Miradas amorosas y corazones acelerados
Habían pasado algunos días desde su conversación con Michael, y hoy miércoles lo buscaría para hablar. Luke caminaba por los pasillos del establecimiento mientras miraba hacia todos lados escondiendo su rostro (si su hermano Robert lo viera, lo mataría ahí mismo)... No podía dejar que eso sucediera.
Sin embargo, ahí estaba su hermano Robert con una chica castaña que se empeñaba por besarle en los labios. Poco demoró Luke en hacer una mueca de asco. Ocultó su rostro y uniéndose a la multitud pasó desapercibido.
Cuando por fin encontró el salon de clases que buscaba, ahí estaba Michael. Luke lo miró amorosamente y corrió de inmediato hacia él. Era justamente lo que necesitaba en ese momento el teñido: ver a Luke Hemmings.
El rostro de Michael se iluminó de inmediato, dejando ver una enorme sonrisa. Estiró sus brazos y Luke lo acogió en un abrazo cálido.
—Pensé que no te volvería a ver jamás —murmuró escondiendo su rostro en el cuello de Luke.
— ¿Por qué? —pregunto curioso.
—Pues... porque- yo talvez los oí hablar el otro dia.
Luke se alejó un instante para observar el rostro de Michael y este bajó la mirada. No quería que el rubio creyera que era un chico entrometido.
—No. Tranquilo, Michael. Está bien —dijo por ultimo Luke—. ¿Piensas que me enojaré o algo así?
El teñido miro hacia el suelo y negando con la cabeza suspiro.
—Creo que no debí hacerlo —se ruborizó cuando Luke entretejió sus dedos con los suyos.
—Está todo bien —dijo, acariciando la mejilla de Michael—, de hecho quería hablar contigo sobre eso.
— ¿Quieres que hablemos de lo tonto que soy por haberlo hecho? —rió.
— ¿Ese tonto aceptaría salir conmigo por un yogurt helado algún día? —dijo Luke balanceándose sobre sus talones, mientras le sonreía a Michael.
De repente le costó respirar y su corazón se aceleró. Luke quería salir con él.