Adicto A Ti

By steel-blue

97.6K 5.3K 1.4K

El tiempo pasará, ¿lo harán ellos? More

Prólogo
Uno
Dos
Tres
Cuatro
Cinco
Seis
Siete
Ocho
Nueve
Diez
Once
Doce
Aclaraciones
Trece
Catorce
Quince
Dieciséis
Dieciocho
Diecinueve
Veinte
Veintiuno
Veintidós
Veintitrés
Veinticuatro
Veinticinco
Veintiséis
Veintisiete
Veintiocho
Hola

Diecisiete

1K 85 41
By steel-blue

-¿Noah?-, pregunta confundido mientras que está conduciendo al hospital.

-¡Es el sobrino de Nate!-, digo alterada.

-Yo sé, pero no entiendo por qué estás así-.me mira por un segundo y vuelve su mirada a la pista.

-Es que Nate está muy preocupado, creo que estaba llorando, no sé, me pidió que lo acompañara en este momento-, hablo desesperada por querer llegar a verlo. En realidad, ni yo entendía esto. No conocía tanto al pequeño Noah como para ponerme tan alterada, estaba al borde de las lágrimas, pero creo que era porque desde el momento en que lo había visto, había sentido esta conexión tan extraña entre este pequeño bebé y yo.

-Vamos-, me toma de la mano y no hablamos en todo el camino hasta que veo que estacionamos en un lugar cerca del hospital. Mierda. No podía seguir con estos tacos, tenía que sacármelos si es que quería estar corriendo de aquí para allá una vez que ya estuviera dentro, y eso fue lo que hice, chau tacos.

-¡Vamos!-, ahora yo soy la que grita y lo jala de la mano hasta la puerta del lugar-, Hola estamos buscando a Noah..-. ¡Rayos! No sabía ni cómo se apellidaba-, señorita, debe haber algún Noah internado, está en estado crítico-.

-No le puedo dar la información si no es familiar-, mierda y más mierda, ¿por qué era tan cuadriculada?

-Por favor, es una urgencia-, lloriqueo, sin embargo, la morena con lentes y bata no acepta.

-Lo siento, señorita-. No me mira, creo que ni siquiera me estaba prestando atención, odiaba que me ignoraran, era lo peor que te podían hacer.

-Mire señorita, debe darme esa información ahora mismo-, niega-, por favor-, empiezo a llorar como magdalena-, necesito verlo, tengo que verlo, es un niño muy importante para mí, le juro que en estos momentos estoy tan alterada que no me acuerdo ni el apellido de este familiar mío-, lloriqueo con más fuerza y creo que le doy pena porque empieza a escribir algo en un papel.

-Aquí tiene-, me sonríe y hago lo mismo.

-Muchas gracias. Es usted un ángel-, agradezco, juro que estoy a punto de abrazarla.

-Suerte-, me dice y vuelve a los suyo. Asiento y vuelvo a jalar a Lucas, pero mi sonrisa se borra al ver tantas habitaciones en el papel, cuántos Noah podían haber en este hospital, ¿cuatro? ¡Ni que su nombre fuera tan común! ¡Rayos! Pero eso no me detendría en encontrar a ese preciado bebé.

-Vamos al segundo piso-, aprieto el botón del elevador y no espero a Lucas a que salga, yo ya estoy corriendo hasta la habitación doscientos doce. Rogaba que estuviera ahí porque sino, lloraría más-. ¿Noah?-, pregunto buscando por todos lados, no había nadie afuera, creo que eso significaba que no era mi Noah. Algo me decía que no abriera la puerta, y es que me causaba terror, pero al final, tuve que hacerlo de todos modos.

-Aquí estoy-, escucho una voz rasposa y soñolienta-, ¿Amor? ¿Eres tú?-, qué tierno era este chico, me causaba nostalgia-, ¿Jessica?-

-Perdón, no soy ella-, me disculpo y salgo de inmediato al ver que se está dando la vuelta. Mierda.

-¿Era?-, me pregunta Lucas detrás mío. Niego con lágrimas en los ojos y me abraza. Sonrío porque lo necesitaba, tenía esperanzas de que fuera. La esperanza era lo único que se perdía.

-Vamos-, lo tomo de la mano y nos dirigimos a la habitación doscientos diecinueve. Apenas llego, veo a varias personas dentro llorando, ¿qué?

-Lo siento señorita-, sale una doctora lamentándose, no, no, esto no podía estar pasando. ¡No! Me rehusaba a creerlo.

-¿Qué está pasando?-, pregunto ahogándome con mis propias palabras.

-Hicimos todo lo que pudimos-, se lamenta y se va dejándome destruída.

-¿Quién eres tú?-, me pregunta una pequeña niña cuando logra abrir la puerta.

-Soy Sabina-, hablo frunciendo el ceño, ¿es que tenía otro hijo?-, ¿tú quién eres?-, ¿quién se suponía que era esta niña?

-Charlotte-, no recordaba a nadie con su nombre, ¡ay no! Me sentía mal, de repente la conocía antes del accidente-, la sobrina de Noah-, ¡¿qué?!

-¿Desde cuando estaba enfermo?-, de alguna forma tenía que averiguar quién era este Noah.

-Desde hace más de un año-, en serio, en serio, muchas gracias. Lo sentía por aquella persona, pero Noah seguía vivo, todavía había esperanza, eso es lo único que no se perdía.

-Lo siento mucho-, me disculpo y jalo a Lucas, quien está tratando de no carcajearse-, cállate-, le digo una vez que estamos solos. No podía soportar cómo se estaba burlando de mí-, en serio pensé que se había muerto-, rompo en llanto y lo abrazo.

-No, pequeña, ten fe. Pero debes admitir que todo tu dramatismo fue muy gracioso-, habla riendo.

-Cállate-, le contestó con una sonrisa y él hace lo mismo. Hasta el momento no me había puesto a apreciar esa dentadura perfecta, digna de la realeza. Nunca antes había visto una sonrisa tan preciosa como la de él, no que yo recordara.

-Apúrate-, ahora es él, el que me jala del brazo para sacarme del ascensor-, solo quedan dos habitaciones, reza para que sea esta-, se carcajea, pero de inmediato una enfermera sale de un cuarto y lo calla.

-Tenga más respeto, señor-, rueda los ojos y se va. Ambos nos miramos atónitos y empezamos a reírnos en silencio.

-¡Qué amargada la vieja!-, río con más fuerzas. No soportaba a la gente así, me daban náuseas.

-Ni que lo digas-, rueda los ojos y volvemos a caminar. Ahora, al piso cinco, cuarto quinientos tres.

-Tengo miedo-, hablo mirando la puerta blanca que me traía recuerdos de cuando yo estuve aquí. Quería golpearme por estar tan triste, yo no conocía a ese niño, no tenía porqué derrumbarme, pero es que sentía que debía protegerlo.

Unos golpes en la puerta fueron los que me despertaron de mi trance, miré preocupada a la puerta y mi sonrisa se ensanchó al ver a Nate, ya estaba aliviada de haberlo encontrarlo, sin embargo, esta se borró al ver sus ojos hinchados. No lo pensé dos veces y lo abracé, a veces era lo más que uno necesitaba.

-Es peor de lo que parecía-, habla entre sollozos-, padece de una enfermad muy extraña, tenía una hemorragia interna, pero él no se quejaba... él no siente nada, no siente el dolor-. ¿Eso existía?

-Pero, pero eso es bueno, ¿no?-, no le veía nada malo a eso, más bien, Noah ya no sufriría, eso estaba bien.

-¡No! ¡¿Es que no entiendes?! ¡Noah se puede estar muriendo y nunca lo va a saber! ¡Estuvo al borde de la muerte!-, me gritaba exasperado. Lágrimas se acumularon en mis ojos, qué estúpida había sido, ahora, me sentía pésimo.

-Oye, tranquilo, viejo-, habla Lucas frunciéndole el ceño y poniéndose delante mío. ¡Más tierno! En cambio, Nate lo miró furioso y se acercó a él para confrontarlo.

-¡Tú!-, lo apuntó con él dedo con odio-, ¡tranquilízate!-, estaba paralizada, veía cómo L se tensaba, lo sabía porque cada vez que lo hacía juntaba con fuerza sus manos haciendo un puño. ¡Rayos!

-Mira, amigo, estás alterado, debes calmarte-, realmente él estaba haciendo un esfuerzo por calmarse, yo sabía que quería tirarle un puñete en ese mismo momento, pero no lo hacía y no sabía si era porque yo estaba ahí o porque la situación no lo ameritaba.

-¡Mira, "amigo"!-, hizo énfasis en esta palabra-, ¡mi sobrino se está muriendo! ¡Así que apreciaría que te callaras!-, mierda y más mierda. Se... se estaba muriendo.

-¿Se está muriendo?-, de pronto, todo se estaba distorsionando, ¿acaso mi cuerpo me estaba jugando una mala pasada? Los vi aterrada y de a poco, noté que las facciones de ambos se estaban tranquilizando, cómo se relajaban y me observaban con pánico. Era imposible que me viera tan mal, seguro que ni se notaba.

-S-, oí que Lucas me llamó y ambos se acercaron corriendo hacia mí antes de que me cayera al piso. Se lamentaba y le decía algunas cosas a Nate que realmente no lograba descifrar, creo que me había quedado sorda.

-Toma-, habló mi mejor amigo con un vaso en la mano-, no te preocupes, desde que Noah nació, ha demostrado ser un hombrecito fuerte, él lo logrará-, me sonrió, pero yo sabía que era más que falso.

-¿Me dirás que está pasando realmente?-, ya no podía, tenía que ser algo más, yo presentía eso.

-No-, me miró apenado y luego bufó-, se le detectó a Noah que tiene un tumor maligno, además de la enfermad que ya tiene-, no hice más que tirarme encima de él y llorar en su hombro, no entendía cómo le podía estar pasando esto, era recién un bebé.

-Lo siento mucho-, lloriqueé fuerte, asintió y besó mi cabeza.

-No te preocupes-, nos separamos-, gracias-, sonríe y se para-, ¿quieres entrar?-, eso me haría muy feliz.

-Claro que sí-, sonrío y me paro. Él hace lo mismo y se acerca a la puerta del cuarto, de donde hace unos cuantos segundos, una señora regordeta sale con cosas de mantenimiento.

-Creo que te vas a lavar la cara-, frunzo el ceño-, es mejor que no te vean así de triste, necesitas darle fuerzas a su mamá-, asiento y hago lo que me dice.

-Te esperaré aquí-, habla Lucas, por un momento había olvidado que seguía aquí, era como si hubiera desparecido, pobrecito.

-Ya vengo-, veo cómo asiente y me dirijo al baño. ¡Rayos! No entendía nada de esto, me parecía tan injusto que un bebé inocente como Noah estuviera sufriendo, él no tenía la culpa de nada. Me parecía estúpido que inocentes sufrieran mucho, mientras qué hay idiotas, sueltos en la calle, que hacen mierda la vida de otros, ¡¿y qué?! ¡Nada! ¡No pasaba absolutamente nada! Seguían jodiendo a los demás. La vida es una completa mierda-, odio la vida-, cierro la puerta y al verme horrible en el espejo, con todo el maquillaje corrido por la cara, decido reírme-, y tú no puedes lucir más patética-, me señalo en el espejo-, y no puedes ser más fea-, rompo en llanto, ¡mierda! Odiaba esto, no entendía cuánta preocupación hacia ese niño, pero ¡rayos! Era un bebé, ninguno merece eso. Debe haber algo que se pueda hacer-, ¡auch!-, siento un fuerte dolor en el pecho, qué raro-,¡agh!-, las canastas que se encontraban por el caño, caen, este dolor era insoportable, ¿qué estaba pasando?

-Señorita, ¿necesita ayuda?-

-¡No, no!-, levanto todo y trato de dejar las cosas en su lugar-, ¡ya salgo!-, me doy una última mirada en el espejo y abro la puerta. Hay una mujer regordeta de grandes ojos azules, quien se encuentra con una gorra blanca sosteniéndole los mechones negros que sobresalen.

-Disculpe por interrumpir-, agarra todos sus materiales de limpieza-. ¿Tiene mucho dolor?-, ¿qué? ¿Cómo lo sabía?-, la están esperando-, habla y se mete al baño.

¿Qué había sido ese dolor? ¿Qué había sido todo eso?

-Ya estoy aquí-, moría de ganas por ver al pequeño Noah.

-No puedes entrar-, ¿otra vez un Nate tajante?-, su mamá no te quiere dentro-, cierra la puerta en mi cara. Frunzo el ceño molesta y cuando me dispongo a tocar la puerta para exigirle a su mamá explicaciones, aparece otra vez ese dolor, sin embargo, ya no es el pecho, sino en mi pierna.

-Ya no llores, mi pequeña niña-, siento a Lucas abrazarme y cargarme como si fuera bebé-, hay que irnos mejor a casa-, asiento, eso es lo único que puedo hacer por el momento, este dolor realmente me estaba matando.

-¿Por qué no me deja entrar?-, apenas susurro cuando ya nos encontramos en su carro.

-No sé-, gracias por tu apoyo, idiota. No le vuelvo hablar hasta que llegamos a su casa. Apenas estaciona, abro la puerta y lo espero para que entremos, solo quería dormir un rato-, es una tonta si no deja que veas a su hijo-, me sonríe y hago lo mismo. Suspiro apenada y me dirijo con lentitud al baño de su cuarto para cambiarme, no sin antes pasar por su clóset para sacar mi pijama, sí, tenía un poco de ropa entre sus cosas.

Me veo en el espejo y sigo viendo a la chica fea con todo el maquillaje corrido, suspiro y me lavo la cara, para luego proceder a despojarme del vestido-¡ahh!-, sale un grito ahogado al ver dos moretones, uno en mi pecho y otro en mi pierna-, mierda-, me los toco y frunzo el ceño, ¿con qué me había golpeado? Nada que yo recordara últimamente, se veían bastante recientes.

-¡¿Estás bien?!-, Lucas grita desde la puerta.

-¡Sí, sí! ¡No te preocupes! ¡Es que casi se me cae el perfume de las manos!-, cierro los ojos, una mentira más estúpida y cero creíble no podía haber dicho.

-Está bien-, escucho pasos alejarse. Ingenuo.

Respiro hondo y me pongo el vestido que uso de pijama, me lavo los dientes y salgo de baño. Veo el cuarto a oscuras y a Lucas ya echado en la cama, sonrío y me acerco.

-Gracias por todo-, le doy un beso en el cachete-, te quiero-, susurro con los ojos cerrados-, buenas noches-.

-Yo también-, siento un beso húmedo en mi hombro-, buenas noches, nena-, abro los ojos de inmediato. Nena.

Nena. Nena. Nena.

Sabía que era de algún lugar, me muerdo el labio y me dan intensas ganas de llorar por no saber de dónde era. Y aunque no pudiera recordarlo, me gustaba cómo me había llamado.

Continue Reading

You'll Also Like

1.4M 124K 57
─La muerte, la muerte es tan... ¡horrible! ─dijo Emily en un sollozo, sin pensar que lo único que tenemos seguro en esta vida es eso, la muerte. ─...
17.9K 2K 25
Alan White un ex adicto, se ve obligado a dejar sus vicios cuando le diagnostican cáncer pulmonar, desesperado intenta suicidarse, Samantha Brown sin...
19K 1.1K 23
esta historia será parecida a Crepúsculo solo que en esta Jacob tomara el lugar de bella pero el seguirá siendo lobo porque me gusta que lo sea. asi...
204K 22.3K 67
El mundo se tambalea cuando un corazón ha sido roto, la mala influencia del mismo corre por la mente de las personas. Alannah Fiztgerald ha decidido...