Jane yacía dormida al lado de Nick. La observó con un momento y reparó en sus ojos hinchados. ¡Tiene apenas veinte años, joder!, pensaba y se hundía en la frustración. Pronto su estómago iba a crecer, todo su cuerpo iba a cambiar, tendría citas periódicas con un médico, habría gastos, y lo más importante; ¿Que sucedería con sus estudios? Apenas estaba cursando primer año de universidad.
Se puso de pie fuera de la cama, cuidando de no despertarla y caminó en silencio hasta el baño.
Se miró.
Suspiró.
Tenía tanto en qué pensar, que no tenía ni la menor idea de dónde comenzar. Al menos había logrado convencer a Jane de contarle todo a sus padres hoy mismo. Era importantísimo que ellos lo supieran cuanto antes y Nick estaría ahí para apoyarla al momento de darles la noticia.
Ellos no iban a estar felices.
Después de tomar una ducha y estando preparada para salir a entrenar - más temprano que el resto de los chicos - recibió un mensaje en su teléfono.
Era Niall.
***
—Sigo sin poder creérmelo. —Dijo Harry, negando con la cabeza.
—Imagínate. —Suspiró Nick —Encima se ha pasado toda la noche llorando y dice que no quiere decirle a papá y mamá.
Harry hizo una mueca extraña y comenzó a hablar, enarcando sus cejas y mirándola con aflicción.
—Pero no puede tener un bebé sin que ellos se enteren. Digo, en algún momento su estómago va a convertirse en una sandía y con lo delgada que es Jane, esa cosa puesta en ella no va a pasar desapercibida. ¡Es imposible!
Nick lo miró por un momento como si se hubiese vuelto loco. Por la forma en que hablaba y la sarta de ridiculeces que acababa de decir, sin embargo, la expresión en su rostro decía que hablaba muy en serio.
—Claro que vamos a decírselo.
—Piensa tenerlo, ¿no es así?
—Por supuesto. Sabes lo correcta y consecuente que es. Yo creo que no podría vivir con el remordimiento de adoptar... muchísimo menos si abortara. ¡Ugh! —De sólo pensarlo le daba escalofríos.
—Vale, ¿Y su novio? ¿Él dice algo?
Ojalá tuviese un novio que la apoyara, sin embargo, había sido cosa de una sola noche. Jane no sabía si le habían puesto algo a su bebida o sólo había sido demasiado alcohol en una noche, el punto es que con suerte recordaba algunas facciones del rostro de ese chico.
—Es que ni siquiera conoce al padre. Pasó en una fiesta y ella estaba borracha. De seguro el también. —Negó con la cabeza al recordar la historia.
—Vaya. Qué difícil situación.
—Dímelo a mí. —Frunció los labios y entornó los ojos, reflexionando. —Venga, vamos a entrenar ya. —Dijo Nick después de un rato. No quería seguir dándole y dándole vueltas al asunto. Tenía nueve meses para seguir pensando y hablando de aquello.
—Espera, espera, espera —Dijo Harry, tirándola de un brazo de vuelta a su asiento. —No tan rápido.
Nick suspiró, sabiendo casi con exactitud cuáles serían las próximas palabras de su amigo. Volvió a sentarse y preguntó,
—Quieres saber sobre Nialler, ¿no es así?
Harry asintió, frunciendo los labios.
—Le llamé anoche, en medio de la comida con la familia de Jake. No escuchó nada de lo que tenía para decirle y dijo que estaba muy ocupado.
—Horan... —Dijo, entornando los ojos y negando con la cabeza. —Está extraño.
—Genial, entonces yo no soy la loca. Hoy por la mañana me envió un mensaje. Dijo que extrañaba verme, que sentía no haber podido hablar anoche y que hoy podríamos pasar el tiempo después de entrenar.
Al terminar de hablar, hizo un intento fallido por reprimir una sonrisa.
—Eso es bueno. —Comentó Harry, mirándola con cierta aprobación desinteresada.
—Lo es. —Dijo, ésta vez sonriendo en serio.
Sí, con facilidad se olvidaba de que la noche anterior él había ignorado su llamada y no quería siquiera pensar en la posibilidad de que hubiese sido a causa de Courtney, sus propios pensamientos solían ser su principal rival.
Pero, vamos, Niall no mentía y si decía extrañarla, tenía que ser cierto.
—¡Hey, perdedores!
Los dos levantaron la mirada a la vez y se encontraron con un entusiasmado Niall acercándose a ellos arriba de su tabla.
—¿Siempre logras que las personas de quienes hablas se aparezcan? —Preguntó Harry. Nick no supo distinguir si sólo bromeaba o la pregunta iba en serio.
Se limitó a encogerse de hombros.
—¿Qué hay, hermano?
Niall saludó a ambos y se sentó a la izquierda de Nick.
La abrazó sin pensarlo. —¿Estás molesta?
No lo estaba, en absoluto. Pero alguna ventaja podría sacar de la situación, sabiendo que él se sentía culpable.
—Algo. —Dijo, desviando su mirada indiferente hacia Harry, quien se sonrió al instante, sabiendo que la chica sabía cómo salirse con la suya.
—¡Pero te envié un mensaje! —Se quejó Niall.
—¿Y?
Suspiró. Nick era buena en eso de las discusiones de poco futuro, sin importancia y el lo sabía muy bien.
—Lo siento, enana. Sucede que justo cuando me llamaste estaba con Cou...
—No hay problema, Nialler. —Interrumpió, volviendo a mirarle a los ojos. Se obligó a sí misma a sonreír. —Sólo bromeaba.
Punto número uno: No estaba dispuesta a oírle decir que estaba con Courtney, apesar de saber que así era. El sólo hecho de que su voz pudiese decirlo, la descomponía.
Punto número dos: Últimamente sacaba tantas conclusiones inútiles como veces pestañeaba en un día. Pero una de todas ellas parecía tener algo de sentido; Como fuese comprensiva con él, todo estaría bien. Sin importar cuál fuese el contexto. Sin embargo era algo que debía estar constantemente recordándose a sí misma. A fin de cuentas, él no tenía la culpa de gustar de alguien más.
Lo que la llevaba al punto número tres: Él se estaba enamorando y no había nada que Nick pudiera hacer al respecto. El chico se veía feliz y ella necesitaba distraer sus pensamientos del asunto.
Niall bajó sus párpados hasta la mitad de sus ojos, observándola con falso enojo. —Graciosa.
—Venga, vamos a patinar ¡Me queda un mes para competiiiiirrrr! —Exclamó con fuerza, se puso de pie y con su skate debajo del brazo, comenzó a dar saltitos por todo el parque, hasta llegar a la rampa.
Las cosas iban bien y, una vez más, Nick había logrado convencerse a sí misma de que no había algo mal entre ella y Niall, más que sus propias inseguridades. Él seguía preocupado por ella, seguía siendo su mejor amigo y, más importante aún, seguía siendo él mismo.
Lástima que no podía tener sus dos momentos favoritos a la vez; pues si Niall estaba presente, los trucos no le salían muy bien, pero lo disfrutaba de todos modos.
Esperó con ansias que el tiempo fuese rápido esta vez, para poder al fin pasar el resto de la tarde junto a él. A su mejor amigo, al chico del cual estaba enamorada sin importar qué.
Pero de pronto, ¡Hey! ¿La perra vino también?
Niall, que en ese preciso momento se encontraba en una de las cimas de la rampa, esperando por Nick, quien se preparaba para saltar del otro lado, pareció incomodarse.
—¡Dame un segundo, no saltes aún! —Exclamó.
—¡Pero qué...! —Abrió sus manos en el aire, exigiendo una explicación sólo con mirarlo.
Niall hizo un gesto de pedir disculpas, luego le rogó que esperara 'sólo un poquito' con su manos y bajó, casi corriendo, las escaleras hasta llegar a Courtney. La besó en los labios y Nick, aunque jamás lo admita, sintió una pequeña parte de sí quebrarse.
Lo cubrió con rabia, claro.
—Perra.
Desde ahí abajo, Courtney la saludó con su mano, mientras Niall volvía a subir las escaleras. Nick fingió una sonrisa y la saludó con la mano, para convertir el gesto en su dedo del medio una vez que el chico dejo de observarla.
Desde ese momento, el entrenamiento fue una mierda. Niall no se despegó de la chica en todo el tiempo y sus movimientos no tardaron en convertirse en un fracaso total.
A ese ritmo jamás ganaría el campeonato. Tendría que deshacerse de esas visitas cursis a los entrenamientos, ¿acaso ella llevaba a Jake? ¡No!
***
—Estás molesta. —Advirtió Niall durante el camino hasta su casa. Al menos la invitación seguía siendo sólo para ella, Courtney había desaparecido en cuanto terminaron de entrenar.
—No.
—Seguro. —Ironizó. —Es sólo cosa de práctica, Nick. Habías comenzado muy bien, no te autoexijas tanto.
—¡Vaya! ¿Estuviste mirándome? —Preguntó Nick, expulsando ironía hasta por los poros.
—Claro que estuve mirándote —Niall tardaba tanto en captar su sarcasmo a veces, que sentía ganas de quitarse los cabellos uno a uno. ¡Claro que era una indirecta!
—Pues no lo noté.
Niall se detuvo frente a la puerta de su casa y se dio media vuelta. —Bueno, ¿vas a decirme qué te pasa?
—Courtney, me pasa. ¿Que no te cansas?
Acababa de olvidarse por completo del punto número dos. Suspiró, haciendo un esfuerzo increíble por dejar su ego de lado y sólo olvidarlo. Debía ser comprensiva, no autodelatarse y demostrar lo celosa que se sentía de ella.
—¿De que diablos estás hablando?
Respiró hondo y logró serenarse.—Olvídalo, no he dicho nada.
—No, Nick. ¿Sabes? Estoy un poco harto de estas actitudes. No sé qué diablos te ha pasado, en serio. Creí que ya se te había quitado eso de tener una discusión por cualquier cosa. —Hizo una pausa y volvió a abrir la boca. —Ahora el problema es Courtney. ¿Qué hay con ella? Es mi novia, Nick. Salgo con ella como he salido con otras chicas antes, ¿Qué es lo que tanto te desagrada de ella? ¿Acaso te hizo a...?
—¡Porque te gusta, joder!