Y después...

By micheldonmyparents

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The Next Step ha ganado los Internacionales, y Michelle ha llegado a un punto en el que no puede más. Los últ... More

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By micheldonmyparents

¡FELIZ NAVIDAAAAD!

MUCHAS FELICIDADES A TODOS Y TODAS LOS QUE ME LEÉIS, ESPERO QUE LAS FIESTAS HAYAN SIDO INCREÍBLES. 

COMO REGALO,¡¡ TENDRÉIS UN NUEVO CAPÍTULO EL MIÉRCOLES !! AL MENOS, ESPERO QUE QUERÁIS TENERLO... SI ME DECÍS QUE SÍ LO PUBLICO, SI NO VOLVERÁ A SE EL DOMINGO JAJAJAJA

ESPERO QUE DISFRUTÉIS EL CAPÍTULO, ESTE VA A MARCAR MUCHO LO QUE PASARÁ EN LOS SIGUIENTES ;)

Para Michelle también había sido una de las noches más largas de su vida. Sin embargo, ella se iba al día siguiente, así que, ni veinticuatro horas después de la conversación más difícil de toda su vida, la bailarina salió de su casa rumbo al centro comercial, para comprar todo lo necesario para su viaje. Iba más que distraída, repitiendo aún las palabras que le había dicho Eldon: ella había sido su primer amor.

Michelle siempre había pensado que ese título lo acarreaba Emily (aunque ella misma le había confirmado que Eldon jamás le había dicho nada parecido); incluso había pensado que, por aquel entonces, su novio era demasiado joven como para saber lo que sentía por ella. Creía firmemente que, si ese era el caso, el primer amor del rubio habría sido Thalia. Y sin embargo... era ella.

La bailarina no podía mentir: echaba de menos pasarse minutos y minutos en los brazos de Eldon, oyendo cómo sonaba su corazón. Echaba de menos jugar con su pelo, y echaba de menos cuando descubría que él la había estado mirando sin que ella se diera cuenta, y echaba de menos sus labios de terciopelo, y lo perfectos que se sentían contra los suyos. Recordaba con cariño aquella primera vez, la cual sabía que no había podido ser más perfecta, y el agradable sentimiento que había nacido en su pecho antes de dormirse y justo cuando se había despertado, al notar la calidez de su cuerpo a su lado.

El día anterior, cuando su ex novio la había capturado entre sus brazos una vez más... Michelle había querido pensar que aún estaban juntos. Había deseado con todas sus fuerzas quedarse ahí para siempre, crecer en su abrazo... cuando se había despedido de él había tenido que hacer un verdadero esfuerzo en darle un beso en la mejilla, y no en los labios, como ella deseaba con todo su cuerpo. Sus labios aún tenían un ligero cosquilleo.

-¡Michelle, cielo!- gritó alguien detrás de ella, y la rubia se giró para encontrarse con la madre de Eldon y con sus hermanos. El padre de Eldon no tardó en aparecer, movido por la voz de su mujer. Él también adoraba a la primera novia algo seria de su hijo mayor.

-Señor y señora Lupien, hola- dijo sonriendo- hola mocosos.-los hermanos de Eldon, Nicholas y Olliver, sonrieron a Michelle. Si alguien más les hubiera llamado así, poco tiempo les habría faltado en lanzar una mirada asesina. Pero sólo porque era ella, los gemelos de la casa Lupien lo dejaban pasar.

-Oh, querida- dijo sonriendo su madre- ya sabes que para ti somos Dawn y Allain.

-Por supuesto- dijo sonriendo de nuevo- ¿cómo estáis?

-Bien, cielo. Un poco cansados, porque ahora que todos están con las vacaciones de verano, nuestra casa parece un zoológico- Michelle se rió suavemente ante las palabras de su anterior suegra, y Dawn sonrió al ver que la rubia parecía de mejor ánimo.

-¿Y tú que tal estás, hija?-preguntó Allain.

-Estoy bien. Como ya sabéis, el estudio está también en un período vacacional, así que pretendo aprovechar el verano al máximo.

-Genial- dijo Olliver-. Eldon nos ha contado del viaje que quiere hacer la compañía A. ¿Irás con ellos?

-Bueno, me lo ofrecieron, pero ya les dije que no podía.

-¿Y eso?- preguntó Nicholas, con el ceño fruncido.

-Ya tenía un viaje programado- dijo, encogiendo los hombros.

-Qué pena. Pues otra vez será, ¿no es así?

-Sí, supongo que sí, Allain.

-Al menos podrías venir un día a casa, a lo que quieras. Ya sabes que nos encanta tenerte por ahí.

Michelle sonrió, agradecida.

-Muchas gracias, Dawn, pero me voy mañana por la mañana. He venido hoy para comprar todo lo que necesitaba.

-¿Tanto tiempo estarás fuera?-preguntó el patriarca. Michelle asintió.

-Todo el verano, me temo. Pero volveré a tiempo de las audiciones. The Next Step tiene que mantener su título.

-Por supuesto- dijo Dawn, sonriendo-. Por lo demás, ¿estás bien?

-Sí, Dawn, no te preocupes.

-No le pidas eso, cielo- dijo Allain sonriendo-. Sabes que eso en ella es imposible.

Michelle rió suavemente.

-Gracias de todas formas.

-No es nada, cariño. Para eso estamos; ya sabes que puedes llamarnos si necesitas cualquier cosa.

-Sí, claro que lo sé.- Tras mantenerse en silencio un par de segundos, Michelle volvió a hablar, algo insegura. - esto, ¿sabéis si Eldon está bien?

Dawn y Allain se miraron, extrañados.

-Lo cierto es que apenas le hemos visto, pero creemos que sí- dijo Allain- ¿por qué lo preguntas?

-Oh, por nada. Pero... los Internacionales han sido brutales, y todos estamos agotados, física y mentalmente, así que estaba algo preocupada por él. Me alegra saber que está bien.

-Eso es muy dulce por tu parte, cariño.-sonrió Dawn-¿Es que no habéis hablado últimamente?

Michelle titubeó.

-No precisamente de eso...

-¿Qué quieres decir?-preguntaron los gemelos a la vez. La bailarina sólo hizo un gesto con la mano.

-Nada grave, no os preocupéis.

-De acuerdo, cielo- dijo Dawn de nuevo- te repito que nos tienes aquí para lo que necesites.

Tras la sonrisa más que agradecida de Michelle y un asentimiento por su parte, Allain se despidió.

-Bueno, no te molestamos más, hija, que seguro que tienes prisa.

-No me habéis molestado para nada, ya sabéis lo que me gusta veros. Supongo que lo haré de nuevo en unos pocos meses.

-Sí, supongo. Disfruta mucho, cariño, y no te olvides de nosotros.

Michelle le dio las gracias y se despidió con un abrazo de ellos. Los Lupien se dirigieron hacia la salida, y la rubia a comprar todo lo necesario.

********

Esa misma noche, Eldon había quedado con Thalia. Llevaba sin salir de su habitación todo el día, intentando poner su mente en orden, intentando olvidar las palabras de Michelle. Su mejilla aún tenía un ligero cosquilleo de cuando sus labios la habían tocado.

Sin embargo, Eldon creía que una cita con su nueva novia solucionaría todas y cada una de sus dudas. Dando un beso en la mejilla a su madre, el bailarín salió de su casa sin que a sus padres les diera tiempo de contar su encuentro con su ex novia.

Tras aparcar su coche delante de la casa de Thalia, Eldon llamó al timbre y esperó pacientemente a que su nueva novia saliera de su casa. Apenas dos minutos después, la morena salió de su casa vistiendo un vestido apretado, corto, y negro. Pese a que cualquier hombre con cabeza se habría muerto por sus huesos, el rubio apenas le dedicó una mirada y recordó, casi sin querer evitarlo, lo hermosa que estaba Michelle con el vestido blanco en la fiesta de los Internacionales.

-Hola- saludó Thalia con una sonrisa, para luego darle un ligero beso en los labios- ¿nos vamos ya?

Eldon sólo asintió y lideró el camino de nuevo hasta su coche. Ya dentro, un silencio comenzó a reinar.

Francamente, eso no era lo que Eldon se esperaba de la relación. Thalia y él parecían conectar con eso de los puntos en el baile. Por eso, el bailarín había estado tan emocionado con ella: por fin iba a salir con una chica que se pareciera a él. Había pensado que eso significaba que tendrían más cosas de las que hablar, que se enamorarían por lo que el otro era. Si embargo, las cosas no parecían ser así, y él no podía evitar pensar en las conversaciones de horas y horas que podía tener con una cierta rubia acerca de todo y de nada.

-Bueno- rompió el silencio Thalia, al cabo de varios minutos- ¿dónde vamos? Me prometiste que iríamos a un restaurante.

Eso era otra cosa que a Eldon le encantaba de Michelle. Con ella era todo más que sencillo...ambos disfrutaban de su tiempo juntos, pasara lo que pasara. En su primera cita, Eldon había querido llevarla a cenar, y luego al cine. Pero el restaurante al que quería ir había cerrado, y con las prisas, no habían llegado a la película. Eldon había estado más que avergonzado, pero había sido entonces cuando Michelle le había sonreído con la sonrisa más dulce del mundo y le había dicho si quería pasear con ella por el parque. Eldon había asentido y luego le había cogido de la mano. Habían cenado unos perritos calientes (los cuales ambos amaban), y se habían reído como locos cuando ambos se habían manchado la nariz de salsa. Luego habían seguido paseando, aún cogidos de la mano, hablando de todo, conociéndose más a fondo, convirtiéndose, apenas sin darse cuenta, en el verdadero mejor amigo del otro.

Por una casualidad del destino, habían acabado en un cine al aire libre, y habían disfrutado de la película bajo la luz de las estrellas. En un momento dado, ambos habían girado la cabeza para mirarse. Eldon había colocado un mechón de pelo tras su oreja y luego habían unido sus labios por primera vez. Había sido uno de los momentos más mágicos en la vida de ambos, y, cuando Michelle le había dicho, al final de la noche, que esa había sido la mejor primera cita que había tenido nunca, el rubio sabía que la decisión de dejar a Emily por ella era una de las mejores de su vida.

Sin embargo, cuando él le había propuesto a Thalia un plan parecido (una cita tranquila), su nueva novia no había sabido ocultar su cara de disgusto. Así que, Eldon no había tenido otra opción que reservar en un restaurante tirando a caro.

Saliendo del coche, el rubio fue a abrirle la puerta a la morena que, encantada, le tomó de la mano. Dentro, el camarero les llevó a su mesa y les dio la carta.

Fueron unas dos horas un tanto eternas para Eldon. Thalia, aunque en el buen sentido, era aún más...peculiar, que él. Pese a que en el coche no había abierto la boca casi nada, ahora parecía no cerrarla. Desde los entrantes hasta el postre, Eldon había oído a Thalia sin descanso, apenas sin poder hablar para nada. Había descubierto, eso sí, que pese a lo que él previamente había creído, no tenían tanto en común. Ambos creían en lo de los puntos, y a ambos les gustaba el yoga, pero la cosa más o menos se quedaba allí.

Si hubiera sido otra persona, si no hubiera sido Eldon, probablemente la cita no habría estado tan mal. Pero en las circunstancias en las que él se encontraba, no sabía si la última decisión que había realizado era la correcta.

Después de pagar la cuenta y de haberla llevado a su casa, Thalia abrió su puerta y le invitó a entrar.

-¿En serio?- la morena sonrió-¿y tus padres no están en casa?

-No, están en un viaje de negocios esta semana. Anda, pasa.

Eldon lo hizo, dubitativo, y Thalia lo hizo detrás de él. Con duda, pues jamás había estado allí, el bailarín fue hasta el salón, pero, cuando se había girado para preguntarle si quería ver una película, los labios de su novia habían chocado violentamente contra los suyos.

-¿Qué haces?-preguntó, separándose.

-Vamos, Eldon- dijo ella, sonriendo-como si no lo supieras.

Thalia volvió a unir sus bocas y comenzó a intentar quitarle la camisa a Eldon. Él se volvió a apartar.

-No, no lo sé. ¿Qué haces?

-Vamos, no seas remolón. Vayamos a mi habitación.

-Thalia, creo que te confundes- dijo él, sacudiendo la cabeza. Thalia lo miró, confundida.

-¿Qué quieres...?Oh...Oh. Vaya, jamás me lo habría imaginado.

-¿El qué?-preguntó extrañado. Ella dejó escapar una ligera risa que molestó al rubio.

-¡Que eres virgen! Creía sinceramente que no lo serías...

-Y no lo soy, Thalia. Pero que ya me haya acostado con una persona no significa que me tenga que acostar contigo cuando apenas llevamos saliendo dos semanas.

-Eso da igual, Eldon. Lo importante es que estamos aquí, no el momento...

-No- dijo él, definitivamente molesto-. El momento sí importa. Y ya te digo que, desde luego, esto no lo es.

-Vamos, Eldon, ¿qué más da? Es sólo...ya sabes...

-Thalia, es más que eso. Cuando estás en una relación es mucho más que eso.

-Lo siento, yo no lo veo así.

-Pues yo sí que lo hago- respondió él, levantándose y abriendo la puerta de la casa de ella- y lamento que no puedas ver mi punto de vista.

-Vamos, ¿te vas a ir?

-Sí. Buenas noches.

Cerrando la puerta detrás de si, Eldon entró en su coche y comenzó a conducir de vuelta a su casa. Con la manga de su camisa, se limpió repetidas veces la boca, casi haciéndose sangre. Al llegar a su casa, aparcó el coche como pudo y entró con la idea de ir directo a su habitación.

-Cielo- le llamó su madre de camino-... qué pronto has vuelto. ¿Todo bien?

-Sí mamá, no te preocupes. Hasta mañana, buenas noches a todos.

Sin molestarse en oír una respuesta de su familia, Eldon se metió en su habitación y cerró la puerta suavemente, apoyándose en el marco al hacerlo. Luego, con calma, se quitó la ropa y se puso sus pantalones de pijama. Hecho esto, se tiró en la cama, mirando fijamente el techo.

La noche podría haber ido peor, claro que sí, pero también podría haber ido mil veces mejor... ¿A quién quería engañar? La noche no habría podido ir peor. Porque esa noche había ayudado a Eldon darse cuenta de una cosa: no estaba enamorado de Thalia. Para nada lo estaba. Sus besos habían sido incluso incómodos, no disfrutaba de su compañía tanto como había pensado que lo haría y, desde luego, la idea de acostarse con ella le había parecido horrenda. Gruñendo, se giró para acostarse de lado y, así, poder ver la foto que tenía en su mesilla de noche: esa foto que se habían hecho cuando habían ganado las semifinales en los regionales. Michelle y él estaban cogidos de la mano, y todo parecía tan perfecto por aquel entonces... El bailarín rubio se quedó mirando la foto hasta que, horas después, el sueño le hizo cerrar los ojos.

********

Tan temprano que aún podía ser llamado noche, Michelle salió de su casa. Su padre le iba a llevar al aeropuerto, donde se despediría de ella.

Pese a que las dos últimas noches las había pasado llorando, Michelle sabía que eso era lo correcto. Lo que necesitaba.

Jamás había querido dejar las cosas así de mal con Eldon, pero ahora ya daba igual. Se escaparía de la realidad unos meses y, si tenía suerte, al volver todo sería mucho mejor. Al menos eso esperaba.

-¿Ya lo tienes todo, cielo?-preguntó su padre. Ella se giró con una sonrisa y asintió hacia su progenitor. Él la imitó y le dijo que le esperaba en el coche. Repasando que lo tuviera todo allí, Michelle miró de nuevo a lo que a ratos podía llamar casa y se subió en el vehículo. Canadá tendría que esperar su regreso.

********

Unas horas más tarde, y de nuevo en la casa Lupien, la familia de Eldon celebraba una pequeña cena familiar. Los abuelos del rubio habían ido a su casa a pasar el día (era domingo, después de todo) y ahora cenaban tranquilamente en el jardín. El ambiente era agradable y hogareño; sin embargo, el mayor de los hijos de Dawn y Allain estaba cabizbajo. Se había pasado el día en su habitación, de nuevo, y sus padres se habían empezado a preocupar por él. Al fin y al cabo, Michelle les había preguntado por su hijo, así que... ¿qué era lo que no podían ver?

-Sabéis- dijo Dawn cuando comían los postres a sus padres y sus suegros- ayer vimos a Michelle en el centro comercial.

Inmediatamente, sus padres (incluidos los de su marido, pues eran como unos padres para ella), sonrieron. A la matriarca tampoco se le pasó el hecho de que Eldon había levantado la cabeza tan rápido que casi se había dado contra el codo de Olliver.

-¿En serio?-preguntó su madre. Todos los abuelos de Eldon adoraban a Michelle desde el minuto en el que su nieto la había introducido a la familia. También ellos habían estado muy decepcionados al ver que lo habían dejado-.¿Y qué tal se encontraba?

-La verdad es que yo la he visto mejor que hace unos meses. -Dawn se fijó en cómo Eldon se mordía fuertemente el labio inferior y jugaba con su pastel de chocolate, algo más que difícil en él. Ese niño era un monstruo de las tartas- ¿No crees, Eldon?

-¿Eh?-preguntó, levantando la vista de su plato, confundido.

-Decía que Michelle parece estar mejor que en los últimos meses, ¿no crees?

Su hijo mayor se encogió de hombros.

-Supongo.

-Nos dijo que iba a hacer un viaje por su cuenta- informó Nicholas.

-No hace falta que les informes de toda su vida, Nick.

-Eldon, no seas maleducado-le reprendió su padre.

-Eldon, hijo- continuó su abuelo- a todos nosotros nos interesa la vida de esa joven, así que, Nicholas, sigue contando.

-Tampoco es que sepamos mucho más- dijo, encogiéndose de hombros-. Lo único que nos dijo es que se iba hoy, y que lo haría para todo el verano.

-Buen viaje que le espera, entonces- rió su abuela.

-Y que lo digas, mamá- dijo Allain.

-Y- continuó el padre del mismo, mirando a Eldon-¿tú sabías esto?

-Claro- respondió el rubio, un poco irritado- nos lo dijo hace unos días a toda la compañía A.

-¿Y te has despedido, cariño?- preguntó Dawn. A nadie se le escapó que Eldon había titubeado y que se había atragantado con su propia respiración.-¿pasa algo cariño? ¿no hablaste con ella?

-Hablamos- dijo sencillamente su hijo.

-¿Y no fue bien?-preguntó preocupado su padre. Eldon empujó su plato y se levantó de la mesa bruscamente.

-Fue como tenía que ir, nada más y nada menos. Si me disculpáis, me voy a mi cuarto.- tras eso, el bailarín había entrado de nuevo a su casa, dejando a toda su familia estupefacta. Cuando Allain se fue a levantar, su mujer le agarró del brazo, parándole.

-Déjale ir, Allain. Ahora mismo lo necesita.

-¿Qué le ocurre?

-No lo sabemos, mamá- dijo Allain-. Y en principio creíamos que nada, pero el otro día Michelle nos preguntó si estaba bien, y nos estamos comenzando a preocupar por él...algo se nos escapa.

-Tal vez- dijo Olliver, dubitativo- discutieron. Michelle y Eldon, digo.

-¿Discutir? No sé, hijo, eso no suena como ellos para nada...

-Ya han discutido antes, mamá- puntualizó Nicholas.

-Pero eso fue hace tanto... y coincidió con su separación...- de repente, su padre ahogó una exclamación- papá, ¿estás bien?

-Creo que me acabo de dar cuenta de que Olliver tiene razón...Eldon está así porque él y nuestra encantadora Michelle discutieron la última vez que se vieron.

-¿Cómo sabes que es la última vez, papá?-preguntó Allain a su suegro.

-Creo que yo tengo la respuesta- dijo la madre de Dawn- y es bastante obvia. Esos dos se siguen queriendo. Siempre lo han hecho, y yo en el fondo sé que siempre lo harán. Esa mirada... la mirada que vi en la cara de Michelle, y en la de Eldon cada vez que uno entraba en la estancia, o cada vez que se mentaba al otro, o cada vez que estaban juntos...eso es amor. Y ahora, con Eldon empezando una nueva relación con otra chica... algo debió fallar...

-Tal vez Michelle no pudo más...-murmuró Nick.

-No me cuadra.- dijo Olliver-. Es decir, vale, decid lo que queráis acerca de que ellos estén enamorados. Por mí mejor, a todos nos cae más que bien Michelle. Pero la teoría de que hayan discutido acerca de algo así... hay algo más de lo que no nos estamos dando cuenta.

-Pronto lo haremos- dijo Allain- vuestros abuelos tienen razón. Tal vez no se den cuenta, pero yo aún puedo ver el amor en los ojos de tu hermano, e incluso en los de Michelle. Y Eldon no está enamorado de Thalia. No lo está. Y si, como dices tú, mamá, ellos han discutido por algo relacionado con su relación... entonces me temo que la situación no tardará en explotar.

-¡Pero ella se ha ido!- dijeron los gemelos a la vez.

-Ahí tenéis razón- dijo Dawn- la situación no se va a solucionar pronto, eso está garantizado, pero... esperemos que todo acabe bien.

-Para mí- dijo la madre de Allain- el mejor resultado sería que Eldon acabara con esa chica con la que está ahora y volviera con Michelle. Ella sí que era una buena muchacha.

-Ya veremos- murmuró Dawn antes de beber un sorbo de su vino- ya veremos...

SPOILERS:

-...creo que tenemos que hablar...

-...Y allí estaba...

-...su pelo estaba aún más despeinado y que parecía tener los ojos hinchados y algo rojos...

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