POV' Lauren.
Dos semanas. Hace dos semanas mi rutina diaria pasó de "levantarse, arreglarse, comer, ir al trabajo y regresar a casa" a "levantarse más temprano, arreglarse, comer, pasar por la calle MCJ11 a llevarle comida a Camila, ir a trabajar, pasar de nuevo a ver a Camila y regresar a casa" con casa, me refiero al departamento que comparto con Ana; ahora que tengo a Camila como "obra social" no sería muy conveniente volver a mi departamento con Marcus, él me estaría interrogando todo el tiempo por qué me levanto más temprano y por qué llego mucho más tarde de lo habitual. El problema es que cada día que pasa, se me es más difícil explicarle a Marcus mi ausencia en el departamento, algún día descubrirá que no me estoy quedando en un hotel, mucho menos el cuento de que aún sigo enojada por lo que hizo. Se me están acabando las opciones.
-¿Y bien?, ¿qué tenemos para hoy?- pregunté alegre mientras bajaba las escaleras. Normani dijo que desde que salí de mi antiguo departamento sonrío más.
-Ensalada de vegetales con pollo- contestó mi Nana desde la cocina.
-¿No hay jugo hoy?- pregunté con un puchero.
-Jugo de zanahoria-
-¿Qué?-
-Jugo de zanahoria. Es bueno para el organismo y para la vista- Decía Ana mientras colocaba todo en la mochila de Camila.
-¡Que rico!-《¡Que asco!》-Bueno, ya me voy- tomé del mesón de la cocina el bolso con la comida de Camila para ir a llevársela, como todos los días.
-¡Saludos a la joven Camila!- gritó Ana -¡Y te tomas todo el jugo, Lauren!-
-¡Si, si, cómo sea!-《Parece que Camila va a tener doble ración de jugo hoy》
****************
-Te he dicho mil veces que no deberías hacer esto todo los días-
-Y yo te he dicho mil veces que no me importa- sonreí entregándole un café del Starbucks del frente.
No sé qué es lo que me hizo querer ayudar a esta chica, cada vez que lo pienso, se me hace ridículo. ¿Yo, ayudando a alguien de la calle? Si me lo hubieran dicho tiempo atrás, me hubiese reído. Camila se ha vuelto un deber, una obligación, y no me molesta en absoluto. Si alguien se enterara de esto, me hundiría hasta el fondo, incluso ya veo el titular del periódico y las redes sociales "Lauren de Mon'Cérrat Jauregui relacionándose con vagabundos" la cara de decepción de mis padres y de mi esposo《Aunque este último no es que me importe mucho》Normani seguramente me jalaría del cabello por no hacerle caso.
-No puedo creer que no te guste el jugo de zanahoria- me dijo Camila una vez que le entregué su mochila con la comida dentro.
-Es que sabe muy feo- me quejé y ella soltó una risita -Mas bien, agradece ¡tienes el doble de jugo!- me río con ella.
-La que debería agradecer eres tu, no muchos tienen el privilegio de beber un jugo, así sea de zanahoria- dijo ella en un susurro. Casi cómo un reproche.
Un silencio incómodo abunda en el aire; yo no sé qué decir, por eso me retiro.
Me despido de Camila, dando rumbo hacia el trabajo.
Al poner un pie en la entrada, me siento la misma de antes; la jefa dominante, prepotente y amargada que asusta con tan solo una mirada. Cómo de costumbre, saludo a Lily, mi asistente, y comienzo mi ardua jornada laboral.
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En mi mente se crean miles de escenarios en donde soy atacada por mi esposo cuando descubra mi pequeña no tan pequeña mentira. No quiero ni imaginar qué hará Marcus cuando se entere de que estoy ayudando a una persona sin recursos. Alguien pobre. Mi padre estaría muy decepcionado por juntarme con ese tipo de gente. Yo también estaría decepcionada, pero Camila es... diferente. Siento que ella de verdad no se merece la vida que está teniendo; además, por fin estoy haciendo algo bueno ¿no?
Aparco mi auto en una de las orillas de la calle MCJ11, dispuesta a encontrarme con Camila y buscar la mochila para traerle su comida mañana; claro que, yo no sabía que hoy me iba a llevar a casa algo más que esa mochila. Lo supe en el mismo instante en que por la ventana del auto, veo a Camila siendo golpeada por la mano de aquel hombre con el que "vive", y no solo eso, la está tomando por el cuello en un intento de ahogarla.
Suficiente.
Salgo de mi auto hacia su encuentro. Distingo las lágrimas de la chica en su rostro. La verdad es que no escucho nada, la ira toma el control de mi cuerpo. Nadie, absolutamente nadie debería maltratar a una mujer. Lo único que logro escuchar del imbécil es un "Maldita, perra, arruinaste todo" y es exactamente ahí, donde mi puño choca con su mandíbula. Un golpe tan fuerte que lo tumbó al piso. Obviamente, no iba a ensuciar mi otra mano, así que con mi pie derecho, le doy una patada en la costilla y que bueno que mis zapatos son de tacón, porque gracias a ello, le entierro el zapato en sus partes, causándole un grito de dolor《Música para mis oídos》
-¡Lauren, detente!- grita Camila cuando ve que sigo pateando al imbécil.
-¡Eres un malnacido, bastardo, hijo de puta!- y otros adjetivos que no diré porque sería un gasto de saliva innecesario.
Una vez que me siento satisfecha con su dolor, cojo la mano de la vagabunda y tiro de ella hacia mi auto lanzándola al asiento de atrás.
En estos momentos, mi cerebro no está pensando con claridad, así que trato de ignorar lo más posible el llanto de Camila《Está asustada y todo es culpa del idiota ese》No quiero escucharla llorar. Es como si fuese una niña pequeña...
Conduzco lo más rápido que puedo para llegar a casa. A partir de hoy la vida de esta chica va a cambiar, y para bien.
-Lauren...- escucho a Camila hablándome en un susurro.
-Entra- le ordeno apenas abro la puerta del departamento.
La morena hace lo que pido. Al cerrar la puerta y entrar al salón principal, me encuentro con Ana y Normani sentadas en el sillón, esta última formando una línea fina incrustada en sus labios cuando ve a Camila.
Mala señal.
-En estos momentos me siento como un déjà vu- dice Normani -Ya hablamos de esto, Lauren-
-¡Joven, Camila!- gritó Ana apenas la vio.
-¿Qué le pasó?- pregunta mi mejor amiga al ver el rostro asustado de la morena. También la zona del cuello y las muñecas están tornándose de un color rojo.
-Te lo explicaré después- comunico -Nana ¿podrías hacer un poco de té?- mi nana asiente rápidamente y se va a la cocina -Camila, ven conmigo- otra vez, sin importarme nada, agarro la mano de la morena y la arrastro conmigo hacia mi habitación en el segundo piso.
Terminando de subir las escalares, ya en mi habitación; abro el armario para sacar una muda de ropa para la chica《No sé qué es lo que sucederá de ahora en adelante, pero es un hecho de... ¿QUÉ MIERDA?》Mi cuerpo inmediatamente se pone rígido al sentir unas manos en mi cintura. Me doy cuenta de la situación y es que Camila me está abrazando por la espalda; ni siquiera puedo mover los brazos porque ella tiene los suyos alrededor de los míos《Piojos, gérmenes, suciedad》Es todo lo que podía pensar.
-Suéltame, por favor- le digo. Ella lo hace y yo me volteo a verla, tiene una mirada de "lo siento" y los ojos acuosos.
-Lauren... ¿puedo preguntarte algo?- yo asiento y le hago un gesto para que continúe -¿Por qué me ayudas?-《Esa sería la pregunta del millón. No tengo una respuesta concreta para eso》
-Mira, lo importante es que estás bien. Ahora, báñate que después hablaremos-
Camila asiente y a continuación entra al baño. Yo suelto un suspiro.
Una vez abajo, Normani se prepara para bombardearme con preguntas, sin embargo, yo me adelanto.
-No me importa lo que tengas que decir- le apunto -Ella se quedará aquí hasta que consiga un trabajo y pueda ahorrar para irse, y si no consigue uno, yo misma se lo daré-
Normani entrecierra sus ojos, colocando la misma cara que pone cuando estamos en una de sus consultas de psicología. Me está analizando.
-Sigo sin saber qué es lo que ganas con todo esto, pero respetaré tus decisiones. Y como buena amiga que soy, te ayudaré con ella; porque si de verdad quieres hacerla tu obra social, vas a tener que hacerlo cómo se debe- termina con una sonrisa.
-¿Qué?- pregunto incrédula.
-Prepárate, chica. Mañana comienza el plan "Transformación al estilo Normani Kordei", así que será un día largo-
-Pero el trabajo.., Marcus...-
-Como ya dije, si de verdad quieres ayudarla, debes hacerlo cómo se debe-
Mi mejor amiga se acerca para darme un abrazo de despedida《La mujer esta loca》Se que es algo tarde, pero aun así, le mando un mensaje a mi asistente para avisar que no iré al Banco.
《"Transformación al estilo Normani Kordei" no me gusta como suena eso》
Mañana será un día muy largo.
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《¡Ay, mi espalda!》¿Alguna vez han dormido en un sofá-cama? Pues déjenme decirles que no es nada cómodo, al menos, no para mi, que ya estoy acostumbrada a mi hermosa, calentita y acolchada cama, la cual tuve que darle a cierta persona que ha dormido durante sabrá dios cuanto tiempo en una "cama" de cartón y bolsas negras《Fue idea de mi nana quien me convenció de dársela》
Ahora nos encontramos las tres (Normani, Camila y yo) en un centro comercial que desconozco. Es un lugar bastante, MUY, grande.
Mi mejor amiga dice que Camila necesita nacer de nuevo, algo que no entendí; por eso me explicó que lo que quiso decir es que necesita un cambio de imagen. Ropa, zapatos, maquillaje y ciertas cosas que una chica de su edad necesita《Eso me recuerda a que no sé su edad...》Cosas que por cierto, voy a pagar yo, ya que recordemos que la morena vivía en la calle.
La primera parte del plan "Transformación al estilo Normani Kordei" comienza en una tienda de ropa llamada "Jenes". Entramos a la tienda donde gracias a dios, no hay mucha gente circulando dentro. Normani y Camila tenían la misma expresión en sus rostros: adoración y excitación.
Una chica alta se acerca a nosotras ofreciendo su ayuda, al parecer trabaja en la tienda. Mi mejor amiga inmediatamente le dice que Camila necesita lo último de la moda, a lo que la empleada muy gustosa empezó a traer blusas, faldas, pantalones, camisas, vestidos y demás. Una vez que Normani escoge, manda a Camila al área de vestidores a probarse un sinfín de conjuntos.
-¿No crees que es mucho?, ¿y si no le quedan?, ¿al menos le preguntaste si le gustan?- pregunté.
-Lo, relájate. La chica necesita un cambio de look. Además, ha de tener siglos que no sabe lo que es vestirse bien, seguro le fascinará todo- dijo con una sonrisa.
-¡Miren este atuendo! De seguro le quedará muy bonito- apareció la empleada.
-Tienes razón, Dinah, veamos cómo le queda, tal vez salga con éste hoy- responde Normani. La empleada se aleja con el conjunto anteriormente mostrado: un top rojo con un pantalón blanco.
-¿Conoces a la empleada?- pregunto.
-Es la dueña-
-¡¿Qué?!- me sorprendió un poco eso -¿Pero, si es la dueña, por qué trabaja como vendedora?-
Normani se encogió de hombros.
Divisé a la tal Dinah en el sector de los vestidores. Mucha ropa volaba de un lado a otro en el cubículo donde está Camila. ¿Cómo no me di cuenta antes? Dinah llevaba puesto un conjunto diferente a las demás vendedoras de la tienda《Después de Normani y yo, Dinah es la chica más sexy que he visto》
Normani y Dinah son las mujeres que se encargan del estilo de Camila, yo podría fácilmente intervenir, pero no puedo; es decir, no es que me emocionen mucho las compras, también Normani me lo prohibió. Ella dijo que mi estilo no es... Precisamente lo que una chica cómo Camila necesita. La verdad no sé a qué se refirió con eso, o sea, mi estilo es genial.
Una vez la parte de la vestimenta está lista, sigue la segunda fase del plan de Normani: accesorios. Esta vez, no será mucho lo que comparemos, solo un par de joyas no muy costosas por supuesto, un par de carteras, perfumes y varios sombreros《Camila ¡no, esas argollas no son pulseras!》Definitivamente, la ahora no vagabunda parece una niña de cinco años, tocando todo a su alrededor. Por suerte para mi y para mi bolsillo, la morena no ha roto nada de valor.
-Bien, Lauren, hasta aquí llegas tu. Yo me encargo de la siguiente fase ¿por qué no te llevas las bolsas y nos esperas por ahí?- sugirió/ordenó Normani.
-¿Y cargar todas esas bolsas?- apunté a nuestras manos. Cada una traía consigo al menos unas 10 bolsas《¿Ésta cree que soy pendeja como para cargar con tantas bolsas y dejarla sola con Camila? Sí, cómo no》Normani me dio una tarjeta del centro comercial, al parecer, puedo alquilar un carrito de compras《Yo definitivamente necesito una tarjeta de estas》Me dirijo a la zona de los carritos, depositando todas las bolas adentro.
Arrastrando el carrito como si una mujer arrastrara un coche con su bebé dentro, deambulo por el centro comercial, claro que, no muy lejos de donde me dejó Normani y siempre con el celular encendido por si ocurre una emergencia. La verdad es que me sentía demasiado bien, relajada, en paz, y lo mejor de todo, divirtiéndome. A pesar de que sólo estoy vagueando por un simple lugar común y corriente como lo es un centro comercial, me divierto, y eso que no estoy haciendo nada. Es la primera vez que no voy al Banco, primera vez que me tomo un día libre.
Observo a lo lejos un Starbucks, así que mis pies se mueven automáticamente hacía allí, obvio, empujando el carrito conmigo《¡Café, café, café!》es todo lo que pienso cuando piso aquel local tan famoso. Afortunadamente no hay mucha fila para pedir, así que me coloco de última para esperar mi turno, algo que es completamente desesperante para mi, no estoy acostumbrada a hacer este tipo de cosas. Un suspiro de impaciencia brota de mis labios, aunque mi molestia duró poco porque ya era mi turno y como siempre, pedí el café como tanto me gusta y el típico cupcake grande de chocolate.
-¿Nombre?- pidió el chico que atendía para ponerlo en el vaso.
-Lauren Jauregui- respondí fastidiada.
-¿Usted?- escuché que dijo mientras me veía fijamente frunciendo las cejas.
-¿Quieres una foto o qué?-《¿Por qué me mira tanto? ¡solo dame mi puto café! Espera un momento... yo a este lo conozco...》
-Usted... usted hizo que me despidieran de mi otro trabajo-《Ah, de ahí era》-Espero que no lo haga con este, mire que me costó mucho...-
-No te creas tan importante, Justin- le interrumpo su discurso -¿Me vas a dar mi café o quieres repetir lo de la vez pasada?-
-No... No, señora. Enseguida estará su... su pedido- dijo nervioso《Creo que el niño se hizo en los pantalones》-Y mi nombre es Austin, señora-
Hice un ademán con la mano en respuesta y fui a sentarme en una mesa cerca de la ventana esperando a Normani y a Camila. Unos minutos después, al mismo tiempo que me llamaron para recoger mi pedido, mi mejor amiga me mandó un mensaje de texto:
-Supongo que estás en el Starbucks. Mandé a Camila para allá; yo las veo dentro de unos minutos.
Cierro el mensaje asintiendo con la cabeza, sintiéndome algo torpe porque sé que ella no me está viendo...《Un momento...》reviso el mensaje nuevamente, una y otra y otra vez 《¡¿QUÉ!? No, no, no, es que a la negra esa yo la voy a matar ¿cómo se le ocurre mandar a Camila por un lugar desconocido? ¡SOLA! ¿y si se pierde? Definitivamente la mataré》Me levanto furiosa de la mesa, pensando en varias maneras de tortura para Normani y buscando a Camila con la mirada. Está decidido que las mataré cuando las veas, si, a las dos por irresponsables.
Escucho que de nuevo me llaman para ir en busca de mi pedido《Claro que, siempre y cuando las mate después de ir por mi preciado café》Al llegar al mostrador, el chico me da el vaso típico del Starbucks con una bolsa donde supongo yo, está mi cupcake. "Loren Jaguri" se lee en el vaso《Parece que se suma otro cadáver a la lista》ignorando aquel malentendido, tomo mi café y giro sobre mis talones para irme de ahí, y en el preciso instante en que veo hacia la puerta, sentí algo en el estómago, cómo una especie de dolor, al igual que en mi pecho cuando mis ojos observaron aquella morena de cabello castaño. Se notaba que estaba perdida porque su cabeza giraba en todos lados, buscando a alguien. Una sonrisa se formó en mis labios al saber que ese alguien era yo. Lástima que la sonrisa no duró mucho cuando escuché lo siguiente:
-Vaya ¿quién es esa preciosura?- dijo el chico del mostrador viendo hacia la misma dirección que yo. Su mirada era asquerosa y lasciva《Oh no》sin medir mis acciones, le lancé el café en su camisa, cosa que me dio el fabuloso sentimiento de satisfacción al ver que el pobre chico se quemaba el abdomen -¡Duele, duele, duele!- exclamaba lloriqueando como el niño que es -¡¿Por qué hizo eso?!-
-¡Ups! Se me cayó- dije fingiendo inocencia -Tal vez para lo próxima no deberías servirlo tan caliente, justin- dije y salí del local con una brillante sonrisa, sin importarme haber desperdiciado mi café.
-¡Es Austin!-
Ya fuera del Starbucks, reí con ganas, fuerte, llamando la atención de algunas personas, incluyendo a Camila quien apenas me divisó, se acercó a mi.
-Hola, Camila. Estas... muy bonita-《Hermosa diría yo》
-Gracias...- susurró tímida.
Camila se veía simplemente maravillosa, juvenil, fresca... Feliz consigo misma. Estaba tan hermosa que no tengo palabras para describir lo que sentí cuando la vi. Se notaba de sobre manera el cambio drástico que sufrió su físico. Aquella joven vagabunda, con ropa desgastada, dientes amarillos, llena de tierra, cabello alborotado y sucio, ahora era otra persona; con la piel sin un rastro de suciedad, se nota que le aplicaron algún hidratante porque se veía muy suave; su cabello estaba cortado y peinado en una trenza, dejándole libre su rostro para admirar esos bellos ojos color chocolate llenos de alegría e inocencia. Las cejas completamente depiladas y los dientes más brillantes que un diamante. Tenía la misma ropa con la que salió de aquella primera tienda, pero de todas formas se veía esplendida, preciosa, tan bella y reluciente como una perla.
-¿Sabes dónde está Normani?- pregunté. Camila asintió viéndome a los ojos《Quizás cambie mi adicción al café para probar el chocolate...》sacudo mi cabeza para alejar esos pensamientos absurdos y juntas caminamos en busca de mi mejor amiga.
Obviamente, todos los sentimientos asesinos hacia Normani se esfumaron por agradecimiento infinito.