrar preocupación por su estado —respondió sin inmutarse por la seriedad del hombre.

—No voy a permitir que me faltes el respeto, soy tu jefe y tú eres sólo un novato... —espetó.

—Disculpe señor, pero no soy yo quien le está faltando el respeto —respondió educadamente—. Es usted quien me está faltando al respeto a mí al hacerme menos de tal manera. ¿Acaso no le preocupa Seungcheol?

—Claro que me preocupa, es uno de los mejores agentes —comentó.

—Eso era lo que yo quería saber, usted no tiene los sentimientos que tiene un padre cualquiera por su hijo —suspiró—. La vida Seungcheol hyung corre peligro y usted está preocupado por perder a un agente, mas no a su hijo.

—No tienes ni idea de lo que estás hablando, muchacho —el padre de Seungcheol lo miró con aires de superioridad—. No tienes idea de nada sobre nosotros.

—Tal vez no sepa todo, pero me han contado de cosas del pasado de Seungcheol y de cómo se culpa de la perdida de los cuatro agentes por la presión que usted pone sobre sus hombros —dijo mirando al mayor con algo de tristeza—. Señor, no intento faltarle el respeto ni mucho menos, pero al menos en este momento debería dejar de actuar como un jefe y empezar a hacerlo como un padre.

—Tú no eres quien para decirme la manera en que debo actuar en las diferentes situaciones, Yoon JeongHan —respondió el hombre y su teléfono sonó.

El señor Choi salió de habitación con su teléfono en su oreja y rápidamente entraron SeungKwan, Vernon y Chan.

—Chicos, no pueden estar todos aquí —susurró JeongHan—. Dos de nosotros sobramos en la habitación, ¿dónde está Jihoon?

Hyung se durmió en la sala de espera — Chan hizo una mueca—, realmente lo necesita. Y Soon Young hyung dijo que quiere hablar contigo.

—Enseguida voy —asintió—. Hyung, por favor, sana rápido... te necesitamos con nosotros.

JeongHan miró con preocupación al azabache y salió del cuarto junto con Chan, dejando a Vernon y SeungKwan con el dormido líder.

—¿Cómo haces para saber si está despierto o no? —curioseó Vernon.

—No lo sé, Soon Young hyung dijo que responde moviendo su mano —dijo pensativo.

Hyung, ¿estás despierto? —preguntó mirando fijamente su mano.

Seungcheol no movió ni un músculo, aunque estuviese despierto y escuchando cada palabra de los dos chicos. Vernon dedujo que estaba dormido.

—¿Crees que sienta dolor? —preguntó mirando la aguja por la cual el suero pasaba, enterrada en su mano.

—¿Por qué haces tantas preguntas, Hansol? —resopló el más regordete.

—Estoy preocupado, cuando me preocupo hago muchas preguntas —explicó sentándose junto a la camilla —. ¿Tú no estás preocupado?

—Seungcheol está sedado, claramente no siente dolor —respondió—. Y por supuesto que estoy preocupado, pero trato de no estarlo. Yo estoy seguro que hyung estará bien, no quiero preocuparme y que me salgan arrugas en vano —Vernon río levemente mientras rodaba los ojos—. Tu deberías hacer lo que yo y dejar de preocuparte tanto, tu bello rostro se llenará de arrugas.

—¿Bello rostro? —sonrió con diversión y alzando las cejas. SeungKwan tarareo una afirmación.

—Eres guapo, he de admitirlo —se encogió de hombros.

Vernon río y se levantó hasta estar a pocos centímetros del rostro del mayor. SeungKwan alzó la vista para mirarlo a los ojos y Vernon levantó su mano hasta tocar con la yema de sus dedos la comisura de los ojos de SeungKwan.

—Tienes una arruga aquí —susurró, mezclando su aliento con él del contrario.

—¿Qué? —chilló con espanto mientras se volteaba para verse al pequeño espejo que había en la habitación.

Vernon contuvo una fuerte carcajada divertida. SeungKwan se volteó a verlo minutos más tarde, cuando había terminado de asegurarse que ninguna marca de preocupación arruinaba su rostro.

—Eres un idiota —resopló, con el ceño fruncido.

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¡HOLA! ¿Cómo están? Las extrañe♥

¿Que les pareció el capitulo? Me disculpo si hay algún error, trate de corregir lo mas que pude. Pero siempre me me pasan algunos errores. 

En fin, quería mostrarles algo que hizo una amiga (pretty_girl16_) para el fic:

Realmente están preciosas, gracias Pauli♥ 
Yo también hice algunas ediciones, pero se las mostraré en los próximos capítulos :v

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