POV' Camila.
~~ FlashBack ~~
~4 años atrás~
El olor a desesperación, angustia y dolor, se puede ver en ésta mugre sala de hospital. Niños y madres llorando, personas durmiendo en el suelo, moscas volando porque no hay aire acondicionado; me han picado más de siete insectos y ya van tres señores que tienen el descaro de pasarse por aquí a pedir dinero.
Siempre he dicho que es mejor que las personas mueran en el lugar de los hechos que venir a traerlos a éste hospital de mala muerte, donde los doctores son simples enfermeros y no tienen ni la más mínima gota de alcohol para limpiar sus instrumentos de trabajo; un lugar donde los perros callejeros llenos de sarna y suciedad, entran y salen cuando quieren. Sangre y polvo es lo que se ve en el piso, telarañas en las paredes... Un lugar deprimente, para personas que no valen nada.
Así como yo.
El doctor Sanders sale de la sala de urgencias con la bata ensangrentada y los guantes casi de color marrón debido a la tierra.
-Hicimos todo lo que pudimos- me dijo tratando de poner su mano en mi hombro, pero yo me aparté con asco, odio y desprecio.
-Siempre hacen lo que pueden y nunca logran nada-
-Lo lamento, Camila- dijo y se fue de nuevo a la sala de urgencias.
-Yo también lo lamento- susurré a la nada.
Ahora estaba sola.
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~3 años atrás~
-Camila ¿podrías atender la mesa tres?-
-Enseguida, jefa- le guiñé un ojo y corrí para realizar mi trabajo.
Un año ha pasado después del accidente. Mi vida ha estado peor de lo que ya estaba, no obstante, sobrevivo día a día con lo que gano en este restaurant como mesera; trabajando todos los días tan duro como puedo. Con lo poco que gano, me alcanza para comprar comida y algunos gastos del apartamento.
-Pss, Camila, Camila...-
-¿Que quieres, Taylor? Sabes que si la jefa nos ve hablando, se va a enojar-
Taylor es una de las meseras del lugar. También es una buena amiga.
-Que va, si la jefa es un sol.- sonrió. Y bueno, en cierto punto, tiene razón -A lo que iba, ¡tienes que venir conmigo a un nuevo bar que descubrí por aquí cerca!- comentó emocionada
-No lo sé, Tay...- dudé -Sabes que no cuento con mucho dinero...- respondí algo insegura.
-¡Eso es lo mejor! La entrada es gratis y no necesitas tanto dinero para hacer... Lo que sea que hagan allí dentro- le dije que sí solo para cambiar un poco la rutina.
Cuando salimos del trabajo, Taylor nos guió hasta un callejón un poco oscuro; paramos en una puerta y sin más, entramos.
El lugar era algo pequeño, pero agradable; no habían muchas personas, tal vez porque este "BarClub" era nuevo... Taylor nos llevó a la barra, ella pidió algo que no tenía muy buen aspecto, aun así, se lo bebió "lo que no mata engorda" ¿no? Luego de que se bebió el contenido del vaso, nos acercamos a un juego de apuestas.
-Vamos, Camila ¿qué puedes perder?- comentó.
Taylor tiene razón, es un simple juego... ¿qué puedo perder?
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~2 años atrás~
-Por el poder que me otorga el estado de la Florida, yo los declaro, marido y mujer- el juez da la orden a mi ahora esposo, que puede besarme.
Adrián Silvian, un ángel caído del cielo, mandado por el mismísimo Dios para salvarme del infierno que estaba pasando. Él era mi protector, mi guía, el futuro padre de mis hijos, mi esposo. El amor de mi vida.
Una vez casados, dimos rumbo en su auto hacia lo que ahora sería, nuestra casa. Nunca pensé que diría esto, pero... Soy feliz. Al fin puedo ser libre, sin remordimientos, sin vicios, sin deudas, sin tristeza que me acompañe. La casa que compró Adrián para nosotros, no es muy grande, de hecho, es algo pequeña; consta de dos habitaciones, un baño, una cocina y el espacio de la sala de estar; aun así, es mejor que la pocilga de mi antiguo departamento.
-¿Te gusta, cariño?- me preguntó Adrián una vez que entramos a la casa. Yo asentí a punto de llorar porque no podía creer aquello. Al fin sería feliz -Pues que bueno, porque desde este momento, tu vida cambiará, Camila, y yo seré el causante de ello. Te lo prometo-
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~~1 año atrás~~
-No puedes tenerlo, Camila-
-Pero... Pero...-
-¡Mira a tu alrededor! No es seguro; si nos arriesgamos, estaremos en problemas- y entonces, lloré de nuevo. Aquello no era justo, para nada justo -Es mi decisión, Camila. Ahora vamos para acabar con esto de una buena vez-
No era justo.
~~ Fin de FlashBack ~~
~Presente~
-¿Estás lista, Camila?- preguntó Adrián y yo negué con la cabeza, pero como siempre, a él no le importó.
No estaba lista y nunca lo estaré.