Hermione
Entre al baño y me deje caer contra la puerta. Abracé mis piernas y lloré.
Que había pasado? Tanta felicidad falsa. Tantas mentiras. Era una mortifaga, una mortifaga mejor amiga de Harry Potter y Ronald Weasley. Y mis padres sabían eso, jamás me juzgaron y sabían que en algún momento iba a enfrentarme a ellos, a mis mejores amigos.
Porqué? No hay motivo alguno para justificar esto. Me mintieron. Tuve un hermano, tíos, y nunca se atrevieron a decírmelo. Era mucho más fácil mentirme, no? Crearme un mundo donde estaba del lado de los buenos, cuando siempre fui la enemiga.
Que dirían de mi? Me casé con Draco Malfoy, y ellos no lo saben, no los invite a MI boda. Me convertiría en mortifaga, y ellos no lo saben, y tampoco lo harán. Me matarán, pensaran que siempre lo supe, cuando siempre repugne a los de esa clase. Mortifagos. Y yo sería una de ellos.
Mis padres, siempre sangre pura. Tantas burlas y prejuicios, me dejaron vivir todo ese dolor, solo por no decirme la verdad. Si me lo hubieran dicho me habría alejado de Harry y Ron y no los hubiera lastimado. Pero era más fácil mentirme y que todo fuera peor.
Jamás lo perdonaré, jamás
Y Draco? El lo sabía? O estaba en la misma situación que yo? Necesitaba más respuestas. Y solo el me las podía dar.
Me levante del piso y me miré al espejo. Un zombi no era nada comparado conmigo. Me di un calmante baño de burbujas.
Tocaron la puerta.
-Amor, sal por favor, llevas como 4 horas ahí. Estoy preocupado- y eso se notaba en su voz
4 horas desahogándome
-Herms, amor. Me dejas pasar?- preguntó tiernamente
-Si- dije con la voz tan apagada que hasta dude si la había escuchado.
La puerta se abrió y entró. Tenía los ojos rojos, la corbata desarreglada, y el pelo alborotado.
Hice una seña con mi mano de que entrara a la bañera conmigo. Era bastante grande que ambos entrábamos y hasta sobraba espacio.
Se quitó la ropa y entro colocándose detrás de mi. Me recosté en su pecho y colocó sus manos junto a las mías en mi estómago.
-Yo tampoco lo sabía. Jamás me lo imaginé. Pero cuando vi la confianza entre nuestros padres, encontré algo raro - dijo, y se escuchaba más sincero que nunca
Acaricie la marca en su brazo
-Como es que jamás la vi? - le pregunté
-Usaba un hechizo, y ahora entiendo porque mi padre me decía que junto a ti no era necesario hacerlo. El pensaba que tú ya lo sabías. Es horrible.- la miró con asco
-Es lo que somos
-Lo que soy, no permitiré que te marquen
Me di vuelta quedando su rostro pegado al mío, lo tome entre mis manos
-Estamos juntos en esto, lo que tú eres, yo también lo soy. Y tengo que hacerlo, no quiero sufrir consecuencias - bese sus labios - Prométeme que no me dejarás sola
Tomo mi rostro en sus manos, como yo lo hacía con el suyo
-Jamás amor, te prometo que jamás te dejaré sola. Ahora, prométeme tu que no me dejaras caer, por favor hazlo -vi una lágrima caer por su mejilla, la limpie con mi pulgar
-Nunca caerás, porque si tu caes, yo caigo contigo. Y te prometo que por nada en este mundo te dejaré caer, por nada ni nadie
Nos abrazamos, realmente lo necesitábamos.